Apuntes de las relaciones económicas entre Angola y Japón (2017-2024), en su contribución a la Diplomacia Económica

Notes on the economic relations between Angola and Japan (1988-2024), its contribution to the Economic Diplomacy

 

Lic. Maribys Pérez Bermúdez

Licenciada en Contabilidad y Finanzas por la Universidad de La Habana. Egresada del Diplomado en Servicio Exterior por el Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”. Especialista del Ministerio de Relaciones Exteriores, La Habana, Cuba. maribys.perez94@gmail.com 0009-0008-8456-5282

 

 

Aprobado: 22 de agosto de 2024

Recibido: 26 de julio de 2024

publicado: 9 de octubre de 2024

 

Cómo citar: Pérez Bermúdez, M. (2024). Apuntes de las relaciones económicas entre Angola y Japón (2017-2024), en su contribución a la Diplomacia Económica. Política internacional, VI(Nro. 4), 310-320. https://doi.org/10.5281/zenodo.13857237

DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.13857237

 

RESUMEN En pleno siglo XXI, la correcta aplicación de la Diplomacia Económica representa una prioridad en la proyección de la política exterior de los Estados. A la par, simboliza un objetivo común para los países en desarrollo reforzar sus relaciones económicas y comerciales. La República de Angola, posterior a la llegada a la presidencia de João Lourenço en 2017, se ha centrado en implementar políticas que permitan incrementar su desarrollo económico. De tal forma, impulsa la Diplomacia Económica en las relaciones bilaterales con varios países, entre ellos Japón. A 48 años de establecidas sus relaciones bilaterales, ambos países tienen un alto intercambio comercial, que supera los 500 millones de dólares, destacando la realización de proyectos en áreas como la remoción de minas, infraestructuras, energía, agricultura, educación y salud.

Palabras claves: diplomacia económica, intercambio comercial, Angola, Japón, cooperación.

 

 

ABSTRACT In the 21st century, the correct application of Economic Diplomacy represents a priority in the projection of the foreign policy of States. At the same time, it symbolizes a common objective for developing countries to strengthen their economic and commercial relations. The Republic of Angola, after the arrival of João Lourenço to the presidency in 2017, has focused on implementing policies that allow increasing its economic development. In this way, it promotes Economic Diplomacy in bilateral relations with several countries, including Japan. After 48 years of establishing their bilateral relations, both countries have a high commercial exchange, which exceeds 500 million dollars, highlighting the implementation of projects in areas such as mine clearance, infrastructure, energy, agriculture, education and health.

Keywords: economic diplomacy, commercial exchange, Angola, Japan, cooperation

 

 

INTRODUCCIÓN

Las cuestiones económicas ocupan parte sustancial en la agenda internacional contemporánea de cada país. Mediante el comercio internacional los Estados apoyan a la internacionalización de la economía y las empresas, un elemento necesario para el crecimiento sostenible y el desarrollo integral de la sociedad. Para las naciones, los temas de corte económico se han vuelto de gran relevancia dentro de su política exterior.

En un mundo globalizado como el actual, no podemos entender las relaciones internacionales sin la economía, y queda demostrado que la proyección exterior de un país debe ineludiblemente incluir esta dimensión (Otero, González, & Martín, 2022). La relación entre la economía y la política es muy estrecha, no solo en el ámbito interior, también lo es en el internacional, donde es más compleja. Este proceso ha sido reconocido, de igual manera, tanto desde la academia y las miradas políticas, como desde la Diplomacia Económica.

La conceptualización del término “Diplomacia Económica” varía según las diferentes escuelas o corrientes de pensamiento. Es abordado por varios autores especializados y tiene varias acepciones según el instrumento jurídico que se emplee para alcanzar el objetivo político de un Estado.

El autor Javier Morillas (2000)1, en su artículo “La diplomacia económica. La otra mediación del Estado en el mercado.”, explica que el ejercicio de la diplomacia económica se encuentra estrechamente unido al ámbito político de cada estado y pretende asegurar la promoción de los intereses nacionales (ya sean atraer negocios externos, inversiones, tecnología o turismo). Al mismo tiempo define la Diplomacia Económica como la utilización de la capacidad de influencia política de los Estados a favor de sus intereses económicos en los mercados internacionales. (Morrillas, 2000. 41)

El desarrollo y la consolidación de la Diplomacia Económica contemporánea están relacionados a la aparición y evolución de un conjunto de hechos y procesos históricos que le fue dando forma y contenido (Camio, 202. 291)2. Un hecho a destacar es el desenvolvimiento e incremento de intercambios con carácter comercial entre Estados, aparejado de la aplicación de nuevas teorías sobre el comercio internacional, los patrones comerciales y las inversiones.

Para las relaciones internacionales, en pleno siglo XXI, la Diplomacia Económica se torna un punto clave en el desarrollo de buenas prácticas de política exterior para los Estados. En medio de un sistema económico internacional caracterizado por un incremento de la competencia internacional, se vuelve necesario mejorar la correcta aplicación de esta nueva forma de hacer Diplomacia. Todo ello, con el objetivo de reforzar el papel que juegan las relaciones económicas y comerciales para las naciones.

Bayne y Woolcock (2003. 6-7) indican que todos los países practican la diplomacia económica, formal o informalmente, con departamentos o unidades dedicadas a ello en los gabinetes del jefe de Estado o de gobierno, los ministerios de exteriores, economía, finanzas, industria, defensa y turismo, pero también a través de sus medios de comunicación, sus bancos, sus multinacionales, sus servicios de inteligencia públicos y privados, sus artistas, sus deportistas y la sociedad civil en general.

Para el desarrollo del presente trabajo se usará como base el concepto brindado por Wissam Kalakeche (2022)3 en su artículo “El desarrollo de la diplomacia económica y la dialéctica entre lo político y lo económico”, donde plantea que la Diplomacia Económica es un conjunto de actividades diplomáticas desarrolladas por el Estado con el fin de garantizar sus intereses económicos en los mercados mundiales. Dichos intereses económicos son interdependientes, se influencian recíprocamente y su propósito común es conseguir objetivos políticos. Kalakeche (2022) plantea que la influencia y las relaciones diplomáticas económicas son los medios para alcanzar dichos fines.

En los últimos años, son más los gobiernos que suman a su política exterior medidas para atraer inversiones destinadas al desarrollo socioeconómico interno; en ese proceso destaca la República de Angola. El país africano ha apostado en la última década por incrementar los intercambios comerciales con países fuera de la región, entre ellos Japón.

En el ámbito del comercio mutuo, Angola importa desde Japón automóviles, máquinas y productos de acero y, en el sentido inverso, el país asiático recibe petróleo y otras materias primas. Los gobiernos de ambos países establecen en 1976 relaciones diplomáticas. Durante estos 48 años de relacionamiento político destaca una cooperación económica notable en las áreas de infraestructura, de capacitación del personal y de la industria textil angoleña.

Durante 2023, se firma un Acuerdo de protección recíproca de inversiones y su principal objetivo ha sido estimular la inversión japonesa en Angola. Se espera que al concluir el 2024 exista una mayor diversificación económica de Japón en el país africano.

En virtud de lo anterior, el presente estudio se ha trazado como objetivo mostrar el papel de la Diplomacia Económica para Angola posterior a la llegada al poder de João Lourenço4, fundamentalmente, en las prácticas existentes en sus actuales relaciones con Japón.

La política exterior de Angola. El inicio de una diplomacia económica y su camino hacia la consolidación.

La guerra civil que tuvo lugar en Angola, entre el periodo de 1975 hasta 2002, protagonizada por el MPLA (Movimiento para la Liberación de Angola) y la UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola) fue uno de los conflictos más complejos de la historia contemporánea en el continente africano. Tuvo como resultado un saldo de más de 1 millón de muertos, 4 millones de desplazados internos y más de 500 mil refugiados5.

A cuatro años de la independencia de Portugal, según la autora Yarisse Zoctízoum en su artículo “Perspectivas económicas de Angola en el proceso de democratización” (1991)6, la producción de café disminuyó en un 68%; la mayor parte de las otras cosechas entre 80 y 90% y la de diamantes en un 85%. En este período el índice de la producción industrial cayó de 106 a 28.

Al concluir el enfrentamiento armado en 2002, el país precisaba de una recuperación integral, que incluía su infraestructura económica y sus relaciones comerciales con el exterior. Se hacía necesario además dirigir los esfuerzos del gobierno a renovar las políticas vigentes y a intentar disminuir la corrupción en las instituciones. De igual forma resultó imperante transformar la nación desde el punto de vista económico, aprovechando como puntal para el desarrollo la abundancia de recursos naturales, tales como el petróleo, el gas, los diamantes, los minerales, los recursos hídricos, agrícolas y pesqueros.

La actual diplomacia angoleña nace en 1975, en medio de la Guerra Fría, y en un momento en que la crisis de la sociedad angolana tras la Lucha Armada por la Liberación Nacional (1961-1975) comenzaba a manifestarse. Al concluir la Guerra Civil en Angola (1975-2002), la política exterior del país fortaleció su capacidad de mantenimiento de la paz en el territorio nacional, en la región y en el continente africano, defendiendo el principio de la cooperación global. De igual manera, la política exterior constituyó una parte integral de la agenda del Gobierno, caracterizándose por defender y promover los intereses de sus nacionales, enfocando su accionar en promover la paz, la unidad, la estabilidad, el desarrollo, la prosperidad y la libertad.

Asimismo, en el sitio web oficial7 del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Angola, se afirma que el país siempre ha compartido puntos de vista sobre la paz y la seguridad con los países de la región. De igual manera, luego de la independencia en 1975, la nación fue admitida como miembro pleno de la ONU, pasó a ser miembro de la Unión Africana, cofundó los Países de Primera Línea y de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), fue miembro influyente de la Comunidad Económica de Estados de África Central (EEAC), así como otros de ámbito internacional y regional.

Angola también apostó por la mejora en áreas como infraestructura, sanidad y educación. Con el fin de la Guerra Civil, el país se encontraba altamente endeudado con la ex-Unión Soviética, quien fuera su principal acreedor, seguida por los países del Club de París8, donde destaca Brasil, la excolonia, Portugal, y las organizaciones Internacionales. En este momento el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigió una mayor transparencia en todo lo relacionado con el petróleo como condición para otorgar préstamos que permitieran eliminar las deudas contraídas.

En el informe “Riesgo País de Angola” (2022. 9)9, elaborado por la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE) se expone que el fin de la guerra civil en Angola, inició un periodo de crecimiento económico, luego de décadas de estancamiento. Una vez concluido el conflicto en 2002, el país impulsó la entrada de inversión extranjera. De igual manera se incrementaron los recursos para el descubrimiento de nuevos yacimientos petrolíferos y, según datos de CESCE, en apenas un lustro la producción de petróleo se triplicó, alcanzando los 2 millones de barriles diarios en 2008, lo que convirtió a Angola en el segundo exportador de África Subsahariana, tan solo superado por Nigeria.

Los primeros pasos en la recuperación de la economía angolana.

Hasta la década de 1970, la economía angolana tenía como prioridad el desarrollo del sector agrícola. Destacaba la producción y exportación de café; caña de azúcar; sal; maíz; ganado vacuno, porcino y caprino, entre otros. Sin embargo, en el período de la Guerra Civil fueron abandonados estos sectores productivos, por razones de inestabilidad y la inviabilidad de poder garantizar su sostenibilidad en el contexto del conflicto armado.

No obstante, una vez concluido el conflicto, para recuperarse, Angola reactivó factores relevantes de su base agrícola. Al mismo tiempo, se comprometió con el programa nacional de desminado. Como consecuencia, el proceso de remoción de minas aportó una nueva dinámica al sector agrícola angoleño, lo que permitió además incorporar las nuevas técnicas mecanizadas.

Asimismo, el proceso de reactivación del sector agrícola angoleño, combinado con los nuevos descubrimientos de grandes reservas de petróleo en casi toda la región costera, situaron al país entre los principales productores de petróleo a escala regional y mundial. La producción y exportación de petróleo añadió un gran valor a la economía interna desempeñó un papel clave en la ampliación y profundización de sus lazos diplomáticos, económicos y de seguridad.

Es una realidad, como plantea Agustina Marchetti (2015), que la escasez de “recursos naturales estratégicos” es un tema de agenda de gran relevancia para todos los países del sistema internacional en el siglo XXI. Ese hecho fue aprovechado por el ejecutivo angolano para apoyar la implementación de modelos de crecimiento económico de varias organizaciones internacionales y de esa forma insertarse en el panorama internacional.

Lo anterior queda reflejado en el Informe realizado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), en 2024, titulado Examen de las Políticas Comerciales de Angola. El documento abarca el período 2015-2023, y refleja que en el país se llevaron a cabo reformas económicas ambiciosas y amplias con el objetivo de pasar de ser una economía centrada en el petróleo a una diversificada e impulsada por el sector privado. Las políticas comerciales han experimentado también algunos cambios positivos, en particular con respecto a los procesos comerciales, gracias a la ratificación por Angola del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) en 2019 y el establecimiento de una Comisión Nacional de Negociaciones Comerciales interministerial.

La política exterior y económica de una Angola sin guerra (2017 -2024).

Una vez alcanzada la independencia, el 11 de noviembre de 1975, asumió el poder Agostinho Neto, quien falleció en 1979. Fue sustituido por José Eduardo dos Santos10, quien consiguió crear las bases para afianzar la posición de Angola en la escena internacional, luego del periodo de Guerra Civil. De tal manera, la política exterior de Angola, en el período de 2002 hasta 2017, se basó en potenciar la seguridad militar y la defensa del Estado soberano angoleño. Dando continuidad a la política asumida por Neto hasta la fecha de su fallecimiento, el ex presidente Dos Santos continuó favoreciendo las relaciones con los países de occidente.

Posteriormente, al iniciar en 2017 el mandato de João Lourenço, este ha enfocado su gestión presidencial en lograr mayores niveles de crecimiento económico y una mayor proyección de la política externa del país para reflejar las reformas estructurales que Angola implementa a nivel de política interna. Entre estas transformaciones han estado la mejora del entorno empresarial, el combate a la corrupción y la promoción de valores tales como la democracia y los derechos humanos.

En este contexto, destaca que el gobierno de Lourenço ha tenido un fuerte interés en promover la diplomacia económica. Así quedó reflejado en la intervención11 del mandatario en octubre de 2017 en la apertura del año parlamentario. Su principal objetivo ha sido mejorar la imagen del país para atraer mayores y mejores inversiones extranjeras, además de las tradicionales, en áreas ya comunes, como la industria petrolera y los diamantes.

Sin embargo, el período de 2018-2022 fue caracterizado, según el Plan de Desarrollo Nacional de Angola (2023-2027), como turbulento. La combinación de los impactos de la pandemia de COVID-19 con la crisis del suministro energético, la inflación mundial y las tensiones geopolíticas; sumieron al mundo en un estado de agitación e incertidumbre sin precedentes. Ningún aspecto de la sociedad angoleña quedó ajeno a esa situación.

En 2020, Angola experimentó su primera recesión económica en más de dos décadas como consecuencia de la pandemia, que provocó una interrupción de los flujos comerciales debido a la disminución de la demanda mundial, y una caída de las exportaciones de productos básicos. En enero de 2021, Téte António, ministro de Relaciones Exteriores, señaló al diario Jornal de Angola12 la importancia de la Diplomacia Económica para el desarrollo de la economía angoleña. Además, destacó para tales propósitos el papel de las fuertes inversiones que se habían realizado en el área del turismo, la exploración de nuevos mercados para la exportación de productos nacionales y el desarrollo del Programa de Apoyo a la Producción, Diversificación de las Exportaciones y Sustitución de Importaciones (PRODESI).

En 2023, varios acontecimientos políticos, económicos y de seguridad dominaron la agenda de la diplomacia angoleña, con fuertes implicaciones para la proyección de la imagen de Angola en el sistema internacional. A pesar de esto, los resultados obtenidos por la diplomacia económica llevada a cabo por Lourenço, han traído resultados positivos para el país y la población. Destaca la puesta en marcha del Corredor de Lobito, en julio de 2023, con la firma del Contrato de Cesión de Concesión de Servicios Ferroviarios y Logística de Apoyo por tres países13 miembros de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC).

En 2024, el país africano cuenta con una diversidad de socios estratégicos, tras consolidar las relaciones bilaterales con Sudáfrica, China, Estados Unidos, Francia, Portugal y Alemania. Mantiene a su vez las relaciones con socios tradicionales como Brasil, Cuba y Rusia, al tiempo que aumenta el intercambio económico con las instituciones internacionales.

Hasta la fecha, el reto central para el país africano ha descansado en la correcta administración de los ingresos provenientes de los recursos naturales. Lamentablemente, no han sido obtenidos los resultados esperados, hasta el momento, debido a factores de carácter interno (corrupción) y externo (crisis económica, pandemia). Angola deberá aplicar un plan a medio plazo teniendo en cuenta el entorno económico y geopolítico, para que el país tenga un crecimiento sólido y cumpla las expectativas de todos los angoleños.

En los últimos años, Angola ha comenzado a privilegiar la Diplomacia Económica hacia países con los que mantiene estables y positivas relaciones políticas. Estas prioridades de Diplomacia Económica están en plena correspondencia con el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 y el Plan Nacional de Desarrollo 2023-2027. Un ejemplo de esto han sido las relaciones entre Angola y Japón, iniciadas en septiembre de 1976.

Evolución de las relaciones económicas entre Angola y Japón: un ejemplo positivo de Diplomacia Económica

En febrero de 1976, Japón reconocía a la República de Angola y en septiembre de ese mismo año fueron establecidas las relaciones políticas y diplomáticas entre ambos países. La cooperación bilateral entre Japón y Angola comienza en 1988, a través de un programa de Ayuda de Emergencia mediante el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que experimenta en los años subsiguientes un gradual crecimiento en las cifras y una mejor ejecución de las relaciones entre ambos países, progresivamente comprendidas dentro del ámbito la diplomacia económica. De tal manera, a partir de 1990, Japón continuó su apoyo a Angola mediante varios programas de extracción de minas y otros proyectos de interés común.

En el ámbito de la cooperación, una de las áreas más favorecidas ha sido la salud. Solo por destacar un ejemplo, en el sector sanitario, desde 1996, Japón ha donado 40 millones de dólares para la rehabilitación y equipamiento del Hospital Josina Machel, que es una de las clínicas de referencia en Angola, así como la aplicación de desarrollo de recursos humanos. En el período posterior a la guerra civil angoleña, como parte de la reconstrucción nacional, Japón llevó a cabo su asistencia bilateral hacia el país, a través de varias organizaciones internacionales.

Como resultado de una visita de la entonces ministra de Asuntos Exteriores de Japón, Sra. Yoriko Kawaguchi, en febrero de 2003, se envió una misión de estudio para apoyar el establecimiento de la paz. En el cumplimiento de esa tarea, Japón comenzó a prestar asistencia en las áreas de "Desminado", "Reintegración social de exsoldados" y "Reintegración de refugiados".

Por otra parte, ambos gobiernos han priorizado también en los últimos años los temas de desarrollo económico. Desde 1990, hasta el primer semestre de 2024, el Gobierno de Japón ha ejecutado en Angola, en el marco del programa de Asistencia a Proyectos Comunitarios y Seguridad Humana (APC)14, un total de 77 proyectos presupuestados, que superan los 500 millones de dólares.

En el marco de la cooperación económica, se han utilizado los conocimientos y la experiencia de Japón en las áreas del desarrollo del cultivo del arroz y la formación profesional. En declaraciones al diario Angop (2023)15, el antiguo embajador de Angola en Japón, Rui Orlando Xavier, explicó que la cooperación entre ambos países se basa en tres pilares: apoyo al desarrollo económico (formación profesional, principales infraestructuras y agricultura), mantenimiento de la paz (reintegración social de exsoldados y refugiados, remoción de minas y gestión gubernamental) y seguridad humana (salud, medicina y alimentación).

A su vez, Japón implementa varios proyectos en los sectores de Educación, Administración Pública, Trabajo y Seguridad Social, Geología y Minas, Telecomunicaciones, Tecnologías de la Información y Comunicación Social, Agricultura, Transporte y Salud. Los proyectos que más seguimiento recibieron fueron los dedicados a la mejora de la Bahía de Namibe y los puertos comerciales y mineros de Sacomar.

La nación nipona ha aprovechado la dependencia de la economía nacional angoleña de los ingresos del petróleo para incrementar la cooperación en el ámbito del desarrollo de los recursos humanos, lo que permita su mayor diversificación económica, a través de la formación en sectores con un enorme potencial, como la agricultura, los recursos minerales o el sector energético. A su vez, se intensifica la promoción de la diversificación industrial, a través de un desarrollo económico sostenible y equilibrado.

En 202216, Angola exportó 140 millones de USD a Japón, siendo los principales productos petróleo crudo, gas petróleo y aluminio crudo. En ese año, la nación asiática exportaba 124 millones de USD a ese país, destacando el envío de grandes vehículos de construcción, camiones de entrega, y autobuses. En el período de 2017-2022 las exportaciones de Angola a Japón han tenido un decrecimiento a una tasa anual de 13,6%, desde 292 millones de USD en 2017 a 140 millones de USD en 2022.

Las cifras anteriores muestran que el intercambio económico entre ambas naciones tiene un gran margen de crecimiento y transformación. Según el embajador de Angola en Japón, Rui Xavier17, en entrevista a la agencia Angola Press (Angop)18, en el período 2020-2022, el intercambio de bienes entre ambos gobiernos fue alto, destacándose las importaciones hacia Angola ascendentes a 489 millones de USD. Lo anterior representó un balance negativo para el país africano.

Por su parte, como señal de la importancia de las relaciones bilaterales para el país africano, en 2023, João Lourenço, realizó una visita oficial a Tokio, la capital; y las ciudades de Nagoya y Kioto. Como parte de ese itinerario, fueron firmados cuatro nuevos instrumentos jurídicos para reforzar la cooperación bilateral en los ámbitos de la industria espacial, la sanidad, el agua y las infraestructuras. De igual manera, se adoptaron tres memorandos de entendimiento con la Toyota Tsusho Corporation.

La visita del mandatario fue valorada como provechosa, según declaraciones a la prensa19 del Sr. Kishida Fumio, Primer Ministro del Japón, y facilitó entonces el desarrollo del Foro Empresarial Angola-Japón, que tuvo lugar en Tokio. Este evento reafirmó que, además de los ámbitos tradicionales de cooperación, se deberían impulsar otras cuestiones de desarrollo económico, para mejorar la calidad de la asociación entre ambos países.

De igual forma, la Agencia de Promoción de Inversiones Privadas y Exportaciones (AIPEX), afirmó que, durante el año 2023 en términos de Inversión Extranjera Directa, Japón invirtió más de mil millones de dólares en la recuperación de la industria textil angoleña. En ese año, Japón abrió una línea de financiación, ascendente a 700 millones de dólares, para el desarrollo de la Bahía de Namibe.

¿Qué esperar de las relaciones económicas entre Angola y Japón durante 2024?

En el presente año ha sido ratificado el Acuerdo de Protección Recíproca de Inversiones (APRI), que fue firmado entre Angola y Japón el 9 de agosto de 2023. El documento evidencia la voluntad de continuar trabajando para satisfacer las necesidades de ambos pueblos e intensificar las relaciones de cooperación bilateral, con el objetivo de que sean cada vez más estrechas y sólidas.

Adicionalmente, Japón brinda ayuda financiera a fondo perdido20 ascendente a tres millones de dólares, para realizar estudios geológicos en todo el territorio angolano. Dicha financiación forma parte del Protocolo de Cooperación entre el Instituto Geológico de Angola y la Compañía Nacional de Petróleo, Gas y Metales de Japón, y se centra en el suministro de materiales específicos, como vehículos de transporte, drones y dispositivos de análisis con sensores.

Además, el gobierno japonés destinó más de 429 mil dólares para apoyar proyectos de Desminado y Educación en Angola, a través de tres acuerdos de colaboración. El embajador de Japón en Angola, Suzuki Toru, explicó a través de una declaración de prensa que estos acuerdos forman parte del Programa de Asistencia a Proyectos Comunitarios y de Seguridad Humana (APC) de la embajada de Japón.

Es de esperar que, durante el 2024, como parte de esta historia de cooperación económica entre ambos países, Japón continúe impulsando la colaboración técnica. Esto pudiera materializarse a través de seminarios para el personal de hospitales y otras organizaciones o mediante el incremento de los volúmenes de inversión en los sectores priorizados por Angola.

CONCLUSIONES

En medio del complejo y constante escenario de competencia internacional económica, la Diplomacia Económica enriquece el foco de actuación de los Estados. Durante las primeras dos décadas del siglo XXI los gobiernos han reforzado el papel de las relaciones económicas y comerciales, y les concibe como un elemento priorizado dentro del amplio marco de las relaciones internacionales.

En las perspectivas económicas de los países en desarrollo, alcanzar buenas relaciones económicas a nivel internacional representa una prioridad. En el caso de Angola, el triunfo electoral de João Lourenço favoreció que el gobierno definiera como objetivo, inicialmente incipiente y luego fortalecido, la mejoría y/o aumento del acceso a los mercados y los acuerdos comerciales bilaterales.

Estudios académicos y las prácticas políticas demuestran que, la Diplomacia Económica es una de las prioridades del Ejecutivo angolano. Entre sus objetivos destaca la atracción de inversores, públicos y privados, que puedan ayudar a implementar el programa de diversificación económica, proyectando el desarrollo de Angola.

En el caso particular de las actuales relaciones de Angola con Japón, se evidencia el rol trascendental de la Diplomacia Económica. Las áreas priorizadas para el comercio entre ambos países son el petróleo y gas, minerales y recursos naturales, infraestructura y construcción, agricultura, pesca y tecnología. Con el fin de promover un mayor comercio y mayores inversiones, ambos países firmaron en 2023 un Acuerdo de Protección Recíproca de las Inversiones.

Los gobiernos de Angola y Japón han de continuar ampliando la cooperación en los dominios político, económico y cultural. Asimismo, cobrarán especial relevancia el proceso de industrialización y la superación de desafíos en las áreas de agricultura y desarrollo de agronegocios, petróleo y minería. Es de esperar que Japón continúe brindando asistencia, mediante los organismos internacionales, en segmentos como la ayuda alimentaria, la asistencia a los agricultores y la pobreza.

notas

1 Morillas Gómez, J. (2000). La diplomacia económica. La otra mediación del Estado en el mercado. Boletín Económico De ICE, (2664). Recuperado a partir de https://www.revistasice.com/index.php/BICE/article/view/2366

2 El artículo “Relaciones económicas internacionales y diplomacia comercial” de Juan Ignacio Camio Bavasso está contenido en el “Manual de relaciones internacionales”, en las páginas 289 a la 323, publicado en 2021 por los autores Mariana Colotta, Patricio Degiorgis, Julio Lascano y Vedia y Ángeles Rodríguez (compiladores) en Buenos Aires. URL: https://www.teseopress.com/manualderelacionesinternacionales

3 KALAKECHE, Wissam. El desarrollo de la diplomacia económica y la dialéctica entre lo político y lo económico. Documento de Opinión IEEE 109/2022. https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2022/DIEEEO109_2022_WISKAL_Diplomaci a.pdf (consultado 17/07/2024)

4 João Manuel Gonçalves Lourenço es un político angoleño y fue elegido presidente de la República de Angola en las elecciones generales de Angola el 23 de agosto de 2017. En agosto de 2022, fue reelegido. Anteriormente fue ministro de Defensa entre 2014 y 2017.

5 Datos extraídos del artículo Angola: ¿Resurgiendo de las cenizas de la guerra?, de la autora Agustina Marchetti (2015) publicado en https://vocesenelfenix.economicas.uba.ar/angola-resurgiendo-de-las-cenizas-de-la-guerra/

6 Zoctizoum, Yarisse. 1991. "Perspectivas económicas de Angola en el proceso de democratización". Estudios de Asia y África 26 (3): 553-566. https://doi.org/10.24201/eaa.v26i3.1160

7 https://mirex.gov.ao/PortalMIREX/#!/sobre/historia

8 Según su sitio oficial (https://clubdeparis.org/en), “El Club de París es un grupo informal de acreedores oficiales cuya función es encontrar soluciones coordinadas y sostenibles a las dificultades de pago que experimentan países deudores”. Tiene 22 miembros permanentes: Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Corea del Sur, Holanda, Noruega, Rusia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido y loa Estados Unidos.

9 El documento puede ser consultado en el siguiente enlace https://www.cesce.es/documents/20122/0/INFORME+ANGOLA+-+23+noviembre+2022.pdf/f9fa1dba-4387-ab9e-7fbb-ea4329bacfd8?t=1670419481239

10 José Eduardo Van-Dúnem dos Santos fue un ingeniero, militar y político angoleño que ejerció como presidente de Angola de 1979 a 2017. Como presidente también fue comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Angola y presidente del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA).

11 Discurso consultado en https://www.angola.or.jp/pt/2017/10/17/integra-do-discurso-do-presidente-da-republica-sobre-o-estado-da-nacao/

12 https://www.jornaldeangola.ao/ao/noticias/ministro-tete-antonio-defende-aumento-da-producao-do-cafe/

13 El Contrato de Cesión de Concesión de Servicios Ferroviarios y Logística de Apoyo para el Corredor de Lobito fue firmado por los Jefes de Estado de Angola, João Lourenço; de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, y de Zambia, Hakainde Hichilema.

14 Según el sitio oficial de la Embajada de Japón en Angola (https://www.angola.emb-japan.go.jp/itpr_pt/apc.html) el Programa de Asistencia a Proyectos Comunitarios y de Seguridad Humana (APC) ha apoyado proyectos en respuesta a diversas necesidades en países en desarrollo. El Programa APC proporciona asistencia financiera no reembolsable a Organizaciones No Gubernamentales (ONG), instituciones de Gobierno Local (a nivel provincial y municipal), instituciones de Educación y Salud y otras instituciones sociales sin ánimo de lucro, con el fin de ayudarles en la ejecución de sus proyectos de desarrollo.

15 https://www.angop.ao/es/noticias/entrevistas/embaixador-angolano-considera-boas-as-relacoes-diplomaticas-com-japao/

16 Datos extraídos del sitio web https://oec.world/es/profile/bilateral-country/ago/partner/jpn

17 Fue nombrado Embajador de Angola en Japón en noviembre de 2018. Concluyó su misión en junio de 2023, luego de 4 años y medio de misión.

18 https://www.jornaldeangola.ao/ao/noticias/japao-destaca-alto-potencial-economico-de-angola/

19 https://www.nippon.com/es/news/yjj2023031300821/

20 Según el autor Pedro Robles en su artículo ¿Qué subvenciones a fondo perdido hay para emprendedores? (2024), «a fondo perdido» es un término que se utiliza en el ámbito financiero y económico para referirse a las ayudas, subvenciones o préstamos que se otorgan a personas, empresas u organizaciones, y que no necesitan ser reembolsados o devueltos. (consultado en https://blog.fandit.es/subvenciones-fondo-perdido/#:~:text=%C2%ABA%20fondo%20perdido%C2%BB%20es%20un,necesitan%20ser%20reembolsados%20o%20devueltos)

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS

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CONFLICTO DE INTERESES

La autora declara que no existen conflictos de intereses relacionado con el artículo.

AGRADECIMIENTOS

No aplica.

FINANCIACIÓN

No aplica.

PREPRINT

No publicado.

DERECHOS DE AUTOR

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