Confederación de Naciones Latinoamericanas y Caribeñas como estrategia de integración con Asia y África

Confederation of Latin American and Caribbean Nations as a strategy for integration with Asia and Africa

M. Sc. Isaac Elías González Matute

Máster en Ciencias en Planificación y Conducción Operacional Militar. Docente e investigador en el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual”, Caracas, Venezuela. iegm23@gmail.com 0009-0006-8599-5044

Cómo citar (APA, séptima edición): González Matute, I. E. (2025). Confederación de Naciones Latinoamericanas y Caribeñas como estrategia de integración con Asia y África. Política internacional, VII (Nro. 3), 277-290. https://doi.org/10.5281/zenodo.15759250

https://doi.org/10.5281/zenodo.15759250

 

Recibido: 10 de mayo de 2025

Aprobado: 19 de junio de 2025

publicado: 7 de julio de 2025

 

RESUMEN Este artículo analiza los desafíos y amenazas a la paz y estabilidad global, derivados de la visión geopolítica unipolar de Estados Unidos y la aplicación de la denominada "Doctrina Donroe", impulsada durante la administración Trump y caracterizada por la estrategia de "Máxima Presión" promovida por el America First Policy Institute. Mediante una metodología de revisión documental de fuentes primarias y secundarias, junto con un análisis prospectivo de tendencias de riesgos, se dimensiona el papel estratégico y protagónico de la CELAC en la defensa de los intereses de América Latina y el Caribe, destacando cómo esta organización abre oportunidades para fortalecer relaciones comerciales con Asia y África, contribuyendo a la construcción de un orden mundial multipolar al promover iniciativas como la Franja y la Ruta de China como mecanismo alternativo frente a la guerra económica global de Estados Unidos y su proyecto "EEUU-CUM", enmarcado en su política exterior basada en intereses de seguridad nacional.

Palabras clave: Confederación de naciones, Integración Regional, Política Exterior, Geopolítica, Mundo Multipolar.

 

 

ABSTRACT This article analyzes the challenges and threats to global peace and stability, derived from the unipolar geopolitical vision of the United States and the application of the so-called “Donroe Doctrine”, promoted during the Trump administration and characterized by the “Maximum Pressure” strategy promoted by the America First Policy Institute. Through a methodology of documentary review of primary and secondary sources, together with a prospective analysis of risk trends, the strategic and leading role of CELAC in the defense of the interests of Latin America and the Caribbean is dimensioned, highlighting how this organization opens opportunities to strengthen trade relations with Asia and Africa, contributing to the construction of a multipolar world order by promoting initiatives such as China's Belt and Road as an alternative mechanism to the global economic war of the United States and its “US-CUM” project, framed in its foreign policy based on national security interests.

Keywords: Confederation of Nations, Regional Integration, Foreign Policy, Geopolitics, Multipolar World.

 

 

INTRODUCCIÓN

La geopolítica del siglo XXI sin duda se ha caracterizado por un fuerte pragmatismo en el ejercicio de la política exterior de los Estados, balanceándose entre dos visiones, específicamente entre la Visión Geopolítica Unipolar y la Visión Geopolítica Multipolar, las cuales han categorizado la praxis de las relaciones internacionales de los denominados Norte Global y Sur Global, respectivamente; cuyo contexto deja claro una ferviente pugna por el control político de recursos y por la hegemonía, donde EEUU se disputa la supremacía mundial con polos emergentes de poder como Rusia y China.

Ante el escenario internacional actual, se vuelve cada vez más imperativo identificar y comprender, tanto las necesidades como los desafíos para el desarrollo sustentable del planeta, desde un enfoque global en todos los ámbitos (económico, político, social, geográfico, cultural, ambiental y militar). En tal sentido, la presente investigación analiza de forma prospectiva la gestión del presidente Donald Trump, como parte de las amenazas de tipo multidimensional que representa EE.UU. no solo para Latinoamérica y el Caribe, sino también para África y Asia, considerando el impacto de la política exterior estadounidense actual, tanto en el continente americano como para África y Asia. Todo ello, con miras a visualizar a través del debate, la importancia del replanteamiento de la CELAC, como un organismo internacional que de manera sistemática avance en un proceso de transición de “Comunidad” a “Confederación”, como ente intergubernamental con capacidades para hacer frente a las amenazas de la política exterior de visión geopolítica unipolar y en función a las metas establecidas como proyectos a desarrollar denominado “Visión CELAC 360”1, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, adoptados por la Organización de Naciones Unidas (ONU). En cuanto a la transición geopolítica referida, es oportuno destacar como referencia lo que señala Guendel (2024):

La multipolaridad ascendente va a provocar a partir de esta primera década del siglo XXI la aparición de acontecimientos históricos que demarcan la reacción a la expansión del poder geopolítico occidental a esas viejas regiones que estaban bajo otra influencia geopolítica. Entre los acontecimientos más destacables debemos considerar los procesos de desdolarización de la economía mundial, la guerra en Ucrania, la tensión en el estrecho de Taiwán, y por supuesto la guerra en Palestina. Bajo esta referencia es posible caracterizar el escenario geopolítico internacional actual como un momento de transición entre la anterior forma de poder unipolar y las nuevas relaciones multipolares (123)2.

Partiendo de lo anterior, la transición geopolítica actual es un proceso sistémico sustentado en la multipolaridad de las relaciones internacionales, estimulada por la pugna de poder y la búsqueda del dominio económico en los mercados, tanto nacionales como internacionales, dando origen a una tendencia en el ejercicio de la política exterior de los Estados, cada vez más vinculada hacia la construcción de un mundo multipolar, donde la gobernanza territorial sobre los recursos estratégicos, forman parte del contrapeso geopolítico necesario en la concertación, cooperación e integración regional, para hacer frente a los desafíos del presente siglo.

Los cambios en el orden mundial exigen para Latinoamérica y el Caribe, África y Asia, la promoción de una idea de unidad continental, enmarcadas en un pensamiento antimperialista, que permita avanzar hacia el continentalismo latinoamericano, africano y asiático, compatible con la visión geopolítica multipolar, bajo el enfoque de desarrollo sustentable planteado a través de los BRICS. En cuanto a este último actor internacional, Guendel (2024) menciona lo siguiente:

En el desarrollo de una nueva fase del proceso de globalización tras el final de la Guerra Fría, lo que fue geopolíticamente un nuevo escenario de consolidación de relaciones de poder unipolar, surgen nuevos actores laterales, las llamadas BRICS, que proponiendo formas de pensar otras y, relaciones económicas favorables a los países del Tercer Mundo, van a propiciar la aparición de un nuevo escenario geopolítico mundial de relaciones multipolares (123).

De acuerdo con este escenario, la tendencia de multipolaridad de las relaciones internacionales, potenciada por el proceso de globalización y el avance de las tecnologías, permitirá la consolidación de un mundo multipolar, no sin antes ser factor causal de diversos conflictos y desafíos a escala global, específicamente en todos los ámbitos del poder (económico, político, social, geográfico, cultural, ambiental y militar).

De ahí, la importancia de la formulación de una estrategia de integración regional de América Latina, Asia y África, que sea cónsona con planes globales de desarrollo sustentables; tales como la iniciativa de la franja y la ruta de China, que sumado a los BRICS, constituyen dos pilares fundamentales en el fortalecimiento del mundo multipolar, pero sin embargo, acentuará las diferencias de intereses geopolíticos de la agenda estratégica del Norte Global (liderados por EE.UU. a través del G7), con respecto a las del Sur Global (países BRICS) en función a las proyecciones de crecimiento económico de cada uno.

Teniendo en cuenta lo anterior, la presente investigación tiene como objetivo analizar los desafíos y amenazas para la paz y estabilidad global, como consecuencia de la visión geopolítica unipolar de EE.UU. y la aplicación de la denominada “Doctrina Donroe”, impulsada por el presidente Donald Trump y las políticas promovidas desde su principal tanque del pensamiento, como lo es el America First Policy Institute (AFPI) caracterizada por “Máxima presión”.

DESARROLLO

EE.UU.: Política exterior orientada hacia un nuevo fundamentalismo global

La nueva administración de la Casa Blanca, bajo la presidencia de Donald Trump, desafía el denominado Establishment3 conservador en EE.UU. y de acuerdo con Myriam Corte (2018), en su artículo sobre “Análisis del ‘establishment’ estadounidense”4, se hace mención al siguiente planteamiento:

La residencia del actual presidente es el sitio que alberga el poder político, pero al mismo tiempo refleja el poder migratorio, pues es una construcción edificada en el siglo XVIII por esclavos africanos, basada en arquitectura irlandesa. En cuanto al gabinete, este está integrado por hombres blancos y adinerados, quienes son los encargados de administrar el poder, pero en la actual administración algunos miembros han sido acusados por abuso doméstico y prácticas misóginas; por ello, es importante identificar si Trump representa a ese viejo establishment conservador y rígido o si hay algún cambio (1).

De acuerdo con lo planteado, sin duda existe una percepción de una postura diferente asociada al establishment del “Estado Profundo” en EE.UU., con cambios estructurales relevantes con un fuerte impacto, tanto en la política interna como en la política exterior. Un ejemplo de ello, según Myriam Corte (2018), está representado en el hecho mismo de que:

Una variante más es el grupo de estudio de la biblia que se integró en la Casa Blanca, así como el conjunto de becarios compuesto por 147 jóvenes entre 21 y 29 años, con un perfil característico: todos son personas ricas, entre ellos el hijo del presidente del Banco Mundial, quienes representan la nueva generación que heredará el poder… (1).

En función a este contexto, la condición de país potencia de EE.UU. gira en torno a un escenario de conflicto geopolítico, sobreponiendo incluso sus intereses nacionales ante sus principales aliados estratégicos, como consecuencia del deterioro sistémico de su hegemonía frente a Rusia y China; generando acciones políticas hostiles como estrategias para justificar sus pretensiones territoriales, en un intento por contrarrestar el crecimiento exponencial de los BRIC y la crisis que ello representa para el sistema dólar a escala global; un ejemplo claro de algunas acciones políticas hostiles, se sustenta con lo ocurrido con sus socios europeos (OTAN) recientemente, el caso Canadá, México y Groenlandia, convirtiéndose en parte del pragmatismo geopolítico impulsado por la administración de Donald Trump. Ahora bien, en relación directa con la visión geopolítica unipolar que caracteriza la política exterior estadounidense, esta se balancea entre la defensa de los intereses del establishment conservador y los postulados e idealismos fomentados por el Instituto de políticas América Primero (America first policy institute AFPI5 – según sus siglas en inglés), que mantienen una clara influencia en el ejercicio de la política exterior de EE.UU., accionando como centro de pensamientos, denominados también tanques de pensamientos (Think Tank, por sus siglas en inglés).

En cuanto a este particular asociado con la influencia del AFPI en la administración de Donald Trump, es oportuno mencionar algunos aspectos relacionados con la praxis de la política exterior de EE.UU. para su comprensión en la actualidad, que giran en torno hacia un nuevo fundamentalismo global, con una marcada visión geopolítica unipolar. Entre ellos tenemos los siguientes:

Nuevo fundamentalismo global contra el establishment de la seguridad nacional conservadora

El AFPI funge como centro de pensamientos principal de la administración Trump, según Seibt (2024), quien en su artículo El America First Policy Institute, una discreta máquina de "combate" de Donald Trump6, afirma lo siguiente: “…"America First" suele asociarse únicamente con el aislacionismo de Donald Trump. Pero entre bastidores, también está vinculado a un centro de pensamiento ultraconservador con creciente influencia, el America First Policy Institute (AFPI)”. (1); hecho que justifica las designaciones antes y después de la juramentación de Donald Trump como Presidente de EE.UU., quien ha estado utilizando un grupo cada vez más influyente en las decisiones de alto nivel, modificando cambios en las agendas estratégicas desde el denominado “Estado Profundo”, de manera sutil y sistemática, partiendo de lo que también Seibt (2024), hace referencia:

“…la elección de Brooke Rollins supone la consagración de la influencia de la AFPI, de la que es presidenta y que ha sido descrita por el 'New York Times' como "un grupo tan influyente como poco conocido" en la órbita del trumpismo… Brooke Rollins no es la única persona del AFPI que Donald Trump ha elegido para su futuro gobierno. Linda McMahon, elegida para ser secretaria de Educación, es la directora de este 'think tank'. Y no olvidemos a Pam Bondi, que ha sido llamada a sustituir al demasiado controvertido Matt Gaetz como fiscal general, y que se encarga de todos los asuntos legales del America First Policy Institute (párr. 5).

En este contexto, se evidencia una clara influencia de la AFPI dentro de la administración Trump; por consiguiente, para comprender hacia dónde se vuelca la visión geopolítica unipolar adoptada por EE.UU. recientemente, con su respectivo análisis prospectivo, se hace necesario comprender desde los cimientos de la AFPI, cómo esta organización vislumbra el camino de lo que denominan, desde un enfoque supremacista, como “Estados Unidos primero”. Para ello, basta con revisar la página web7 de AFPI principal, desde donde se encuentran desglosadas y organizadas, tanto su visión y análisis de lo que debería ser EE.UU., así como también el cómo debe plantearse el ejercicio de la política exterior, con un dato curioso que lo diferencia, como es el hecho de anteponer los intereses del pueblo estadounidense, por encima de los intereses del establishment de Seguridad Nacional conservador, estimulando la necesidad de la creación de una nación distinta a lo que consideran un “Estados Unidos teórico”; tal como AFPI (2025) afirma y describe, de la siguiente manera:

El Centro para la Seguridad Estadounidense del America First Policy Institute defiende a los estadounidenses en lugar de un "Estados Unidos" teórico imaginado por el establishment de la seguridad nacional de Washington. El ejercicio del poder estadounidense requiere una justificación clara, y un enfoque de "Estados Unidos Primero" garantiza que dicho poder se utilice en beneficio de los estadounidenses. Para promover este objetivo, el Centro busca asegurar el riguroso avance de políticas que constituyan una alternativa auténticamente estadounidense a la cada vez más obsoleta ortodoxia de la política exterior y de defensa de Washington… (párr. 2).

Conforme a lo planteado, el AFPI promueve y advierte a la vez, sobre el ejercicio del poder, priorizando los intereses de EE.UU., siempre y cuando estos se mantengan alejados de lo que consideran “la obsoleta ortodoxia de la política exterior” conservadora, que ha caracterizado a EE.UU. por décadas y siglos. En este sentido, aumenta la probabilidad de la percepción de la presencia o conformación de un establishment diferente en EE.UU. y que rivaliza con el conservadurismo anglosajón, arraigados desde la fundación misma de la nación. Desde lo interno, se incrementa la percepción de un nuevo fundamentalismo global en la política exterior de EE.UU., con una visión geopolítica unipolar de carácter imperialista, incluso aún más marcada, partiendo desde lo que doctrinariamente el AFPI (2025) dicta en materia de Política Exterior:

La frase «América Primero» se refiere a un enfoque arraigado en la conciencia del papel único de Estados Unidos en el mundo y su capacidad inigualable para hacer lo mejor para los demás cuando su gente es fuerte, segura y próspera. Significa que cualquier compromiso de vidas o dólares estadounidenses en el extranjero debe traer beneficios concretos para el pueblo estadounidense. Toda inversión de recursos estadounidenses debe generar un beneficio sustancial en materia de seguridad (párr. 3).

Con ello, es posible intuir la dirección de la agenda estratégica de EE.UU., bajo la administración actual y sustentada doctrinariamente por la AFPI, como su principal Think Tank. Sin embargo, los cambios profundos que se están presentando y que avanzan dentro y fuera de EE.UU., y cómo la situación económica y financiera mundial fluctúa en función a dichos cambios, de cierta manera obligan a las grandes economías a replantearse nuevos mecanismos de concertación y cooperación económicas y financieras, mediante el fortalecimiento de formas de integración regionales, que permitan abrirse paso a través del proceso continuo de reconfiguración del orden mundial actual, sentando las bases hacia la construcción del mundo multipolar.

Control proxy de la gobernabilidad territorial global, amparada en la “Doctrina Donroe”

El ejercicio de la política exterior de EE.UU. actual, caracterizada por una visión geopolítica unipolar bajo la nueva administración Trump, es el resultado de la aplicación de una doctrina cuidadosamente diseñada y replanteada desde sus dogmas, sustentada con un fundamentalismo religioso muy marcado y asociado al supremacismo racial; donde EE.UU. busca perpetuar su hegemonía global, retomando su carácter imperialista originario. Todo ello, girando el ejercicio del poder de EE.UU., en torno a la Seguridad Nacional, pero con un enfoque práctico diferente a la denominada “obsoleta ortodoxia de la política exterior” conservadora. Tal como AFPI (2021), desde su fundación recalca con lo siguiente:

La libertad religiosa es un derecho humano fundamental garantizado no solo en la Constitución de Estados Unidos sino también en el Artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Es un derecho natural inherente a toda la humanidad (párr. 3).

Con lo anterior, de entrada, el AFPI pareciera demarcar su fundamentalismo religioso, orientado hacia la promoción de un nuevo fundamentalismo global, a través del ejercicio de la política pxterior que justifique sus acciones en pro de los intereses supremacistas estadounidenses, en conformidad a lo que AFPI (2021) recalca como misión en su plataforma:

El AFPI existe para promover políticas que prioricen al pueblo estadounidense. Nuestros principios rectores son la libertad, la libre empresa, la grandeza nacional, la superioridad militar estadounidense, la participación en política exterior en beneficio de Estados Unidos y la primacía de los trabajadores, las familias y las comunidades estadounidenses en todo lo que hacemos (párr. 1).

A lo anterior, se suma la disposición en materia de seguridad nacional, de impulsar el supremacismo estadounidense, a través de la aplicación del Poder Duro8, la guerra económica y el incremento de la implementación de Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) contra todo aquel país que contravengan los intereses de EE.UU., por medio de la perpetuación de la política injerencista, en todos los ámbitos del poder (económico, político, social, geográfico, cultural, ambiental y militar). Una muestra de lo mencionado, lo refiere la AFPI (2025) en su portal9, de la siguiente manera:

Las victorias estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría establecieron a nuestro país como “la última y mejor esperanza para el hombre en la tierra”. La causa de la libertad en todas las partes del mundo depende de un Estados Unidos fuerte. Con nuestro país seguro, podemos, con mayor confianza, promover la seguridad estadounidense en el exterior. La seguridad estadounidense se ejemplifica con un ejército fuerte, acuerdos comerciales justos, alianzas que son equitativas, agresores que están aislados y aquellos que nos dañan, destruidos. El América First Policy Institute (AFPI) analiza la seguridad estadounidense en el exterior como un prerrequisito para la paz en el país: siempre poniendo los intereses estadounidenses en primer lugar. Esto incluye alejarnos de guerras interminables e innecesarias para reconstruir la patria, al mismo tiempo que comprendemos nuestro papel indispensable en el mantenimiento de un mundo en paz… (párr. 4).

Con una breve lectura a lo citado, es posible apreciar a primera vista, la descripción práctica de la actual política exterior estadounidense, partiendo del hecho de los recién intentos por el fin del conflicto ucraniano; sin embargo, el escepticismo al abordar tanto la factibilidad geopolítica y la fiabilidad en las propuestas hechas por la administración Trump, hacen entrever un objetivo oculto, especialmente asociado al control proxy de la gobernabilidad territorial global, a través de políticas hostiles y del empleo del mismo gobierno como arma, siendo un ejemplo de ello, el estímulo de una guerra comercial por parte de EE.UU. contra Canadá, México y la Unión Europea (aliados OTAN), todo con miras a establecer como regla el uso del Poder Duro para la persuasión política sobre los recursos estratégicos, bajo el interés estadounidense (ejemplo claro de ello, el acuerdo de tierras raras recientemente firmado –forzosamente– por parte de ucrania) a favor de EE.UU.

EE.UU.-CUM, un nuevo estado-nación y tecnología persuasiva. ¿Utopía o amenaza geopolítica mundial?

Los cambios en la geopolítica durante el siglo XXI están avanzando a la par de la tecnología, la economía y de la interdependencia energética global, motivo por el cual el uso de las Tecnologías Persuasivas10, a través de los diferentes medios de comunicación e información, juegan un papel fundamental en la creación de matrices de opinión y manipulación masiva de percepciones a escala mundial. En otras palabras, en la Era de la Desinformación, la tecnología es la principal herramienta, como consecuencia de la necesidad de comunicación existente en la sociedad moderna; en tal sentido, Tusa y otros (2019), afirman lo siguiente:

…las noticias falsas siempre han existido. Lo que sucede es que ahora se observa una mayor irrupción en plataformas de acceso abierto y gratuito, lo que genera que este tipo de información crezca de manera exponencial en cuestión de segundos. Por tanto, las noticias falsas crean un oleaje de desinformación, hecho que motiva a la academia y a la sociedad civil a contrarrestarlo, para así lograr el retorno del buen periodismo y de la información veraz (20).11

En este contexto, en la actualidad los procesos de desinformación obedecen a objetivos preestablecidos por parte de polos de poder, vinculado con intereses geoeconómicos fluctuantes en el orden mundial, en el que se encuentran en franca pugna el Norte Global con visión geopolítica unipolar y el Sur Global con visión geopolítica multipolar. En relación con ello, Valton (2022) señala:

…la globalización económica, financiera y el desarrollo de nuevas tecnologías, han dado espacios a la nueva geoeconomía. Entonces la geoeconomía como parte del proceso de cambio juega un papel esencial que afecta las relaciones internacionales, con impacto en el comercio internacional, los mercados globales y los conflictos en busca de acumulación de capital. Los intereses geopolíticos están íntimamente ligados a las ganancias económicas de las grandes potencias capitalistas y las empresas transnacionales en su afán de incrementar sus ingresos, mantener y ampliar su área de influencia en otras regiones, a expensas de la explotación indiscriminada de los recursos naturales de los países subdesarrollados, con elevados índices de pobreza y el daño al medio ambiente (2).12

Ahora bien, tomando en cuenta la visión geopolítica unipolar de la política exterior de EE.UU. y la influencia doctrinaria de la AFPI en la nueva administración Trump, es curioso una creciente campaña comunicacional en diferentes plataformas digitales, asociadas precisamente con tecnologías persuasivas, que estimulan la percepción de la creación de un nuevo Estado denominado EE.UU.-CUM. Si bien corresponde a una muy sutil campaña desinformativa y algo utópica, no deja de sorprender que, en los hechos y acciones de la nueva administración de la Casa Blanca, no han dejado de coquetear con algunas ideas relacionadas con mencionado Estado en cuestión.

Para ser más específico, los EE.UU.-CUM es una idea utópica de un incremento territorial de los actuales EE.UU., donde se adiciona los espacios territoriales de Canadá y México, con el objetivo de elevar las capacidades económicas, políticas, financieras y militares de EE.UU., para contrarrestar a las potencias emergentes e impedir la consolidación de un mundo multipolar. Un ejemplo de ello, se tiene en algunas publicaciones hechas por la plataforma Reddit, una red social popular en la población estadounidense, similar a Instagram, X, TikTok y Facebook, entre otras.

La utopía de los EE.UU.-CUM pasan de ser ahora una posible amenaza a la geopolítica mundial, en el mismo momento en que la política exterior de la administración Trump, sugiere que posibilidad de adicionarse territorialmente Canadá, convirtiéndolo en el estado número 51 de EE.UU. Colvin (2025), en su artículo de la AP titulado “Trump dice que habla en serio al afirmar que Canadá sea el estado 51 de EEUU”, hace referencia a lo siguiente:

El presidente Donald Trump dijo que habla en serio al querer que Canadá se convierta en el estado número 51 de Estados Unidos en una entrevista difundida el domingo durante el espectáculo previo al Super Bowl… Estados Unidos no está subsidiando a Canadá. Los estadounidenses adquieren productos de la nación rica en recursos naturales, incluyendo materias primas como el petróleo. Aunque el déficit comercial en bienes ha aumentado en los últimos años a 72.000 millones de dólares en 2023, refleja en gran medida las importaciones estadounidenses de energía canadiense… (párr. 1-4).13

En relación con la misma política emprendida con Canadá, la administración Trump inició una estrategia muy peligrosa contra sus vecinos territoriales, con las siguientes acciones: declaración de carteles de drogas mexicanos como grupos terroristas (a sabiendas de cómo ha sido la manipulación del terrorismo por EE.UU. y sus intervenciones militares), políticas de deportación de migrantes, lucha contra el fentanilo y adicionalmente emprende una guerra de aranceles, tanto con México como con Canadá; e igualmente reiterando la intención de anexarse Groenlandia, con amenazas de aranceles y guerra comercial contra Dinamarca y demás países de la UE, incluyendo atentar contra la existencia de la OTAN. Todo lo anterior, bajo la estrecha asesoría e influencia de la AFPI, claramente expuesta en sus postulados doctrinarios supremacista y aspiraciones de creación de una gran nación de carácter imperialista. Un ejemplo de las pretensiones ha sido abiertamente publicado por diferentes medios internacionales, entre ellos, el canal de noticias FRANCE24, por Blandón (2025), donde se hace referencia a lo siguiente:

Durante una reunión con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el jefe de Estado estadounidense, Donald Trump, reiteró que el control de Groenlandia es necesario para mejorar la seguridad internacional, mientras confirmaba una vez más su interés en anexar este territorio… El primer ministro saliente de Groenlandia, Mute Egede, replicó en la red social Facebook: “El presidente estadounidense ha vuelto a plantear la idea de anexarnos. ¡Ya es suficiente!", y agregó que convocará a los líderes de todos los partidos para convencerlos de impedirlo… (párr. 1,2).

 

En otras palabras, es oportuno inferir que la dirección e intencionalidad de la política exterior de la nueva administración Trump, está orientada al expansionismo territorial y al fomento del control proxy de la gobernabilidad territorial global, amparada en la “Doctrina Donroe” y potenciada, a través del empleo y desarrollo de Tecnología Persuasiva, alineadas a una agenda estratégica global (influenciada por la AFPI), que busca contrarrestar el fortalecimiento del mundo multipolar y perpetuar la hegemonía imperialista estadounidense, bajo un fundamentalismo global de supremacía.

CELAC como contrapeso geopolítico, frente a la amenaza real de EE.UU. y su nuevo formato imperialista de supervivencia hegemónica

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), como organismo intergubernamental, en la actualidad adquiere un valor estratégico para todo el continente y su desarrollo sustentable, en el marco de la creación de nuevos mecanismos de concertación, cooperación e integración regional, con África y con Asia, especialmente China, a través de la iniciativa de la franja y la ruta, considerando todo el contexto geopolítico actual, donde los mercados tienen un papel preponderante en la definición de políticas internas y a la vez en la influencia directa con las agendas estratégicas de la política exterior de cada nación, en función a los desafíos globales en constante cambio y potenciados por la postura adoptada por el Norte Global, liderado por EE.UU., frente al Sur Global encabezado por los países BRICS.

Una vez identificada la amenaza real que significa EE.UU., partiendo de la visión geopolítica unipolar que ha caracterizado el ejercicio de su política exterior, se suma la tendencia supremacista en la práctica de implementación de MCU14 contra las naciones libres e independientes, que haciendo valer el principio de autodeterminación, no se doblegan ni comparten los intereses del establishment anglosajón, impulsada por la nueva administración estadounidense.

Ahora bien, realizando un análisis prospectivo en función del cómo sustenta y qué describe la actitud de EE.UU. como hegemón en la actualidad, es posible predecir con ciertos elementos y datos, cuáles son sus formas de acción, que deberá considerar tanto Latinoamérica y el Caribe, así como también África y Asia (especialmente China), entre las que destacan las siguientes:

Expansión territorial de la guerra comercial de EE.UU.

La actual guerra comercial declarada entre EEUU, Canadá y México, inicialmente por medio de la imposición recíproca de aranceles, considerando la influencia del AFPI como Think Tank de EE.UU., se percibe claramente como una expansión territorial, en búsqueda del control proxy de la gobernabilidad territorial antes mencionado de todos los recursos estratégicos en Latinoamérica y el Caribe; ello como consecuencia del debilitamiento fiscal, económico y financiero que experimenta EE.UU., a través del incremento de la deuda pública, la cual prácticamente es insostenible. En este sentido, se entiende en cierta forma, las acciones adoptadas por la administración Trump, en la designación de ciertos cargos del gabinete. Sin embargo, es curioso y al mismo tiempo causal, que muchas designaciones obedecen y guardan relación con la formación de funcionarios asociados y vinculados, directa e indirectamente con el AFPI, como parte de su objetivo estratégico; muestra de ello son las palabras del coronel Robert Wilkie, copresidente del Centro para la Seguridad Estadounidense, miembro del AFPI, citado por King (2025), en su artículo de prensa titulado “AFPI saluda la renovación del sueño americano del presidente Trump”, donde se afirmó lo siguiente, haciendo referencia directa con la paz a través de la fuerza:

El presidente Trump proclamó que Estados Unidos ha vuelto, lo que significa que nuestras Fuerzas Armadas han vuelto: la mayor fuerza por la paz en la historia del mundo. Ha restaurado los más altos estándares de combate para que nuestros soldados luchen, ganen y regresen a casa con sus seres queridos lo antes posible. El presidente Trump ha restaurado el lugar de honor que nuestros guerreros ocupan en los corazones y las mentes del pueblo estadounidense. Ha restaurado el poder disuasorio de Estados Unidos y le ha dicho al mundo que las palabras más poderosas del idioma son: "Soy ciudadano estadounidense". Nuestras fronteras son más fuertes, nuestros mares más seguros, y todo malhechor sabe que el águila los vigila (párr. 6).

La afirmación anterior no deja a un lado su carácter imperialista y supremacista, denotando el pensamiento filosófico y doctrinario arraigado en los funcionarios que cumplen funciones gubernamentales, en todos los niveles de toma de decisiones, promoviendo políticas con tendencias pro estadounidenses que irrespetan el derecho internacional y fomentan la instauración de un orden mundial basado en reglas, con pleno desconocimiento del estado de derecho internacional; una situación geopolítica de por hecho muy compleja y peligrosa, que atenta no solo con la autodeterminación de los pueblos, sino también con la capacidad de avanzar en espacios de concertación, cooperación e integración, para lograr los objetivos de desarrollo sostenible adoptados en la agenda 2030 por las Naciones Unidas, del cual los países de la CELAC se suman, a través de la implementación de planes de desarrollo que buscan el beneficio mutuo.

Ahora bien, el orden mundial está en permanente cambio, con una tendencia orientada hacia la consolidación de un mundo multipolar, como resultado de la crisis del capitalismo y del modelo económico anglosajón, representado en el Sistema Bretton Woods. Esta situación favorece la apertura de nuevos mecanismos amparados en la multipolaridad de las relaciones internacionales, en función al comportamiento de la economía mundial, como resultado de las políticas, tanto de EE.UU. como de las potencias emergentes, especialmente de los países BRICS.

Sin embargo, es precisamente el pulso económico el que redefinirá las acciones hostiles de EE.UU., en defensa de su poder hegemónico global, influenciadas igualmente y en paralelo, con las capacidades energéticas de las potencias mundiales en pugna, cuyo elemento es preponderante en la influencia geopolítica, siendo un ejemplo en este capítulo, la ventaja en el caso de Rusia en cuanto al gas y petróleo durante el conflicto ucraniano.

El crecimiento económico exponencial de los BRICS con respecto al G7, es la expresión más clara para visualizar la tendencia de influencia multilateral de los países miembros, en función a la multipolaridad de las relaciones internacionales, donde se puede observar claramente el posicionamiento geopolítico, tanto del Norte Global (G7) y el Sur Global (BRICS). Dicha disparidad económica y financiera, acelera el debilitamiento del Sistema Bretton Woods y, por consiguiente, el colapso del sistema dólar en el modelo económico anglosajón, generando la pérdida de influencia hegemónica de los países del Norte Global, especialmente EE.UU. como principal exponente.

Otros datos son relevantes al momento de efectuar un análisis prospectivo, con la finalidad de identificar oportunidades de crecimiento y desarrollo sostenible, así como también de identificar y comprender los desafíos para el logro de objetivos estratégicos de desarrollo integral, por parte de las naciones. Entre los datos a considerar en el análisis prospectivo, tenemos la siguiente gráfica, asociada al consumo excesivo a escala mundial del siglo XXI con respecto al siglo XX:

Según la gráfica sobre el consumo excesivo a nivel mundial, en solo en 6 años de avance en el siglo XXI, la sociedad moderna ha rebasado más de la mitad de lo que consumió en el siglo XX, con un 75% por encima del promedio registrado en los últimos 100 años, un porcentaje alarmante con una tendencia a incrementarse, como consecuencia de la actividad económica, el avance tecnológico y el incremento de conflictos bélicos a nivel mundial.

En torno a este contexto, EE.UU. buscará cada vez más influir dentro de los países con los que, significativamente, representen un interés económico, en relación con su territorio, densidad poblacional, capacidad manufacturera e industrial y posición geográfica; buscando con ello, por medio del control proxy de la gobernabilidad territorial, obtener un incremento de su capacidad hegemónica en el ámbito económico y financiero, frente a sus principales rivales geopolíticos con quien se disputa la supremacía global, como lo son Rusia y China, cuya visión geopolítica multipolar, rivalizan enteramente con la visión geopolítica unipolar de la política exterior estadounidense.

Ante este escenario, la CELAC presenta una característica fundamental que le permite avanzar como contrapeso geopolítico de EE.UU., desglosándose de la siguiente manera:

• Extensión territorial: todos los países miembros en su conjunto, abarcan un enorme espacio territorial rico en recursos estratégicos, con áreas de influencia comunes y de interés mutuo de desarrollo sustentables.

• Futuro compartido, sustentado en historia, idioma, costumbre y demás expresiones culturales, que fortalecen la identidad latinoamericana y caribeña, que pueden ser aprovechados en los procesos de concertación, cooperación e integración regional, con África y Asia.

El incremento de la tendencia hostil de la política exterior de EE.UU. a nivel mundial, exigirá un mayor esfuerzo a la CELAC para avanzar en la consolidación de la integración regional plena. Sin embargo, actualmente los avances del organismo intergubernamental se han limitado a ciertos y determinados ámbitos, específicamente el económico, cultural, social y político de sus miembros.

Transición hacia la Confederación de Estados Latinoamericanos y Caribeños, como estrategia de contrapeso geopolítico y desarrollo sustentable.

La CELAC para apuntalarse como contrapeso geopolítico sobre las pretensiones hegemónicas de EE.UU. en la región, debe fundamentarse en el ejercicio de una política exterior con visión geopolítica multipolar, compatible con los intereses mutuos de desarrollo sustentable del Sur Global. En este sentido, es importante lo que refiere Palacio de Oteyza (2004) en su ensayo “La imagen imperial del nuevo orden internacional: ¿es esto realismo político?”15, donde afirma lo siguiente:

La segunda imagen realista del orden internacional, compatible en parte con la imagen geoeconómica, consiste en un retorno a un sistema multipolar tradicional de equilibrio de poder, pero con un peso decisivo del factor militar. El sistema multipolar se caracteriza por la ausencia de un hegemón y una flexibilidad de alianzas entre las grandes potencias que tiene por objeto frenar a cualquier competidor (challenger) potencial (13).

En este contexto, el contrapeso geopolítico que necesita la CELAC para confrontar las pretensiones de carácter hegemónico de EE.UU. en la región, e inclusive a nivel mundial, es la integración regional en otros ámbitos que la Comunidad de Naciones no contempla por su naturaleza. Es decir, incrementar la integración en el ámbito militar, geográfico y social, mediante la transición hacia una confederación de naciones, incrementaría las capacidades de las relaciones internacionales, coadyuvando a la adopción de medidas disuasivas para la prevención de conflictos bélicos e incluso, facilitando su integración a otros centros de poder con visión geopolítica multipolar, como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), para afianzar aún más las relaciones tanto con Rusia como con China y sus respectivos planes de desarrollo sustentables.

Apertura económica y nuevas fórmulas de integración regional con África y Asia

Una apertura económica es el resultado del proceso de globalización, del avance de nuevas tecnologías y de los efectos del ejercicio de la política exterior de los Estados, en función a sus intereses y de la visión geopolítica adoptada, para el análisis geopolítico que permitan la identificación de riesgos, amenazas y oportunidades en el escenario internacional. Ahora bien, partiendo de lo anterior, la CELAC, en el marco de la integración regional, también debe priorizar sectores de inversión para el establecimiento de intereses comunes de desarrollo entre CELAC, África y Asia.

Una de las realidades más notables en la actualidad es el hecho mismo que la economía del Sur Global comenzó de manera sistémica, planteándose retos y después experimentando un crecimiento en menos tiempo, con respecto al crecimiento del G20, liderado por EE.UU., donde es China la que toma la delantera, según el valor porcentual registrado en el 2024.

En este escenario, la CELAC, al reconsiderar su transición hacia una Confederación de Estados Latinoamericanos y Caribeños, permitiría mayor autonomía para su integración a la arquitectura global que infiere el fortalecimiento y consolidación de los BRICS a nivel global, como un sistema alternativo al Sistema Bretton Woods. Con ello, los avances hacia el fortalecimiento de la integración regional, que se inserte dentro de un nuevo mundo multipolar, con las capacidades que poseen en su conjunto el Sur Global, puede llegar a convertirse, en más que una realidad, en una necesidad para hacer frente a las amenazas reales que constituye EE.UU., sirviendo como contrapeso geopolítico y herramienta de inserción al mundo multipolar a través de alianzas continentales entre Latinoamérica y el Caribe, con África y Asia.

CONCLUSIONES

Fue posible dimensionar el papel protagónico de la CELAC y su carácter estratégico para la defensa de los intereses regionales para América Latina y el Caribe, abriendo un mundo de oportunidades en las relaciones comerciales con Asia y África, para la construcción de un mundo multipolar a través de la promoción de la iniciativa de la franja y la ruta de China, como mecanismo alternativo para enfrentar la guerra económica de EE.UU. a escala global y su proyecto de creación del denominado “EE.UU.-CUM”, como parte de su política exterior sustentada en sus intereses de seguridad nacional.

En tal sentido, en un entorno de cambios geopolíticos y de crisis internacional, como parte del proceso de transición hacia la consolidación de un mundo multipolar; la CELAC puede promover o impulsar importantes avances, orientados hacia la creación de una Confederación de Naciones Latinoamericanas y Caribeñas (CONLAC), como parte de una estrategia de integración con Asia y África, considerando la visión geopolítica multipolar compartida desde el Sur Global, donde el concepto de desarrollo compartido, represente un punto clave de concertación y cooperación internacional, específicamente en los ámbitos económico, social, político, geográfico, cultural, ambiental y militar. Todo ello, para hacer frente como contrapeso geopolítico a las amenazas y desafíos globales promovidos desde EE.UU., en el ejercicio de su política exterior con visión geopolítica unipolar, de carácter imperialista, hegemónico y supremacista.

notas

1 Fuente: https://celacinternational.org/projects/

2 Revista Comunicación. Año 45, vol. 33, núm. 1, enero-junio 2024 (pp. 120-133). Fuente: https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1659-38202024000100120

3 Conjunto de personas, instituciones y entidades influyentes en la sociedad o en un campo determinado, que procuran mantener y controlar el orden establecido. Fuente: https://dpej.rae.es/lema/establishment

4 https://gaceta.politicas.unam.mx/index.php/poder-estadounidense/

5 https://americafirstpolicy.com/issues/security/national-security-defense

6 https://www.france24.com/es/ee-uu-y-canad%C3%A1/20241126-el-america-first-policy-institute-una-discreta-m%C3%A1quina-de-combate-de-donald-trump

7 https://americafirstpolicy.com/centers/center-for-american-security

8 El poder duro se da cuando un país utiliza medios militares y económicos para influir en el comportamiento o los intereses de otras entidades políticas. Es una forma de poder político a menudo agresiva, es decir, que utiliza la coerción. Su eficacia es máxima cuando una entidad política la impone a otra de menor poder militar o económico. Fuente: https://www.jagranjosh.com/general-knowledge/what-is-the-difference-between-hard-power-and-soft-power-1608095574-1

9 https://americafirstpolicy.com/centers/center-for-american-security

10 La tecnología persuasiva está concebida para permitir que los usuarios voluntariamente cambien sus actitudes o comportamientos por medio de la persuasión y la influencia social. Al igual que la tecnología de control, utiliza actuadores y un algoritmo de influencia para ofrecerle información eficaz al usuario. Fuente: https://osha.europa.eu/es/tools-and-resources/eu-osha-thesaurus/term/70213i#:~:text=Context:,ofrecerle%20informaci%C3%B3n%20eficaz%20al%20usuario.

11 https://revistas.usfq.edu.ec/index.php/perdebate/article/view/1550/2661

12 Fuente: https://www.cipi.cu/wp-content/uploads/2022/09/1-elaynevalton.pdf

13 https://apnews.com/article/trump-canada-golfo-america-super-bowl-bret-baier-musk-cc8848639493d44770e60e4d125e5a62

14 Medidas Coercitivas Unilaterales.

15 Revista CIDOB d’Afers Internacionals, núm. 64, p. 7-28

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Corte, M. (2018, 7 de mayo). Análisis del ‘establishment’ estadounidense. Gaceta UNAM. https://gaceta.politicas.unam.mx/index.php/poder-estadounidense/

Guendel Angulo, H. (2024). Escenarios de transición: De la geopolítica mundial unipolar a la multipolar. Revista Comunicación On-line. https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1659-38202024000100120

Palacio de Oteyza, V. (2003). La imagen imperial del nuevo orden internacional: ¿es esto realismo político? Revista CIDOB d’Afers Internacionals, (64), 7-28. https://www.cidob.org/publicaciones/la-imagen-imperial-del-nuevo-orden-internacional-es-esto-realismo-politico

Seibt, S. (2024, 26 de noviembre). El America First Policy Institute, una discreta máquina de "combate" de Donald Trump. France24. https://www.france24.com/es/ee-uu-y-canad%C3%A1/20241126-el-america-first-policy-institute-una-discreta-m%C3%A1quina-de-combate-de-donald-trump

Tusa, F., & Durán, M. B. (2019). La era de la desinformación y de las noticias falsas en el ambiente político ecuatoriano de transición. Perdebate. https://revistas.usfq.edu.ec/index.php/perdebate/article/view/1550/2661

Valton Legrá, E. (2022). La geopolítica de la tecnología: una visión sistémica. CIPI. https://www.cipi.cu/wp-content/uploads/2022/09/1-elaynevalton.pdf

Zelada Castedo, A. (2005). Perspectiva histórica del proceso de integración latinoamericana. Revista Ciencia y Cultura, (17), 113-120. Universidad Católica Boliviana San Pablo, La Paz, Bolivia.

 

CONFLICTO DE INTERESES

El autor declara que no existen conflictos de intereses relacionado con el artículo.

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