Continuidad y cambios de la política exterior de Cuba hacia Japón (1959-2023)

Continuity and changes in Cuba's foreign policy toward Japan (1959-2023)

Lic. Jocelyne Cabañas González

Licenciada en Relaciones Internacionales. Especialista del Ministerio de Relaciones Exteriores, La Habana, Cuba.

jocelynecabanas@gmail.com 0000-0002-6578-9183

Cómo citar (APA, séptima edición): Cabañas González, J. (2024). Continuidad y cambios de la política exterior de Cuba hacia Japón (1959-2023). Política internacional,VI (Nro. 2), 145-154. https://doi.org/10.5281/zenodo.10858832

DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.10858832

 

Recibido: 4 de enero de 2024

Aprobado: 7 de febrero de 2024

 

RESUMEN A partir del triunfo de la Revolución, Cuba tuvo que diversificar la economía y promover la exportación de azúcar hacia otros mercados, encontrando en Japón un socio comercial importante. Una década más tarde Japón pasó a ser el segundo socio comercial de Cuba y los intercambios económicos alcanzaron su mejor época. Las relaciones entre ambos países han transitado por diferentes etapas, según las condiciones nacionales e internacionales de cada período. Desde la elección de Miguel Díaz-Canel Bermúdez como presidente de Cuba se han mantenido estables las relaciones bilaterales, centradas en la promoción de los vínculos económico comerciales, el diálogo político bilateral y la concertación multilateral. En consonancia con los cambios internos de la Isla y el contexto internacional, la política exterior de Cuba hacia Japón tiene como prioridad la diversificación las relaciones, no solo en temas políticos y económicos, sino también culturales, académicos, deportivos, científicos; como parte de la política de resistencia creativa del presidente Díaz-Canel.

Palabras claves: cooperación, relaciones bilaterales, Cuba, Japón, política exterior

 

 

ABSTRACT After the triumph of the Revolution, Cuba had to diversify its economy and promote the export of sugar to other markets, finding in Japan an important commercial partner. A decade later, Japan became Cuba's second largest trading partner and both economic and political exchanges reached their best stage. Relations between the two countries have gone through different stages, according to the national and international conditions of each period. Since the election of Miguel Díaz-Canel Bermúdez as President of Cuba, bilateral relations have remained stable, focused on the promotion of economic and commercial relations, bilateral political dialogue and multilateral coordination. In line with the internal changes of the Island and the international context, Cuba's foreign policy towards Japan has as a priority the diversification of relations, not only in political and economic issues, but also cultural, academic, sports, scientific; as part of the policy of creative resistance of President Díaz-Canel.

Keywords: cooperation, bilateral relations, Cuba, Japan, foreign policy

 

 

INTRODUCCIÓN

La política exterior de Cuba hacia Asia ha estado dirigida al fortalecimiento del diálogo político, la diversificación y consolidación de los vínculos económicos, la solidaridad, la concertación y el apoyo mutuo en los foros internacionales; y la cooperación recíproca en áreas como la medicina, la educación y la transferencia de tecnología.

Como explica el investigador del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), Ruvislei González (2021), Asia es relevante para la política exterior cubana por ser la región con mayor dinamismo de la economía mundial, que influye directamente en los precios de la energía y los alimentos en general, y donde existen potenciales inversionistas que pueden acompañar el proceso de modernización del modelo económico y financiero cubano.

Cuba ha mantenido relaciones históricas con los países asiáticos, sus partidos, y sus pueblos. El gobierno cubano ha trazado una política exterior consecuente con estos gobiernos, al igual que una proyección externa apoyada desde diversos sectores de la sociedad cubana. En este sentido, también ha contado con el apoyo y pronunciamientos de estos países en foros internacionales en temas relevantes para la isla, como es el caso de las votaciones, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, contra el injusto bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos. Asimismo, en relación con otros temas globales de gran impacto para los países en vías de desarrollo.

La política exterior de Cuba hacia Japón tiene una amplia historia y especificidades, y no se circunscribe a los mismos principios que hacia otros países de la región, en especial hacia los socialismos asiáticos. Sin embargo, los vínculos con Japón han sido estables y no han estado determinados por terceros países. En este sentido, en 2023 el presidente Miguel Díaz-Canel expresó en reunión con Toshimitsu Motegi, secretario general del Partido Liberal Democrático (PLD) y ex canciller nipón: “Japón y Cuba han desarrollado en todos estos años una relación ejemplar y de respeto mutuo, de hablar con transparencia, que ha tenido el mérito de no depender de las presiones de terceros” (Cuba. Ministerio de Relaciones Exteriores, 2023).

El contexto internacional siempre cambiante impone determinados límites al desarrollo de los vínculos entre ambos países, desde el punto de vista político y estratégico, a pesar de las buenas relaciones económicas entre ellos. Estas limitantes han sido agravadas por la política injerencista de EE. UU, las medidas de recrudecimiento del bloqueo, unidas a una activa campaña de intimidación a empresas japonesas con intereses en los Estados Unidos.

En tal sentido, el presente artículo pretende analizar la continuidad y cambios en la política exterior de Cuba hacia Japón desde 1959 hasta el 2023, con especial énfasis durante la presidencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez (2018-actualidad).

DESARROLLO

Política exterior de Cuba hacia Japón desde el triunfo de la Revolución (1959) hasta el 2016

Las relaciones diplomáticas entre Cuba y Japón se establecieron en 1929, aunque los vínculos entre ambos países se remontan a más de cuatro siglos de historia1, a diferencia de otros países de la región2. En 1941, el gobierno del partido auténtico cubano rompió relaciones con Tokio y le declaró la guerra, en alineación con la postura estadounidense. Luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, se restablecieron las relaciones y en 1957 se abrieron embajadas en las capitales.

En el propio año del triunfo de la revolución se iniciarían importantes intercambios políticos entre Cuba y Japón. Ernesto Che Guevara visitó varios países de Asia, y se entrevistó con algunos jefes de estado que posteriormente serían miembros del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL). En este periplo, el Che pasó por Japón y llegó hasta la ciudad de Hiroshima, donde 14 años antes EE.UU. había lanzado una de las dos bombas nucleares que devastarían al país.

Tras la imposición del bloqueo económico, comercial y financiero por parte de Estados Unidos, los socios comerciales de Cuba cambiaron significativamente. A partir de 1960, debido a la prohibición de importación de azúcar cubana hacia Estados Unidos, y en 1963 que comienzan a aplicarle a Cuba la “Ley de Comercio con el Enemigo”, el gobierno cubano implementó una serie de medidas dirigidas a diversificar la economía y promover la exportación de azúcar hacia otros mercados. A partir de ese momento, entre Cuba y Japón se desarrolló una intensa relación comercial dada la complementariedad de ambas economías.

Desde la década de los 60 hasta los 70, la importación de azúcar cubana hacia Japón iba en aumento. En esa época, solo el 20% o 30% de azúcar que importaba Japón provenía de Cuba. A inicios de los 70, en tan solo tres años se triplicó el comercio entre ambos países3, convirtiéndose Japón en el primer importador de azúcar mundial y segundo socio comercial de Cuba, solo superado, en ese momento, por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (Tanaka, 2017).

En 1974, se fundó la Conferencia Económica Japón-Cuba (CEJC) con 23 grandes empresas, siete de los principales bancos del país y la Asociación de Refinadores de Azúcar. Esta perseguía beneficios económico-comerciales para ambos países, reactivando el financiamiento a través de instituciones estatales y privadas de Japón. Para su creación, se aprovechó la presencia en Japón del entonces viceministro cubano de Comercio Exterior, Ricardo Cabrisas, quien hasta hacía poco tiempo se había desempeñado como Embajador de la Isla en Tokio.

En las primeras décadas de la Revolución, Japón no solo fue receptor de azúcar, sino también de otros productos como el níquel, café, frutas tropicales frescas y en conservas. Además, el desarrollo económico de Cuba precisaba de Japón el suministro de infraestructura, equipamiento y tecnologías avanzadas. Asimismo, Cuba requirió de asistencia de expertos para el fomento de la naciente industria pesquera cubana, ya que también comenzaría a exportar productos del mar a Japón.

A partir de 1975, el gobierno cubano comenzó un programa intensivo de estudios de mercado y envío de delegaciones a Japón, complementados con las acciones llevadas a cabo por las principales compañías japonesas con el objetivo de incrementar las exportaciones a Cuba. Se destaca, por ejemplo, la adquisición de importantes insumos para la economía cubana que abarcaron desde materias primas, bienes de consumo hasta ómnibus Hino, equipos Komatsu y Kato, barcos, frigoríficos, y las dos principales unidades de la Termoeléctrica de Cienfuegos (Hitachi- Nissei Sangyo), entre otras.

Además de la fundación de la CEJC en el periodo, en el ámbito político la creación de la Liga Parlamentaria de Amistad Japón-Cuba dentro de la Dieta japonesa en 1976, fue otro hito relevante en el desarrollo de las relaciones bilateral, por su inestimable apoyo al desarrollo de las relaciones en sus diferentes etapas. Durante años, incluso en periodos en los que las relaciones diplomáticas no fueron especialmente activas, sus directivos desempeñaron un importante papel como facilitadores de las relaciones bilaterales.

A partir de la década de los 80, los renglones exportables hacia Japón variaron. Aunque el azúcar seguía concentrando el mayor por ciento de las exportaciones, el pescado y los mariscos comenzaron a tener un peso mayor. Este periodo de especial dinamismo económico estuvo caracterizado por el incremento del flujo de delegaciones en ambos sentidos. En septiembre de 1982, se produjo la primera visita de un canciller cubano a Japón, Isidoro Malmierca Peolli, quien viajó al frente de la delegación que asistió a los festejos por el aniversario 80 del reconocimiento mutuo entre los dos países, ocasión en la que fue recibido por el entonces primer ministro Zenko Suzuki y el canciller Yoshio Sakurauchi. En sentido inverso, también lo harían importantes delegaciones empresariales organizadas por la CEJC, las cuales fueron recibidas por Fidel Castro y otras altas autoridades del gobierno de la Isla.

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel, en reunión con Toshimitsu Motegi, secretario general del PLD, recordó cómo en los años 70 y 80 Japón tuvo una participación “muy directamente en todo un grupo de programas de desarrollo económico y social cubano”. En tal sentido, aseguró que ese hermano país es visto en Cuba “como un modelo de desarrollo que también es referente” (Cuba. Ministerio de Relaciones Exteriores, 2023).

Sin embargo, a mediados de los 80, nuevamente las relaciones económicas se verían afectadas por la situación financiera cubana, derivada a su vez del incumplimiento de los planes de entrega de azúcar en 1987 y 1988. Ello obligó a aplazar la exportación del crudo a Japón, unido a la depresión del precio internacional del producto y la disminución de la importación del azúcar cubano. Durante esos años se llevarían a cabo otros procesos de reprogramación de los pagos de la deuda existente, pero el deterioro de la capacidad financiera cubana a partir de 1989, a partir de la desaparición de la URSS y la desintegración del campo socialista, impidió al gobierno cubano cumplir con los compromisos contraídos. Un factor positivo para la continuidad de la relación bilateral en las próximas décadas, lo fue que, a pesar del incumplimiento por parte de Cuba de sus obligaciones financieras, las empresas acreedoras japonesas nunca llevaron a arbitraje a sus contrapartes cubanas.

En esta época de crisis económica, Cuba incrementó los intercambios de primer nivel con Japón. En 1989, el entonces vicepresidente José Ramón Fernández asistió a los funerales del Emperador Hirohito y se entrevistó con el entonces canciller nipón Sousuke Uno. Ese mismo año, viajó a Cuba el senador Antonio Inoki, quien fue recibido también por autoridades de la Isla.

A pesar del fuerte impacto para Cuba de la desintegración de la URSS y la desaparición de los socialismos europeos, desde la década de los 90 hasta la actualidad, Japón ha apoyado a Cuba en diversos campos de la cooperación económica, con tendencia al incremento de proyectos no solo técnicos, sino también de asistencia financiera no reembolsable, donación cultural y proyectos comunitarios para el desarrollo local. Paralelamente, se recalca la cooperación en la agricultura, mediante la capacitación y la transferencia de tecnología.

En los 90 las relaciones bilaterales mantuvieron su habitual dinamismo, con el incremento incluso de los contactos oficiales a todos los niveles. En 1990, el entonces ministro de cultura cubano, Armando Hart realizó una visita de trabajo a Tokio por invitación de la Cancillería nipona, y en 1999, se produce la primera visita de un titular de deportes cubano, el entonces presidente del INDER, Humberto Rodríguez. Estas visitas marcarían el inicio del fluido intercambio de delegaciones en estos sectores, la reciente contratación de peloteros cubanos por franquicias japonesas y el aumento del intercambio cultural.

En correspondencia con el alto nivel de las relaciones bilaterales y posterior a la primera visita de Fidel a Japón4, a partir de 1997, el país asiático vota a favor de la resolución presentada por Cuba ante la AGNU que denuncia el impacto del bloqueo de Estados Unidos, voto que Japón ha mantenido cada año hasta la actualidad.

En febrero del año 2000, se anunciaron dos importantes decisiones por parte de las autoridades niponas: la apertura de vuelos charters de aerolíneas japonesas hacia la Mayor de las Antillas y posteriormente, la decisión de restablecer el otorgamiento del seguro a corto plazo en apoyo a las exportaciones con destino a la Isla.

En 2003 se produce la segunda visita de Fidel a Japón, que al igual que la primera estuvo asociada a un importante periplo por la región asiática, en este caso para participar en la XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados en Kuala Lumpur, y la realización de visitas a Malasia, China y Vietnam. La decisión de incluir en esa ocasión la visita a la ciudad de Hiroshima hizo que adquiriera connotaciones aún más históricas que la anterior. En el museo de las víctimas de Hiroshima dejó escrito: "que jamás vuelva a ocurrir semejante barbarie".

Su alegato en defensa de la paz mundial, no expresaba la idea de un sueño deseable, sino la necesidad urgente de la humanidad para su supervivencia. El desarrollo y proliferación del armamento nuclear fue una preocupación que lo acompañaría hasta el último momento de su vida. En correspondencia con su visión pacifista y contra las armas nucleares, Fidel recibió al Barco de la Paz (Peace Boat) y a los hibakushas5 con mensajes de solidaridad, de justicia social, contra las guerras, por el desarme nuclear y el cuidado del medio ambiente. Esta ONG siempre ha luchado en contra del bloqueo a Cuba y se sumó a la campaña por la libertad de Los Cinco héroes cubanos.

Fidel en su segunda visita a Japón también se reunió con el entonces presidente de la CEJC, Tomoyoshi Kondo y representantes de las 50 empresas que integraban la Conferencia, que tan importante papel han jugado en el desarrollo de los intercambios económicos entre los dos países. Como resultado, el líder cubano ratificó la política del gobierno de cumplir estrictamente sus obligaciones con Japón, lo que propició la recuperación gradual de la confianza y credibilidad ante las compañías japonesas.

En los años subsiguientes, el flujo de visitas en ambos sentidos mantendría su dinamismo, incluyendo los ámbitos parlamentario, gubernamental y económico. En el 2009, en ocasión del aniversario 80 de las relaciones diplomáticas y el 35 aniversario de la creación de la CEJC, ambas partes desarrollaron disimiles actividades. En diciembre, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla visitaría oficialmente Japón para presidir la X Ronda de Diálogo Político entre ambas cancillerías, que brindaría importante impulso a las relaciones bilaterales.

Continuidad y cambios de la política exterior cubana hacia Japón a partir de las actuales transformaciones políticas y económicas en Cuba (2016-2023)

La versátil proyección externa de la Revolución ha sido posible por la voluntad política del Estado cubano y la creación de capacidades internas que han complementado las más diversas tareas. En ese espíritu se inscriben los documentos rectores de la actualización del modelo económico, político y social, aprobados fundamentalmente desde el 2016: los Lineamientos, la Conceptualización, el Plan Nacional de Desarrollo y en especial, la Constitución de la República de Cuba de 2019. En estos se reconocen las experiencias pasadas, las tendencias de la actual coyuntura internacional y la urgencia de transformar el socialismo como garantía de la continuidad de la Revolución.

En los títulos I y II de la Constitución de la República de Cuba de 2019 se recogen los fundamentos políticos y económicos de la nación. En el artículo 16 se establecen los principios de la política exterior cubana y "basa las relaciones internacionales en el ejercicio de la soberanía y los principios antimperialistas e internacionalistas, en función de los intereses del pueblo". Relativo a los fundamentos económicos, se reconocen varias formas de propiedad además de la estatal y se brindan "garantías a la inversión extranjera, como elemento importante para el desarrollo económico del país, sobre la base de la protección y el uso racional de los recursos humanos y naturales, así como del respeto a la soberanía e independencia nacionales". Esta apertura a nuevas formas de propiedad e inversión, como parte de los cambios económicos reflejados en la constitución atrae la inversión extranjera de nuevos países, y un aumento de los vínculos con empresarios.

En la lectura del Informe Central al 8vo. Congreso del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro resaltó que, en medio de las complejas circunstancias actuales, "se han continuado adoptando medidas en interés de incentivar la inversión extranjera, suprimiendo retrasos y obstáculos en su funcionamiento, que comprometen su aporte decisivo al desempeño de la economía nacional. Muestra de ello son los resultados alcanzados en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, que se erige en un importante polo de atracción de inversionistas extranjeros y nacionales, que disfrutan de impresionantes infraestructuras que no han dejado de ejecutarse a pesar de las medidas de reforzamiento del bloqueo desde Estados Unidos" (Castro, 2021).

El objetivo común de estos textos es perfeccionar el sistema, enfatizando en dos características esenciales: prosperidad y sostenibilidad. Teniendo en cuenta esa meta, la actual crisis debe enfocarse desde lo que el presidente Díaz-Canel ha denominado la “resistencia recreativa”.

De alguna manera, las ideas del Modelo reconocen la urgencia de las reformas estructurales, sin olvidar el adecuado equilibrio entre crecimiento económico y justicia social: “El incremento sostenible de la producción social y la riqueza es premisa material imprescindible para elevar gradualmente el nivel y calidad de vida, la realización plena del ser humano y sus proyectos individuales, familiares y colectivos, mediante una justa y equitativa distribución de la riqueza, avanzando en la erradicación de desigualdades ilegítimas” (PCC, 2021).

A partir de los cambios económicos y políticos internos, se propone dividir el análisis en tres subetapas: del 2016-2018 previo a la elección de Miguel Díaz-Canel como presidente, del 2018-2021 con la pandemia de la Covid-19 y el agravamiento de la situación económica cubana, y del 2021-2023 con la paulatina recuperación post-covid.

Las relaciones con Japón se reactivaron a partir del 2016, con el aumento de las delegaciones de primer nivel en ambos sentidos, el proceso de normalización de las relaciones con EE. UU, y la flexibilización de las medidas hacia Cuba influyeron en el aumento del interés hacia la Isla.

A pesar de las históricas relaciones entre ambos países, en 2016 fue la primera vez que un jefe de estado nipón visitara Cuba. La visita del primer ministro Shinzo Abe a la nación caribeña abrió un nuevo capítulo en el fortalecimiento de los vínculos diplomáticos entre los dos países, en particular en el ámbito económico-comercial, en un escenario de renovadas oportunidades y de redimensionamiento de la cooperación económica bilateral. El proceso de actualización del modelo económico cubano, la renegociación de la deuda de corto plazo con Japón y posteriormente el acuerdo alcanzado con los miembros del Club de París para la deuda de mediano y largo plazo, crearon mejores condiciones para incentivar la participación de las empresas niponas en la economía cubana.

Durante la visita del premier japonés se alcanzarían importantes acuerdos que abrieron una nueva etapa en los vínculos bilaterales. Los gobiernos de ambos países anunciaron un acuerdo para la restructuración de la deuda cubana y se creó un fondo para apoyar negocios e inversiones japonesas en Cuba. En esa ocasión, se firmó el acuerdo que oficializaba la entrega del primer donativo ofrecido por el gobierno japonés a través de la Asistencia Financiera No Reembolsable, en este caso destinado al suministro de tecnología médica de avanzada para el sistema hospitalario cubano.

De 2016 a 2018 se amplió y fortaleció el diálogo con todas las fuerzas políticas niponas. Destaca la visita a la isla en julio del 2016 del líder del Partido Komeito Natsuo Yamaguchi, ocasión en la que fue recibido por el entonces primer vicepresidente cubano Miguel Díaz-Canel. En ese mismo año visitó Japón el entonces miembro del Secretariado y jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista cubano, José R. Balaguer Cabrera, quien sostuvo intercambios con líderes de los principales partidos nipones, y con el entonces canciller Fumio Kishida, actual primer ministro.

Ese mismo espíritu de intercambios de alto nivel se mantendrían posteriormente con las celebraciones en 2018 del 120 aniversario de la migración japonesa a Cuba. El diputado y presidente de la Liga, Keiji Furuya, viajó a la isla encabezando una delegación multidisciplinaria para estos festejos y para la celebración de importantes reuniones en el ámbito político, económico, comercial y de cooperación, que fortalecieron aún más los lazos históricos entre ambos países. En la actualidad, el rol de la Liga trasciende el ámbito parlamentario y partidista, y ha sido soporte importante para la ampliación de la cooperación económica en nuevos sectores. Solo un año después, se celebraría también otro aniversario trascendental para ambos países, el 90 aniversario del establecimiento de las relaciones bilaterales con un amplio programa de actividades.

Las relaciones bilaterales experimentaron además un nuevo impulso en el ámbito de la cooperación, basadas en la voluntad política de ambos gobiernos de seguir fomentando los intercambios en áreas de interés común, con la identificación de nuevas modalidades y la ejecución actual y perspectiva de más de una decena de proyectos, todos ellos de enorme importancia para el desarrollo económico y social del país, así como la apertura por primera vez de la Oficina de la Agencia de Cooperación JICA en La Habana, inaugurada en febrero del 2018.

Por otra parte, entre 2018-2021, como consecuencia de los impactos de la pandemia de la Covid-19, hubo una disminución significativa, casi nula de intercambios políticos y comerciales entre ambos países.

A partir de 2021 con la recuperación paulatina post-covid, se retomaron los intercambios de alto nivel y el diálogo en foros internacionales. El Primer ministro cubano Manuel Marrero Cruz, participó en el funeral de estado del ex primer ministro Shinzo Abe en 2022, siendo el único jefe de gobierno latinoamericano y caribeño de los más de 700 visitantes. Durante su estancia en Japón intercambió con su homólogo nipón, empresarios, y miembros de la solidaridad con Cuba. Esta visita permitió retomar los intercambios de alto nivel entre ambos países y reafirmar la importancia que le otorga Cuba al país asiático.

Entre 2021-2023, se producen igualmente otras visitas importantes del MINSAP, MINCOM, MINTUR, MITRANS, Cámara de Comercio de Cuba, Biocubafarma, INDER y agrupaciones cubanas con presentaciones multitudinarias en grandes ciudades japonesas.

En 2023, también se retoman las visitas partidistas a Cuba. Como se mencionó anteriormente, Toshimitsu Motegi, secretario general del PLD (partido gobernante) se reunió con el presidente y primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel, retomando el diálogo político. Igualmente visitó la Isla, Hiroshige Seko, secretario general del PLD en la Cámara Alta junto a otros miembros de la Cámara de Consejeros del Parlamento, y sostuvo positivos intercambios con Roberto Morales Ojeda, Secretario de Organización del Comité Central del PCC y con Ana María Mari Machado, vicepresidenta de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado de la República de Cuba.

Además de las anteriores visitas a Cuba, igualmente se retomó el intercambio en temas económicos. Shigeki Dantani, presidente de la CEJC junto a otros empresarios nipones participaron en la Feria de La Habana (FIHAV) y se reunieron con autoridades gubernamentales, empresariales y del sistema bancario. Ambas partes se comprometieron en promover nuevas inversiones japonesas, a partir de los cambios de la política económica cubana.

Luego de casi cuatro años sin poder sostener diálogos políticos Inter cancillerías por las limitaciones de la pandemia, en 2023 se retomaron con sede en Tokio. Al frente de la delegación cubana, la viceministra de relaciones exteriores Josefina Vidal, como parte de una gira por Asia, intercambió temas de interés nacional e internacional con el director general de América Latina y el Caribe de la cancillería nipona, Yasushi Noguchi. Además de la agenda oficial de la Inter cancillería, intercambió con miembros de la Liga Parlamentaria de Amistad con Cuba para reactivar temas de concertación.

En el ámbito multilateral, el año 2023 fue activo para ambos países que han mantenido un diálogo constante en foros internacionales sobre temas como el cambio climático, la paz y la seguridad. Además, han trabajado juntos en proyectos de cooperación en áreas como la salud y la tecnología.

En 2023, ambos países ostentaron la presidencia de grupos de concertación política como el G-77+China y el G-7. Acerca de este tema el presidente Miguel Díaz-Canel destacó la importancia de “intercambiar y compartir opiniones de manera franca” (Cuba. Ministerio de Relaciones Exteriores, 2023).

En 2023, Japón y Cuba fueron electos para integrar el Consejo de Derechos Humanos en el periodo 2024-2026, importante organismo intergubernamental de las Naciones Unidas para fortalecer la promoción y protección de los derechos humanos, y formular recomendaciones sobre ellos. Ambos países fueron electos por sus aportes en este tema. Resalta, además, que Japón y Cuba intercambiaron sus respectivas candidaturas al consejo, evidenciando un alto nivel de diálogo y concertación.

Tanto para Japón como para Cuba resulta esencial aprovechar al máximo la actual coyuntura a fin de lograr que se continúen consolidando las relaciones en beneficio de ambos pueblos y gobiernos. La ampliación de los vínculos en otros sectores como la cultura, el deporte, la ciencia, y los intercambios académicos son también claves para la política exterior cubana y el desarrollo del país.

CONCLUSIONES

La política exterior cubana hacia Japón se ha mantenido estable a partir del triunfo de la Revolución, centrada en la promoción de las relaciones económico comerciales, el diálogo político bilateral y la concertación multilateral. Si bien ha transitado por diferentes etapas en correspondencia con las condiciones internas y del sistema internacional, los vínculos con Japón se han fortalecido en esta última etapa.

Igualmente se mantienen las históricas relaciones económico-comerciales, aunque no con el mismo nivel que en los años 70 cuando Japón fue el segundo socio comercial de Cuba, pero sí en términos de cooperación en el sector energético, transporte y salud.

Otro elemento de continuidad en la política exterior de Cuba hacia Japón ha sido la activa defensa de la paz internacional, el desarme y la no proliferación nuclear, tema de gran relevancia para el país asiático.

Cuba mantiene el diálogo con Japón en foros multilaterales relacionados con el cambio climático, la paz y la seguridad internacional, donde ambos países son activos. Además, mantienen fluido intercambio de candidaturas en organizaciones internacionales del sistema de las Naciones Unidas, y Japón ha mantenido su voto a favor de la resolución cubana que denuncia el impacto del bloqueo.

Desde la elección de Miguel Díaz-Canel Bermúdez como presidente de Cuba se ha mantenido el buen estado de las relaciones bilaterales, no determinadas por influencias de terceros países en temas de interés común. Asimismo, ha continuado un alto nivel de intercambio de delegaciones en ambos sentidos de importantes figuras del estado y del gobierno.

En el período objeto de estudio se ha trabajado para diversificar las relaciones con Japón, no solo en temas políticos y económicos, sino también en su proyección externa en sectores como el deporte, la cultura, y las relaciones de solidaridad con el pueblo japonés.

En los últimos años se ha reforzado la promoción de la diplomacia científica, los intercambios académicos y comerciales como parte de la política de resistencia creativa del gobierno cubano y la importancia que se le otorga a la tecnología, la ciencia y la innovación.

notas

1 En 1613 el samurái Hasekura Tsunenaga realizó una estancia de tres días en Cuba en su misión diplomática hacia España y la Santa Sede. En 1898, se registra la llegada a Cuba del primer japonés que se asentó en la Isla. A inicios del siglo XX comienzan las relaciones comerciales entre ambos países y para 1929 se establecen las relaciones diplomáticas.

2 Cuba estableció relaciones diplomáticas con países como China (1960), Corea del Norte (1960), Vietnam (1960), Cambodia (1960), siendo la Isla el primer país del hemisferio occidental en reconocer plenamente a estos gobiernos. Tiempo después en los 70, se establecieron lazos oficiales con un grupo importante de países asiáticos: Bangladesh, Afganistán, Maldivas, Malasia, Myanmar (antes Birmania) y Nepal.

3 La suma total del comercio de importación y exportación entre ambos países pasó de 255 millones 940 mil dólares en 1973 a 752 millones 150 mil dólares en 1975.

4 La primera vista de Fidel a Japón se produce en 1995 como escala técnica en su periplo por Asia, que se convirtió en visita oficial al intercambiar con importantes figuras niponas. Esta fue la primera vista de un jefe de estado y de gobierno cubano en la época revolucionaria a Japón.

5 Sobrevivientes de las bombas nucleares lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki.

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CONFLICTO DE INTERESES

La autora declara que no existen conflictos de intereses relacionado con el artículo.