Factores que condicionaron la política exterior de la Federación de Rusia hacia Cuba en el periodo de 2000-2024
Factors that conditioned the foreign policy of the Russian Federation towards Cuba in the period 2000-2024
M. Sc. Náyade Caridad González González
Licenciada en Filosofía Marxista-Leninista. Máster en Relaciones Internacionales. Doctorante del Programa de Doctorado en Ciencias de las Relaciones Internacionales del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” (ISRI). Docente del Departamento de Marxismo e Historia del ISRI, La Habana, Cuba. nayade27gg@gmail.com
Cómo citar (APA, séptima edición): González González, N. C. (2025). Factores que condicionaron la política exterior de la Federación de Rusia hacia Cuba en el periodo de 2000-2024. Política Internacional, VII (Nro. 3), 99-114. https://doi.org/10.5281/zenodo.15756877
Recibido: 31 de enero de 2025
aprobado: 26 de marzo de 2025
publicado: 7 de julio de 2025
RESUMEN La Federación de Rusia ha sido un actor determinante en las relaciones internacionales en la era moderna. El repaso de su comportamiento muestra su activa presencia en los procesos decisivos que influyen en la configuración del sistema internacional. Precisamente, el estudio de las tendencias estratégicas del desarrollo político, económico y militar de Rusia, como principal aliado y socio comercial de Cuba, constituye una prioridad para la política exterior cubana. Sobre todo, en lo referente a la evolución de las relaciones entre ambos países. En tal sentido, en el presente artículo se determinarán los principales factores que condicionaron la política exterior de Rusia hacia Cuba en el periodo 2000-2024.
Palabras claves: política exterior, Rusia, Cuba, estratégico, geopolítica, proyección internacional.
ABSTRACT The Russian Federation has been a determining actor in international relations in the modern era. A review of its behavior shows its active presence in the decisive processes that influence the configuration of international system. Precisely, the study of the strategic trends of Russian’s political, economic and military development, as Cuba’s main ally and trading partner, is a priority for Cuban Foreign policy. Above all, with regard to the evolution of relations between the two countries. In this sense, this article will determine the main factors that conditioned Russian’s foreign policy towards Cuba in the period 2000-2024.
Keywords: Foreign policy, Russia, Cuba, strategic, geopolitics, international projection.
INTRODUCCIÓN
Las relaciones diplomáticas entre el gobierno revolucionario cubano y Rusia, antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), se establecieron el 8 de mayo de 1960.
A lo largo de estos 65 años, estas han transitado por etapas de altibajos, en las que algunos factores como la relación con Estados Unidos, con la región de América Latina y el Caribe y la proyección de Cuba hacia Rusia, han tenido una incidencia directa en cada coyuntura.
Sin embargo, ambas naciones han sorteado con éxito los periodos de gran complejidad; ello condicionado por las tradicionales relaciones de amistad y cooperación existente entre los pueblos, la coincidencia de ambos Estados en los principales asuntos de la agenda internacional y el interés de profundizar en las relaciones económico-comerciales.
De modo que, lo más importante es reconocer que los nexos bilaterales, como resultado de su evolución histórica, se han fortalecido hasta llegar a alcanzar un carácter de asociación estratégica.
Paralelamente, la consolidación de estos vínculos ha sido fundamental en la resistencia que han mantenido los dos países ante las constantes presiones, amenazas y sanciones injustas, procedentes de un enemigo común: el imperialismo yanqui.
Cabe mencionar que, las ideas que se desarrollan en el presente trabajo forman parte del resultado de investigación de la tesis de Maestría de la autora. Y a su vez, estas se han fraguado al calor de los principales debates y análisis efectuados sobre la temática en el Proyecto Institucional del ISRI, titulado: “La Federación de Rusia: tendencias estratégicas de su desarrollo y probable impacto en el escenario internacional y para Cuba”.
En virtud de ello, el presente artículo tiene por objetivo determinar los principales factores que condicionaron la política exterior de Rusia hacia Cuba en el periodo 2000-2024.
DESARROLLO
1.1 Principales características de la política exterior de la Federación de Rusia en el periodo de 2000-2012.
Para comprender los principales cambios en materia de política exterior que tuvieron lugar en Rusia desde la llegada al poder del presidente Vladimir Putin en el año 2000, es necesario caracterizar brevemente la situación socioeconómica y política de la naciente Federación durante los mandatos presidenciales de Boris Nicholaevich Yeltsin (1991-1999).
A partir de 1991 comenzó el proceso de desintegración de la URSS1, y las primeras medidas de carácter político tomadas por el presidente Yeltsin estuvieron encaminadas al desmontaje del sistema soviético y a la apertura económica al gran capital internacional.
Yeltsin arribó al poder aplicando medidas anticonstitucionales como la disolución del parlamento2 y restó credibilidad al funcionamiento de las instituciones públicas.
Entre 1992 y 1995 la política económica estuvo orientada a la privatización y a la liberalización de la economía, por lo que el proceso de transición al capitalismo, trajo consecuencias nefastas para el país (Sánchez, 2002).
Este proceso provocó la caída del Producto Interno Bruto (PIB) un 42% entre los años 1991 y 1995. De igual manera, las producciones industrial y agrícola cayeron un 46% y un 32%, respectivamente. De 1992 a 2001, la inflación aumentó 157,4%, mientras que el salario real disminuyó un 32% desde 1992 hasta 1999 (Rodríguez, 2014).
Los años 1998 y 1999 fueron los peores para la economía rusa. En 1998 el rublo se devaluó un 400%. Y para el año 1999, la deuda externa ascendía a un 90% del PIB como consecuencia de la crisis (CIDOB, 2010).
La crítica situación económica complejizó notablemente la dinámica social, aumentando la desigualdad y desencadenando otros problemas sociales dentro de la población rusa.
Por ejemplo, el periodo comprendido entre 1990-1995 estuvo caracterizado por un gran incremento de la desigualdad3 en los ingresos de la población, estimulado por el proceso de privatización. También durante esta etapa, crecieron los indicadores de mortalidad infantil4, descendió la esperanza de vida5 y el índice de natalidad6.
Otro elemento que influyó negativamente en la situación del país fue el elevado nivel de corrupción imperante en el gobierno.
Por otro lado, la política exterior de Yeltsin estuvo basada en la complacencia ciega a Occidente7, principalmente a Estados Unidos, mediante la aplicación de la doctrina Kozyrev8. Dicho enfoque en política exterior fue sustituido al final de su mandato por la doctrina Primakov9, la cual pretendía retomar los intereses nacionales de Rusia.
A partir de este momento, ocurrió un cambio en la proyección internacional de Rusia. Esta vez, encauzada al reconocimiento de un equilibrio de poderes a nivel mundial y a lograr una mayor participación en las relaciones internacionales.
Lo cierto es que la política exterior rusa bajo la gestión de Primakov fue mucho más activa que durante el periodo de Kozyrev. Ello quedó evidenciado en la diversificación de las relaciones de Rusia con otros países, poniendo especial énfasis en las relaciones con China e India, y en el restablecimiento de manera paulatina de las relaciones en las regiones de América Latina y Medio Oriente (CIDOB, 2010).
Justamente, entre 1996 y 1997 Primakov realizó una gira por varios países latinoamericanos, lo que constituyó el primer intento, por parte de la Rusia post-soviética, de buscar oportunidades para retomar las relaciones con los países de la región (Jiménez, 2022).
Aunque en esta coyuntura se asiste a un cambio de visión en la política exterior, ello no implicó que se dejara de cooperar con Estados Unidos. Un ejemplo de esto se materializó en la formación del Consejo Permanente Conjunto Rusia-OTAN10 en el año 1997.
Pero el bombardeo de la OTAN a Yugoslavia en 1999 terminó de confirmar el trato aislado y humillante que recibió Rusia por parte de Occidente, pese a su política de colaboración.
Con la dimisión de Yeltsin, el 31 de diciembre de 1999, el mando provisional del país lo asumió Vladimir Putin hasta su designación como Presidente.
Tras la indecorosa política de gobernación de Yeltsin, la élite político-militar11 apoyó la elección de Putin, con el objetivo de sacar al país del atolladero en que se encontraba.
Consecuentemente, Putin supo posicionar a un gobierno nacionalista dispuesto a retornarle el poder a las instituciones estatales, con capacidad de defender los intereses nacionales sin subordinarse a Occidente y con intenciones de recuperar el terreno perdido en la arena internacional.
Desde su primer año de mandato, enfrentó importantes desafíos en el orden económico, como la crisis económica desatada en el año 1998, fenómeno que evidenció la debilidad del sistema bancario, los problemas estructurales de gestión del Estado, la pasividad del sistema productivo para reestructurarse y los problemas de la industria y la agricultura (Sánchez, 2002).
Bajo estas condiciones, el gobierno de Putin priorizó la estabilización y el crecimiento económico de Rusia.
El país heredado poseía una deformación estructural de países subdesarrollados, pero con rasgos de potencia por su complejo-militar industrial12, la calificación técnico-profesional de la mayor parte de su población y vastos recursos naturales13.
En materia de seguridad nacional, Putin se enfrentó a la Segunda Guerra de Chechenia (1999-2009)14. Entre los diversos factores que condicionaron el conflicto destacan los históricos y étnicos. Los intereses estratégicos encontrados en la región del Cáucaso y el enfrentamiento geopolítico entre los ejes en torno a Moscú y Washington, hicieron que Rusia actuara con toda severidad durante la guerra. El resultado final fue positivo para Moscú, ya que se garantizó la integridad territorial del país.
En el año 2000, Putin aprobó el documento titulado “Nuevo Concepto de Política Exterior de la Federación de Rusia”, en el cual se establecieron los principales objetivos de la política exterior rusa.
Según este nuevo concepto, Rusia se consideraba a sí misma como un actor activo en los procesos y las nuevas dinámicas en el sistema internacional, caracterizado por la desintegración de la URSS y el fin de la bipolaridad internacional. En cambio, aún aspiraban a tener una gran influencia en la conformación del nuevo orden mundial (Gutiérrez, 2010).
Por ello, desarrollaron en materia de política exterior una estrategia basada en la del canciller Primakov y en correspondencia con los intereses nacionales y con los de la clase dominante del país.
Precisamente, durante su primer mandato (2000-2004), Putin puso en práctica la aplicación del “Nuevo Concepto de Política Exterior” ante los principales acontecimientos que tuvieron lugar en el escenario internacional. Entre los años 2000 y 2004, los dos principales conflictos internacionales fueron la guerra en Afganistán en 2001 y la guerra en Iraq en 2003.
Respecto a la guerra en Afganistán, la posición de Rusia fue en respaldo a la cruzada de Occidente15. Su apoyo a la guerra tuvo distintas finalidades.
El objetivo principal de carácter estratégico consistía en que, si Rusia apoyaba la lucha contra el terrorismo, garantizaría a largo plazo que Occidente pudiera aceptarla en calidad de socio.
Mientras que, la finalidad de carácter táctico residía en la idea de reciprocidad con Occidente. Se pensó que, si apoyaba la guerra, Occidente legitimaría el conflicto en Chechenia como parte de la lucha contra el terrorismo.
Y, la finalidad en el orden de seguridad internacional estuvo fundamentada en las preocupaciones de Rusia ante la emergencia de un gobierno talibán, con potencial para lograr desestabilizar la subregión de Asia Central, a través del narcotráfico o la guerra. Por tanto, con estas fuerzas derrotadas, la seguridad retornaría a las regiones de Asia Central y el Cáucaso, región fronteriza y de influencia natural de Rusia.
Mas los resultados derivados de esta postura no fueron los esperados. Estados Unidos siguió demostrando que sus relaciones con Rusia no estaban en calidad de socios, ni siquiera a la altura de una posible alianza estratégica. Y tampoco reconoció la guerra de Chechenia como parte de la campaña de lucha contra el terrorismo.
En cambio, la posición de Rusia respecto a la guerra en Iraq fue diferente. No existió el apoyo ni del gobierno ruso ni de su población. Todo lo contrario, existió un contundente rechazo16 (Dacal y Brown, 2005).
Determinados intereses condicionaron la postura de oposición de Rusia a la guerra, fundamentalmente, el económico. Ello se explica por la deuda acumulada del país árabe con Rusia antes de la desaparición de la URSS. Asimismo, por la presencia significativa de consorcios petroleros rusos en la industria petrolera iraquí17.
Durante el segundo mandato de Putin (2004-2008) se desencadenaron importantes acontecimientos que influyeron en la proyección internacional de Rusia.
En primer lugar destaca, el fortalecimiento de la cooperación sino-rusa, iniciándose en la articulación periódica de posiciones en foros y espacios multilaterales. Ello devino en la creación de estructuras comunes de seguridad regional y económica como la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS)18 y el grupo de los BRICS19, para poder establecer una amplia y profunda cooperación, en materia de vínculos estratégicos.
En segundo lugar, es importante referirse al estallido de las Revoluciones de Colores20 en algunos países de Europa del Este y Asia Central cercanos a Rusia. En estos territorios comenzaron agitaciones y derrocamientos de gobiernos alineados políticamente a Moscú, con la ayuda de Estados Unidos, con el objetivo de debilitar la influencia de Rusia en esta área y continuar cercándola.
Sustentado en estos hechos, el gobierno decidió que era el momento oportuno de realizar un giro en materia de política exterior.
Por eso, en la Conferencia de Seguridad celebrada en Múnich el 10 de febrero de 2007, Putin declaró que las concesiones de Rusia con Occidente habían demostrado su inoperancia. Por lo que, llegaba el momento de defender sus intereses nacionales con todos los medios a su alcance (Putin, 2007)
En concordancia con esta línea, se transitó de una política exterior basada en el Atlantismo al Multilateralismo.
Para el nuevo Estado ruso constituyó todo un desafío la situación imperante a nivel nacional e internacional. La compleja situación por la que atravesaba el país, luego del proceso de derrumbe de la URSS, obligó al gobierno a enfocarse en el desarrollo de la economía, para de esta forma, cumplir con lo proclamado por Putin en Múnich.
Por estas razones, a lo largo del mandato de Dimitri Medvedev21 (2008-2012), Rusia puso en práctica la nueva estrategia.
Su política interna estuvo encaminada a la modernización del país, con el objetivo de llevarlo a un nivel de desarrollo comparable al de los países más desarrollados22 del mundo.
En el ámbito internacional, cinco meses después de que Medvedev asumiera la Presidencia, detonó la Guerra de Agosto o Guerra de los Cinco Días. Esta estuvo condicionada por el despliegue de una ofensiva militar de Georgia contra Osetia del Sur, con el objetivo de recuperar el territorio autoproclamado independiente desde 1992.
Esta agresión produjo la muerte de varios soldados rusos que se encontraban en la capital de Osetia del Sur, como parte de las fuerzas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el mantenimiento de la paz.
En consecuencia, Rusia intervino un día después de iniciado el conflicto, para garantizar la protección de sus tropas. Georgia fue derrotada en apenas 5 días, dejando a su retirada armamento e implementos de procedencia estadounidense en el campo de batalla23.
Por tanto, tal y como se anunció en la Conferencia de Seguridad en Múnich, la Guerra de los Cinco días demostró que Rusia estaba dispuesta a defender sus intereses nacionales, con todos los medios que tuviera a su alcance.
Otro suceso significativo fue, la realización en el año 200924 de la Primera Cumbre de Jefes de Estado de los BRICS25 en Ekaterimburgo, Rusia. En este marco, Medvedev en su discurso inaugural expresó:
“A pesar del hecho de que a menudo nos encontramos y nos comunicamos en otros formatos, con toda probabilidad, este tipo de coordinación nos permitirá aclarar mejor las posiciones de los demás y, probablemente, nos permitirá desarrollar algunas nuevas formas no estándar para resolver problemas financieros internacionales y reformar las relaciones financieras internacionales” (Medvedev, 2009).
Pero no todo se tradujo en éxito durante el mandato de Medvedev, pues la postura que asumió Rusia ante la Guerra de Libia, significó un duro golpe para el Derecho Internacional.
Esto se fundamenta en el hecho de la abstención26 de Rusia en la votación de la Resolución 1973/201127 que justificaba la cruzada en el territorio libio. Occidente alegó que la Resolución era necesaria para crear una zona de exclusión aérea sobre Libia con el objetivo de proteger a la población civil y zonas pobladas bajo amenaza de ataque. Así, lo que se convirtió en el pretexto de una invasión devino en el asesinato de Muammar al Gadafi, significó la destrucción de un Estado próspero y ocasionó la inestabilidad política del país.
Al igual que la Guerra en Libia, la Guerra en Siria comenzó en el año 2011. Pero, a diferencia de la primera, la posición de Rusia fue distinta. Esta vez la oposición a la invasión fue firme desde el principio, al tratarse de un aliado estratégico de Moscú28.
En medio de todos estos sucesos, Medvedev tuvo que enfrentar la crisis económica mundial29, desencadenada en 2008. Y aunque Rusia no fue de los países más afectados por la crisis, la economía nacional30 sufrió los embates de la misma. Fundamentalmente, en el año 2009 cuando decreció un 7,9% el PIB (Sánchez, 2011).
Por consiguiente, el mandatario concentró sus esfuerzos en salir de la crisis y generar un crecimiento económico, como se había planteado en el periodo anterior.
En sentido general, puede plantearse que, durante el mandato de Medvedev existió una continuidad en materia de política exterior (salvo en el caso de Libia), con respecto a la diseñada y desplegada por Putin.
Bajo este esquema, la región de América Latina y el Caribe paulatinamente se convirtió en un área de interés económico geopolítico y estratégico para Rusia, lo que explica por qué desde comienzos del siglo XXI, la relación con la región se volvió versátil y dinámica.
1.2 La relación estratégica de Rusia con América Latina y el Caribe en la primera década del siglo XXI.
A partir de la llegada de Putin a la presidencia en el año 2000, la región de América Latina y el Caribe fue adquiriendo una mayor significación dentro de la política exterior de Rusia.
El principal significado del primer documento sobre política exterior en el 2000, consistió en haber reunido las posturas, posiciones y acciones que desde 1996 se habían comenzado a desplegar con el canciller Primakov (Rodríguez, 2019a).
Posteriormente, la actualización del “Nuevo Concepto de Política Exterior” en 2008 y 2013, contribuyó a impulsar las relaciones entre Rusia y la región, por lo que la interacción político-diplomática se elevó al más alto nivel (Davydov, 2010).
Entre los países latinoamericanos que captaron la atención de Rusia desde la primera década del siglo XXI, se encuentran Brasil, Chile, Venezuela, Argentina, México, Nicaragua y Cuba.
En virtud de ello, entre 2000 y 2008, los Presidentes de Rusia visitaron siete países de la región: Cuba, México, Chile, Brasil, Guatemala, Perú y Venezuela. Y a su vez, en 2009 visitaron Rusia los Presidentes de Chile, Brasil, Bolivia, Venezuela, Cuba y Ecuador, sin contar las múltiples visitas a nivel ministerial (Rodríguez, 2019).
Del 2000 al 2009, Rusia firmó aproximadamente 200 acuerdos de cooperación31 en el ámbito técnico-militar con diferentes países de la región, en los que están Brasil (2004), Perú (2004), Argentina (2004), Chile (2004), Venezuela (2009) y Bolivia (2009).
En el caso de particular de Cuba, Rusia no solo mantiene un acuerdo técnico militar basado en el suministro de piezas de repuesto para el ejército cubano, sino que tienen proyectos de cooperación en materia de energía nuclear (con fines pacíficos), en el desarrollo de las tecnologías de irradiación; así como en la producción de isótopos mediante la creación de complejos científico-productivos vinculados a la agricultura y a la salud. Además, ambos países colaboran en la formación de cuadros científicos y en la capacitación de especialistas para el desarrollo, promoción y uso pacífico de la energía nuclear en campos como la medicina (Notimex, 2019).
Más aún resultó significativo el intercambio comercial que el gigante euroasiático mantuvo con Brasil y Venezuela. Justamente, Brasil acaparó el 40% del intercambio total comercial de la región en el año 2008; seguido por Argentina con un 12,4%; México con 7,7 %, Venezuela con el 6 % y Cuba con el 1,7 % (Davydov, 2010).
Brasil32 se convirtió en el principal socio comercial de Rusia durante el periodo. Debido al fortalecimiento de los nexos se desarrollaron sectores como el de la energía, la tecnología nuclear, el sector aeroespacial, las telecomunicaciones, la esfera técnico-militar y de armamentos. Estos fueron favorecidos por las políticas económicas y sociales impulsadas durante los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
En el caso de México se estrecharon los vínculos en el orden diplomático, propiciado por la visita del presidente Vicente Fox a Moscú, en el verano de 2005. Sin embargo, este hecho no generó un avance en las relaciones económico-comerciales (Rodríguez, 2019a).
A partir de agosto del 2008 se percibió una mayor activación del interés por parte de Rusia de estrechar los vínculos políticos, militares y económicos con la región. Este cambio estuvo determinado, en gran medida, por la situación de la Guerra de Agosto en Osetia del Sur, cuestión que motivó al Presidente Medvedev a efectuar visitas oficiales, en las que incluyó a cuatro países de América Latina y el Caribe: Perú, Brasil, Venezuela y Cuba.
Los resultados de estas visitas no se hicieron esperar. Se firmaron importantes acuerdos para estrechar la cooperación militar y en la esfera energética. Y Rusia, como potencia extra regional, se convirtió en uno de los más importantes socios de la región, superado solo por China, lo que suscitó enormes preocupaciones para el gobierno de Barack Obama, quien se manifestó contario al acercamiento del país euroasiático.
Dentro del continente, las relaciones con Venezuela son de suma importancia para Rusia. Entre ambos países las relaciones se han ido fortaleciendo, esto impulsado por las figuras de Hugo Rafael Chávez Frías (1954-2013) y Putin. Además, se catalizaron a partir de los acontecimientos del año 2019 en Venezuela y la invariable posición de Rusia de condenar la estrategia yanqui hacia Caracas para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro (Rodríguez, 2021).
Desde principios de la década de los 2000, los puntos de encuentro entre ambos Estados parten de consideraciones políticas comunes. Al mismo tiempo, Venezuela representa un mercado con grandes potencialidades para los inversores rusos.
Por este motivo, sus relaciones económicas abarcan intereses sobre la explotación y distribución de hidrocarburos, el intercambio comercial de materias primas, el tema industrial, minero, aeroespacial, médico, científico-técnico, en la esfera educativa y en la cooperación militar, este último de gran importancia para ambas naciones; puesto que, a través de la cooperación militar, Venezuela logra dotar a sus Fuerzas Armadas de medios de alta tecnología para defender su soberanía. En tanto que, Rusia se mantiene como un vendedor estable de gran influencia en la región33; si se tiene en cuenta que es el segundo productor y exportador de armamentos a nivel mundial (SIPRI Yearbook, 2016).
En sentido general, Rusia observó que fortalecer las relaciones en la región le abría un abanico de oportunidades, en su estrategia de recuperar su condición de gran potencia global, además de fomentar el comercio con estos países en un contexto de crisis sistémica capitalista y de aumento de las sanciones económicas estadounidenses y de la Unión Europea en su contra.
A partir de este momento, la estrategia rusa contempla la construcción de alianzas geopolíticas en la región latinoamericana para evitar el predominio unipolar de Estados Unidos en el sistema internacional. A la vez que, penetra el área de influencia tradicional estadounidense, lo mismo que ha hecho en la suya junto a la OTAN (Rodríguez, 2019).
En esta coyuntura, es importante destacar las afinidades políticas de Rusia con países como Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Cuba, que la han apoyado frente a las sanciones occidentales.
En suma, existen una serie de factores que explican el interés geopolítico, estratégico y económico de Rusia en América Latina y el Caribe. Entre estos, destaca las relaciones históricas que ha mantenido con diferentes países del continente, en especial con Cuba, uno de sus principales socios estratégicos.
Precisamente, sobre los factores condicionantes de la política exterior de Rusia hacia el país caribeño, trata el siguiente epígrafe.
1.3 Factores que condicionaron la política exterior de Rusia hacia Cuba (2000-2024)
La ampliación de vínculos comerciales y de seguridad con los países latinoamericanos, tradicionalmente pertenecientes a la órbita de influencia de Estados Unidos, es una oportunidad que Rusia ha sabido aprovechar. Y en su nuevo acercamiento hacia el área, le otorgó un papel clave a Cuba.
A partir del año 1996 Rusia procedió con un mayor acercamiento a la isla; luego de mantenerse congeladas las relaciones, a raíz del proceso de derrumbe de la URSS.
En ello influyó la postura de prominentes figuras de la dirigencia rusa que no eran partidarios del alejamiento con Cuba; el incremento de las críticas a la política entreguista del gobierno de Yeltsin; el cambio de Ministro de Asuntos Exteriores y la victoria en las elecciones parlamentarias del Partido Comunista de Rusia.
En este contexto, el canciller ruso, Primakov, visitó34 La Habana y explicó la importancia de Cuba para la política exterior rusa.
Otro acontecimiento que contribuyó al fortalecimiento de las relaciones entre ambos países lo constituyó la visita del presidente Putin a La Habana en diciembre del 2000. Esta acción demostró la prioridad que se le daba nuevamente al país caribeño, puesto que, el acercamiento a Cuba le permitiría al país euroasiático reanudar los contactos con naciones de la región.
Al realizar un análisis cronológico del desarrollo de las relaciones bilaterales entre 2000 y 2015, se evidencia que la política exterior de Rusia hacia Cuba manifestó como tendencia principal el tránsito por etapas de altos y bajos, en las que la relación con Estados Unidos, la concepción de política externa hacia la región y la proyección de Cuba hacia Moscú fueron factores que tuvieron marcada incidencia en cada periodo.
Ello se manifestó en la postura que asumió Rusia de aproximación a Estados Unidos en el contexto de la lucha contra el terrorismo, a partir de los sucesos del 11 de septiembre de 2001. Este acercamiento tuvo una incidencia directa en el estancamiento de las relaciones con la isla.
En respuesta a las presiones de Washington, Rusia cerró el Centro de Radares y Escucha Radioelectrónica Lourdes35, ubicado al suroeste de La Habana, hecho que por no corresponderse con lo planteado por Putin durante su visita a La Habana en el 200036, resultó una muestra de la proyección de la política exterior rusa en función de la proximidad con Estados Unidos.
No obstante, a este periodo le sobrevino una nueva escalada de tensiones37 en las relaciones de Rusia con Estados Unidos, fundamentada en la oposición rusa a la invasión en Iraq en 2003, a la entrada en la OTAN de las tres repúblicas bálticas en 2004 y a las Revoluciones de Colores en Georgia (2003) y Ucrania (2004).
Ello trajo como consecuencia que se iniciara una nueva fase positiva en la proyección de la política exterior rusa hacia Cuba, etapa que quedó inaugurada con la visita del canciller Lavrov a Cuba en 2004.
Durante esta etapa, un elemento que potenció las relaciones bilaterales fue la posición de apoyo de Cuba a las acciones de Rusia, ante la invasión de Georgia a Osetia del Sur en 200838. A ello se le sumó la visita del presidente Medvedev a Cuba en 200839. Y, en concordancia, la de Raúl Castro a Rusia en febrero de 2009.
En esta última, se firmaron documentos trascendentales para los lazos entre ambos países como el Memorando sobre los Principios de la Colaboración Estratégica, el Acta Final de la IX sesión de la Comisión Intergubernamental y 24 convenios que abarcaban esferas como el comercio, la salud, las finanzas, el turismo y la cultura.
Posterior a la visita de Lavrov a La Habana en febrero del 2010, comenzó una etapa de lento avance en los nexos bilaterales, condicionada por la cooperación ruso-norteamericana como parte de la política del reset40, la situación en Afganistán y el tema del desarme41.
Empero, para fines de 2011 se constató un cambio en el estado de las relaciones políticas de Rusia con Estados Unidos, determinado por la victoria en las elecciones legislativas del tándem Putin-Medvedev, esto unido al arribo a Moscú en julio de 2012 del presidente Raúl Castro, como resultado de la activa proyección cubana hacia Rusia, lo que posibilitó que los vínculos de ese país con Cuba experimentaran una fase de auge, que continúa en la actualidad.
Estos años se caracterizaron por el recrudecimiento de las tensiones en las relaciones ruso-norteamericanas, debido fundamentalmente a la crisis en Ucrania, acentuada luego de la adhesión de Crimea42 a Rusia en 2014, y con el posterior periodo de sanciones impuestas por Occidente a Moscú (Rodríguez, 2020).
Igualmente, las tensiones se vieron incrementadas por el aumento del poderío militar de la OTAN cerca de las fronteras rusas, y por el conflicto en Siria, donde la asistencia rusa al gobierno sirio significó el mantenimiento de Bashar Al-Asad en el poder.
Teniendo como base el Concepto de Política Exterior del 2013, Rusia pasó a un activismo sin precedentes con la región de América Latina y el Caribe, donde Cuba ocupa un lugar prioritario.
Con la visita de Putin a Cuba en 2014, se experimentó a nivel bilateral un estado excelente en las relaciones políticas y un relanzamiento en las económicas; que incluyó la reanudación de las sesiones de la Comisión Intergubernamental, la condonación del 90% de la deuda43 contraída con Rusia y la inserción del 10% en la implementación de proyectos de desarrollo económico y social en Cuba hasta 2020 (Rodríguez, 2020).
A partir de 2016 se ha dado un fluido intercambio de visitas al más alto nivel, lo que demuestra que las relaciones están en óptimo estado. En tal sentido, destacan las visitas del presidente Díaz-Canel a Rusia en 2018, 2019, 2022 y 2024. Y las del Canciller Lavrov a Cuba en 2019, 2020, 2023 y 2024.
Desde el periodo pandémico, Rusia ha mostrado su voluntad de profundizar firmemente sus relaciones con Cuba, pues, paralelamente a los aspectos clave de la interacción política, se priorizó el aumento de los vínculos económico-comerciales, incluso el incremento y la diversificación del intercambio comercial y el apoyo para los proyectos de inversiones, como parte importante del Plan de Desarrollo Económico y Social de Cuba hasta el año 2030.
Además, se enfatizó en la continuación de la cooperación en esferas fundamentales como la energía, la metalurgia, el transporte, el sector biofarmacéutico, el turismo, la cooperación académica, la ayuda humanitaria y la agricultura.
En el año 2023, tras la aprobación de su Concepto de Política Exterior, Rusia estableció como prioridad la eliminación de la dominación de Estados Unidos y otros Estados no amigos en los asuntos mundiales. Asimismo, el reforzamiento del papel internacional de los BRICS, la OCS, la Comunidad de Estados Independientes (CEI), la Unión Económica Euroasiática (UEEA) y el apoyo a la integración regional y subregional a través de instituciones multilaterales amigas, plataformas de diálogos y agrupaciones regionales en Asia Pacífico, América Latina, África y Medio Oriente (MAE Rusia, 2023).
Y en el apartado referido a la región de América Latina y El Caribe, propuso:
1) Apoyar a los Estados latinoamericanos presionados por Estados Unidos y sus aliados para que salvaguarden su soberanía e independencia, incluso mediante el establecimiento y la ampliación de la cooperación en materia de seguridad y técnico-militar. 2) Fortalecer la amistad, la comprensión mutua y la profundización en la asociación multifacética de beneficio mutuo con Brasil, Cuba, Nicaragua, Venezuela. 3) Aumentar la cooperación con la CELAC, el Mercado Común del Sur, el Sistema de Integración Centroamericana, el ALBA-TCP, la Alianza del Pacífico y la Comunidad del Caribe (MAE Rusia, 2023).
Sobre esta base, existe la voluntad por parte del gobierno ruso de fortalecer las relaciones económicas-comerciales con países aliados y socios estratégicos, puesto que este hecho le permitiría hacer frente a las sanciones impuestas por Occidente tras la operación militar especial44 en Ucrania.
Amparado en esta política, Rusia tiene a Cuba como un importante socio geoestratégico en la región de América Latina y el Caribe por sus relaciones bilaterales de larga data; sus intereses económico-comerciales en la región; ser Cuba un país que ha hecho frente a la poderosa maquinaria de la política exterior, de defensa y de seguridad imperial norteamericana durante más de 60 años; constituir una voz sólida y prestigiosa para los países del Sur global, además de las coincidencias políticas que existen entre ambas naciones respecto a los principales temas de la agenda internacional.
De ahí se entiende la importancia geoestratégica y geopolítica que tiene Cuba dentro de la política exterior rusa.
Por estas razones, en el año 2024, Cuba participó por vez primera, de forma presencial, en el Consejo Supremo Económico Euroasiático de los Estados miembros de la UEEA45. También en el marco de la XVI Cumbre de los BRICS fue invitada a formar parte de este importante grupo de concertación como Estado socio46.
De manera que, estos hechos son una prueba fehaciente del prestigio que tiene el país caribeño entre los países del Sur Global.
Por otra parte, al ser Rusia un actor protagónico del Sistema Internacional, uno de los principales centros de desarrollo del mundo moderno, un centro de poder en la región euroasiática y una potencia militar global, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y con derecho al veto; se convierte en un socio estratégico para Cuba, en su larga lucha contra el bloqueo y los intentos de desestabilización y dominación del imperialismo norteamericano sobre la isla y en la región.
CONCLUSIONES
Las relaciones diplomáticas cubano-rusas han transitado por diferentes etapas, en las que factores endógenos y exógenos han influido directamente en los procesos de acercamiento o distanciamiento de ambos países.
Y aunque a lo largo de estos 65 años las relaciones han atravesado por etapas complejas; resulta significativo resaltar que, en las últimas décadas los vínculos se han fortalecido hasta llegar a la asociación estratégica, condición a la que se ha llegado, como resultado del activo diálogo político al más alto nivel, a la coincidencia en los principales temas de la agenda internacional y a la firme voluntad política de ambos gobiernos de cooperar en todas las esferas de interés mutuo.
Consecuentemente, las relaciones cubano-rusas llegan a su 65º aniversario en óptimo estado, por lo que se espera que continúen consolidándose en la posteridad.
notas
1 El acuerdo internacional que dio por disuelta la URSS fue el Tratado de Belovezha. Fue rubricado el 8 de diciembre de 1991 por los presidentes de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, la República Socialista Soviética de Ucrania y la República Socialista Soviética de Bielorrusia.
2 Yeltsin, con el objetivo de instaurar una nueva versión de la Constitución, que reforzaba los poderes presidenciales, decidió disolver el parlamento y realizar un referéndum para buscar aprobación popular a su propuesta de Constitución. Esta acción no fue aceptada por el parlamento, al ser considerado el decreto Presidencial como una acción anticonstitucional. Y, ante la negativa, el 4 de octubre de 1993, con el apoyo del Ejército y del Ministerio del Interior, Yeltsin ordenó bombardear la sede del Congreso. Por consiguiente, el 15 de octubre de 1993 se celebró el referéndum sobre el proyecto de Constitución, tras lo cual fue aprobada por voto popular la nueva Carta Magna de la Federación de Rusia el 21 de diciembre de 1993.
3 En 1995 el 20% (la parte pudiente) de la población total de Rusia representaba el 46,3% de la renta del país; mientras que otro 20% (la parte desfavorecida) representaba solamente el 6,1% de los ingresos.
4 En 1995 el índice de mortalidad creció un 70% en comparación con el año 1989, llegando a la cifra de 11,0 por cada mil nacidos vivos.
5 En 1994 y 1995 la esperanza de vida al nacer fue de 64,47 y 64,69 años, respectivamente. En 1994 y 1995 estuvo reportado en el lugar 121 y 118 de los 192 países que publicaron sus índices de esperanza de vida.
6 De 1990 a 1999 el índice de natalidad se redujo considerablemente si se compara con los de la década anterior. En 1990 la tasa de natalidad fue de 13,4%; en 1991 fue de 12,1%; en 1992 fue de 10,7%; en 1993 fue de 9,4%; en 1994 fue de 9,5%; 1995 fue de 9,3%; en 1996 fue de 8,8%; en 1997 fue de 8,5%; en 1998 fue de 8,7% y en 1999 fue de 8,3%.
7 En el concepto de Política Exterior de Rusia de 2016 y en su Estrategia de Seguridad Nacional de 2015, Occidente se define geográficamente como la región euroatlántica que comprende a los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE). Esta concepción engloba, además, a las potencias occidentales tradicionales como Estados Unidos y a sus aliados, como principal centro.
8 La doctrina Kozyrev debe su nombre a Andréi Kozyrev, Ministro de Asuntos Exteriores de 1991-1996. Esta reconocía a Estados Unidos como la única y auténtica potencia global y promovía una política exterior abiertamente pro-occidental, en detrimento de los intereses nacionales.
9 La doctrina Primakov debe su nombre a Yevgueni Primakov, Ministro de Asuntos Exteriores de 1996-1998.
10 Con la firma del Acta Fundacional del Consejo Permanente Conjunto Rusia-OTAN, de jure, se intentó solucionar los problemas de la primera extensión del bloque hacia el Este. Sin embargo, en el Acta Fundacional Básica se acordaba la disposición de Moscú hacia la ampliación de la OTAN. De lo que se desprende que, las condiciones que se le imponían a Rusia fueron diseñadas a partir de los intereses de Occidente.
11 La élite político-militar exsoviética que apoyó a Putin creyó fervientemente en un proyecto de Estado Nación fuerte.
12 Después del proceso de desaparición de la URSS, el complejo-militar industrial ruso quedó sumamente deteriorado. Por tal motivo, Putin estimuló las inversiones en esta industria con las ganancias procedentes del petróleo. Para ello, reorganizó las instituciones, fusionando empresas, logrando retornar a un lugar cimero en el comercio de armas. La recuperación de antiguos socios de la URSS, que posteriormente Rusia abandonó por tratarse de países catalogados por Occidente como “Estados Fallidos”, fue un elemento clave para regresar al mercado mundial del rubro.
13 Tiene la mayor cantidad de reservas de petróleo, gas, reservas minerales y tierras agrícolas de la región euroasiática, y es el mayor exportador de hidrocarburos.
14 El origen del conflicto en Chechenia data del periodo de desaparición de la URSS, al ser esta la única fracción del territorio ruso que intentó declarar su independencia de la Federación. Actualmente, este territorio posee el status de República Autónoma. El principal evento que desató la guerra lo constituyó el triunfo del líder nacionalista Dzhokar Dudáev (1991-1996) en las elecciones parlamentarias y presidenciales. Esta figura aspiraba a la formación de una denominada “Liga de los Pueblos Caucásicos”, por lo que llevó adelante el curso separatista. Por consiguiente, las ansias independentistas de su gobierno condujeron al estallido de la primera guerra de Chechenia (1994-1996), lo que devino en uno de los factores de desestabilización de la región. En un segundo momento, los líderes extremistas chechenos atacaron Daguestán con el objetivo de establecer una República con un Estado islámico en territorio ruso.
15 Rusia no sólo apoyó políticamente la guerra sino que suministró armas a la OTAN.
16 La posición de rechazo a la guerra tuvo el apoyo del 82% de la población rusa.
17 Los rusos en Iraq tenían aproximadamente 43 500 millones de barriles en los 6 yacimientos de explotación petrolera en los que participaban. Por tanto, las pérdidas en Iraq serían millonarias si ocurría la intervención. Este fue su principal motivo para rechazar la decisión estadounidense de atacar.
18 La OCS se creó el 15 de junio del 2001. En el momento de su fundación contaba entre sus miembros con Rusia, China, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. El objetivo principal de la organización era el de cooperar en el ámbito económico y de seguridad regional, enfrentando amenazas comunes como el terrorismo, el separatismo y el extremismo.
19 Es un grupo de concertación política, conformado por los países, (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), considerados potencias emergentes debido a su peso en la economía mundial. Sus orígenes se encuentran en 2001, cuando se llamaba BRIC y estaba compuesto por Brasil, Rusia, India y China, hasta que en 2010 se incorporó Sudáfrica.
20 A principios de los 2000, despertaron en el escenario postsoviético una serie de movilizaciones pacíficas, con el pretexto de promover la democracia. Las protestas recibieron el nombre de “Revoluciones de colores” y estuvieron apoyadas por Estados Unidos a través de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Open Society Foundation, la USAID y el National Endowment for Democracy. Estas movilizaciones ocurrieron en países cercanos a Rusia, como: Serbia, Georgia, Ucrania, Kirguizstán, Bielorrusia, Moldavia y Armenia
21 Antes de llegar a la Presidencia, Medvedev trabajó con Putin desde mediados de la década del 90. En el año 1999, fue designado Vicejefe de la Administración Presidencial. En las elecciones del 2000 dirigió la campaña electoral de Putin. En 2001 se le asignó la responsabilidad de ejecutar la reforma del servicio público. En 2002 fue Presidente del Directorio de Gazprom, la compañía gasística estatal más grande del mundo. En 2003 fue nombrado Jefe de Gabinete y en 2005 fue nombrado Viceprimer Ministro a cargo de los Programas Sociales y Jefe de Gabinete adjunto del Primer Ministro. Luego de que fuera Presidente, fue Primer Ministro de 2012 a 2020. En la actualidad, es el Presidente del Partido Rusia Unida y el Vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia.
22 En virtud de ello, se procedió a la fundación del Centro de Innovación y Altas Tecnologías de Skólkovo, el 28 de septiembre de 2010.
23 Ello valida la tesis de que Estados Unidos estaba detrás del conflicto.
24 Esta Cumbre se celebró sin la presencia de Sudáfrica, que todavía para ese año no había integrado al grupo.
25 En el caso de los BRICS son países cuyas economías disponen de un enorme potencial de crecimiento económico en el siglo XXI, y tienen como objetivo el de ejercer un contrabalance con respecto a los países más industrializados, conocido como G-7.
26 Una de las razones que justificaron la abstención de Rusia, se desprende de la promesa hecha por Estados Unidos y Occidente al país euroasiático de no tocar determinados intereses suyos en Libia. Aunque se sabe que en la práctica la promesa fue incumplida.
27 El Presidente Medvedev y su Primer Ministro Vladimir Putin tuvieron sus discrepancias sobre el tema. Putin planteó no estar de acuerdo con la Resolución. Según él, aunque el gobierno de Gadafi distaba de ser democrático, mello no era elemento suficiente para invadir a un Estado soberano de la Comunidad Internacional.
28 Los intereses de Rusia en Siria son múltiples, y van desde lo económico-comercial, financiero, militar, político hasta lo geoestratégico y de seguridad.
29 También llamada Gran Recesión. Esta crisis se considera como una de las más profundas del sistema capitalista mundial, luego de la crisis de 1929-1933.
30 En el periodo 2004-2007 el ritmo de crecimiento medio real del PIB fue del 7,4%; pero en 2008 este se ralentizó un 5,6%. En tanto que, en la primera mitad de ese último año tuvo lugar una moderación del crecimiento. En la segunda mitad, los síntomas de crisis se agravaron y el ritmo de crecimiento fue menor que el obtenido en términos medios para ese año. Dicha crisis estimuló la visión de la clase política rusa sobre la idea de que Occidente se encontraba debilitado; lo que los hizo más activos en política exterior.
31 Ninguno de estos acuerdos presupone la instalación de infraestructura militar rusa en la región ni, mucho menos, de bases militares. Precisamente, los convenios crean los marcos y las condiciones generales para la compra y venta de material bélico convencional, las pautas de financiamiento y las garantías para la protección de la propiedad intelectual.
32 Hay que tener en cuenta que Brasil mantiene un intercambio comercial sostenido con Rusia al ser este es uno de los países integrantes del grupo de los BRICS.
33 En la región, igualmente ha mantenido con Nicaragua un flujo constante de armamento ligero y pesado, exportando: vehículos blindados, lanchas misileras, helicópteros artillados y aviones de caza de penúltima generación, como son los SUKHOY y MIG-29.
34 Primakov, en el año 1996, realizó la primera visita oficial de un alto funcionario ruso a Cuba después del derrumbe de la URSS.
35 Rusia aludió a la existencia de problemas financieros.
36 Esta determinación contradijo las palabras de Putin sobre el centro, a propósito de su visita a la capital cubana y su recorrido por estas instalaciones militares, el 14 de diciembre del 2000. El mandatario expresó: "(…) Está funcionando plenamente hace tiempo, de acuerdo con las normas y las reglas internacionales. Lo ha hecho exitosamente y Rusia y Cuba se pronuncian como países interesados en seguir fomentando su actividad.”
37 En este contexto de tensiones, de conjunto con China y la OCS, Rusia logró el retiro de las tropas estadounidenses en Uzbekistán en 2005. Del mismo modo, fijó una fecha límite para el resto de las tropas norteamericanas que se encontraban en Asia Central.
38 Cuando se produjo la Segunda Guerra de Osetia del Sur, el gobierno cubano fue uno de los primeros que emitió una Declaración Oficial en la que apoyaba la postura de Moscú en el conflicto, acusando a Georgia de actuar en complicidad con Washington.
39 En el año 2008 Medvedev aprobó el nuevo Concepto de Política Exterior de Rusia, donde quedó citado por vez primera el nombre de Cuba como país estratégico en las relaciones de Rusia con la región de América Latina.
40 Política desarrollada por la Administración de Barack Obama en la reconfiguración de sus relaciones con Rusia. Su objetivo principal fue consolidar una cooperación selectiva en áreas de interés común que permitiera alcanzar gradualmente un mayor entendimiento en todos los ámbitos
41 Rusia firma con Estados Unidos el START III (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) en 2010.
42 Justamente, Cuba estuvo entre los 11 países que votaron en contra de la Resolución 68/262 de la Asamblea General de Naciones Unidas para reconocer a Crimea como parte de Ucrania, después del referéndum popular en la península y la ciudad de Sebastopol.
43 La deuda contraída por Cuba con Rusia, incluía los compromisos con la antigua URSS. El monto de la misma era de 35 mil 200 millones de dólares, la mitad de los cuales representaba los intereses sobre la deuda principal por concepto de créditos entre los años 70 y 80 del siglo pasado. El 10% restante, ascendía a 3 mil 500 millones de dólares.
44 La operación especial militar de Rusia en Ucrania, iniciada en marzo del 2022, tiene por objetivo salvar las vidas y proteger la integridad física, psicológica y cultural de los civiles de Donbás. Con esta operación, Rusia no pretende ocupar los territorios del país vecino ni desmoronar el Estado ucraniano; pero sí se esforzará por desmilitarizar y desnazificar el régimen de Kiev, que ha cometido crímenes contra la población ucraniana y rusa. Además, Rusia procuró lanzar la operación para asegurar sus propios intereses en materia de seguridad nacional, debido al anhelo del gobierno ucraniano de incorporarse a la OTAN, hecho que significaría la presencia de este bloque en las fronteras del país euroasiático. A ello se le suma las ambiciones nucleares de Kiev de tener armamento nuclear y biológico.
45 Hasta la fecha, es el único país de la región que participa en la UEEA en calidad de observador.
46 Al ser un Estado socio de los BRICS, este estatus la favorecería significativamente, puesto que podría acceder a mecanismos de cooperación y comercio de uno de los polos más influyentes del actual sistema internacional.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
___________ (2021) Principales factores que condicionaron la política exterior de la Federación de Rusia hacia la República Bolivariana de Venezuela durante el periodo 2012-2020. Tesis para optar por el grado de Máster en Ciencias. Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”.
______________ (2019a). La presencia de Rusia en América Latina y el Caribe en los inicios del siglo XXI. Revista Política Internacional. No. 3 Julio- Septiembre. ISSN 1810-9330.
CIDOB, (2010). Perfil de País: Federación de Rusia. Indicadores económicos sociales de la Federación de Rusia. Anuario Internacional. http://www.cidob.org/ca/content/.../Rusia.
Dacal, A. y Brown, F. (2005). Rusia: Del socialismo real al capitalismo real. La Habana. Editorial de Ciencias Sociales.
Davydov, V. (2010). Rusia en América Latina y viceversa. Revista Nueva Sociedad. Nro. 226, marzo-abril de 2010. http://www.europarl.europa.eu/meetdocs/2009_2014/documents/dlat/dv/dlat_rusiaal_/dlat_rusia-al_es.pdf
Gutiérrez del Cid, A. (2010). El ascenso de Vladimir Putin y la consecución del interés nacional de Rusia. http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/34112/1/articulo1.pdf.
Jiménez, A. C. (2022). La política exterior de Rusia hacia América Latina (2012 2022). Objetivos que determinaron el desarrollo de sus relaciones tanto con la Revolución Bolivariana como con los gobiernos ultra-derechistas de Brasil. Trabajo de Diploma de la Licenciatura en Relaciones Internacionales. Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”.
MAE Rusia (2023). Concepto de Política Exterior de la Federación de Rusia. https://mid.rus/es/foreing_policy/official_documents/1860586.
Medvedev, D. (2009). Palabras de apertura en la Reunión de Jefes de Estado del grupo BRIC. http://kremlin.ru/events/president/transcripts/4474.
Notimex (2019). Rusia y Cuba firmaron un protocolo de conversaciones para desarrollar energía nuclear con fines pacíficos, informaron hoy fuentes oficiales. https://www.20minutos.com.mx/noticia/506656/0/cuba-y-rusia-impulsaran-energia-nuclear-con-fines-pacificos/
Putin, V. (2007). Discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich. http://www.kremlin.ru/events/president/transcripts/24034?fbclid=IwAR1t3IXvE0
Rodríguez, J.L (2014). El derrumbe del Socialismo en Europa. La Habana. Editorial Ciencias Sociales, Ruth Casa Editorial.
Rodríguez, L. E. (2019) Las relaciones Rusia-América Latina y Caribe en el contexto del fin de la Guerra Fría. http://www.cries.org/wp content/uploads/2019/08/010- Leyde.pdf
Rodríguez, V. (2020) Estado actual y perspectivas de las relaciones bilaterales entre Cuba y Rusia. Revista Política Internacional. https://u.nu/qFHfI.
Sánchez, A. (2002). La economía rusa. Una década de transición. Revista CIDOB d’Afers Internacionals. Barcelona. Núm. 59.
Sánchez, P. (2011). La economía rusa en la crisis mundial: Una valoración de la etapa Medvédev. Revista CIDOB d’Afers Internacionals. Barcelona. Núm. 96.
SIPRI Yearbook, (2016). Arme, desarme y seguridad internacional. https://www.sipri.org/yearbook/2016.
CONFLICTO DE INTERESES
El autor declara que no existen conflictos de intereses relacionado con el artículo.
AGRADECIMIENTOS
No aplica.
FINANCIACIÓN
No aplica.
PREPRINT
No publicado.
DERECHOS DE AUTOR
Los derechos de autor son mantenidos por los autores, quienes otorgan a la Revista Política Internacional los derechos exclusivos de primera publicación. Los autores podrán establecer acuerdos adicionales para la distribución no exclusiva de la versión del trabajo publicado en esta revista (por ejemplo, publicación en un repositorio institucional, en un sitio web personal, publicación de una traducción o como capítulo de un libro), con el reconocimiento de haber sido publicada primero en esta revista. En cuanto a los derechos de autor, la revista no cobra ningún tipo de cargo por el envío, el procesamiento o la publicación de los artículos.