Las relaciones diplomáticas de Cuba y España durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero en el período 2004-2012

Diplomatic relations between Cuba and Spain during the presidency of José Luis Rodríguez Zapatero in the period 2004-2012

 

Lic. Gustavo Tristá del Todo

Licenciado en Periodismo. Doctorando en Ciencias Históricas. Especialista del Ministerio de Relaciones Exteriores. La Habana, Cuba. dec-esp20@minrex.gob.cu. 0009-0007-5630-1979.

Cómo citar: Tristá del Todo, G. (2024). Las relaciones diplomáticas de Cuba y España durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero en el período 2004-2012. Política internacional, VI(Nro. 4), 178-188. https://doi.org/10.5281/zenodo.13857109

DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.13857109

 

Recibido: 21 de junio de 2024

Aprobado: 30 de julio de 2024

publicado: 9 de octubre de 2024

 

RESUMEN El presente artículo analiza la proyección del gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) hacia Cuba después de su victoria en las elecciones generales de 2004, en contraste con la política hostil del anterior ejecutivo del Partido Popular, a lo largo del período 2004 a 2012. Se destaca el liderazgo del canciller Miguel Ángel Moratinos en el cambio de enfoque hacia Cuba, a pesar de la falta de apoyo de algunos dirigentes de su organización, y el rechazo decidido de los populares a las iniciativas socialistas. El documento detalla las acciones clave, como el restablecimiento del diálogo político y sus resultados positivos para las relaciones bilaterales, a pesar de la oposición de la derecha. Se resalta el inicio de la eliminación de la Posición Común europea hacia la isla, aunque no se haya logrado en ese período. Además, se subraya la complementariedad entre los dos principales partidos españoles, con el objetivo de buscar un cambio sociopolítico en Cuba, aunque con estrategias diferentes. En resumen, el artículo ofrece una perspectiva diferente sobre las relaciones entre España y Cuba durante una etapa significativa de la presidencia socialista.

Palabras claves: Moratinos, Zapatero, Posición Común, España, Cuba, Política Exterior.

 

ABSTRACT This article analyzes the projection of the government of the Spanish Socialist Workers Party (PSOE) towards Cuba after its victory in the 2004 general elections, in contrast to the hostile policy of the previous executive of the Popular Party, throughout the period 2004 to 2012. The leadership of Foreign Minister Miguel Ángel Moratinos in the change of approach towards Cuba stands out, despite the lack of support from some leaders of his organization, and the rejection of Popular Party to the socialist initiatives. The document details key actions, such as the reestablishment of political dialogue and its positive results for bilateral relations, despite opposition from the right. The beginning of the elimination of the European Common Position towards the island is highlighted, although it has not been achieved in that period. Furthermore, the complementarity between the two main Spanish parties is highlighted, with the common objective of seeking sociopolitical change in Cuba, although with different strategies. In summary, the article offers a different perspective on the relations between Spain and Cuba during a significant stage of the socialist presidency.

Keywords: Moratinos, Zapatero, Posición Común, Spain, Cuba, Foreign Policy. Exterior.

 

 

INTRODUCCIÓN

Cuba y España comparten historia, cultura, tradiciones y vida en común. Desde el siglo XV ambas contribuyeron a la formación de la nación, una mezcla aborigen, africana e hispana que dio lugar a los que somos hoy los cubanos. Años de dominación colonial, crímenes contra la población autóctona, importación forzada de esclavos africanos, represión de los patriotas criollos, y guerras de liberación nacional, entre otros fenómenos, caracterizaron los vínculos entre las dos naciones durante siglos. La derrota de las fuerzas peninsulares a fines del siglo XIX, y la irrupción de las tropas estadounidenses en la guerra hispano-cubano-norteamericana de 1998, que convirtieron a Cuba en una república dependiente hasta 1959, no mermaron el interés de Madrid por la “siempre fiel” isla caribeña.

El fallecimiento del general Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975 dio lugar a una nueva etapa en la historia de España conocida como la Transición, entendida como el paso de la dictadura a un régimen democrático de tipo occidental, con otros actores a lo interno y en la proyección internacional del país. Este período no estuvo exento de tensiones y presiones de las fuerzas franquistas que se negaban a renunciar al orden establecido por el Caudillo, pero debieron ceder posiciones a favor de Juan Carlos de Borbón, el Rey Juan Carlos I, y la inédita política. La España de Franco había reconocido al gobierno establecido en La Habana tras el triunfo de la Revolución Cubana, de hecho, no rompió las relaciones diplomáticas ni se sumó al bloqueo, y continuaron los vínculos económico-comerciales, incluidos los vuelos a la isla de la compañía de aviación Iberia. No obstante, el 20 de enero de 1960, durante una conferencia de prensa en televisión, el Primer Ministro Fidel Castro acusó a la iglesia y a la embajada española de apoyar a la contrarrevolución, según los datos aportados en una carta del traidor Antonio Miguel Yehor, huido antes a Estados Unidos. En la misiva aseguraba que “el exjefe de la Fuerza Aérea Pedro Díaz Lanz había recibido el respaldo de “sacerdotes españoles en Cuba y que hay armas, dinamita y una imprenta clandestina escondida ‘en alguna iglesia de este país’”1. El entonces embajador Juan Pablo de Lojendio, marqués de Vellisca, no reaccionó con apego a las prácticas diplomáticas, sino irrumpió de manera inapropiada en el estudio de televisión donde se desarrollaba la conferencia de prensa para protestar contra las acusaciones. Como consecuencia, el diplomático fue declarado persona non grata, expulsado del país, y los vínculos bilaterales se redujeron al nivel de encargado de negocios durante quince años, hasta 1975 cuando regresaron los nuevos embajadores.

Luego de los mencionados cambios ocurridos en el panorama político español, el Presidente del Gobierno Adolfo Suárez realizó en 1978 una visita oficial a La Habana, la primera de un dirigente europeo, donde fue recibido por las más altas autoridades, encabezadas por Fidel Castro. Sin embargo, no se produjeron de inmediato avances sustantivos en las relaciones hasta la escala técnica realizada en Madrid en 1984 por el Líder de la Revolución, quien almorzó en aquel momento con el flamante Presidente del ejecutivo, el socialista Felipe González. Este último visitó Cuba en 1987, e intentó convencer en vano a sus anfitriones sobre la supuesta necesidad de introducir en el país cambios similares a los que por entonces tenían lugar en Europa Oriental. El periodista Ignacio Ramonet relata en Cien Horas con Fidel el rechazo a tomar ese camino, al considerar que tal asesoramiento y las consecuencias de aceptar las recomendaciones “habrían liquidado a esta Revolución en seis meses”. El PSOE de Felipe González mantuvo el poder por espacio de tres legislaturas, catorce años consecutivos a partir de diciembre de 1982.

José María Aznar fue electo Presidente del Gobierno tras el triunfo del Partido Popular en las elecciones de marzo de 1996, con lo cual se produjo el mayor viraje en las relaciones bilaterales en la historia reciente, caracterizada por la sumisión de Aznar a Estados Unidos en todos los órdenes, y, en consecuencia, una hostilidad ilimitada contra Cuba, coincidente con la política de la administración del Presidente norteamericano George Bush. De esa etapa data la creación en España de la Fundación Hispano-Cubana, del corte de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) presidida por el contrarrevolucionario residente en Miami Jorge Mas Canosa; y la aprobación de la Posición Común. Este documento condicionaba los nexos bilaterales a cambios en el régimen económico-social en la isla, mediante exigencias politizadas y selectivas relacionadas con la democracia y los derechos humanos, según sus puntos de vista. El apoyo ciego a Washington provocó su derrota en las elecciones generales de 2004 debido a la tozudez de respaldar la guerra en Iraq, contrario a la prácticamente unánime posición de la opinión pública, y a la gestión errónea del mayor atentado terrorista de la historia de España, cuando intentó culpar a ETA.

El objetivo del presente artículo es caracterizar las relaciones entre Cuba y España en el período 2024-2012, abordar los principales hechos, exponer el papel jugado por los diversos actores, y resaltar la coincidencia de intereses de ambos países en relación con Cuba.

DESARROLLO

Presidencia del PSOE. Cambio de política hacia Cuba

En las elecciones generales de 2004 de forma inesperada resultó triunfador el Partido Socialista Obrero Español, lo cual resultó sorprendente incluso para el nuevo Presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero2. Las encuestas previas a los comicios vaticinaban la holgada victoria del Partido Popular, apoyadas entre otros factores en el momento económico favorable, pero tres días antes de las votaciones, el atentado terrorista con bombas realizado en las inmediaciones de la céntrica estación de trenes de Atocha, con saldo de 192 fallecidos, provocó un vuelco radical en la voluntad del electorado. En esto influyó la postura sostenida por Aznar de continuar el ciego apoyo a Estados Unidos en Iraq, a pesar de la oposición casi unánime de la población contra la guerra, lo cual fue ignorado por él, seguro de su próximo éxito: la tozudez, ignorar a su electorado, y la sumisión al Presidente norteamericano George Bush lo llevaron a la derrota3.

El gobierno de José María Aznar se había caracterizado durante su mandato por el conflicto abierto con Cuba. Como candidato, en sus giras por Centroamérica y Estados Unidos se había trasladado en el avión privado del líder de la Fundación Nacional Cubanoamericana, Jorge Más Canosa, que presagiaba la postura a asumir una vez en el poder. Al tomar posesión de inmediato decidió suspender la cooperación oficial, justo durante una conferencia de prensa conjunta con el vicepresidente del Gobierno estadounidense Albert Gore, quien allí mismo lo llamó “Buen muchacho”4. Después promovió la Posición Común europea, e hizo del tema Cuba el objetivo de constantes ataques y crisis, particularmente contra el Presidente Fidel Castro, por lo que los vínculos bilaterales alcanzaron su nivel más bajo después del franquismo.

El nuevo ejecutivo socialista desde su inicio realizó un resuelto viraje en la política hacia Cuba, protagonizado por el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación Miguel Ángel Moratinos Cuyaubé5. Este aportó su impronta personal, temperamento, sus posiciones ideológicas desde la izquierda mediatizada de la socialdemocracia, y capital político a favor de las relaciones, el diálogo y la colaboración con Cuba. De tal manera, Moratinos hizo de la eliminación de la Posición Común de la Unión Europea una de sus prioridades, a ese propósito le dedicó notables esfuerzos y tiempo, e intentó, sin éxito, modificarla a favor de un acuerdo bilateral basado en el diálogo y el pragmatismo. Adicionalmente, defendió la tesis de que las acciones desplegadas antes por la presidencia del Partido Popular no habían logrado los resultados esperados y por, lo tanto, era necesario realizar ajustes en otra dirección; en ese marco se decidió restablecer el diálogo oficial.

El profesor de Relaciones Internacionales Felipe Sahagún relata, en un trabajo publicado por la Fundación Cidob, que “cuando el PSOE llega al Gobierno en abril no había ni un papel sobre Cuba, ni una idea sobre qué hacer si mañana se produce la transición. Todo quedaba en manos de EE.UU.”. Y añadía: “Para lograrlo, se elaboró una estrategia basada, esencialmente, en acabar con las invitaciones a los disidentes a las fiestas nacionales a cambio de una relación nueva que mejorase también la situación de esos disidentes”6. Se hacía evidente que el gobierno de Aznar no había preparado ningún documento regulador con diseño propio de la proyección de España hacia Cuba, pues todas sus acciones dependían de Estados Unidos.

El primer encuentro oficial de alto nivel entre los cancilleres Felipe Pérez y Miguel Ángel Moratinos se realizó en mayo de 2004 a solo dos meses de las elecciones generales en España, durante la Tercera Cumbre Unión Europea-América Latina, en Guadalajara, México, por solicitud expresa de la parte española. Moratinos le transmitió a su homólogo que contaba con el mandato de su Presidente para sondear la voluntad del gobierno de La Habana, a fin de eliminar la crisis existente en las relaciones bilaterales y avanzar por nuevos caminos7. Más adelante, en septiembre, el embajador español informó en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba que su país había decidido suspender las invitaciones a los contrarrevolucionarios para las celebraciones diplomáticas, y en la recepción en ocasión del “Día de la Hispanidad”, el 12 de octubre, anunció la normalización de los vínculos, así como se pronunció por “retomar el diálogo con el gobierno de Fidel Castro”8 al calificar de insatisfactoria la relación entre el país caribeño y la UE. Sus palabras no fueron bien acogidas por los opositores presentes y algunos se marcharon de la recepción en señal de protesta. En noviembre, un mes después, el Jefe de la Misión Diplomática fue convocado por el Ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez, para informarle “la decisión de sus autoridades de normalizar la interlocución entre la Embajada de España y sus autoridades”9.

Asimismo, en ese mes de 2004, el Ministro de Relaciones Exteriores cubano anunciaba el restablecimiento del contacto oficial con el embajador de España en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar. Tras ser recibido por el canciller, el diplomático ibérico declaró que "hay un proceso complejo impulsado por España para crear una situación más normal en las relaciones con la UE; esa complejidad ha hecho que el ministro quisiera conocer más detalladamente algunos aspectos del pensamiento de España, y también hacer conocer a España sus puntos de vista"10.

Como resultado de las gestiones del gobierno español encabezadas por el ministro Moratinos y dirigidas a modificar la política hacia Cuba, a fines de 2004 y tras recibir una licencia extrapenal, fue liberado un grupo de presos que cumplían sanción penal por probadas actividades contrarrevolucionarias, entre ellos Raúl Rivero. Por este último se habían interesado los gobiernos de Zapatero y Aznar, pues resaltaban su figura al considerarlo el único intelectual de valía en la contrarrevolución interna. A su llegada a Madrid, en abril del año siguiente, fue recibido con amplio despliegue publicitario por el Presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero, quien le respondió complacido a favor de la solicitud de asentarse junto a su familia en la capital ibérica. De ese modo, Rivero logró la nacionalidad española, facilidades para encausar su papel de periodista con columnas en destacados diarios de derecha, y la atención de los medios; no obstante, con el paso del tiempo fueron perdiendo el interés en él al no convertirse en el esperado líder que movilizara, aglutinara a los grupos y promoviera las acciones hostiles contra Cuba desde el extranjero y en España en particular11.

En las nuevas condiciones de la relación bilateral, la parte española insistió en su deseo de retomar la dirección del Centro Cultural en La Habana, establecido mediante acuerdo el 16 de mayo de 1995 durante el gobierno de José María Aznar, e inaugurado en 1997 después de una reparación capital asumida por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. El propósito inicial a favor de los vínculos culturales había sido desvirtuado por los directivos españoles de la institución, mediante prácticas que no se correspondían con el objeto social acordado y contrarias a lo estipulado entre ambas partes. Esto determinó la denuncia del acuerdo por las autoridades cubanas y asumir la gestión de la institución, convertida entonces en el Centro Hispanoamericano de Cultura. Los sucesivos gobiernos, también el socialista, en diversos momentos insistieron en su deseo de recuperarlo, pero sin resultados.

Sin embargo, el viraje en la política española hacia Cuba no podía realizarse convenientemente sin la adecuación de la proyección comunitaria, por lo que “tras varias consultas entre las cancillerías y de los informes del Grupo de embajadores europeos en La Habana, el Comité de América Latina de la UE (COLAT) alcanzó un acuerdo por consenso que fue ratificado en el Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea del 31 de enero de 2005”12. De esta forma, con el mencionado convenio la agrupación comunitaria respaldaba los esfuerzos de Moratinos, aún con las reticencias y críticas de algunos países, y abría la vía para retomar el diálogo con la isla. La resistencia a eliminar la Posición Común fue un importante obstáculo para los esfuerzos de Moratinos por adoptar de una nueva política hacia Cuba, debido en particular a la oposición de países como Alemania, Suecia y la República Checa, entre otros. Durante la presidencia semestral española en 2010, el canciller hispano intentó modificarla sin éxito, a favor de un acuerdo bilateral basado en el diálogo y un mayor pragmatismo. En definitiva, los esfuerzos continuaron durante la posterior legislatura del Partido Popular con Mariano Rajoy al frente del gobierno, que dio lugar a la firma del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC), adoptado oficialmente el 12 de diciembre de 2016.

Actitud del Presidente del Gobierno.

Durante su mandato, José Luis Rodríguez Zapatero permitió a Moratinos impulsar cambios transcendentales en un tema de particular importancia de la política exterior española, como Cuba. Sin embargo, ante las presiones de la derecha, en ocasiones realizó declaraciones controvertidas, que eran contraproducentes con tal política y no acompañaban los esfuerzos de su canciller13.

En vísperas de la XIV Cumbre Iberoamericana, en noviembre de 2004, en San José, Costa Rica, y ya en el cargo de Presidente, la agencia española EFE dio a conocer que “Zapatero quiere que Fidel Castro acometa cambios "rápidos" y "firmes" hacia la democratización y el respeto de los derechos humanos en Cuba”; y agregó la intención de “ayudar a los cambios, propiciarlos, exigirlos desde la convicción que tenemos de que ese régimen tiene que cambiar a fondo". En 2005, Zapatero además declaró: “Yo nunca he tenido ni la pasión, ni el interés, ni las circunstancias de conocer a Fidel Castro", según reportó la agencia de noticias EFE14. En 2005, el líder socialista publicó un trabajo titulado “Las perspectivas de las relaciones entre España y América Latina en la actual coyuntura internacional”15, en el cual escribió, al referirse a los esfuerzos del gobierno español dirigidos a eliminar la Posición Común de la Unión Europea hacia Cuba, que era “para contribuir a alcanzar el objetivo fijado en el año 1996 de lograr la apertura democrática y la garantía del respeto de los derechos fundamentales en la isla”, en una clara coincidencia con las posturas del Partido Popular. Tales expresiones contradecían claramente las gestiones de su gobierno y del propio Moratinos, pero complacían a los sectores de derecha, incluida la gran prensa, enemigos acérrimos de la Revolución Cubana y fieles aliados de Estados Unidos, que buscaban sabotear los intentos de acercamiento a la excolonia y presionar al Presidente del Gobierno. En tal contradictorio equilibrio transcurrió el mandato de Zapatero, quien solo visitó la isla años después de dejar el poder, cuando mostró una actitud francamente amistosa, e incluso fue recibido por el entonces Presidente cubano Raúl Castro.

Papel de Trinidad Jiménez.

Ciertamente en el PSOE existían diferencias en la proyección hacia la isla, con un accionar claramente anticubano, a pesar de la incansable labor del ministro Moratinos y otros actores. El ejemplo más notorio fue Trinidad Jiménez,16 figura de relieve en la dirigencia del partido, y allegada de Felipe González, quien logró ascender gradualmente en la nomenclatura de la organización, y ocupar altos cargos. Con el respaldo de su organización política, llegó a ser en 2004 Secretaria de Estado para Iberoamérica, región de importancia particular en la política exterior, Ministra de Sanidad Pública y Política Social, y en octubre de 2010 fue nombrada Ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Curiosamente, durante su etapa juvenil había intentado ingresar a ese organismo en dos ocasiones, pero no logró aprobar los exigentes exámenes de admisión. En el PSOE, se desempeñó en diversos períodos como Secretaria de Relaciones Exteriores, portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, y Secretaria de Política Social.

Jiménez se distinguió por sus expresiones contra el gobierno cubano. En 2003 se pronunció en defensa del contrarrevolucionario Manuel Cuesta Morúa y la supuesta persecución contra él, lo cual mereció una advertencia del Comandante en Jefe Fidel Castro, quien aclaró que “no quiero mencionar nombres de partido, pero que sepan muy bien que estamos con ojo avizor y con una buena colección de datos en la mochila”17.

En 2005, ya durante el mandato de Zapatero, Jiménez acompañó al secretario de exteriores del Partido Popular Jorge Moragas en un seminario organizado por el Proyecto sobre la Transición en Cuba (CTP), el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano Americanos, y la Universidad de Miami, todos marcadamente contrarios a la Revolución Cubana, en el que expresó: “La posición tanto del Partido Socialista como del Gabinete de Zapatero es impulsar el proceso hacia la democracia y las libertades en Cuba”18. El propio año, reiteró sus declaraciones a favor del contrarrevolucionario Manuel Cuesta Morúa. Asimismo, fue llamativo que la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de fuerte posición derechista y una de las principales figuras del PP, haya realizado un viaje oficial a Miami en 2006 y durante su participación en una conferencia en la Casa Bacardí, ante la pregunta de si el PP y el PSOE se habían puesto de acuerdo en su política exterior respecto a Cuba, respondió estar convencida de que “en el PSOE hay personas que también aman y quieren la libertad y la democracia en Cuba”19, y citó como ejemplo a Trinidad Jiménez.

En febrero de 2007 Jiménez expresó en el evento "Diálogos, Derechos Humanos y Seguridad Jurídica en Iberoamérica", que a la sociedad cubana le correspondía "determinar los tiempos, los modelos, las reformas en caso de que el presidente Fidel Castro muera o tome alguna decisión relacionada con su ejercicio como jefe de Estado”. Por otro lado, a través de WikiLeaks se conoció de sus entrevistas en la embajada norteamericana en Madrid, durante las cuales informaba sobre las relaciones con Cuba y las gestiones de su ministro Miguel Ángel Moratinos al respecto. De igual modo, en noviembre de 2007 visitó Miami para reunirse con los líderes de la contrarrevolución anticubana local.

En tal contexto, en septiembre de 2006, cuatro días después de asumir la cartera de asuntos exteriores, en una reunión de los Ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, la nueva canciller española defendió las propuestas de su país contra la Posición Común, de la cual afirmó que “hemos dado un paso fundamental para avanzar hacia un marco bilateral de relaciones entre la UE y Cuba"20. De esta forma cumplía con una decisión previa del gobierno según la política impulsada por su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Moratinos, dirigida a establecer contactos políticos con Cuba para explorar posibles formas de avanzar en una relación bilateral, lo cual se aprobó en el cónclave comunitario. Sin embargo, una vez pronunciado el discurso previsto ante sus colegas y regresado a Madrid, abandonó en lo sucesivo durante su mandato de un año toda referencia a la isla caribeña, que fue relegada a un segundo plano; con lo cual a partir de entonces los esfuerzos por alcanzar una nueva plataforma a favor de los vínculos bilaterales en la Unión Europea perdieron el necesario empuje español.

De igual manera, otras figuras del PSOE realizaron acciones contra las autoridades cubanas. José Bono, Ministro de Defensa en el gabinete de Zapatero, durante una intervención pública en 2005 en Venezuela comparó tendenciosamente a Fidel Castro con Augusto Pinochet, al considerar que ninguno de ellos había llegado al poder a través de las urnas, sino de una insurrección popular y un golpe de Estado, respectivamente. El hecho provocó el rechazo decidido del entonces Ministro de Relaciones Exteriores de la isla Felipe Pérez Roque y sucesivas reuniones con el Embajador en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar. También el parlamentario europeo socialista Luis Yáñez-Barnuevo fue privado en dos ocasiones de la visa de entrada a la isla por su intromisión en asuntos internos y su comprometimiento en las actividades de la contrarrevolución local y sus expresiones públicas, referidas a la salida del Fidel Castro de la Presidencia de Cuba.

Oposición del Partido Popular.

Desde el inicio de la legislatura del PSOE en 2004 los populares intentaron entorpecer los esfuerzos del gobierno por variar la política hacia Cuba, basado en la premisa de una supuesta claudicación ante las autoridades de La Habana. Para ello, fueron reforzadas todas las variantes utilizadas hasta ese momento, como el apoyo a las actividades de las organizaciones contrarrevolucionarias, el despliegue de campañas mediáticas contra la isla, el rechazo desmedido a cualquier medida de aproximación y, en especial, el hostigamiento en el Congreso de los Diputados español, donde fueron presentadas frecuentes mociones e interpelaciones.

El 15 de octubre del propio año 2004, tres días después de la recepción en la embajada en ocasión del Día de la Hispanidad, el Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Popular, Jorge Moragas21, realizó un viaje a Cuba como turista, pero en realidad lo hizo en su condición de miembro del liderazgo socialista, con el objetivo de reunirse con grupos contrarrevolucionarios residentes en la isla. Se trataba de una acción propagandística y provocadora, debido a lo cual se decidió por las autoridades cubanas reembarcarlo de regreso a Madrid junto a dos diputados de la coalición conservadora gobernante entonces en Holanda, que lo acompañaban, lo cual provocó un ataque mediático convenientemente aprovechado por la derecha. Un claro comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano denunció que se trataba de una grosera provocación política, y advirtió: “Nos asiste el derecho soberano a defendernos. Nuestra paciencia tiene límites y no dejaremos sin respuesta acciones injerencistas ni provocaciones de enemigos que, al servicio de la política de Estados Unidos, pretenden subvertir el orden interno de nuestro país”22.

En el ámbito del Congreso de los Diputados fueron constantes asimismo los ataques de los responsables del partido, en especial Jorge Moragas, a la política del gobierno en relación con Cuba y en general contra cualquier iniciativa desplegada por el ejecutivo. Se destacó el permanente accionar del diputado nacido en La Habana y naturalizado español, Teófilo de Luis, quien planteó cientos de preguntas sobre las relaciones entre ambos países en el marco de una modalidad de la práctica conocida como “filibusterismo parlamentario”23.

CONCLUSIONES

La legislatura del Partido Socialista Obrero Español del gobierno de José Luis Zapatero no se caracterizó por la hostilidad contra Cuba del gobierno anterior de José María Aznar, sino en cambio produjo un importante viraje de la estrategia gubernamental hacia posiciones de diálogo con las autoridades de La Habana. En ello jugó un papel determinante la actitud personal del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación Miguel Ángel Moratinos Cuyaubé, quien, a pesar de poner todo su empeño en la eliminación de la injerencista Posición Común de la Unión Europea, no lo logró, debido a la oposición de sectores y figuras del gobierno, así como partidos políticos como el Partido Popular español, y de varios países del continente.

Los arduos esfuerzos de Moratinos no recibieron el necesario respaldo del resto del PSOE, en particular de algunos de sus compañeros con roles destacados en el partido y en el ejecutivo. El propio Presidente José Luis Rodríguez Zapatero, en varias ocasiones, realizó declaraciones que no se correspondían con las gestiones realizadas por el canciller, aunque también es real que no trascendieron expresiones de obstáculo o impedimento de su parte. Lo cierto es que, tras la salida de Moratinos del cargo, la política hacia Cuba perdió protagonismo, y pasó a un segundo plano, esta vez de la mano de Trinidad Jiménez.

Al analizarse la actitud del PSOE durante su presidencia en el gobierno en este período, sin lugar a dudas se aprecia una confluencia de intereses con el PP en relación con Cuba, que solo se diferencian por la forma en que cada uno asume su proyección política. De tal forma, tras una política hostil desplegada por los populares que se evidenció incapaz de lograr los objetivos deseados, los nuevos dirigentes se inclinaron por gestionar el cambio a través del diálogo, aunque con el mismo discurso de aplicación de reformas y llamados a copiar los modelos de gobierno de las democracias burguesas occidentales. En el período abordado, ambas organizaciones políticas se complementan en un mismo objetivo esencial: trabajar por un cambio de orden socio-político y la caída de la Revolución Cubana, aunque con estrategias diferentes.

notas

1 Amiguet Teresa, diario La Vanguardia. Hemeroteca. 19/1/2020. La Vanguardia.com. https:// www.lavanguardia.com/ hemeroteca/20161128/412221673171/fidel-castro-marques-de-vellisca-cuba-embajadores-espana.html. Visto: 19 de julio de 2024.

2 Zapatero fue secretario general del PSOE en la autonomía de León que, tras la renuncia de Joaquín Almunia a raíz de la derrota socialista en las elecciones generales en marzo de 2000, impulsó la plataforma Nueva Vía, una versión española de la Tercera Vía del laborista británico Tony Blair. En julio de ese año accedió a la dirección del partido, de manera sorpresiva, como un candidato que ofrecía un cambio generacional y un nuevo proyecto. En su rol de expresidente no ha sido tan activo ni influyente en la política interna como anteriores presidentes, por ejemplo, Aznar o González, y ha desarrollado actividades académicas.

3 Inmediatamente después de la conflagración el gobierno culpó al movimiento separatista ETA de haber colocado las bombas, pero en el transcurso de las investigaciones se estableció que se trataba de un ataque terrorista realizado por un grupo extremista de ascendencia islámica, como respuesta a la postura española de apoyo a la agresión armada al país árabe. Esto provocó la reacción del electorado ante el intento de manipulación de los hechos, con la consecuente movilización del voto en cuestión de horas contra la derecha, lo cual era de esperar en un país donde el 90% de la población se pronunciaba contra la guerra.

4 Concepción Pérez, Elson. Aznar, el «buen muchacho» de Estados Unidos. Periódico Granma. https:// www.granma.cu/mundo/2018-11-25/aznar-el-buen-muchacho-de-estados-unidos-25-11-2018-19-11-50. Visto: 31 de julio de 2024.

5 Moratinos es un licenciado en derecho y ciencias políticas, que ingresó en la carrera diplomática en 1974, con amplia experiencia en el área del Medio Oriente, y se desempeñó varios años como representante de la Unión Europea para el proceso de paz árabe-israelí. Exdiputado por el Partido Socialista, del cual es militante desde 2000, participó en la campaña electoral de 2004 en apoyo a Zapatero.

6 Sahagún, Felipe. Política exterior y de seguridad de España en 2004. https://www.cidob.org/es/articulos/ anuario_internacional_cidob/2004/politica_exterior_y_de_seguridad_de_espana_en_2004 Visto: 24 de julio de 2024.

7 Antecedentes de las conversaciones efectuadas con el canciller español. Archivo Minrex. 2004.

8 Moratinos exige cambios drásticos al régimen cubano. Periódico El País. https://elpais.com/diario/ 2004/11/20/ internacional/1100905203_850215.html. Visto: 21 de julio de 2024.

9 Cuba anuncia el 'restablecimiento del contacto oficial' con España. Diario El Mundo. https://www.elmundo. es/elmundo/2004/11/25/espana/1101394810.html. Visto: 24 de julio de 2024.

10 Cuba 'descongela' las relaciones con la Embajada española en La Habana. Periódico El País. https://elpais. com/diario/2004/11/26/espana/1101423607_850215.html. Visto: 21 de julio de 2024.

11 La contrarrevolución en España ha sido históricamente una de las más activas a nivel mundial, aunque no logra influir en la política del gobierno hacia la isla. Carlos Alberto Montaner desplegó numerosas acciones en Madrid desde los años sesenta hasta que se trasladó a Miami en alrededor de 2010. Cuba Democracia Ya! y su líder, Rigoberto Carceller, encabezaron agresivas manifestaciones frente a la embajada en Madrid, intervenciones en la prensa e intentos de influencia en sucesivos gobiernos españoles.

12 Bayo, Francesc. Las relaciones políticas entre España y Cuba: Continuidad histórica y ajustes frecuentes. Documentos CIDOB América Latina; 16. https://www.cidob.org/publicaciones/series_pasadas/documentos/america_latina/las_relacion es_politicas_entre_espana_y_cuba_continuidad_historica_y_ajustes_frecuentes. Visto: 27 de julio de 2024.

13 En 2003, antes de acceder al poder, en un momento de fuertes tensiones migratorias con Estados Unidos, motivadas por la pena de fusilamiento de tres delincuentes cubanos debido al secuestro de una embarcación, el futuro Presidente había dicho, bajo la presión mediática del PP, que “el régimen de Fidel Castro en Cuba le merece todo el rechazo y toda la condena, y ha recordado que los socialistas españoles (…) hemos rechazado todas las dictaduras”. El 15 de octubre de 2004 declaró en Hungría que la posición de su gobierno en relación con Cuba es “de discrepancia abierta con la política que, en materia de derechos humanos y en materia de libertades, practica el régimen de Fidel Castro”.

14 Zapatero: "Nunca tuve interés, ni pasión por conocer a Fidel" https://www.infobae.com/2005/10/16/216760-zapatero-nunca-tuve-interes-ni-pasion-conocer-fidel/. Agencia EFE. Visto: 28 de julio de 2024.

15 Rodríguez Zapatero, José Luis. “Las perspectivas de las relaciones entre España y América Latina en la actual coyuntura internacional”. Quórum: revista de pensamiento iberoamericano, Número 11, 2005. https://ebuah.uah.es/ dspace/ handle/100 17/7781. Visto: 29 de julio de 2024.

16 Afiliada al Partido Socialista desde 1984, integró en 2000 la plataforma Nueva Vía de Zapatero, y en ese marco respaldó su candidatura a la Secretaría General del PSOE. Ocupó cargos en la esfera exterior del partido, incluida la Secretaría de Relaciones Internacionales como parte de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Tras salir del gobierno y abandonar la política en 2016 pasó al sector empresarial como Directora de Estrategia Global de Telefónica, una de las compañías más poderosas de España.

17 Fidel Castro advierte al PSOE por unas declaraciones de Trinidad Jiménez en la celebración del cumpleaños de Elián. El País. https://elpais.com/elpais/2005/12/07/actualidad/1133947018_850215.html. Visto: 29 de julio de 2024.

18 PSOE y PP airean sus diferencias sobre la transición política cubana. Diario ABC. https://www.abc.es/hemeroteca /historico-27-10-2005/abc/Internacional/psoe-y-pp-airean-sus-diferencias-sobre-la-transicion-politica-cubana_611851813 960.html. Visto el 29 de julio de 2024.

19 Aguirre se «moja» por una Cuba Libre. Diario ABC. https://www.abc.es/espana/madrid/abci-aguirre-moja-cuba-libre-200604050300-1421027214058_noticia.html. Visto: 28 de julio de 2024.

20 Jiménez dice que «ha quedado superada» la Posición Común sobre Cuba.” La Voz Digital. https://www.lavoz digital. es/cadiz/20101025/nacional/trinidad-jimenez-afronta-dificil-201010250222.html. Visto: 26 de julio de 2024.

21 Moragas es un controvertido político del Partido Popular desde 2000, abogado, miembro del Cuerpo Diplomático español, y vinculado a José María Aznar como responsable de relaciones internacionales de su organización política, con trayectoria parlamentaria local y europea. Moragas es un ferviente enemigo de la Revolución Cubana, que promovió numerosas acciones hostiles en su entorno, hasta que fue nombrado Jefe de Gabinete del Presidente Mariano Rajoy, cuando asumió un perfil bajo pero con relevante participación en la toma de decisiones del ejecutivo. Tras su salida de la política se reintegró a la carrera diplomática como Representante Permanente ante la ONU, pero el gobierno socialista posterior lo relegó a Embajador en Filipinas. Actualmente ocupa el mismo cargo en Tanzania y concurrente en Ruanda y Burundi.

22 Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. https://www.elmundo.es/elmundo/2004/10/16/ internaci onal/1097932898.html. Visto: 26 de julio de 2024.

23 El concepto de filibusterismo parlamentario se identifica con la labor de obstrucción de las leyes o iniciativas en el órgano legislativo. En su caso se refería al continuo asedio al que sometía al gobierno desde el Congreso de los Diputados para obstaculizar la gestión con cientos de preguntas parlamentarias sobre la política hacia Cuba. Realmente Teófilo de Luis no era una figura de alto relieve en el PP a pesar de sus siete legislaturas en el cargo, y como secretario técnico de la bancada su tarea era tramitar las iniciativas de su agrupación, una tarea sin mayor relevancia. No obstante, por iniciativa personal logró ocupar un nicho en el órgano legislativo que continuó en la siguiente legislatura con el PP en el poder, de común acuerdo con los elementos contrarrevolucionarios presentes en España. Su verdadero objetivo era sobresalir como figura, hasta que fue apartado en 2019 antes de las elecciones generales de ese año.

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