práctica en la producción de análisis para el proceso de toma de decisiones políticas.

En la actualidad, los principales exponentes y auto-res anglosajones son: Valerie Hudson, profesora de la Escuela de gobierno y servicio público de la Uni-versidad de Texas y Chris Alden, profesor del De-partamento de Relaciones Internacionales de la Es-cuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres.

Por su parte, el otro enfoque teórico pero que está muy vinculado a la práctica política es el denomina-do “Intelligence Analysis” o “Análisis de Inteligen-cia” que tiene su origen en la década de los años 50 en Estados Unidos. El padre fundador de esta escuela de pensamiento fue Sherman Kent, quien era de formación historiador y desarrolló su carrera en el gobierno en las estructuras de análisis de la Comunidad de Inteligencia, en especial, en la CIA.

Varios autores argumentan que el “Análisis de Inte-ligencia” debe ser considerado como una disciplina aplicada dirigida a resolver problemas concretos del sistema internacional (Pherson, 2013). Los pro-motores de este enfoque plantean que su objeto de estudio comprende los siguientes elementos: el proceso de análisis, las herramientas de análisis, la psicología del análisis, el perfil de competencias de los analistas y los sistemas de análisis en las orga-nizaciones dedicadas a esta actividad de manera especializada.

Esta perspectiva está orientada no solo a generar nuevos conocimientos como es el propósito fun-damental del “Foreign Policy Analysis” sino que su finalidad es producir investigaciones sobre estos temas para contribuir a la toma de decisiones políti-cas en las estructuras gubernamentales. Su objetivo final es mejorar la calidad de los sistemas, procesos, mecanismos y desempeño de los especialistas que se dedican a la elaboración de productos analíticos. En ese sentido, los principales autores son ex ana-listas de la Comunidad de Inteligencia, las Fuerzas Armadas y de otras instituciones vinculadas a la se-guridad nacional.

Sus exponentes más reconocidos en la actualidad son académicos estadounidenses como Richard Heuer, Randolph Pherson y Robert Johnston, que se dedicaron durante más de 30 años a la producción de análisis. Heuer ha realizado valiosos aportes en el área de la psicología del análisis al investigar el proceso de pensamiento de los analistas y sus prin-cipales fallas, lo cual está explicado en su libro Psy-chology of Intelligence Analysis publicado en el año 1999.

En el caso de Pherson, se ha enfocado en los as-pectos prácticos del proceso de análisis desde una visión dirigida a mejorar el desempeño de los que se dedican a tiempo completo a la producción ana-lítica en la esfera de las relaciones internacionales. Sus resultados de investigación más recientes están reflejados en el libro Critical Thinking for Strate-gic Intelligence de 2013. Con relación a Johnston, sus estudios sobre las variables que inciden en el análisis han constituido aportes relevantes en esta disciplina, lo que está reflejado en su texto Analytic Culture in the US Intelligence Community: An Eth-nographic Study de 2005.

En resumen, estos dos enfoques sobre el ARI no son excluyentes y si bien cada uno desde el punto de vista teórico prioriza elementos diferentes, en su esencia comparten el mismo objeto de estudio de-bido a que ambas perspectivas pretenden explicar procesos vinculados a las relaciones internaciona-les. Por lo tanto, desde una visión integral que no esté atada a delimitaciones disciplinarias, se puede concluir que los dos enfoques se complementan y no es posible estudiar el escenario internacional sin disponer de las herramientas teóricas y metodoló-gicas que nos ofrecen el “Foreign Policy Analysis” y el “Intelligence Analysis”.

Desde un enfoque práctico, el ARI también ha sido definido como un proceso complejo que compren-de varias etapas que van desde la planeación y organización del análisis hasta la presentación del producto analítico. Otros autores han señalado que es una actividad especializada que requiere perso-