La política exterior de Cuba en el contexto de la pandemia de la COVID-19

Cuba's Foreign Policy during the COVID-19 Pandemic

Lic. Mariset Vazquez Lissabet

Licenciada en Relaciones Internacionales. Especialista del Ministerio de Relaciones Exteriores, La Habana, Cuba.

liuvahernandez41@gmail.com 0009-0003-7245-1556

Cómo citar (APA, séptima edición): Vazquez Lissabet, M. (2024). La política exterior de Cuba en el contexto de la pandemia de la COVID-19. Política internacional, VI (Nro. 3), 200-213. https://doi.org/10.5281/zenodo.12626868

DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.12626868

 

 

Recibido: 15 de febrero de 2024

Aprobado: 23 de abril de 2024

publicado: 10 de julio de 2024

 

RESUMEN La pandemia de la COVID-19 impuso grandes desafíos y retos socioeconómicos a nivel mundial. El establecimiento del confinamiento sanitario y el cierre de fronteras en la mayoría de los Estados, intensificaron tendencias preexistentes del entorno geopolítico mundial, y dejaron entrever las vulnerabilidades y limitaciones estructurales de los países subdesarrollados, incluido de América Latina, para hacer frente a esta crisis sanitaria global. En este complejo contexto, la política exterior cubana mantuvo su tradicional activismo, manteniendo sus contactos internacionales, asegurando el nivel de las relaciones bilaterales y multilaterales participando en foros regionales y globales, desplegando una amplia cooperación, así como defendiendo los principios de la política exterior de la Revolución; todo bajo un clima de crecientes agresiones, amenazas y medidas coercitivas impuestas por EE.UU. A pesar de la adversidad y la difícil situación económica del país, la pandemia ofreció una oportunidad a Cuba para demostrar nuevamente su política solidaria internacional y desmentir las campañas negativas contra la cooperación médica cubana.

 

Palabras claves: Política exterior, Cuba; COVID-19, Estados Unidos, solidaridad.

 

 

ABSTRACT The COVID-19 pandemic imposed great socioeconomic challenges and challenges at the global level. The establishment of sanitary confinement and the closing of borders in most States intensified pre-existing trends in the world geopolitical environment, and revealed the vulnerabilities and structural limitations of underdeveloped countries, including Latin America, to face this global health crisis. In this complex context, Cuban foreign policy maintained its traditional activism, maintaining its international contacts, ensuring the level of bilateral and multilateral relations, participating in regional and global forums, deploying a broad cooperation, as well as defending the principles of the Revolution's foreign policy; all under a climate of increasing aggressions, threats and coercive measures imposed by the U.S. In spite of the adversity, Cuba's foreign policy has not changed. Despite the adversity and the difficult economic situation of the country, the pandemic offered an opportunity for Cuba to demonstrate once again its international solidarity policy and to refute the negative campaigns against Cuban medical cooperation.

Keywords: Foreign policy, Cuba; COVID-19, United States, solidarity.

 

 

INTRODUCCIÓN

El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al SARS-CoV-2 (COVID-19) como una pandemia mundial, debido a los altos niveles de propagación, contagio y fallecimientos alcanzados entonces en alrededor de 115 países, solo cuatro meses después de que se tuviera registro oficial del primer caso, en la ciudad de Wuhan, China. Comenzó así un nuevo capítulo imprevisto y sin precedentes en la historia del siglo XXI1, cuyas repercusiones van desde lo global hasta lo individual, incidiendo prácticamente sobre todos los ámbitos de lo político, económico y social; y con consecuencias a largo plazo aún impredecibles.

Luego del anuncio por la OMS, con el fin de detener los contagios por la enfermedad, se procedió al cierre de fronteras, la clausura de los espacios aéreos, la declaración de estados de alerta sanitaria, se establecieron restricciones a la movilidad humana, y se aplicaron medidas de cuarentena y confinamiento en la mayoría de los países. Los cambios perfilaron un nuevo escenario, con un encadenamiento de crisis intervinculadas que han ido evolucionando en paralelo al desarrollo de los acontecimientos globales.

Cuba no escapó a esta realidad. En marzo de 2020, el país reportó los primeros casos de la enfermedad, y ya en abril, procedió al cierre total de sus fronteras y al establecimiento de medidas internas y externas para evitar su propagación. Aún en este contexto de confinamiento mundial y nacional, el país tuvo que mantener sus contactos internacionales para asegurar el nivel de las relaciones bilaterales, la participación en foros regionales y globales, garantizar que se proveyeran los recursos básicos y sanitarios, así como mantener los principios de la política exterior de la Revolución; todo bajo crecientes agresiones, amenazas y medidas coercitivas impuestas por la administración estadounidense de Donald Trump y continuadas por Joe Biden.

Sobre este particular, el presente trabajo pretende examinar el despliegue de la política exterior cubana durante el contexto de la pandemia, en particular entre el cierre de las fronteras cubanas, en abril de 2020, y finales del 2021, cuando se anunció su reapertura y el paso del país a la “nueva normalidad”. Para ello se realizará un análisis sintético de la situación internacional en la región y las principales acciones en materia en el ámbito externo desarrolladas por Cuba en esta etapa, fundamentalmente las relaciones con los países del área. Asimismo, se analizarán las acciones desplegadas por EE.UU. contra la Isla en el periodo, que significó un recrudecimiento del bloqueo y un arreciado intento de socavar una vez más el proceso revolucionario.

DESARROLLO

El contexto internacional y en América Latina y el Caribe

Desde que se reportara el primer caso de la enfermedad, hasta inicios de 2022, se habían contabilizado 364 191 494 casos y 5 631 457 de fallecidos en todo el mundo (Sitio Oficial del Departamento de Seguridad Nacional España, 2022). Con su rápida propagación, la pandemia puso de manifiesto las debilidades de los sistemas de salud pública, ejerciendo una enorme presión sobre la prestación de asistencia sanitaria y ampliando las brechas socioeconómicas.

La pandemia de la COVID-19 sin lugar a dudas impactó el escenario mundial en múltiples ámbitos. Uno de los más afectados, y con consecuencias a corto, mediano y largo plazo, fue la economía global. Las medidas de confinamiento establecidas en muchos países, el cese del turismo, la interrupción de la producción de bienes y servicios, la contracción del comercio mundial y del empleo; ralentizaron el impulso económico a escala global. En este sentido, la crisis sanitaria internacional provocada por el virus, provocó a decir de varios especialistas, la mayor crisis económica desde la Gran Depresión de 1930 y luego de la Segunda Guerra Mundial (FMI, 2020).

En 2020, la actividad económica mundial se redujo en el 90 % de los países, lo que significó una contracción del 4,3% del PIB global, cerca de 2,5 veces más que durante la crisis económica mundial de 2009. De igual forma, el comercio mundial disminuyó aproximadamente un 7,6 %, causando una crisis económica que llevó a la escasez de productos y la inflación (WHO, 2022). Según la UNCTAD, la COVID-19 desencadenó hasta cincuenta mil millones de dólares en pérdidas de exportaciones en todas las cadenas de valor mundiales (G77, 2020). Esta situación se hizo sentir de inmediato en los países más pobres donde se exacerbó la desigualdad, se acrecentaron las brechas sociales y profundizaron las asimetrías estructurales del modelo de desarrollo capitalista, incapaz de responder con celeridad y equidad a este desafío sanitario.

La crisis generada, también aumentó la inseguridad alimentaria, el desempleo y la pobreza. Según cifras del Banco Mundial, 124 millones de personas cayeron nuevamente en la pobreza extrema y las desproporcionadas pérdidas de ingresos sufridas por las poblaciones desfavorecidas condujeron a un enorme aumento de las desigualdades internas y entre los países. Asimismo, según la propia fuente, se incrementó el desempleo temporal, la disminución de los ingresos entre los jóvenes, las mujeres, y los trabajadores ocasionales, cifras que son más elevadas y alarmantes en los países en desarrollo (Banco Mundial, 2022). De esta forma, se demostró la incapacidad del neoliberalismo y el actual orden económico internacional de solucionar los crecientes desafíos del mundo.

En el ámbito de las relaciones internacionales, para muchos autores, el coronavirus ha tenido una repercusión comparable o incluso más amplia que las guerras mundiales. Y es que, aunque la pandemia no significó una transformación profunda del sistema internacional, si se agravaron tendencias que ya predominaban en el entorno geopolítico mundial. En este sentido, destacan la sensación de vacío de liderazgo a nivel global, las pujas de poder y la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China (en todos los campos (económico, político, tecnológico, etc.), la aparición y consolidación de polos emergentes, la proliferación de amenazas multidimensionales, el relativo declive del multilateralismo y la militarización de la interdependencia global; que en su conjunto se están convirtiendo en las características que definen la “nueva normalidad”.

En América Latina la crisis sanitaria alcanzó niveles alarmantes con cifras que lideraron los contagios mundiales en algunos casos y en otros, marcaron récord de fallecimientos2. Se estima que, hasta inicios de 2022, en la región habían contraído la enfermedad casi 66 millones de personas (un 15% del total mundial) y la región acumulaba 1,65 millones de muertes (un 28% del total mundial). De ahí entonces que, para la CEPAL, la salud de la población de América Latina y el Caribe fue de las más afectadas en el mundo por la pandemia (CEPAL, 2022).

Dichos estados latinoamericanos, como muchos otros países en vías desarrollo, hicieron frente a la crisis con problemas estructurales y macroeconómicos que proceden en su mayoría de su pasado colonial, unido al desarrollo de modelos económicos dependientes, con altos niveles de endeudamiento y bajos niveles de productividad que se concentran en pocos renglones económicos. De ahí la incapacidad de sus sistemas sanitarios y del aparato estatal en general para solventar la inesperada crisis y desplegar una adecuada trayectoria de recuperación frente a esta. En estos países, la debilidad de las políticas públicas no aseguró el acceso universal a los servicios médicos y sus sistemas de salud se vieron rebasados por la masividad de los contagios.

En concordancia con la caída de la economía a nivel mundial, en América Latina y el Caribe se produjo una contracción del 6,8% del PIB y del 7,7% del PIB per cápita en 2020, la mayor caída anual en los 120 años de historia estadística de la región (CEPAL, 2022). El flujo de remesas, de gran relevancia para toda el área, disminuyó en alrededor del 20% y según la UNCTAD, en el periodo 2020-2021 se produjo un descenso de la inversión extranjera directa de entre el 40 y el 50%. Asimismo, solo en el segundo trimestre de 2020, el empleo se redujo en un 20% (G77, 2020).

El impacto económico de la pandemia estuvo acompañado de una fuerte repercusión social, que fue más allá de la crisis sanitaria. En este sentido, la reducción de los ingresos en los países latinoamericanos y caribeños dificultó el acceso a algunos servicios básicos y creció la pobreza y la desigualdad a niveles que no se observaban desde hacía al menos una década. En 2021, el número de personas en situación de pobreza extrema alcanzó los 86 millones (13,8% de la población de América Latina) y las personas en situación de pobreza llegó a 201 millones (32,1% de la población de América Latina) (CEPAL, 2022).

En el ámbito regional, salvo los contados ejemplos del ALBA y CARICOM que tuvieron una participación más activa en la movilización de recursos y el enfrentamiento conjunto a la pandemia, se puso de manifiesto una coordinación limitada, descoordinada e insuficiente entre los estados y las organizaciones. En este sentido, la labor de las principales instituciones regionales no tuvo los resultados requeridos. Así, por ejemplo, UNASUR, el Mercosur y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) intentaron, sin éxito, lograr mayores niveles de cooperación y coordinación. En el caso de este último organismo regional, debido a sus propias contradicciones internas, su laxitud, la división regional en torno a Venezuela, y la ausencia de Brasil, los alcances de su acción desde el inicio estarían limitados. Por su parte, la Organización de Estados Americanos (OEA), estuvo más centrada en el proceso electoral para la reelección de Luis Almagro como Secretario General, y en una gestión politizada y poco efectiva, que en la situación sanitaria compleja por la que transitaban los países del área. De esta forma, la pandemia puso en evidencia un panorama en la región poco alentador, marcado por los desafíos de los procesos integracionistas, la desarticulación del regionalismo, particularmente de UNASUR y la limitación de los liderazgos (Busso, 2020). Ante la inexistencia de posiciones comunes, destacaron las unilaterales, los nacionalismos extremos, el proteccionismo y la falta de consenso. Se priorizaron los intereses nacionales, y, en momentos en los que se hizo impostergable la acción concertada ante la pandemia, las reacciones fueron limitadas y poco coherentes.

Quizás el caso más fehaciente fue la lucha encarnizada que libraron los países del área para obtener la mayor cantidad de dosis de vacunas con permiso de emergencia de la OMS. De esta forma, ante la incapacidad de los estados latinoamericanos de desarrollar sus propias vacunas, muchos estados se incorporaron al Mecanismo COVAX de la OMS como vía para obtener estos medicamentos. No obstante, es destacable mencionar que los países de América Latina y el Caribe se incorporaron a los llamados para lograr el acceso universal, oportuno y equitativo a las vacunas y medicamentos contra la COVID-19 en el seno de las instituciones multilaterales. Resaltan las posiciones de Cuba, México y Argentina que a su vez lideraron las producciones de estos fármacos que posteriormente fueron distribuidos en la zona.

Política exterior de solidaridad y cooperación

En este difícil contexto de crisis sanitaria y multisectorial, la política exterior cubana redobló sus esfuerzos y alcance tanto en el ámbito regional como internacional. Debe decirse que en esta etapa se manifestaron fehacientemente los tradicionales principios de la política exterior revolucionaria: respeto irrestricto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, no injerencia en los asuntos internos, igualdad entre los estados y pueblos, la unidad e integración entre los pueblos del Tercer Mundo, la solidaridad y el internacionalismo, así como el derecho a la cooperación internacional, entre otros. Dichos principios fueron enunciados desde los propios inicios del proceso revolucionario en momentos como la Primera y Segunda Declaración de La Habana y están plasmados en documentos seminales del país como la Constitución de la República, los documentos programáticos sobre la Política Internacional del Partido Comunista de Cuba y los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

Cuba acumula una vasta experiencia en materia de cooperación internacional. Es considerado un componente esencial de la política exterior cubana que tiene como fundamentos esenciales los valores de solidaridad, humanismo, internacionalismo, siguiendo el principio de la complementariedad y que se realiza sin condicionamiento alguno. De esta manera quedó expuesto en el Decreto Ley 16 del 24 de septiembre de 2020, en el que se recoge todo lo relativo a la cooperación que Cuba ofrece y recibe. Siguiendo lo anteriormente expuesto, el país se ha convertido en referente de la cooperación Sur-Sur, la que además ha ido adecuando a sus condiciones económico-sociales.

En tal sentido, durante la pandemia, hubo un descollar de los principios de la solidaridad, el internacionalismo y la cooperación internacional. Un ejemplo muy notable por su relevancia y alcance, fue el envío en ese complejo contexto nacional, regional y global, de 56 brigadas médicas a 40 países y territorios, con casi 5 mil colaboradores, que brindaron asistencia en diversas regiones del mundo en el enfrentamiento de la enfermedad. Esa cifra, sumada a los 59 países donde ya existía previamente presencia de cooperación médica cubana, permitió alcanzar cooperar en un total de 76 países y territorios que recibieron la colaboración de Cuba en este sector en 2020. Solo en la región de América Latina y el Caribe, 23 países y territorios se beneficiaron con la presencia de los médicos y el personal sanitario cubano. Resalta, además, la presencia de los médicos cubanos por primera vez en varios países europeos: Andorra, Italia (dos) y Azerbaiyán (dos) y en cinco territorios de ultramar del Reino Unido y Francia (Anguila, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Martinica y Montserrat) (CubaMinrex, 2021).

La solidaridad del gobierno y el pueblo cubano se puso de manifiesto cuando a inicios del 2020, en un esfuerzo coordinado entre las autoridades cubanas y británicas, se procedió a evacuar en Cuba los tripulantes y pasajeros del Crucero Braemar. Como se supo en su momento, el crucero se encontraba vagando por el Mar Caribe, sin que ningún país le permitiera atracar en sus puertos, puesto que tenía personas contagiadas con la enfermedad.

Otro ejemplo que mostró la clara aplicación de los principios rectores de solidaridad, internacionalismo y cooperación de la política exterior cubana, fue la cooperación ofrecida, tanto material, como en el área médica, a cinco países centroamericanos tras el paso por este territorio de los huracanes ETA e IOTA. De esta forma, se envió insumos a Belice, Guatemala y Nicaragua; asesores de la construcción viajaron a Panamá, y una brigada de 39 médicos y enfermeras viajó a Honduras, en lo que significó el regreso de la colaboración médica cubana a este país.

Durante la vacunación a la población cubana, con nuestros candidatos vacunales, se procedió a vacunar además al Cuerpo diplomático y sus familiares acreditados. Este proceso se desarrolló en centros especializados y de salud cercanos a las sedes diplomáticas. La vacunación al Cuerpo diplomático fue completamente gratuita y fue acogida positivamente por este, incluido sus familiares.

Relaciones bilaterales durante 2020 y 2021

A pesar de la difícil situación de restricciones de movimiento y personal a nivel global, la reducción significativa de los vuelos, las cuarentenas, la disminución hasta casi cero de los intercambios oficiales presenciales fuera de Cuba y en visitas oficiales y de trabajo a la isla, se mantuvo el activismo del país en todos los sectores y en pos del mantenimiento y fortalecimiento de las relaciones bilaterales y multilaterales. El trabajo diplomático supo adaptarse y desarrollarse no obstante las nuevas circunstancias impuestas por la pandemia, debiendo utilizar, como nunca antes, las nuevas tecnologías, incluido las plataformas virtuales.

De tal forma, por ejemplo, se mantuvieron contactos por vía telefónica y a través de los medios digitales del presidente Miguel Díaz-Canel y del Canciller Bruno Rodríguez Parilla con sus homólogos de Kenya, China, Rusia, México, Argentina, Vietnam y con Sudáfrica, México, Rusia; Armenia, República Kirguisa, Belarús, respectivamente.

En el plano bilateral, se continuó avanzando en las relaciones con la Unión Europea (UE). En este contexto, se concluyó con resultados satisfactorios, el segundo ciclo de los diálogos políticos y sectoriales, en el marco del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación. Asimismo, se celebraron, de forma virtual, el Segundo Comité Conjunto Cuba-UE y el Tercer Consejo Conjunto Cuba-UE, este último presidido por el alto representante Josep Borrell y el canciller Bruno Rodríguez Parrilla. Se inició el tercer ciclo de los diálogos políticos Cuba-Unión Europea, ratificándose la voluntad de continuar trabajando de manera constructiva (CubaMinrex, 2022).

Por otra parte, se dio continuidad al diálogo político de alto nivel con Rusia, destacando las celebraciones en el marco del 60 aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, y con motivo del 75 aniversario de la victoria del Ejército Rojo contra el fascismo, en la Gran Guerra Patria. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo cubano, Bruno Rodríguez Parrilla sostuvieron conversaciones oficiales en Santiago de Cuba en febrero de 2020. Asimismo, Rusia colaboró con el enfrentamiento a la pandemia en el país con el envío de ayuda y material médico en varias ocasiones, la más notable de ellas en 2021 con el envío de 88 toneladas de ayuda (Reuters, 2021).

Igualmente, se mantuvo una activa interlocución política con Canadá. En marzo de 2020, tuvieron lugar las consultas bilaterales entre ambos gobiernos, encabezadas por la viceministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Marta Morgan y el entonces viceministro primero de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, Marcelino Medina González. De igual forma, en 2021 se celebró la reunión bilateral entre Directores Generales de ambas Cancillerías, donde se ratificó el interés mutuo de avanzar en temas de interés común.

En este periodo, la isla conmemoró el 60 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas con siete países asiáticos, con los que Cuba fue, en muchos casos el primer país latinoamericano en establecer dichos vínculos: Cambodia, China, República Popular Democrática de Corea, India, Indonesia, Mongolia y Vietnam. En Asia, destacó el fortalecimiento de los vínculos con China y su partido comunista y con Vietnam, desde donde se recibió la visita del Presidente de este país a fines de 2021. Asimismo, se sostuvieron Consultas Políticas Intercancillerías con China, Vietnam, Pakistán y Mongolia, que permitieron dar continuidad a los vínculos en el escenario de confinamiento establecido durante la pandemia. El Canciller cubano sostuvo también conversaciones telefónicas con sus homólogos de Japón, Vietnam y Singapur.

En este periodo se materializó igualmente la adhesión de Cuba al Tratado de Amistad y Cooperación con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y la incorporación de Cuba como estado observador de la Unión Económica Euroasiática. Ambos foros tienen especial relevancia en Asia y Europa Oriental, y abren nuevas perspectivas para los vínculos políticos y económicos para ambas partes. En relación con la Unión Económica Euroasiática, a fines de 2021 se firmó el Plan Conjunto de Colaboración 2021-2025.

En Europa, se realizaron consultas políticas inter cancillerías con Países Bajos, Croacia, Luxemburgo, Turquía, Grecia, República Checa, Suiza, Noruega, Ucrania, Serbia y Rusia. Como parte del enfrentamiento a la COVID-19, se recibieron donativos de nueve países europeos. A la par, se realizaron, de forma virtual, cinco rondas de conversaciones migratorias con Bolivia, Nicaragua, México, Costa Rica y Venezuela, como parte de los esfuerzos para lograr flujos migratorios regulares, ordenados y seguros.

Entre 2020 y 2021, se mantuvieron las estrechas relaciones de amistad con África, las que tuvieron muestra fehaciente con el envío a este continente de cuatro brigadas médicas. Los médicos cubanos estuvieron presentes en todos los países que solicitaron ayuda de Cuba, como fue en Angola, Cabo Verde, Sudáfrica y por primera vez, Togo (CubaMinrex, 2021).

Por su parte, los vínculos con África Norte y Oriente Medio exhibieron avances significativos, destacándose el desarrollo de la cooperación en el área de la salud y la biotecnología, con impacto para el enfrentamiento a la pandemia. Cuba e Irán cooperaron en la producción de la vacuna Soberana02, la transferencia de tecnología por parte de Cuba y el desarrollo de ensayos clínicos de esta vacuna en Irán, con el propósito de su posterior producción y aplicación por dicho país. La participación de Cuba con una delegación encabezada por el entonces ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, en la Expo Mundial en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, ofreció una mayor visibilidad a los logros cubanos en diversas esferas.

El caso de América Latina y el Caribe merece una mención aparte, ya que en el periodo en cuestión se intensificaron los contactos y las relaciones. Además del envío de 23 brigadas médicas a estos países y territorios para enfrentar la COVID-19, se destaca el registro y uso en varios de estos estados de los medicamentos del protocolo sanitario cubano y los candidatos vacunales desarrollados por el país. Tal es el caso de Venezuela, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y México. También, es importante mencionar que, tras las afectaciones causadas por fenómenos naturales en Honduras, San Vicente y las Granadinas, y Haití, se enviaron a estos países brigadas médicas. Con Guatemala se firmó el acuerdo subsidiario de Salud, que extendió la presencia de los colaboradores cubanos en esa nación, y en Uruguay se mantuvo el funcionamiento del Hospital de Ojos (CubaMinrex, 2021).

Destacó asimismo en este complejo contexto la consolidación de los vínculos con Venezuela y Nicaragua, donde hubo intercambio de visitas de alto nivel. De igual forma, se debe resaltar el avance de las relaciones con México, donde se intensificaron los contactos y el nivel de las relaciones, estrechadas bajo el gobierno de Manuel López Obrador. Muestra de ello, fue la visita del Presidente Díaz-Canel a este país en 2021.

En el ámbito multilateral regional, Cuba contribuyó al activismo del ALBA-TCP con la organización de nueve eventos de diverso carácter, entre los que destaca la Conferencia de Alto Nivel sobre Economía, Finanzas y Comercio en el marco de la COVID-19 (10/06/2020) y el Consejo Social del ALBA-TCP “Unidos contra el COVID-19” (19/01/2021); los que contaron con la participación de altas autoridades cubanas de diversos sectores. Se celebró con éxito la XXI Cumbre del ALBA-TCP en La Habana y se participó en la XIX celebrada en Venezuela. Además, fue fundamental la labor de Cuba para romper el periodo de reflexión en que se encontraba la CELAC y retomar su activismo. En relación con esta organización, Cuba apoyó activamente la Presidencia Pro Témpore de México, el Presidente cubano participó en la VI Cumbre de Jefes de Estado y Gobiernos de la CELAC y el Canciller cubano asistió a la XXI Reunión de Ministros de Exteriores y la III Reunión Ministerial del Foro CELAC-China en julio y diciembre de 2021, respectivamente.

Igualmente, fueron relevantes las declaraciones desde numerosos sectores y países de la región para enfrentar las campañas contra la cooperación médica cubana, la inclusión de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo y contra el bloqueo. Así, se posicionaron la CELAC, CARICOM, el Grupo de Puebla y el Grupo de Sao Paulo.

Cuba en el ámbito multilateral y la atención a los cubanos residentes en el exterior

En el plano multilateral, Cuba mantuvo su tradicional activismo en defensa de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Para ello, se valió de la participación mediante formato virtual en la mayoría de los eventos internacionales y regionales. Este proceso, denominado por varios autores como digitalización de la diplomacia, o sea la realización de los contactos diplomáticos a través de los medios digitales, fundamentalmente videoconferencias, permitió al país garantizar su asistencia. Este hecho no estuvo ajeno a las limitaciones materiales y de conectividad a la que se enfrenta la Isla, principalmente por el bloqueo de EE.UU., que impide el acceso a la isla de varias de las plataformas más usadas a nivel global, como ZOOM, por lo que muchos de estos eventos y participaciones de Cuba debieron burlar el cerco tecnológico.

De esta manera, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez participó, de forma virtual, en el Debate General del 75 y 76 periodos ordinarios de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde defendió las posiciones históricas de Cuba e instó a impulsar la solidaridad y la cooperación internacional frente a la pandemia. El presidente cubano también participó de forma virtual en la Cumbre del MNOAL en respuesta a la Covid-19; en la Cumbre Mundial de la Organización Internacional del Trabajo, en el 31 periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en respuesta a la Covid-19 y en la Cumbre de Ambición Climática. Cuba estuvo representada al más alto nivel en la Reunión de Alto Nivel de la AGNU para conmemorar el 20 aniversario de la adopción de la Declaración y Programa de Acción de Durban, así como en la en la XXVII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Conferencia Iberoamericana (CubaMinrex, 2022).

De igual forma, el primer ministro Manuel Marrero Cruz participó de forma virtual en el Segmento de Jefes de Estado y Gobierno del Foro del Consejo Económico y Social (ECOSOC) sobre el seguimiento de la Financiación para el Desarrollo. Por su parte, el entonces viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, presentó ante el Foro del ECOSOC sobre el Desarrollo Sostenible el primer Informe Nacional Voluntario de Cuba sobre la Implementación de la Agenda 2030.

El ministro de Relaciones Exteriores participó, además, en 2020 y 2021, en la Reunión Ministerial del Grupo de los 77 + China, celebrada por primera ocasión en formato virtual, foro donde se rechazó de manera enérgica el bloqueo de Estados Unidos a Cuba y la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton y donde el país también desempeñó un activo papel en los procesos de negociación y en la concertación de posiciones en el marco del G-77 más China. Cuba participó en la 26 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26), en noviembre de 2021 con una delegación encabezada por la entonces Ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya.

Fue en este periodo cuando Cuba fue electa nuevamente para integrar el Consejo de Derechos Humanos en el periodo 2021–2023; y los órganos subsidiarios del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas a partir de enero de 2021, a saber, Comisión de Población y Desarrollo, Junta Ejecutiva del PNUD/UNFPA/UNOPS y el Comité del Programa y la Coordinación. Cuba también fue electa para integrar el Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo y el Consejo de Administración de la Unión Postal Universal, ambos para el periodo 2021-2024; y los órganos subsidiarios del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, a partir de enero de 2022, a saber, Comisión de Estadísticas y Comisión de Prevención de Delitos y Justicia Penal.

Otro aspecto fundamental en el ámbito multilateral fue que a pesar de la pandemia y la compleja situación epidemiológica y de confinamiento a nivel internacional, en estos años se mantuvo el reclamo de Cuba y la mayoría abrumadora de la comunidad internacional por el cese del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE.UU. Así, tanto en 2020 como en 2021 se llevó a cabo la votación la Resolución cubana sobre este tópico, la que nuevamente contó con el amplio respaldo de la comunidad internacional, y solo la oposición de Estados Unidos e Israel.

La atención a los cubanos residentes en el exterior continuó siendo una prioridad del trabajo, adecuado a las complejidades y difíciles circunstancias impuestas por la pandemia. Requirió un gran esfuerzo y coordinación lograr el regreso de los cubanos varados en distintas partes del mundo durante el cierre de fronteras, así como la salida de los más de 20 mil extranjeros y cubanos residentes en otros países. De tal manera, se pudo concretar el regreso a Cuba de 5 mil 718 ciudadanos cubanos varados, provenientes de 56 países, en 95 vuelos.

Para la mejor atención de los cubanos en el exterior se otorgaron facilidades para la realización de trámites a distancia en nuestros consulados. Se adoptaron medidas como la prórroga automática de estancia en el exterior, así como permitir, con carácter excepcional, que los ciudadanos cubanos residentes en el territorio nacional regresen a Cuba con su pasaporte vencido y sin prorrogar. Asimismo, se trabajó arduamente para hacer llegar a Cuba las donaciones de asociaciones de cubanos residentes en varios países como Reino Unido, España, Santa Lucía, China, Holanda, Bélgica, Canadá y Estados Unidos, como parte de las acciones en apoyo a Cuba en la batalla contra la Covid-19.

Las 166 Asociaciones de Cubanos Residentes en 79 países, y muchos de los nacionales cubanos de manera individual, realizaron alrededor de medio millar de declaraciones, acciones y publicaciones en rechazo al bloqueo, contra el recrudecimiento de las medidas impuestas por el gobierno de Trump, la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo y para desmentir y condenar la campaña mediática de Estados Unidos contra la cooperación médica cubana (CubaMinrex, 2021).

Por otra parte, con el propósito de mantener las raíces y tradiciones cubanas de los residentes en el exterior y como reconocimiento a su quehacer cultural, de conjunto con el MINCULT y otras instituciones culturales, se realizó el I Festival Virtual de Cultura “Cuba va conmigo”, en julio de 2021 con la participación de 88 artistas radicados en el exterior. Igualmente, se lanzó la convocatoria a un concurso infantil con el mismo título, que tuvo igualmente gran acogida.

Además, para continuar trabajando en la incorporación de los cubanos residentes en el exterior en el desarrollo económico-social del país, se trabajó en la organización del Panel de Oportunidades de Negocios e Inversiones para Cubanos Residentes en el Exterior que tuvo lugar el primero de diciembre, en el contexto del II Foro Empresarial Cuba 2021.

Intensificación y recrudecimiento de la política genocida de EE.UU.

Todo este accionar de la política exterior cubana, no estuvo ajeno a la ejecutoria injerencista y de boicot desde EE.UU. En la etapa de la COVID-19, el gobierno estadounidense reforzó la aplicación unilateral de medidas de coerción económica, dirigidas a recrudecer el bloqueo y, especialmente, afectar los ingresos en divisas y privar el suministro de combustible a Cuba.

En 2020, la política de Estados Unidos hacia Cuba estuvo marcada por la hostilidad y la retórica agresiva. El gobierno estadounidense reforzó la aplicación unilateral de medidas de coerción económica, dirigidas a recrudecer el bloqueo, con nuevas acciones, incluidas medidas unilaterales y de carácter extraterritorial contra Cuba. De ellas, 40 fueron adoptadas en el contexto de la pandemia. La actividad económico-comercial y el interés en el mercado cubano, se vieron sensiblemente afectados por el efecto disuasivo de las medidas implementadas por Estados Unidos y la aplicación de la Ley Helms-Burton. Todo ello, agudizó las privaciones y el desabastecimiento de alimentos, medicinas y todo tipo de insumos en la población cubana. Dichas medidas tuvieron incidencia, incluso, en los esfuerzos por desarrollar medicamentos, vacunas y equipamientos para enfrentar la COVID-19.

En este sentido, durante esta etapa el país no pudo acceder a más de una treintena de equipos e insumos relacionados con la producción de sus candidatos vacunales contra la COVID-19 por los obstáculos para el acceso a tecnologías con más de un 10% de componentes norteamericanos. Se intensificó la persecución financiera a las transacciones bancarias provenientes de Cuba, lo que dificultó el pago y la adquisición de insumos, así como también la ejecución de donaciones. Por ello, empresas como Sartorious, Merck y Cytiva se negaron a continuar sus relaciones con la Isla como habituales proveedores de material de laboratorio, reactivos e insumos, lo que obligó a recurrir a intermediarios con un incremento de los precios del 50 al 65 por ciento (Revista Cubana de Medicina Militar, 2023).

La escasez se hizo sentir también en la producción de medicamentos y otros insumos incluidos en el protocolo cubano de enfrentamiento a la COVID-19, a pesar de lo cual el país desarrolló varios compuestos con probada efectividad en la atención a pacientes infectados con el SARS-CoV-2, entre ellos el Itolizumab, que también obtuvo el autorizo de uso de emergencia en la India.

Una situación similar ocurrió cuando en el momento pico de infectados por la enfermedad, se hizo necesaria la adquisición de respiradores mecánicos, considerados imprescindibles para el tratamiento a pacientes graves. Dichos equipos no pudieron comprarse en entidades europeas que fueron adquiridas por la compañía estadounidense Vyaire Medical Inc.; las que, además, tuvieron que suspender su relación comercial con La Habana por las políticas restrictivas impuestas desde Washington.

Asimismo, en abril de 2020, las compañías estadounidenses se negaron a transportar a Cuba un donativo con respiradores pulmonares proveniente de China, para lo que hicieron referencia a la ley Helms-Burton. En ese propio año el Departamento de Transporte denegó, por indicación del Departamento de Estado, una solicitud de las aerolíneas IBC Airways, Inc. y Skyway Enterprises Inc. para operar vuelos a Cuba con carga humanitaria.

Además, fueron estos los meses en los que se eliminaron los principales canales para la tramitación de remesas, se suspendió el programa de reunificación familiar y cesaron los servicios consulares en La Habana, además, se limitaron los vuelos entre ambos países (CubavsBloqueo, 2022).

Esas acciones abiertamente perjudiciales se combinaron con estrategias propias de la guerra no convencional y el incremento de medidas coercitivas unilaterales que recrudecieron el cerco en momentos de crisis económica global para incrementar las penurias y dificultades en el pueblo cubano. La subversión y las campañas de difamación continuaron siendo herramientas principales de la política hostil de Washington contra Cuba. Se desarrolló, además, en un contexto de incremento de las presiones de Estados Unidos, una intensa campaña contra nuestra cooperación médica, que incluyó acciones contra la presencia de brigadas cubanas en diversos países, sobre todo de América Latina y el Caribe.

A todo esto, se sumó la campaña mediática de descrédito hacia el gobierno en el enfrentamiento a la enfermedad, y se alentaron campañas llamando a la violencia en las calles y denigrando el sistema de salud, cuando transcurrían los días de mayor cantidad de contagios. Así, mientras se recrudecía el bloqueo y se impedía la entrada de insumos y recursos al país, se organizaron operaciones como SOS Matanzas y luego SOS Cuba para incitar a la desobediencia social. Como se recordará, dicha manipulación a través de los medios digitales y las redes sociales, de conjunto con el recrudecimiento de las acciones del gobierno de Estados Unidos en este contexto, fue uno de los elementos conducentes a los sucesos del 11 de julio de 2021.

CONCLUSIONES

La política exterior de Cuba en las condiciones de la pandemia reforzó su activismo tradicional, adaptándose a las nuevas circunstancias, y diversificando aún más su alcance. Para ello, se utilizaron vías alternativas y no tradicionales que mantuvieron el contacto en momentos de aislamiento sanitario. Se destacó el componente solidario, de cooperación e internacionalista de esta, a la par que se mantuvo la defensa de las causas justas, como la palestina y la del pueblo saharaui ante la escalada de la situación en estos territorios. Resalta el envío de 57 brigadas médicas a más de 40 países y territorios, la producción conjunta de medicamentos y vacunas para enfrentar la enfermedad, la transferencia de tecnologías, la coaptación y asistencia técnica y la donación de medicinas a países con una situación complicada, como el caso de Haití y la República Árabe Saharaui Democrática.

En el ámbito bilateral, se mantuvieron los contactos y se trabajó por preservar el buen nivel de las relaciones bilaterales alrededor del orbe y los intercambios al más alto nivel. Destaca la ampliación de los vínculos con China, Rusia y Vietnam y el fortalecimiento de los lazos con la región de América Latina y el Caribe, fundamentalmente con Venezuela, Nicaragua y México. A la par se garantizó la inclusión del país en dos importantes foros económicos globales como lo son el Tratado de Amistad y Cooperación con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y la Unión Económica Euroasiática, esta última como estado observador.

A su vez, Cuba mantuvo su tradicional activismo en los foros regionales y multilaterales. Utilizando las plataformas digitales, Cuba estuvo presente en la gran mayoría de las reuniones convocadas por estas y mantuvo en alto sus reclamos y posiciones en estos foros internacionales. Un aspecto fundamental en esta etapa fue que a pesar de las medidas de aislamiento internacional, tanto en 2020 como en 2021 se llevó a cabo la votación la Resolución cubana contra el bloqueo impuesto por EE.UU., reafirmándose el abrumador apoyo de la comunidad internacional a la causa cubana.

Durante este periodo, se mantuvo a su vez la atención de Cuba a sus connacionales en el exterior. El cierre internacional de fronteras, condicionó que se emplearan grandes esfuerzos y recursos para garantizar el regreso de los cubanos varados en el mundo y se lograran traer al país las donaciones realizadas por las comunidades de cubanos residentes.

Todo esto se realizó con un gran esfuerzo del país y las instituciones a cargo de la política exterior, bajo las agresiones recrudecidas del bloqueo y el cerco de EE.UU., que utilizó el contexto de la pandemia como herramienta para incrementar su accionar contra Cuba y su Revolución.

No obstante, en medio de la adversidad, la pandemia ofreció una oportunidad a Cuba para demostrar nuevamente su política solidaria y desmentir las campañas negativas contra la cooperación médica cubana. Una vez más el país y su proyección solidaria se crecieron ante las dificultades, al punto incluso de tener presencia en varios países europeos que requirieron su ayuda. Además, la enfermedad continuó probando la valía de su sector científico y biotecnológico, que produjo medicamentos contra la COVID y tres vacunas y dos candidatos vacunales.

notas

1 La humanidad ha sufrido varias pandemias anteriores como la llamada Peste Negra en el siglo XIV que cobró la vida de entre 80 millones y 200 millones de personas en Europa, la Viruela que durante el siglo XX provocó alrededor de 300 millones de fallecidos, la Gripe Española que causó el deceso de 50 millones de personas y más recientemente el VIH/Sida, que desde su surgimiento en la década del 80 del siglo pasado se estima ha causado la muerte de más de 30 millones de personas (Garay, 2020).

2 En agosto de 2020, seis países de América Latina encabezaron las estadísticas de los contagios a nivel mundial (Brasil, Perú, México, Colombia, Chile y Argentina). Brasil llego a encabezar las cifras de decesos y Perú por su parte llegó a tener una de las peores tasas de mortalidad per cápita del mundo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Banco Mundial. (2022). Informe sobre el desarrollo mundial 2022: Finanzas al servicio de la recuperación equitativa. Recuperado el 30 de noviembre de 2022, de Banco Mundial: https://www.bancomundial.org/es/publication/wdr2022/brief/chapter-1-introduction-the-economic-impacts-of-the-covid-19-crisis

Banco Mundial. (8 de junio de 2020). La COVID-19 (coronavirus) hunde a la economía mundial en la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Obtenido de Banco Mundial: https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2020/06/08/covid-19-to-plunge-global-economy-into-worst-recession-since-world-war-ii

Banco Mundial. (8 de junio de 2020). La COVID-19 (coronavirus) hunde a la economía mundial en la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Recuperado el 30 de noviembre de 2022, de Banco Mundial: https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2020/06/08/covid-19-to-plunge-global-economy-into-worst-recession-since-world-war-ii

Busso, A. (2020). Relaciones Internacionales en tiempos de pandemia.

CEPAL. (2022). Los impactos sociodemográficos de la COVID-19 en America Latina y el Caribe. Obtenido de CEPAL: https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/ee93d909-bcfa-4799-b04b-ff322e8b2ea7/content

CubaMinrex. (2021). Principales resultados de la Política Exterior cubana en 2020. Obtenido de CubaMinrex: https://misiones.cubaminrex.cu/sites/default/files/archivos/editorkenya/articulos/principales_resultados_de_la_politica_exterior_de_cuba_en_2020.pdf

CubaMinrex. (2022). Principales resultados de la Política Exterior cubana en 2021. Obtenido de CubaMinrex: https://cubaminrex.cu/es/principales-resultados-de-la-politica-exterior-cubana-en-2021

CubavsBloqueo. (2 de febrero de 2022). CubavsBloqueo. Obtenido de https://cubavsbloqueo.cu/en/node/822#:~:text=Desde%20la%20persecuci%C3%B3n%20financiera%20hasta,recrudecer%20el%20bloqueo%20contra%20Cuba

DW. (1 de abril de 2020). Cuba cierra totalmente sus fronteras. Obtenido de DW: https://www.dw.com/es/cuba-cierra-totalmente-sus-fronteras/a-52975507

G77. (12 de noviembre de 2020). STATEMENT BY H.E. MR. HUGH HILTON TODD, MINISTER FOR FOREIGN AFFAIRS AND INTERNATIONAL COOPERATION OF THE CO-OPERATIVE REPUBLIC OF GUYANA, AT THE FORTY-FOURTH ANNUAL MEETING OF MINISTERS FOR FOREIGN AFFAIRS OF THE GROUP OF 77 AND CHINA. Obtenido de https://www.g77.org/statement/getstatement.php?id=201112b

Garay, C. C. (26 de noviembre de 2020). Las cinco pandemias más letales de la historia de la humanidad. Obtenido de National Geographic: https://www.nationalgeographic.es/historia/2020/11/cinco-pandemias-mas-letales-de-historia-de-humanidad

Oviedo, E. (2021). Valoración de la cooperación Sur-Sur en seis países seleccionados de América Latina y el Caribe. Obtenido de CEPAL: https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/12d013a0-b586-4939-9121-6d3c7ebbea9f/content

Pastor, J. (2020). La crisis global, el nuevo papel del Estado y los posibles escenarios pos Covid - 19. CLIVATGE.

Reuters. (24 de julio de 2021). Russia sends COVID-19 aid to Cuba - defence ministry. Obtenido de Reuters: https://www.reuters.com/world/americas/russia-sends-covid-19-aid-cuba-defence-ministry-2021-07-24/

Revista Cubana de Medicina Militar. (2023). Impacto del bloqueo estadounidense sobre el sistema cubano de salud en la ultima decada. Obtenido de Revista Cubana de Medicina Militar: https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwj-zMyDrMqDAxUjFlkFHWTeCiEQFnoECBIQAQ&url=https%3A%2F%2Frevmedmilitar.sld.cu%2Findex.php%2Fmil%2Farticle%2Fview%2F2469%2F1736&usg=AOvVaw0HqulQ-BXSz6EBAbg9z3IO&opi=8997

Riordan, S. (2020). El Covid-19 y la digitalización de la diplomacia. En G. L. Gardini, El mundo antes y después del Covid-19 (págs. 42-46). Instituto Europeo de Estudios Internacionales.

Seis países latinoamericanos, entre los más afectados por el Covid-19. (25 de agosto de 2020). Obtenido de France 24: https://www.france24.com/es/20200825-seis-paises-america-latina-afectados-mundo-covid19

Sitio Oficial del Departamento de Seguridad Nacional España. (31 de enero de 2022). Coronavirus (COVID-19) - 31 de enero 2022. Obtenido de Sitio Oficial del Departamento de Seguridad Nacional España: https://www.dsn.gob.es/es/actualidad/sala-prensa/coronavirus-covid-19-31-enero-2022

WHO. (2024). Casos reportados de COVID-19. Obtenido de WHO: https://data.who.int/dashboards/covid19/cases?n=c

WHO. (2022). WHO Health Emergency Dashboard. Recuperado el 30 de noviembre de 2022, de https://covid19.who.int/

 

CONFLICTO DE INTERESES

La autora declara que no existen conflictos de intereses relacionado con el artículo.

AGRADECIMIENTOS

No aplica.

FINANCIACIÓN

No aplica.

PREPRINT

No publicado.

DERECHOS DE AUTOR

Los derechos de autor son mantenidos por los autores, quienes otorgan a la Revista Política Internacional los derechos exclusivos de primera publicación. Los autores podrán establecer acuerdos adicionales para la distribución no exclusiva de la versión del trabajo publicado en esta revista (por ejemplo, publicación en un repositorio institucional, en un sitio web personal, publicación de una traducción o como capítulo de un libro), con el reconocimiento de haber sido publicada primero en esta revista. En cuanto a los derechos de autor, la revista no cobra ningún tipo de cargo por el envío, el procesamiento o la publicación de los artículos.