Desafíos globales y la crisis del Orden Económico Internacional de la Segunda Posguerra

Global Challenges and the Crisis of the Post-World War II International Economic Order

 

Dr. C. Mariano Bullón Méndez

Doctor en Ciencias Filosóficas. Investigador Titular. Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), La Habana, Cuba. mbullon87@gmail.com 0000-0002-5438-6258

Cómo citar (APA, séptima edición): Bullón Méndez, M. (2024). Desafíos globales y la crisis del Orden Económico Internacional de la Segunda Posguerra. Política internacional, VI (Nro. 3), 242-254. https://doi.org/10.5281/zenodo.12627615

DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.12627615

 

Aprobado: 20 de mayo de 2024

Recibido: 17 de marzo de 2024

publicado: 10 de julio de 2024

 

RESUMEN El artículo se enfoca, en su primera parte, en el análisis de la crisis del Orden Económico Internacional de la Segunda Posguerra, examinando los pilares en los que se sustenta. El orden actual genera una serie de problemas globales, como el calentamiento y el cambio climático, amenazas crecientes a la paz y la estabilidad mundial, crisis energética en aumento, inseguridad alimentaria, crisis sanitaria prolongada, así como del multilateralismo y la gobernanza global, entre otros. Estos problemas conllevan a la pobreza, el hambre, las enfermedades y la contaminación ambiental, lo que representa un peligro para la preservación de la vida en la tierra. En la segunda parte del trabajo, se analizan los posibles agentes de cambio para establecer un Nuevo Orden Económico Internacional que contribuya a resolver los problemas urgentes que enfrenta la humanidad en la actualidad. Finalmente, se esbozan algunas propuestas de solución a estos desafíos, en un último apartado.

Palabras clave: Segunda Posguerra, Nuevo Orden Económico Internacional, problemas globales, Orden Económico Internacional, NOEI.

 

 

ABSTRACT The article focuses, in its first part, on the analysis of the crisis of the International Economic Order of the Second Postwar Period, examining the pillars on which it is based. The current order generates a series of global problems, such as global warming and climate change, growing threats to global peace and stability, increasing energy crisis, food insecurity, protracted health crisis, as well as the crisis of multilateralism and global governance, among others. These problems lead to poverty, hunger, diseases and environmental pollution, which represent a danger to the preservation of life on earth. In the second part of the paper, the possible agents of change are analyzed to establish a New International Economic Order that contributes to solving the urgent problems facing humanity today. Finally, some proposed solutions to these challenges are outlined in a final section.

Keywords: Second Postwar, New International Economic Order, global problems, International Economic Order, NIEO.

 

 

INTRODUCCIÓN

La crisis que atraviesa hoy el Orden Internacional establecido al fin de la Segunda Guerra Mundial (SGM) resulta, sin dudas un tema muy actual y de importancia capital, debido a la situación de crisis multidimensional que sufre hoy la humanidad, los problemas generados sin solucionar y los desequilibrios (distorsiones) que caracterizan al sistema de relaciones internacionales (RR.II.).

También es un asunto que ha sido muy tratado, sobre todo desde mediados de la década de los 70 del pasado siglo XX, cuando se fijó la atención sobre él por parte de algunos estadistas y la academia.

Cincuenta años después los problemas no solo persisten, sino que se han potenciado y las soluciones que aparecen a la vista son insuficientes y de difícil concreción. Por tanto, urge la búsqueda de nuevas y efectivas salidas, si es que se pretende el desarrollo con equidad de los pueblos, la sobrevivencia de la humanidad y la preservación de la vida sobre la tierra.

Entre los principales estadistas que han tratado a profundidad el tema se encuentran, en primer lugar, Fidel Castro y Luiz Inacio Lula Da Silva.

Ya en 1974, Fidel Castro advirtió tempranamente sobre los riesgos que corre la humanidad1. Luego, en diversas ocasiones y escenarios retomó estos temas, como lo fue durante la Cumbre sobre La Tierra, en Brasil, en 1992, donde nuevamente señaló los problemas que pueden llevar a la extinción de la especie humana y propuso soluciones.

Entre otros autores que han tratado la temática con profundidad se pueden mencionar a Osvaldo Martínez (globalización y fracaso del neoliberalismo, la impagable deuda externa); Erick Toussaint (deuda externa y necesidad de su anulación, creación del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo- CADTM) y Samir Amín (capitalismo, mundialismo y globalización; asimetrías centro-periferia; intercambio desigual; la gestión de la crisis por el capitalismo; alternativas a la globalización, entre otras ideas clave).

Más recientemente, otros autores cubanos como Jorge Casals Llano tratan el tema (crisis, actual (des)orden mundial y necesidad de un nuevo orden) y Mario Padilla (multipolaridad solidaria y necesidad de nuevo paradigma en las RR.II.), incorporando en sus análisis la temática en cuestión.

En tanto, entre los problemas más acuciantes que agobian a la humanidad se encuentran: 1. Calentamiento global y cambio climático, que derivan en impactos económicos y sociales negativos, sobre todo para las naciones y sectores pobres; 2. Amenazas crecientes a la paz y a la estabilidad mundial; 3. Crisis energética in crescendo; 4. Inseguridad alimentaria; 5. Crisis sanitaria prolongada; y 6. Crisis del multilateralismo y de la gobernanza global, entre otros.

Para ninguno de estos problemas se dispone de soluciones a la vista a corto ni a mediano plazo, mientras persista el actual Orden mundial y el sistema capitalista imperante, pues se precisa de un Nuevo Orden Mundial, que reemplace al Orden vigente en la actualidad.

El propósito del trabajo radica, precisamente, en analizar la crisis de los pilares en que se sustenta el orden internacional instaurado luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, y en la propuesta de los sujetos (agentes de cambio) y posibles soluciones que pudieran contribuir a poner fin al mismo, con la finalidad de promover el desarrollo equitativo de los pueblos, y de preservar la paz y la vida sobre la tierra.

DESARROLLO

El Orden Mundial en la compleja coyuntura actual

La crisis actual se caracteriza por una multidimensionalidad, abarcando la esfera económica, financiera, energética, hídrica, medioambiental, institucional, política, social, sanitaria y militar, entre otras.

En tal situación, se requiere de cambios estructurales, debido a las asimetrías presentes en la relación centro-periferia, los privilegios asimétricos (sin respaldo) del dólar en el comercio y las finanzas internacionales, la financiarización de la economía global y su transnacionalización (encabezada por las empresas transnacionales –ETN- estadounidenses), la falta de financiación para el cambio de matriz energética (también llamada transición energética), los conflictos bélicos interminables, los procesos migratorios que derivan de estos, y los efectos adversos del cambio climático, tal como de las inclemencias climáticas, sequías y epidemias, entre otros temas cruciales sin soluciones prácticas a la vista.

Entre las respuestas necesarias para dar paso a un nuevo orden, pudieran mencionarse, de manera general, a los siguientes aspectos: i. Hacer vinculante en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el compromiso de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD); ii. La creación de una nueva arquitectura financiera internacional, que ponga fin al dominio de las principales instituciones creadas en Bretton Woods, tales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), iii. Frenar la financiarización de la economía mundial y el predomino del dólar (mientras tanto, promover el comercio en monedas locales, de modo que se logre la desconexión gradual del dólar); iv. Hacer válidos los compromisos de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas con relación a la mitigación y adaptación al cambio climático (con la correspondiente trasferencia de recursos y tecnología), así como los relacionados con la transición energética.

A las anteriores se añaden: v. Cumplir y hacer cumplir el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP) y destruir los arsenales (más de 15 000 ojivas existentes), con la consecuente reducción de los gastos bélicos, destinando parte de esos recursos a financiar el desarrollo, y vi. Promover el empleo de calidad, la salud y la educación y mejorar las condiciones de vida de las poblaciones, junto con el fin de los conflictos armados, con la finalidad de frenar los procesos migratorios masivos y sus negativos impactos económicos, sociales y políticos, entre otras.

Los debates y la evolución de esta problemática han sido frecuentes desde la década de los años 60 del pasado siglo XX, con el propósito de lograr la estructuración de un Nuevo Orden Económico Internacional, siendo un tema promovido especialmente desde el MNOAL y luego el G77 por los países subdesarrollados. Esto tuvo su colofón con la aprobación por la AG de ONU de la Declaración por un Nuevo Orden Económico Internacional y más tarde de su Programa de acción, ya en los años 70 del siglo XX, hace casi medio siglo.2

Los sujetos o agentes que estarían llamados a promover los cambios, por su peso en la economía, las finanzas y el comercio mundial y por sus proyecciones fundacionales, más que las instituciones del viejo orden, pudieran ser principalmente los siguientes: El Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), el propio grupo de los 77 y China (G-77 y China), los BRICS y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), además de algunas instituciones regionales que estén en capacidad y disposición de apoyar los cambios.3

La crisis de los pilares del NOEI de la Segunda Posguerra

En su intervención en la V Cumbre del MNOAL en Argel en 1974, Fidel Castro alertaba sobre la necesidad de la creación de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) que rompiera con el orden de la posguerra, ya en crisis y contribuyera a la solución de los en aquel entonces, graves problemas que aquejaban a la humanidad. Igualmente, se pronunciaba por un Nuevo Orden Informativo Internacional (NOII) (Castro, 1974).

Luego, en 1983, durante la VII Cumbre del MNOAL (Castro, 1983), demostraría con abundante información fáctica, recogida en el relevante y vigente libro La Crisis Económica y Social del Mundo, documento de repercusión mundial (OPCE, 1983), sobre la necesidad de poner fin al NOEI de la Segunda Posguerra, debido a la acumulación de una deuda externa impagable, el continuo intercambio desigual en el comercio mundial, la falta de democracia en la institucionalidad (gobernanza y gobernabilidad) internacional, y los continuos conflictos bélicos, entre otros asuntos de prioritaria y necesaria solución.

En el ínterin, en octubre de 1979, al dar a conocer en la ONU durante el XXXIV Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) los resultados de la VI Cumbre del MNOAL celebrada en septiembre de ese año en La Habana, y de la que Cuba emergió como Presidente, insistiría nuevamente en la necesidad de un nuevo orden internacional, llamando a los estadistas a decir adiós a la armas y consagrarse al desarrollo, advirtiendo que “las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia” (Castro, 1979, 77).

Por otra parte, si bien la figura de Fidel fue descollante, no fue la única en este tema. Otros estadistas del entones llamado Tercer Mundo, destacaron también en el apoyo a estas temáticas, v. gr. Joseph Broz Tito (República Federativa de Yugoeslavia), Abdel Nasser (Egipto), Muammar Al Kadhafi (Libia), Huari Boumedienne (Argelia), entre otros dedicaron tiempo y esfuerzos por cambiar el actual orden mundial.

La historia ha demostrado, que no hubo preocupación y ocupación suficiente en la búsqueda y materialización de soluciones viables a los problemas, que aún persisten, con la única diferencia de que los mismos se han agravado exponencialmente en los 50 años transcurridos.

A continuación, se presenta un análisis de la evolución y estado de crisis en cada uno de los pilares del NOEI, todos ellos interconectados en el funcionamiento real del sistema de RR.II., aunque vistos de manera analítica por separado, ya que fueron tratados en su etapa fundacional en un trabajo anterior.4

Pilar monetario-financiero

Ni el Banco Mundial (BM) ha financiado el desarrollo ni el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha prevenido las crisis, funciones que son consustanciales a sus respectivos objetivos programáticos. Tampoco ha habido estabilidad monetaria ni cambiaria, sobre todo a partir de 1971-1973, posterior a la ruptura unilateral de los acuerdos de Bretton Woods por Estados Unidos bajo la presidencia de Richard Nixon.

En cambio, sí ha habido transnacionalización de las economías, bajo el patrocinio de grandes ETN, principalmente estadounidenses, financiarización de la economía mundial, incertidumbre, volatilidad en los precios, especulación en las bolsas, crisis financieras recurrentes y también se ha generado más subdesarrollo, comercio desigual y deuda externa de los países pobres, cada vez más pobres, con los países ricos, cada vez más ricos, abriéndose más la brecha entre los dos grupos.

No obstante, y a pesar de la ruptura de los acuerdos de Bretton Woods, el dólar sigue siendo la moneda centro del sistema monetario y financiero internacional, rectora en la enorme mayoría de las transacciones comerciales, y la principal moneda de reserva de los bancos centrales5.

Este privilegio exorbitante, como le llamaría Valéry Giscard d' Estaing, cuando era ministro de Finanzas de Francia en los años 60 del pasado siglo XX, es también utilizado actualmente, de conjunto con el control estadounidense sobre otros instrumentos de pago del sistema financiero internacional, como el SWIFT, para la aplicación de medidas coercitivas unilaterales, ya sean con finalidad económica o política, a fin de intentar subyugar voluntades y vulnerar la soberanía nacional de los países, y para financiar guerras interminables.

Es lo que se ha dado en llamar el uso del dólar como arma, en el ámbito de las finanzas internacionales, que está sentando las simientes de la destrucción de su propia hegemonía. También ha sido y es objeto de especulación financiera y sujeto de desestabilización de las economías.

El largo periodo ha estado marcado también por la mayor especulación en los principales mercados, tanto de valores como de productos (Wall Street, London City, entre otros), caracterizados por la frecuente volatilidad en los precios de los combustibles, los alimentos, los medicamentos y los insumos necesarios para las diferentes producciones, los principales títulos de valor y las acciones de las grandes compañías, que ha llevado a la recurrencia de crisis a lo largo de todos estos años.

Pilar económico-comercial

Muchas limitaciones e insuficiencias caracterizaron al GATT en el campo del comercio, y que luego de la creación de la OMC, en 1995, no se han solucionado tampoco, tales como la insuficiente dedicación para atender las necesidades del trato especial y diferenciado (TED) con la finalidad de reducir las asimetrías entre los países ricos y los países en desarrollo.

El TED debe basarse en nuevas regulaciones para el desarrollo del libre comercio, sin dumping, medidas arancelarias y no arancelarias coercitivas unilaterales ni cualquier otro tipo de restricción a las exportaciones o a las importaciones de determinados productos estratégicos como alimentos, medicinas, entre otros rubros.

A esto se añade la necesaria búsqueda de la reducción de la brecha entre los precios impuestos por los países céntricos (dadores de precios) en detrimento de los países periféricos (tomadores de precios), lo que genera un comercio desigual in crescendo, que lleva a la acumulación histórica de una voluminosa deuda externa, que resulta impagable e incobrable6, entre otros asuntos vitales. Esta situación ha llevado hasta una virtual parálisis actual y la necesidad de una reforma de la organización

El intercambio desigual, que ha caracterizado el comercio mundial, no ha cesado ni con el Acuerdo General de Tarifas y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) ni tampoco con la Organización Mundial del Comercio (OMC), que emergió de las negociaciones de la Ronda Uruguay. La Ronda de Doha tampoco ha logrado, en más de 20 años de negociaciones, sus objetivos de facilitación del comercio y cada vez se abre más la brecha entre los países ricos o céntricos y los pobres o periféricos, saldándose con un déficit comercial que amenaza con ser crónico y que tiende a generar una voluminosa e impagable deuda externa, que acumulaba los 307 billones de dólares ya en el segundo trimestre de 2023, según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su siglas en inglés) (Reuter, 2023, 1) y que se ha caracterizado por recurrentes crisis de impago o default, individual o colectivamente por parte de los deudores, que piden más dinero para pagar al propio acreedor al que deben, para seguir pagando de manera interminable.

Pilar militar

Las guerras nunca han cesado desde el fin de la SGM. Hubo guerra en Corea (1950-1953), guerra en Vietnam (1969-1975), en Irak (1991 y 2003), en Afganistán (2003-2023)7, las llamadas Revoluciones de Colores en diversos países de Asia (sobre todo en el llamado espacio post-soviético) y de África, invasiones militares en la región de América Latina y el Caribe (ALC) (Guatemala, República Dominicana, Cuba, Granada, Panamá, entre otras), proliferando las bases militares a lo largo y ancho de la geografía planetaria.

Además, después del derrumbe del socialismo en Europa Oriental y Central y la desintegración del Sistema Socialista Mundial (SSM) a partir de 1991, y la disolución de la Organización del Tratado de Varsovia (OTV), la Organización de Tratados del Atlántico Norte (OTAN), que parecía iba a ser ya innecesaria, ha seguido persistiendo en ampliarse, hacer y promover guerras, y en rodear a la Federación de Rusia, además de que Estados Unidos azuza las guerras en “cualquier oscuro rincón del planeta” (Bush, 2001) y posee 800 instalaciones militares en todos los continentes, alrededor de 70 de estas en la región de ALC.

La continuidad de la carrera armamentística8 hasta el día de hoy, el uso del pilar militar como instrumento para afianzar, dominar o disuadir, de manera coercitiva, a aliados, adversarios y enemigos, mediante la combinación con el uso de otros pilares de dominación, ha cateterizado el sistema de RR.II. Se trata del predominio de la ley de la fuerza, en lugar de la observancia de la fuerza de la ley.

Por tanto, este pilar tampoco ha funcionado para el bien de la humanidad, no ha sido un factor de equilibrio en el mundo y resulta, además muy costoso y peligroso, en su permanencia y funcionamiento. Más bien, este ha sido funcional para mantener y reforzar la hegemonía de EE.UU., en particular, y del bloque occidental, en general. Hoy los gastos militares ascienden, en el monto combinado de los top ten, a más de 1.68 billones de dólares.9

Pilar político-ideológico y propagandístico

El triunfo sobre el fascismo dejó una variedad de vencedores, que como se sabe quedaron agrupados en dos bloques, defensores de dos concepciones del mundo, respectivamente, totalmente contrapuestas: la capitalista y la socialista. Ello dio origen a la llamada Guerra Fría, que parecía iba a tener su punto final con la desintegración de uno de los polos a inicio de la década de los 90 del pasado siglo y el triunfo, al parecer definitivo del capitalismo, que a su vez podría fin a la Historia según uno de los ideólogos del capitalismo neoliberal, Francis Fukuyama, retratado a posteriori de una suerte de apresuradas conclusiones.

Sin embargo, a la llamada por Frances Stonor Sanders Guerra Fría cultural (Ciencias Sociales, 2003) no sobrevino el fin de las ideologías y de la guerra entre ellas. La confrontación ha continuado en el plano teórico y entre el capitalismo predominante, hegemónico, aunque desigual y heterogéneo, y la ideología socialista renovada, así como en los “reductos” progresistas y antihegemónicos que persisten en los procesos de construcción del socialismo, tanto en ALC como en Asia.

Con las nuevas tecnologías, se ha desarrollado una Guerra de Cuarta Generación (4G) (también llamada guerra cognitiva) y una Guerra llamada híbrida, con la aplicación del llamado Soft power (Nye, Jr., 2011), caracterizada por las construcciones mediáticas, alejadas de la realidad objetiva aunque creíbles y replicables casi de manera automática por los llamados influencers y los youtubers, pagados o no por los servicios especiales de las principales potencias capitalistas, aun con ímpetus neocoloniales y de dominación mundial.

No obstante, los cambios en la correlación de fuerzas y en la configuración en ciernes de un nuevo orden mundial, y con el apoyo mediático de la guerra comunicacional, se desarrolla hoy en un teatro de operaciones extra-militares (TOEM) que cuenta con una impresionante infraestructura tecnológica y gran cantidad de recursos financieros.

La moderna y asimétrica guerra cognitiva, que cuenta en su instrumental con la generalización de las fake news, el llamado lawfare (desplegado con fines políticos y electorales, para descartar a adversarios políticos. V. gr. Dilma Rousseff y Luiz Inacio Lula Da Silva en Brasil; Rafael Correa, en Ecuador; Evo Morales en Bolivia y Cristina Fernández de Kirchner, en Argentina, entre otros mandatarios), en fin, con el uso de campañas de desinformación desplegada por múltiples y diversos actores (cuentan con modernas tecnologías y financiación abundantes), cumpliendo las reglas de coherencia y supuesta objetividad mediática de los mismos, ha terminado por desvirtuar la verdadera finalidad de la labor informativa, que hoy se aleja de la realidad, mediante la construcción de alternativas virtuales.

Por otra parte, este pilar es funcional y forma parte del instrumental con que cuentan las grandes potencias, quienes han mantenido y consolidado su hegemonía, entre otros factores, mediante la frecuente y creciente monopolización y concentración de sus principales empresas a nivel global en el ámbito cultural, medios de comunicación, prensa y entretenimiento, y más recientemente en las principales tecnologías digitales, con el uso indiscriminado y desmedido de las redes sociales.

Todo lo anterior demuestra la crisis aguda de este importante pilar, que no desaparece con el supuesto fin de la Guerra Fría, y que fue iniciada en la Segunda posguerra luego del discurso de W. Churchill, exprimer ministro inglés, en Missouri y el Telegrama largo de G. Kennan, a la sazón embajador estadounidense en Moscú, ya comentados en un artículo anterior.10

Pilar regulatorio de las Relaciones Internacionales

Nunca como antes se muestran las fisuras del sistema de regulación de las RR.II., fundado en la Conferencia de San Francisco y a posteriori, desde hace más de 75 años.

El carácter antidemocrático del Consejo de Seguridad (cuenta desde entonces con solo cinco miembros permanentes, que además disponen del derecho al veto y 10 miembros más con carácter rotativo en representación de las diferentes regiones geográficas) y su inoperancia ante la creciente polarización y confrontación política entre las grandes potencias (V. gr. conflicto en Ucrania y genocidio en la Franja de Gaza).

Por otra parte, el caso omiso que se tributa a muchas de las resoluciones y acuerdos de la AGNU, en la mayoría de los casos adoptados por amplio margen, el incumplimiento o no cumplimiento pleno de los objetivos trazados por las agencias especializadas de la ONU, resultan evidencias irrebatibles de lo anterior.

A esto se añade el continuo, flagrante e impune irrespeto de los principios del Derecho Internacional Público (DIP) y la Carta de las Naciones Unidas, la inconsistencia en la aplicación de los acuerdos sectoriales tomados y la carencia de recursos suficientes para dar solución a los graves problemas de la humanidad, que evidencian la falta de gobernabilidad efectiva, que debería estar basada en la ley11 y las fallas en la gobernanza12 del mundo, que hoy resulta ingobernable.

Todo lo antes planteado evidencia la urgencia de cambios estructurales, esenciales e inmediatos en el orden mundial hoy existente.

Los posibles sujetos o agentes (actores) del cambio

Entre los actores que, por su relevancia política, membresía, agenda común sustantiva, capacidad negociadora e influencia geopolítica estarían llamados a promover cambios, más que las otras instituciones del viejo orden, estarían los siguientes:

En particular China, segunda economía a escala planetaria por la magnitud del PIB real y primera por el PIB a Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) desde 2014, que va desplazando a Estados Unidos en el comercio, las finanzas, el desarrollo de la ciencia y la tecnología (V. gr. Inteligencia artificial (IA), robotización, nanotecnología y armas hipersónicas, entre otros) y que está dispuesta a compartir su tecnología y sus recursos en aras del desarrollo a través de varias iniciativas, tales como la Nueva Ruta de la Seda (conocida como BRI, por sus siglas en inglés), entre otros mecanismos de cooperación e integración.

-El grupo de los BRICS, conformado por los cinco países fundadores y seis en ampliación prevista para enero de 202413, con el 36% de la superficie total, el 46 % de la población, 37% del PIB en valores a paridad de poder adquisitivo y 44% de las reservas de petróleo a escala planetaria.

También rectorado por China, dispone del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), con un nivel de capitalización inicial de 100 000 millones de dólares.14

-La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC, creada en 2012 y que abarca las 33 economías de la región de América Latina y el Caribe–ALC, excluyendo a Estados Unidos y Canadá), foro de concertación política, cooperación e integración, que funciona en base a la unidad en la diversidad, además de algunas instituciones regionales que estén en capacidad y disposición de apoyar los cambios.

En la Segunda Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, realizada en La Habana en 2014, se adoptó una Resolución sobre América Latina y el Caribe como Zona de Paz, mientras que en le Tercera Cumbre, en Belén, Costa Rica (2015), se adoptó una Resolución sobre Plan de Seguridad y Alimentaria y Nutricional. Ambas tributan a la cooperación y al desarrollo y a modificar el orden mundial existente.

Algunas propuestas de solución

De todo lo anterior se desprende la necesidad del cambio del orden económico internacional, mediante la reforma de las principales instituciones y organizaciones, la democratización de la gobernanza de las principales instituciones internacionales, otorgando mayor voz, peso y voto a la representación de los países en desarrollo (agrupados precisamente en el MNOAL y el G77 y China), el combate contra los flujos financieros ilícitos, la regulación del control sobre la actividad de las transnacionales, etc.

-En materia de economía y comercio: Cambios estructurales efectivos en los mecanismos de regulación del comercio mundial, aplicación efectiva del trato especial diferenciado (TED), con la finalidad de reducir y eliminar el intercambio desigual; condonación y cambio de deuda por financiación para del desarrollo, para descargar a los países pobres deudores de la insoportable e impagable deuda contraída y que puedan dedicar sus escasos recursos al desarrollo; control soberano de los recursos naturales, a la vez que se industrializan y se añade valor a los mismos, entre otras.

En este campo la lucha ha estado liderada por el MNOAL y el G77 y China básicamente, aunque más recientemente también han participado los países que integran el BRICS.

-En materia monetario-financiera: Reestructurar el actual orden mundial, dando espacio a los nuevos actores emergentes, creando sistemas de pago alternativos al SWIFT, incrementando el papel de las diferentes monedas, tanto en sus funciones como medio de pago, de atesoramiento y de dinero mundial, con la finalidad de restar capacidad al dólar y lograr la gradual independencia de ese signo monetario. Aquí de nuevo destacan el MNOAL y el G77, desde los momentos fundacionales y, más recientemente también la CELAC (a partir de 2010-2011).

Prohibir terminantemente el uso de medidas coercitivas unilaterales de carácter monetario-financiero, con finalidad económica y política, que lastran el desarrollo de los países y lesionan su soberanía, estableciendo sanciones vinculantes para los que las apliquen o amenacen con aplicarlas.15

-En materia militar: Cumplir y hacer cumplir con los preceptos del TNP, promover la reducción y destrucción definitiva y verificable de los arsenales nucleares, promover la restricción de los enormes y crecientes gastos bélicos, abogar por la creación de zonas de paz (a semejanza de la Zona de Paz de ALC, adoptada en Resolución aprobada en la Segunda Cumbre de la Celac, en La Habana, en 2014), abogar por la reducción de las bases militares y la solución de los conflictos bélicos por vías pacíficas, con estricto respeto de los principios del DIP, en particular del Derecho de Guerra o Derecho Internacional Humanitario (DIH), hoy violado flagrantemente en los conflictos armados en curso, tales como el de Ucrania (que va para tres años) y el más recientemente genocidio israelí en la Franja de Gaza, que ha cobrado más de 30 000 víctimas, entre otras.

Aquí aplican, fundamentalmente, los países miembro del MNOAL, aunque no es ajena a la actividad de la mayoría de los países del llamado Tercer Mundo, estén o no agrupados en el G77 y China o, más recientemente, en el Grupo BRICS.

El propósito consiste en promover por todas las vías la eliminación de la política confrontacional, de bloque y de guerra fría de las potencias hegemónicas, en particular Estados Unidos, así como la desaparición de la OTAN y otras alianzas militares.

El cumplimiento de los preceptos de la Carta de la ONU sobre la prohibición del uso o la amenaza de aplicación de la fuerza, el respeto a la igualdad soberana entre los Estados (sin importar su tamaño), la integridad territorial y su no violación, la no injerencia en los asuntos internos de los países, etc.

Apelar a la mediación, la negociación, la diplomacia, y la cooperación para evitar y solucionar los conflictos, tal como aparece refrendado en la Carta de la ONU.

-En materia político-ideológica y propagandística: Trabajar por desideologizar gradualmente el sistema actual de RR.II., incrementando la solidaridad, la colaboración, la cooperación y el multilateralismo, disminuyendo las tensiones por razones de diferencias en materia de concepción del mundo; incrementar el control sobre el uso indiscriminado y unilateral de las redes, con fines desestabilizadores contra gobiernos catalogados mediáticamente de “no dóciles” y Estados catalogados de “fallidos”, sancionar de manera vinculante a los generadores y difusores de las llamadas fake news y a los promotores del lawfare.

Se trata de organizar y desarrollar una contraofensiva ideológica en defensa de la humanidad, con la finalidad de salvar la cultura y la identidad nacional en peligro de muchos países.

Destaca en este campo la labor del MNOAL, desde su batalla a partir de los años 70 del pasado siglo XX con relación a la urgencia de la creación de un NOII.

-Finalmente, en materia de regulación de las RR.II.: Al igual que la arquitectura financiera internacional, el sistema ONU urge de reformas estructurales, al menos en las siguientes direcciones: la ampliación, democratización, y transparencia del Consejo de Seguridad en cantidad de miembros permanentes, derecho al veto y cantidad de miembros no permanentes; otorgamiento de mayores facultades vinculantes a la AGNU; incremento de la cantidad, calidad y sostenibilidad de la financiación para las agencias especializadas, mejor control y más eficiencia y efectividad en los gastos; creación de nuevas agencias o mecanismos para el tratamiento priorizado a los acuciantes problemas de la humanidad, con financiación suficiente, real y efectiva para el desarrollo.

Nada de lo expresado en este acápite resulta totalmente novedoso ni de inevitable materialización. Tampoco aplica a uno solo de los agentes de cambio relacionados arriba, sino que compete a todos ellos, así como a cada uno de sus miembros. Resulta prácticamente imposible discernir qué acción compete a soólo uno de esos actores.

Sin embargo, sí pudiera contribuir, presentado de esta manera resumida y por pilares del actual orden mundial, a la búsqueda colectiva (colegiada y por consenso) y la adopción de soluciones efectivas y duraderas (sostenibles) a los problemas, que de no ser resueltos podrían llevar eventualmente, en un futuro de mediano plazo, al fin de la humanidad.

CONCLUSIONES

La elevada complejidad de la situación actual y su creciente peligrosidad, requieren de soluciones rápidas, sostenibles y efectivas.

Ninguna solución se puede lograr sin concientizar a los sujetos de su necesidad, buscar el suficiente consenso entre ellos y obtener la necesaria financiación, en primer lugar, de los que disponen de recursos financieros, materiales y tecnológicos para ello.

En el contexto actual, existen solo dos alternativas: o se construye entre todos los principales sujetos de las RR.II. un nuevo orden mundial, o el mundo se encaminará hacia la proliferación de conflictos interminables e impredecibles por el control del agua, petróleo, litio, coltán, uranio, entre otros recursos naturales estratégicos, situación que pudiera derivar en una Tercera Guerra Mundial.

Con la cantidad y capacidad destructiva del armamento actual acumulado y el volumen desmesurado de los gastos bélicos, una nueva conflagración mundial, en especial entre las grandes potencias, no dejaría vencedores y si conllevaría a la desaparición de la vida sobre la Tierra, donde todos perecerían, ricos y pobres.

Lo arriba expresado como propuestas16 de salidas posibles a la crisis puede parecer de ficción. Realmente no lo es, con toda la seguridad que aportan las evidencias históricas y actuales. Si esas no fueran, otras soluciones similares habría que buscar, de modo que se logre conjurar el holocausto nuclear donde no habría, reitero, vencedores.

Se trata, por tanto, de una de las tantas visiones objetivas y constructivas posibles aunque de difícil materialización, de entre la totalidad de las que se pudieran estructurar, con el consenso de todas las partes, de modo que “digamos adiós a las armas” y nos consagremos “civilizadamente a los problemas más agobiantes de nuestra era” (Castro, 1979, 78) (Bullón, 2023).

notas

1 El desequilibrio y contaminación de los ecosistemas por causas antropogénicas; las emisiones excesivas de gases de efecto invernadero (GEI) y el calentamiento global; los peligros de hambrunas, las plagas y epidemias; los conflictos bélicos por el control de los recursos estratégicos, destructivos para las economías y las sociedades; el sobreconsumo de agua y la crisis hídrica que se genera, peligros todos que comprometen el futuro de la vida sobre la tierra.

2 Para ampliar, ver: varios trabajos en el número dedicado al Nuevo Orden Económico Internacional de revista Política Internacional, No. 3 de 2023.

3 Estos temas serán retomados y tratados en un epígrafe posterior, al final del trabajo.

4 Ver: del autor El orden económico internacional de la segunda posguerra. Creación, crisis actual y necesidad de cambios. En: Política Internacional, Vol. VI No. 1 | 2024, Enero-Marzo 2024, pp. 159-172.

5 Actualmente, tiene lugar la diversificación de la composición oficial de las reservas internacionales de divisas, mientras que el yuan supera al euro y se convierte en la segunda moneda de financiación comercial y el peso del dólar estadounidense ha disminuido en proporción en materia de reservas internacionales en muchos bancos centrales, que han perdido relativamente la confianza en esa moneda. Para ampliar, ver: Benítez 2023 y Bloomberg en Línea 2023.

6 El tema de la deuda externa, su creciente volumen y su impago tanto desde el punto de vista financiero, comercial, ético e histórico, fue tema de los seminarios sobre deuda externa, promovidos en la década de los 70 y 80 del pasado siglo XX por Fidel Castro y otros estadistas, y realizados en La Habana. Constituyeron el antecedente de los Seminarios sobre Globalización y Desarrollo, también en La Habana, a fines de los 80 y hasta finales de los 90 del siglo pasado.

7 Esta sola guerra costó a EE.UU. alrededor de 20 billones de dólares en 20 años.

8 Que sustrae recursos necesarios para el desarrollo y constituyó una de las causales del retraso en el desarrollo de la economía en la URSS y del consecuente derrumbe del socialismo.

9 Solo Estados Unidos, China y Rusia, los tres primeros en el top ten, acumulan un gasto superior a los 1.25 billones de dólares, según El CEO, con datos del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), con fuente en: Trends In World Military Expenditure, 2022, en reporte de agosto de 2023.

10 Ver de autor: El orden económico internacional de la segunda posguerra. Creación, crisis actual y necesidad de cambios. Revista POLÍTICA INTERNACIONAL | Volumen VI Nro. 1 enero-marzo de 2024, 159-172.

11 Suele en el mundo actual para la solución de los problemas aplicarse, por los centros de poder, la ley de la fuerza, a través del uso de medidas coercitivas y de presión, que incluyen la aplicación o la amenaza de aplicación de la fuerza (viola uno de los principios de la Carta de la ONU), y en casos extremos aunque bastante frecuentes, la agresión armada, y sin embargo no suele observarse la aplicación de la fuerza de la ley.

12 La gobernabilidad se refiere a la condición y el ejercicio del poder, mientras que el término de gobernanza se utiliza para reflejar las estructuras de poder.

13 Argentina, tercera economía de la región de ALC, ha planteado no hacer efectiva su incorporación al Grupo, a pesar de haber sido invitada a incorporarse al mismo, a propuesta de Brasil, en la última Cumbre de los BRICS, celebrada en agosto de 2023.

14 Ver, para ampliar: GEG (2023).

15 Esta última medida está en perfecta sintonía con uno de los principios del DIP que prohíbe el uso o amenaza del uso de la fuerza y ha sido defendida desde los años 60´s del pasado Siglo XX, en particular por los países miembro del MNOAL.

16 Democratización de la ONU; reducción de gastos bélicos y destino de esos recursos para el desarrollo; reducción del calentamiento global y adaptación y mitigación al cambio climático; desconexión gradual del dólar; solución de los conflictos mediante negociaciones de paz, entre otros.

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CONFLICTO DE INTERESES

El autor declara que no existen conflictos de intereses relacionado con el artículo.

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