EL MUNDO EN QUE VIVIMOS
Balance de las relaciones económicas entre China y Cuba: análisis del período 2018-2022
Balance on economic relationships between China and Cuba: Analysis 2018-2022 period
Dr. C. Mariano Bullón Méndez
Doctor en Ciencias Filosóficas. Investigador Titular. Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), La Habana, Cuba. mbullon87@gmail.com 0000-0002-5438-6258
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.8422653
Cómo citar (APA, séptima edición): Dr. C. Mariano Bullón Méndez. (2023). Balance de las relaciones económicas entre China y Cuba: análisis del período 2018-2022. Política internacional, V (No. 4/2023), 7–23. https://doi.org/10.5281/zenodo.8422653
RECIBIDO: 8 de agosto de 2023
APROBADO: 9 de septiembre de 2023
RESUMEN El presente estudio ofrece un análisis inédito sobre las relaciones entre China y Cuba en el periodo comprendido entre 2018 y 2022. El objetivo principal consiste en examinar los intereses de ambas partes, así como la dinámica de las relaciones económicas en áreas específicas como el comercio, las inversiones y la cooperación. Los resultados indican que, si bien los vínculos entre ambos países se han fortalecido en los últimos años, aún existen limitaciones que impiden su pleno desarrollo. Es necesario abordar estas deficiencias para que la relación bilateral pueda contribuir de manera más efectiva al cumplimiento del Plan de Desarrollo Económico y Social de Cuba para el 2030. En este sentido, se plantea la necesidad de fortalecer la cooperación y la inversión en áreas estratégicas para ambos países, a fin de maximizar su potencial y lograr beneficios mutuos.
Palabras clave: intereses de China en Cuba; intereses de Cuba en China; comercio bilateral; inversiones, y cooperación
ABSTRACT This study offers an unpublished analysis of China-Cuba relations in the period from 2018 to 2022. The main objective is to examine the interests of both parties, as well as the dynamics of economic relations in specific areas such as trade, investment and cooperation. The results indicate that, although ties between the two countries have strengthened in recent years, there are still limitations that impede their full development. These shortcomings need to be addressed so that the bilateral relationship can contribute more effectively to the fulfillment of Cuba's 2030 Economic and Social Development Plan. In this regard, there is a need to strengthen cooperation and investment in strategic areas for both countries, in order to maximize their potential and achieve mutual benefits.
Keywords: China's interests in Cuba; Cuba's interests in China; bilateral trade; investment and cooperation
INTRODUCCIÓN
El tema referido a las relaciones económicas entre la República Popular de China (en lo adelante China) y la República de Cuba (en lo adelante Cuba) resulta actual, importante y novedoso, dada la larga data de su existencia ininterrumpida (desde 1960 y hasta la actualidad), con períodos de altibajos, aunque siempre con tendencia al fortalecimiento, caracterizadas por su renovación constante (sobre todo a partir del 2018) y por su escaso tratamiento en la literatura revisada.
Vistos en orden cronológico, los principales autores que han tratado, de una manera u otra, la problemática de las relaciones económicas entre Cuba y China en los últimos 10 años, se pueden agrupar en los siguientes.1
Julio Díaz Vázquez, experto en el estudio de China y de las relaciones del gigante asiático con Cuba, con sus trabajos Apuntes sobre las relaciones China-Cuba, publicado en el Observatorio de la Economía y la Sociedad China, correspondiente al Número 9 de diciembre 2008 y China-Cuba: relaciones económicas 1960-2010, en Cuadernos de Trabajo del Centro de Estudios China-México (Cechimex), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el Número 6 de 2011, aunque ninguno de ellos trata por separado las tres esferas y no constan trabajos posteriores a esa última fecha de este importante autor.
El Académico de Mérito, Profesor chino Xu Shicheng, profundo conocedor y estudioso de Cuba, en su importante trabajo titulado China y Cuba: medio siglo de relaciones de amistad y cooperación, publicado en 2010, analiza con un enfoque histórico, la dinámica de las relaciones entre las dos economías durante ese período de tiempo de cincuenta años.
Más recientemente Abraham Jiménez Enoa, en su trabajo de 2019 bajo el título de China: el nuevo benefactor de Cuba, también aborda las relaciones entre las dos economías, aunque con un enfoque coyuntural.
David Alejandro Cruz Prada, con su interesante trabajo sobre Cooperación de China en América Latina en infraestructura: discursos, modalidades y conflictos socioambientales, publicado en Cuadernos de Trabajo del Cechimex, de la UNAM, en el Número 2, 2021, se centra como especifica el título en un enfoque político y solo en el asunto concerniente a los conflictos socioambientales.
Yosley Carrero, por su parte, entrevista al presidente de la Cámara de Comercio de Cuba, Antonio Carricarte, a tenor de la Feria Internacional de Importación y Exportación de China (CIIE), realizada en noviembre de 2022, evento de importación más importante del mundo; en ella se tratan los temas comerciales y en menor medida los relacionados con la cooperación.
Omar Everleny Pérez Villanueva, en su artículo Cuba-China: una relación necesaria, fechado en abril de 2022, hace un exhaustivo análisis de las relaciones entre Cuba y China en los últimos años, sus potencialidades y perspectivas futuras, donde no distingue explícitamente las tres esferas tratadas en este artículo.
De tal modo, las relaciones entre ambas economías serán estudiadas en tres acápites seleccionados: comercio, inversiones y cooperación, dando tratamiento a los aspectos más relevantes en cada uno de ellos, sustentado en los intereses de ambas partes y que garantiza el beneficio común para las mismas.
En consecuencia, el artículo constará del análisis de la evolución, cada uno en su acápite correspondiente, de los tres campos o sectores declarados (comercio, inversiones y cooperación), en el periodo que va desde 2018 hasta 2022.
A los efectos de la investigación, se ha elaborado la siguiente hipótesis de trabajo: los vínculos económicos entre China y Cuba han contribuido sustantivamente al desarrollo de la economía y sociedad cubanas, impulsando a lo largo del tiempo las relaciones diplomáticas, políticas y económicas entre las dos partes, proceso que se ha fortalecido más recientemente con la incorporación de Cuba a la Nueva Ruta de la Seda, a partir de finales de 2018.
El resultado esperado consiste en la creación de un documento de referencia para el estudio de los vínculos económicos, en los sectores señalados, entre China y Cuba, así como los impactos producidos en el transcurso del tiempo, haciendo énfasis en el periodo 2018-2022, siempre con el propósito implícito de mejorar la calidad de la información recopilada, procesada y analizada referida al tema en cuestión a tratar.
DESARROLLO
Principales intereses de China en Cuba
Cuba, por su condición de enclave geográfico situado en medio del Mar Caribe, su posición de llave del Golfo de México, sus relaciones actuales con prácticamente todos los países de la región de América Latina y el Caribe (ALC), sus vínculos comerciales y políticos con las principales economías, en una región con un mercado potencial de más de 600 millones de habitantes, con un puerto como el del Mariel (Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), desde 2014), a solo 45 kilómetros de la capital de la Isla, de gran calado actualmente, que permite el atraque de los buques postpanamax, constituye un enclave nada despreciable para China.
De modo que Cuba resulta importante para China no solo desde el punto de vista económico-comercial, por disponer de todo un conjunto de productos necesarios para la inmensa economía del gigante asiático: mariscos, moluscos, miel, azúcar y cítricos; otros como rones, café, cacao; también el imprescindible níquel (Cuba cuenta con una de las mayores reservas de este importante mineral y de cobalto a escala global), además de modernos productos de la industria médico-farmacéutica y la biotecnología, entre otros, sino también desde el punto de vista geopolítico, geoeconómico y geoestratégico.
A esto habría que añadir la trascendencia de Cuba para China en el ámbito político y diplomático, ambos en su condición de países socialistas, con partidos comunistas en el poder. Esto ha permitido la favorable coincidencia de posiciones en muy diversos y variados temas de la agenda internacional, incluido el referido al multilateralismo, demostrado por la trayectoria e influencia de Cuba en la región de ALC y en el marco de los países en desarrollo, tal como lo refleja la presidencia de Cuba del G77 + China durante el año 2023.
Principales intereses de Cuba en China
Para Cuba, China constituye un mercado enorme por su magnitud poblacional, que puede servir de destino seguro a un sin número de productos exportables, pero también, y, sobre todo, por la necesidad de importar desde esa procedencia.
Cabe destacar, además, el potencial turístico que podría representar China con una población de más de 1 400 millones de habitantes e importante emisor de turismo internacional, los posibles beneficios de la incorporación de la economía cubana a la BRI en 2018, y la importancia histórica que representa para la Isla acceder a los créditos oficiales de China.
Por otra parte, destacan los vínculos históricos y políticos que desde 1960 han existido entre las dos naciones, y que se han mantenido en el tiempo. Muestra de ello son los ininterrumpidos intercambios y visitas de alto nivel, de ambas partes, a lo largo de más de 60 años, y más recientemente las visitas de alto nivel realizadas por las máximas autoridades cubanas a China en el periodo de estudio.
Es significativo, sin embargo, como a pesar de ello las relaciones económicas, comerciales y de inversión en ningún momento han alcanzado el mismo nivel que las relaciones políticas, contrastando con otros países en la región de ALC, donde la actividad tanto de inversión como comercial de China son mucho mayores, aun cuando el nivel de las relaciones políticas es mucho menor.
China puede proveer los necesarios bienes de capital, disímiles bienes de consumo, las imprescindibles transferencias tecnológicas, los medios de cómputo y de televisión digital; los capitales e inversiones en infraestructura productiva y vial, además de la tecnología para la aplicación de las necesarias fuentes renovables de energía (FRE) y los medios de transporte, tanto urbano como interprovincial.
Sin estos vitales insumos, al día de hoy, sería aún más difícil el buen funcionamiento de la economía cubana, en medio de la compleja situación internacional, la débil expansión de la economía y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, principal obstáculo para el desarrollo y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y que entorpece el comercio, dificulta la toma de créditos, impide las trasferencias financieras, al tiempo que frena las inversiones extranjeras directas (IED) en Cuba, cualquiera que sea su procedencia, a la vez que priva al país de su mercado natural, el más grande del mundo, a solo 90 millas de las costas cubanas.
Dinámica del comercio bilateral
El pasado 2022 se caracterizó por un conjunto de complejas incertidumbres socioeconómicas, no solo por lo relacionado con la recuperación ante el COVID-19 a partir de 2021, sino también por los impactos en el comercio y los flujos de inversiones producidos por el conflicto ruso-ucraniano a partir de febrero de 2022 y las consecuentes rápidas oscilaciones en los costos de transporte del comercio internacional.
A esto se añade un tema de mayor relevancia. Se trata de la confrontación multidimensional entre Estados Unidos y China, que data desde 2017, inicialmente catalogada como una guerra comercial, pero que se extiende al campo de la tecnología y al desarrollo continuo de las capacidades bélicas bajo el lema de lo que Dussel Peters reconoce como ´la competencia entre grandes poderes´ (great power competition).
Bajo estas circunstancias, es lógico pensar que “los flujos de capital y de inversión extranjera directa (IED) no han estado exentos ante estos eventos globales” (Dussel Peters, 2023, 1).
Cuba, al ser parte de la región de ALC y del mundo, no escapa tampoco a esta compleja situación, por tanto, también ha sufrido las consecuencias de esos impactos negativos para los flujos de inversión, el comercio y la propia cooperación entre las economías.
Según la información aportada por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) de Cuba, los tres principales socios comerciales de Cuba en 2021 fueron China, Venezuela y España, que acaparan el 36% del comercio total de la Isla. En tanto, los tres principales proveedores de Cuba en el mismo año fueron: Venezuela, China y España. Los tres principales países receptores de productos cubanos en 2021 fueron: Canadá, China y España. En esta corta relación, y en todos los casos China ocupa el segundo lugar, lo que hace constar la importancia de China para el comercio exterior de Cuba (OEE, 2022).
En las siguientes tablas (Nro. 1 y Nro. 2), se puede apreciar el volumen del comercio bilateral de Cuba con relación a sus tres principales socios, en los últimos años, destacando en ambas direcciones los intercambios con China, país que se mantiene de manera estable en segundo lugar.
Tabla Nro. 1. Exportaciones de Cuba por países y años (tres principales destinos). En millones de dólares americanos.
Tabla Nro. 2. Importaciones de Cuba por países y años (tres principales proveedores). En millones de dólares americanos.
Mientras tanto, en la siguiente Tabla Nro. 3 se muestra el peso preponderante del comercio entre Cuba y China, en los últimos cinco años –según información disponible-, en relación con la totalidad del comercio de Cuba con la región asiática.
En la tabla se aprecian claramente dos elementos de interés: i. El peso determinante que tiene el comercio de Cuba con China, en relación con el comercio total con Asia en todos los años seleccionados. ii. La tendencia bajista en el peso del mismo, en particular en el lapso de los últimos cinco años, manteniendo el peso de alrededor de dos tercios del volumen intercambiado.
Otro elemento de interés a destacar, y que ha marcado las relaciones comerciales bilaterales China-Cuba, es el crónico y sostenido desbalance de la balanza comercial de bienes, favorable a China.
Por otra parte, el comercio entre las dos economías se caracteriza por ser el típico de países con importantes asimetrías en los niveles de desarrollo, con una marcada concentración de productos básicos o con poca elaboración en el caso de la parte cubana, con la honrosa excepción del sector biotecnológico.
Tabla Nro. 3. Comercio exterior de Cuba con Asia. 2017-2021. En miles de dólares.
Los datos referidos a las relaciones bilaterales en este campo reflejan que China se ha convertido en un importante socio comercial para Cuba, el más importante además en esa materia con Asia, aunque todavía se dispone de potencialidades aún no explotadas por ninguna de las dos partes, para incrementar los vínculos bilaterales en el futuro inmediato.
Según el prestigioso Académico de Mérito chino, Xu Shicheng, “China y Cuba poseen cierta complementariedad económica. Actualmente, el país asiático exporta principalmente a Cuba neveras, autobuses, trenes, artículos textiles y productos de industria ligera, e importa níquel, azúcar y tabaco” (Shicheng, 2010), situación que no ha cambiado mucho en los últimos 10-12 años, como se verá más adelante.
Cabe destacar, que “China pasó a ocupar el primer puesto como socio comercial de la isla desde 2017, año en que los dos países intercambiaron alrededor de US $ 1.800 millones en bienes. Cuba importó US $ 1.350 millones, principalmente productos eléctricos, y exportó US $ 379 millones, mayormente en azúcar crudo y níquel” (Jiménez Enoa, 2019).
Según el presidente de la Cámara de Comercio (CC) de la República de Cuba, Antonio Carricarte, los productos tradicionales han tenido un peso importante dentro del intercambio bilateral. Más recientemente se han incorporado las exportaciones de mariscos y otros productos, los que gozan de gran aceptación entre los consumidores chinos, quienes han ayudado a impulsar la demanda. En tal sentido, ha afirmado que “la República Popular China es un socio estratégico y juega un papel fundamental en la ejecución de nuestros planes de desarrollo económico y social” (Carrero, 2022).
Actualmente las relaciones económico-comerciales bilaterales entre China y Cuba se extienden a todos los sectores de la economía cubana, incluyendo las fuentes de energía renovables, el ahorro energético, los temas relacionados con el petróleo y sus derivados, entre otros. Según Pérez, “…se ha desarrollado un tipo de relación económico-comercial sustentada en la confluencia de sistemas políticos, pero bajo reglas de juego marcadas por las prácticas del comercio internacional” (Pérez, 2022).
Las estadísticas reflejan que las exportaciones cubanas con destino a China están compuestas, en su mayoría, por productos primarios: níquel, azúcar, mariscos, cítricos, chatarra, tabaco, aunque también incluyen productos de biotecnología y ron. China, en cambio, ofrece amplia variedad de exportaciones con destino a Cuba: locomotoras, autobuses, productos textiles, calzado, productos agrícolas y productos electrónicos, entre otros. Es visible, por tanto, que la estructura comercial de ambos países sigue manteniendo cierta complementariedad.
Desde finales de la década del 80 del pasado siglo, Cuba ha venido desarrollándose en el campo de la biotecnología, lo que le ha permitido producir sus propias vacunas contra la COVID-19. Hoy dispone de tres vacunas y dos candidatos vacunales avalados por los organismos nacionales de verificación.
Actualmente, el país dispone de una infraestructura diversa y variada, y de capacidades para la investigación biomédica, contando con miles de investigadores altamente calificados y con capacidad de transferencia hacia otros mercados de tecnología de avanzada en el sector biotecnológico. Entre ellos: el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, (CIGB), el Centro de Inmunología Molecular (CIM), el Centro de Neurociencias de Cuba, el Centro de Química Farmacéutica (CQF), el Instituto Finlay de Vacunas (IFV), el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), entre otros.
Esto permite que existan grandes potencialidades para ambas partes en materia de comercio de servicios médicos. Según Pérez, “China pretende explotar el desarrollo médico cubano, sobre todo en la rama de los biomedicamentos. Por ello varias empresas especializadas en la biofarmacéutica y las energías renovables han comenzado a asentarse en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM)” (Pérez, 2022).
De modo que, en la actualidad, China es el segundo socio comercial de Cuba, y Cuba es también el segundo socio comercial de China en la región del Caribe. Pudiera resaltarse, no obstante, que la significación del intercambio comercial para cada parte es muy diferente, pues si bien China representa una parte muy significativa de nuestro comercio exterior, Cuba no representa un volumen o actor comercial de gran significación para China.
Según fuente de la ONU, durante el año 2021 (como se muestra en la Tabla Nro. 4), el volumen comercial bilateral entre China y Cuba alcanzó una cifra total de 1 020 millones de dólares, lo que representó un aumento con relación al año anterior de un 7,2 por ciento. Las exportaciones de China con destino a Cuba alcanzaron los 576 millones de dólares, un aumento con relación al 2022 del 19,2 por ciento. En el primer trimestre de 2022, el volumen de importación de China desde Cuba creció un 18,1 por ciento interanual (United Nations, 2022).
En 2021, las principales exportaciones de Cuba a China incluyeron minerales, escorias y cenizas (153,1 millones de dólares), níquel y sus manufacturas (151,8 millones de dólares), azúcares y artículos de confitería (89,1 millones de dólares), pescados, crustáceos y moluscos (39,1 millones de dólares), tabaco y sucedáneos del tabaco manufacturados (5,2 millones de dólares).
En 2021, las principales exportaciones de China a Cuba incluyeron maquinaria y equipos eléctricos, grabadores y reproductores de sonido, imagen y reproductores de televisión y otros componentes (133,3 millones de dólares), maquinaria, aparatos mecánicos y reactores nucleares (103,6 millones de dólares), vehículos y accesorios (48,7 millones de dólares), productos farmacéuticos (28,8 millones de dólares) y hierro y acero (24,6 millones de dólares) (United Nations, 2022).
Ya en el segundo mes del año en curso, en febrero de 2023, China exportó 58 millones de dólares hacia Cuba e importó 19.4 millones de dólares desde Cuba, resultando en una balanza comercial positiva para el gigante asiático de 38.6 millones de dólares.
En la siguiente Tabla Nro. 4 se puede apreciar el comportamiento del comercio bilateral en el último año.
Entre febrero de 2022 y febrero de 2023 las exportaciones de China a Cuba han aumentado en 27.7 millones de dólares (91.5%) de 30.3 millones a 58 millones de dólares, mientras que las exportaciones desde Cuba disminuyeron en -11.5 millones de dólares (-37.3%) de 30.9 millones a 19.4 millones de dólares.
Tabla Nro. 4. Dinámica del comercio ente China y Cuba en el último año (febrero 2022-febrero 2023), en millones de dólares.
En ese mismo mes del año en curso, las principales exportaciones de China a Cuba fueron pesticidas (2.8 millones de dólares), calentadores eléctricos (1.69 millones de dólares), otra maquinaria de calefacción (1.6 millones de dólares), motocicletas y ciclos (1.58 millones de dólares), y neumáticos de caucho (1.54 millones de dólares). Mientras que, en ese mismo mes y año, las principales importaciones de China desde Cuba fueron mineral de zinc (15,3 millones de dólares), mena de níquel (15,3 millones de dólares), crustáceos (6,85 millones de dólares), metales preciosos (1,3 millones de dólares), y sales inorgánicas (234 000 dólares).
En el complejo contexto económico actual, Cuba se ha visto en la necesidad de recortar las importaciones, imponiendo el gobierno medidas de austeridad y pidiendo a las empresas estatales que pasen de una "mentalidad de importación a una de exportación".
Aún en esas complejas condiciones, ya descritas más arriba, las exportaciones cubanas a China han aumentado en los últimos cinco años, alcanzando su pico en los 492 millones de dólares en 2019, principalmente compuestas de azúcar y níquel. En contrapartida, y como se ha expresado más arriba, China envía una amplia gama de suministros a Cuba, desde maquinaria y equipos de transporte hasta materias primas, productos químicos y alimentos (Reuters, 2023).
La situación actual no es favorable, debido a las duras sanciones impuestas por Estados Unidos y a los impactos de la pandemia, que ha desarticulado el turismo, recortando los ingresos de divisas de Cuba, causando escasez, pérdida de empleos y una contracción económica del 11% en 2020. El Gobierno informó que los ingresos en divisas fueron solo el 55% de los previstos el año pasado, mientras que las importaciones cayeron entre el 30% y el 40% (Reuters, 2023).
Posterior a esa fecha, durante los años 2021 y 2022, ha habido una discreta recuperación económica, reanimación del comercio y expansión del turismo, aunque todavía distante de llegar a los niveles de pre-crisis anteriores al 2020.
Evolución de las inversiones
El Ministerio del Comercio Exterior e Inversión Extranjera (Mincex) es el organismo responsable de las actuaciones en materia de inversión extranjera en Cuba. Dentro del Mincex hay dos organismos a destacar: ProCuba, cuyo objetivo es la promoción de la Cartera de Proyectos de Inversión, y la Ventanilla Única (VUINEX), creada en 2020 para ser el primer contacto de los inversionistas extranjeros interesados en el mercado cubano.
Otro interlocutor en temas de inversión extranjera lo constituye la Oficina de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), responsable de cualquier proyecto de inversión extranjera que pretenda realizarse en la Zona, que fue inaugurada en 2014. La ZED Mariel también tiene una Ventanilla Única específica, a la que hay que hay que recurrir para presentar los proyectos. Cuba también dispone de una ley que regula las inversiones extrajeras. Se trata de la Ley 118/2014 (GOC, 2014)3, que reemplaza a la Ley 77/1995 (GOC, 1995), concebida con similar finalidad.
El propósito de la ley actual es incentivar las IED como una forma de financiamiento externo, necesario al desarrollo de la economía, para un país de escasos recursos, con ahorro interno insuficiente, sin convertibilidad de su moneda al exterior, y además bloqueado desde hace más de 60 años, con un costo económico promedio de alrededor de $5 000 millones de dólares al año, lo que se constituye en el principal obstáculo para el desarrollo del país y, obviamente, para alcanzar el cumplimiento de los ODS. La vigente Ley, que se ha actualizado y modernizado en un proceso continuo desde su entrada en vigor en 2014, adolece no obstante todavía de limitaciones que obstaculizan los negocios con cualquier país, en particular con China.
A esto se añade, que la agencia de calificación Moody’s, única que suele dar la calificación para el país4,5, evalúa el riesgo país de Cuba como Caa2 estable, lo que pone al país caribeño en la categoría de ´Riesgos Sustanciales´, séptima de las 10 categorías de dicha agencia (OEE, 2022).
En este contexto, una relación incompleta de los obstáculos existentes de mayor significación en este campo, aún por remover, pudiera incluir los siguientes: la demora inusual en el establecimiento de los negocios; la excesiva burocracia existente en cuanto al procesamiento y aprobación de las solicitudes de inversión extranjera por los organismos competentes; el ofrecimiento de una cartera de oportunidades predeterminadas, que no permite aceptar con facilidad una propuesta que quede fuera de la lista de prioridades; el alto costo de la fuerza de trabajo en Cuba; las prohibiciones de operar en dólares americanos hacia el exterior; las innumerables otras prohibiciones que impone la Ley Helms-Burton a los que se dispongan a comerciar con Cuba o quieran invertir en el país, sujetos a multas y otras sanciones muy onerosas, entre otros. Todos estos elementos lastran cualquier intento de invertir en territorio nacional de Cuba.
Aún en esas condiciones, el país dispone de un stock de inversiones extranjeras, entre las que se encuentran las realizadas por China. Según datos del Ministerio de Comercio de China (MOFCOM), los flujos de inversión china en Cuba alcanzaron los 11,4 millones de dólares durante el año 2020, mientras que el stock total de inversión directa china alcanzó los 140 millones de dólares.
Las cifras ilustran el muy bajo nivel de los flujos, en particular si se tiene en cuenta el gran potencial que representa China y las inversiones en mucha mayor cuantía que ha realizado en países de toda la región de ALC, donde destacan grandes desembolsos en materia de infraestructura, sector energético, turismo y comunicaciones, entre otros ámbitos.
Ese mismo año, las empresas con inversión china firmaron 37 nuevos proyectos con Cuba por un valor total de los nuevos contratos de 314 millones de dólares y un volumen de negocios completado de 142 millones de dólares. A esto se añade que, a finales de 2020, había un total de 383 trabajadores chinos trabajando en Cuba.
Como oportunidades en el campo de las IED, también se presentan la vinculación de la inversión extranjera con los territorios, a tono con las políticas públicas de desarrollo local adoptadas; el fomento de la investigación e innovación tecnológica en diversos sectores; la conexión con el Plan de Desarrollo Económico y Social 2030 (PANDES 2030) y con la correspondiente estrategia económica y social trazada por los dos últimos congresos del Partido Comunista de Cuba (PCC)6; y la simplificación y reducción del tiempo en los trámites.
Sobre este último aspecto, destaca la reciente creación de la Ventanilla Única de Inversión Extranjera (VUINEX), ya mencionada, la cual permitirá realizar trámites de manera virtual y expedita, sin la presentación de los documentos en papel.
La agregada económico-comercial de Cuba en Pekín, Yohanelys Savigne ha destacado las principales novedades, modificaciones y cambios en las políticas para la inversión extranjera en Cuba, incluyendo las oportunidades de negocios de la cartera de proyectos 2020-20217. La funcionaria hizo referencia a los atributos de Cuba para crear un ambiente favorable a los inversionistas, entre ellas la estabilidad política, social y jurídica; la mano de obra altamente calificada; la ubicación geográfica privilegiada de Cuba; los incentivos tributarios y fiscales; así como los acuerdos que mantiene Cuba con los países de la región (Mincex, 2020).
Como antecedente, cabe destacar que en el desarrollo de las telecomunicaciones en Cuba han sido importantes los aportes chinos. El cable submarino ALBA-1, que une la arquitectura de telecomunicaciones de la Isla con Sudamérica, fue financiado y construido parcialmente por China en unión con la firma francesa ALCATEL.
A esto habría que añadir que, en 2000, el gobierno cubano firmó un contrato con Huawei para instalar cables de fibra óptica. Compañías chinas han consolidado el papel que desempeñan en suministrar a Cuba puntos de acceso, teléfonos y otras infraestructuras, que han contribuido a mejorar la calidad de vida de la población, a la cual se han extendido los servicios de telefonía fija y móvil.
Sin embargo, Cuba no dispone aún de la totalidad de las instituciones necesarias para atraer suficiente inversión extranjera de las compañías multinacionales, incluyendo las de China. Es una de las razones por las que no resulta factible esperar mayor inversión de capital chino en el corto plazo.
Mientras tanto, China utiliza las mismas instituciones y mecanismos que se emplean en las economías de mercado para facilitar sus inversiones en el resto del mundo, incluyendo la creación en el país receptor de sociedades anónimas y sociedades de responsabilidad limitada cuyos únicos accionistas son empresas chinas, algo inexistente en Cuba a la fecha.
Cabe señalar que en fecha anterior al año 2017, ya en enero de 2015, la empresa estatal China Communications Construction Company Limited (CCCC) había obtenido el contrato para modernizar el puerto de Santiago de Cuba, que es la principal instalación marítima de la parte oriental de la Isla, y el segundo puerto más grande del país después del de Mariel, cerca de La Habana. Se trata del primer proyecto cubano de infraestructuras financiado por una empresa china. El gobierno chino apoyó este proyecto dotado de un muelle polivalente, con un valor contractual total de 120 millones de dólares. La construcción finalizó en junio de 2019 y se encuentra actualmente en explotación.
Por otra parte, en materia de energía y recursos naturales, y debido a su tamaño relativamente pequeño en su geografía y a sus limitados recursos naturales, Cuba va a seguir dependiendo de las importaciones para satisfacer sus necesidades energéticas. Por ello, colabora activamente con otros países para ayudar a satisfacer las mismas, tanto a través del comercio internacional como mediante la expansión de proyectos energéticos en el país.
En este sector, China y Cuba llevan muchos años colaborando en proyectos energéticos.
Las empresas chinas han invertido en la industria energética de Cuba durante muchos años. Great Wall Drilling, una filial de China National Petroleum Corp. (CNPC), ha estado activa en el país desde 2005, por espacio de casi 20 años, y es una contratista clave para la perforación de los pozos de petróleo en Cuba.8 Esta compañía de perforación petrolera ha ayudado a la Empresa cubana de Petróleos (Cupet) a encontrar yacimientos en aguas someras, una tarea que, sin la tecnología y experticia china, era antes imposible para los cubanos (Jiménez Enoa, 2019).
Para garantizar su seguridad energética, Cuba también está tratando de aumentar la proporción de fuentes renovables energías en su cuota de generación de energía eléctrica, estableciendo el objetivo del 24% para 20309. Es probable que China y sus empresas desempeñen un papel importante en la transición energética de Cuba, con varios proyectos de energías renovables ya en marcha, teniendo en cuenta además el liderazgo del país asiático en el sector de las tecnologías renovables a nivel global.10
Tabla Nro. 5. Proyectos suscritos entre China continental y Cuba (período 2017-2021)
En ese entorno, y como parte del proyecto de cambio de la matriz energética, ya en 2019, comenzó la construcción del proyecto Mariel Solar, una empresa conjunta de energía fotovoltaica entre la filial de Shanghai Electric, SE Energy Investment, y la empresa británica Hive Energy. Según los informes, el parque solar de 62 MW, con sede en la ZEDM, se conectó con éxito a la red para la generación de energía en 2021.
En cuanto al sector de la minería, y a pesar de sus recursos naturales relativamente limitados, algo señalado arriba, Cuba posee importantes reservas de minerales como el níquel, el cobalto y el cromo, muy demandados en China. Por ello, las empresas mineras chinas, como China Minmetals Corp., están presentes en la Isla.
En este campo, China y Cuba han firmado dos tratados bilaterales para facilitar la inversión y el intercambio comercial entre ambos países. Se trata de un tratado bilateral de inversiones (TBI) y un tratado para evitar la doble imposición (DTA, por sus siglas en inglés) (Dezan Shira & Associates, 2022).
Un breve balance sobre las inversiones de Cuba en China indicaría, que estas son pocas, sin embargo, destacan en sectores de tecnología de punta, como el biotecnológico y farmacéutico, que incluyen transferencia de tecnología a China, así como en el turístico (hotel en Shanghái) y las filiales de franquicias cubanas en China, como las Casas del Habano, que aportan presencia de Cuba en un mercado que no es solo el chino, sino el de Asia, con su variado y enorme volumen poblacional.
Como consecuencia, el limitado flujo de inversiones chinas en Cuba, que han sido pocas, de bajo monto, y con poca diversificación continúa siendo una de las principales debilidades a nivel de relaciones bilaterales entre las dos partes, lo que no se corresponde con los niveles alcanzados en otros ámbitos del relacionamiento. Por tanto, lograr atraer la inversión china y que esta se corresponda con los intereses nacionales continúa siendo para La Habana uno de los principales desafíos en sus relaciones bilaterales con Pekín (Pérez, 2022).
En este sentido, un importante tema que incide sobre la relación comercial y de inversión entre China y Cuba es lo relativo al endeudamiento de las empresas cubanas con empresas chinas y los impagos existentes, lo cual ha contribuido a desestimular en los últimos años un mayor acercamiento a Cuba por parte del empresariado del país asiático. Estas empresas, por otra parte, tienen un proceso de toma de decisiones independiente del gobierno chino, quien no tiene competencias para actuar sobre estas. A futuro, es necesario resolver la problemática del endeudamiento y los impagos pendientes a fin de poder estimular un mayor interés y flujo de inversiones provenientes de China hacia el mercado cubano.
Los asuntos relacionados con la cooperación
A fines del año 2018, China y Cuba firman un memorando de entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) para avanzar en el desarrollo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés). Tres años después, debido a la lentitud en la firma del plan, el presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR) de China y el viceprimer ministro de Cuba firman un plan para promover conjuntamente la construcción de la BRI, dejando aún más clara la dirección y las áreas clave de la cooperación.
Dentro de la BRI, la "Ruta de la Seda de la Salud" y la creación de la "Ruta de la Seda Digital" son muy prometedoras para ambos países. Estos dos sectores de cooperación bilateral abarcan una amplia gama de industrias, como la electrónica, la textil, la energía, la agricultura, la información, la ingeniería genética, la medicina y la salud.
La transformación verde y digital son otros dos importantes campos de cooperación para China y Cuba, teniendo en cuenta los esfuerzos de ambos países por lograr un desarrollo sostenible, a tono con los ODS.
La BREP, que promueve la cooperación en el sector energético y que beneficia a ambas partes, ayuda a las naciones a resolver problemas asociados con el desarrollo energético, lograr el desarrollo y la prosperidad comunes, y contribuye positivamente a la creación de una comunidad mundial de destino común con un "futuro compartido para la humanidad", una suerte de globalización con enfoque chino, basado en el multilateralismo y el principio de “ganar-ganar” y no en el unilateral de “suma cero”.
Desde entonces, los dos países han firmado varios acuerdos en materia de construcción y energía, con el objetivo de generar un impulso para la cooperación continuada entre China y América Latina utilizando las fortalezas complementarias de ambas partes (United Nations, 2023),
Otros variados proyectos de cooperación han sido firmados entre ambos gobiernos y ya están en curso. Entre ellos: el tránsito de la televisión analógica a la digital y la ampliación de la banda ancha móvil que desarrolla la empresa de telecomunicaciones Huawei. También, desde el verano de 2018, trenes chinos llegaron desde Beijing como donaciones para solventar la difícil situación del transporte interprovincial en la Isla.
Por otra parte, Cuba y China suscribieron en marzo de 2021 un MoU dirigido a fortalecer el turismo a través de programas académicos, investigaciones y capacitación de personal, según confirmó el embajador de la Isla en la nación asiática, Carlos Miguel Pereira: "Nuevo convenio consolida cooperación turística entre China y Cuba", subrayó el diplomático cubano en su cuenta de Twitter.
Este memorando tendrá validez por cinco años, con posibilidad de prorrogarse, y contempla un impulso a la mercadotecnia, el desarrollo de productos atractivos, y también un plan para las investigaciones bilaterales, según un despacho de la agencia cubana Prensa Latina. A su vez, el acuerdo respalda: la celebración de reuniones y seminarios; el intercambio de personal; actividades de promoción; el diseño de programas de formación a trabajadores de la industria turística.
Asimismo, el turoperador cubano Havanatur planea abrir su primera oficina de representación en Shanghái, con una oferta que integrará productos, paquetes y otras actividades que permitan atraer el turismo de China hacia Cuba (Sputnik, 2021).
Actualmente, entre los negocios en operación en Cuba con China se encuentran los siguientes, en diferentes sectores. En agricultura: cultivo y comercialización de arroz; industria ligera: calzado, confecciones; comunicaciones: modernización de las telecomunicaciones y la industria electrónica; turismo: hoteles; industria médico-farmacéutica y biotecnología: producciones de anticuerpos monoclonales y de interferón, comercialización de medicamentos y materias primas y en el campo de los servicios de salud de alto valor agregado: la atención oftalmológica (Pérez, 2022).
Otra área importante de cooperación entre Cuba y China es el turismo. Se trata de una asociación natural. El turismo representa alrededor del 10 por ciento del PIB de la economía cubana, alcanzando un total de 12.160 millones de dólares de ingreso bruto en 2019, antes de la pandemia. Mientras tanto –también antes de la pandemia- China era una de las principales fuentes de turistas internacionales del mundo, con un total de 155 millones de turistas como emisores en 2019.
El grupo chino Trip.com, una agencia de viajes en línea líder en China, también firmó un MoU con el Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur) en 2019, y en 2021 recibió al Cónsul General de Cuba en Shanghái, ciudad donde Cuba dispone de una oficina relacionada con esta actividad, para explorar oportunidades de promover a Cuba como destino turístico entre los consumidores chinos.
Las restricciones provocadas por la COVID-19 y los requisitos de cuarentena aplicados por China para los viajeros entrantes seguirán obstaculizando por un tiempo el turismo saliente a cualquier parte del mundo, incluida Cuba. Sin embargo, una vez que China decida levantar totalmente las restricciones -y lo ha ido haciendo gradualmente en los últimos meses- se espera ver una oleada de turistas chinos deseosos de volver a viajar por el mundo.
Dados los estrechos lazos forjados y cultivados entre ambos países y el legado de Cuba como destino turístico para los viajeros chinos, es de esperar que Cuba estará preparada para asimilar el turismo proveniente de China (Dezan Shira & Associates, 2022).
Cooperación en materia biofarmacéutica
En ciencia y tecnología, sector de interés mutuo, Cuba y China mantienen también interacciones de cooperación desde hace mucho tiempo. Ambos países establecieron una Comisión Mixta de Cooperación Científica y Técnica para evaluar y coordinar el cumplimiento de los programas de cooperación como resultado del Acuerdo de Cooperación Científica y Técnica entre los Gobiernos de la República de Cuba y la República Popular China, firmado en Beijing ya en el distante año de 1989.
La más reciente Comisión Mixta se celebró en 2019. Ambas partes tuvieron la oportunidad de repasar los logros alcanzados en las áreas de investigación del cerebro, biomedicina y otros esfuerzos de cooperación. En el acta final de la reunión se enumeraron las áreas clave de cooperación futura para fomentar y llevar a cabo debates en profundidad sobre cuestiones como la cooperación entre parques científicos, los intercambios de personal y el apoyo a la investigación colaborativa.
Un buen ejemplo de esta colaboración es el Proyecto de Cartografía Cerebral, llevado a cabo conjuntamente por Cuba, China y Canadá, que ha sido prorrogado otros tres años como resultado de sus innovadores resultados.
Según señaló el embajador de Cuba en Pekín, Carlos Miguel Pereira, también existe “la apuesta por reforzar la cooperación en la biotecnología y la salud, pues se añaden nuevas perspectivas a partir de la situación de la pandemia de la Covid-19” y se ha estructurado “el proyecto conjunto de la vacuna pancorona contra distintas mutaciones del coronavirus SARS-CoV-2” (Cubadebate, 2023).
Pereira destacó el hecho de que la reciente visita del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel a Pekín constituye el paso inicial para restablecer los contactos presenciales, que se esperan continúen a distintos niveles, pues las relaciones chino-cubanas abarcan casi todos los sectores económicos.
Asimismo, el Embajador cubano destacó la firma de varios documentos derivados de la visita del presidente Díaz-Canel, como el que oficializó recientemente la donación de 100 millones de dólares para la puesta en marcha de programas socioeconómicos en Cuba, que tributan al cumplimiento de los ODS (Cubadebate, 2023).
Cabe destacar que, durante las dos últimas décadas, la cooperación bilateral entre China y Cuba en las áreas de biotecnología y farmacia ha experimentado un desarrollo constante con resultados impresionantes.
Como antecedente, se puede constatar que el 22 de noviembre de 2004, ambas partes firmaron un MoU para reconocer el avance de su cooperación en este sector. Este memorando fue renovado en 2009 y ampliado cinco años después, durante la visita del presidente Xi Jinping a Cuba en julio de 2014.
Ya en 2019, el NDRC de China y el Consejo de Estado de Cuba organizaron conjuntamente la Décima Reunión del Grupo de Trabajo Conjunto sobre Biotecnología en La Habana. Se celebraron sesiones de trabajo en los sectores de industria y biotecnología, ciencia y tecnología, asuntos regulatorios, agricultura y salud.
En esa ocasión, el MoU entre BioCubaFarma (la organización cubana encargada de coordinar los esfuerzos nacionales en el sector biomédico) y el NDRC se prorrogó por otros cinco años. De los 100 proyectos de investigación y desarrollo en los que trabajaba la empresa en aquel momento, 20 de ellos se asignaron a homólogos chinos.
Como resultado de esta cooperación, tres empresas conjuntas: Biotech Pharmaceutical Co., Ltd. en Pekín, Changchun Heber Biological Technology Co., Ltd. en la provincia de Jilin, y Shandong Lukang Heber Co., Ltd. en la provincia de Shandong, aportaron contribuciones particulares en los campos de la salud humana y la agricultura.
Igualmente, como resultado de esos proyectos de cooperación, BioCubaFarma ha registrado hasta ahora cuatro productos en China: i. Nimotuzumab, un anticuerpo monoclonal humanizado de Biotech Pharmaceutical para el tratamiento del cáncer nasofaríngeo y otros tumores, que ha ayudado a más de 50 000 pacientes chinos y ahora busca la aprobación para otras dos indicaciones tumorales (cabeza y cuello y esófago); ii. Interferón recombinante humano Alfa 2B para el tratamiento de la hepatitis B y C, de Changchun Heber Biological Technology Co., Ltd.; iii. Ateromixol (conocido comúnmente como PPG) para la hipercolesterolemia, de Hubei China- Cuba Biopharmaceutical Co., Ltd., y iv. Aikexian, un biofertilizante de JV Shandong Lukang Heber Biotechnology Co., Ltd.
En la Nueva Zona de Alta Tecnología del Lago del Este, en Wuhan, hay también un complejo industrial Cuba-China para la producción de PPG y otros medicamentos propios de la medicina natural tradicional (MNT).
De forma similar, Cuba anunció el desarrollo conjunto del primer parque biotecnológico conjunto con China, que se construirá en Fangchenggang, en la provincia china de Guangxi, liderado por los esfuerzos conjuntos de BioCubaFarma y Guangxi Fukang. Se espera que el parque se convierta en un centro industrial experimental de investigación y obtención de medicamentos para China y toda la región de los países pertenecientes a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés), una zona en rápida expansión y con un mercado potencial nada despreciable.
Otro logro digno de mención es el Laboratorio Conjunto Cuba-China para la Investigación de Frontera en Neuroetología Traslacional de la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China (UESTC) en Chengdu, que lleva a cabo investigaciones sobre la detección precoz, la intervención y la rehabilitación de numerosas enfermedades neurodegenerativas y trastornos mentales.
CONCLUSIONES
Los vínculos entre China y Cuba, tanto en el campo del comercio como en materia de inversiones y cooperación bilateral, se han ido incrementado y fortalecido con el decursar del tiempo, en particular durante los últimos cinco años, sobre la base de lo construido en décadas anteriores.
El comercio entre China y Cuba padece de un déficit crónico para Cuba, caracterizado por una balanza de bienes con bajo nivel de elaboración por la parte cubana, con la excepción de la biotecnología y el sector farmacéutico. Esto se debe trabajar por compensar, sobre la base de la complementariedad existente entre ambas economías, añadiendo valor y diversificando las exportaciones hacia China por la parte cubana. Para que sea posible, se requiere la aplicación de la ciencia, tecnología y abundante financiación. China pudiera ayudar en estos dos rubros.
En el campo de las inversiones, Cuba cuenta con una importante presencia de China, aunque las regulaciones vigentes por la parte cubana, lastran en cierta medida las posibilidades de expansión de las inversiones chinas en importantes sectores de la economía cubana, determinantes tanto para el desarrollo económico y social del país, como para alcanzar los ODS.
Se trata de un sector priorizado para Cuba, con pocos resultados hasta el momento, y donde el estado de las relaciones políticas, en el comercio y la cooperación no se equipara a los montos de las inversiones chinas. Por otra parte, está muy alejado de los niveles y la diversificación de las inversiones de China en la región de ALC.
La cooperación entre las dos partes, es un acápite de importancia capital para el desarrollo local de Cuba, con proyectos puntuales que se deben incentivar y coordinar mejor, dando cumplimiento a los cronogramas de ejecución y con el estricto cumplimiento de las obligaciones financieras, sobre todo de la parte cubana.
De todo lo expresado en el trabajo, se deduce la importancia que están llamados a desempeñar los vínculos comerciales, financieros y de cooperación para el cumplimiento del Plan de Desarrollo Económico y Social 2030, en ejecución en territorio o nacional, en la compleja coyuntura actual, siempre con el apoyo de China.
notas
1 Existe otro grupo de autores cubanos que han estudiado China, aunque no específicamente en su relación bilateral con Cuba. También existen investigaciones y publicaciones de autores cubanos, que tratan sobre la Nueva Ruta de la Seda, conocida en inglés como Belt and Road Initiative (BRI), vista sobre todo desde China y en las cuales se menciona Cuba, aunque esta no suele constituir el objeto central de la investigación.
2 A la fecha (julio 2023) el Anuario Estadístico de Cuba 2022, Edición 2023 no ha sido publicado en su totalidad, sino por partes que hasta ahora no incluyen el sector externo.
3 En el Artículo 1.1 de esta Ley 118, se refrenda, que “tiene por objeto establecer el marco legal de la inversión extranjera en el territorio nacional sobre la base del respeto a la ley, la soberanía e independencia de la nación y el beneficio mutuo, para contribuir a nuestro desarrollo económico en función de una sociedad socialista próspera y sostenible.” (GOC, 2014,177)
4 Standar&Poors y Fitch no suelen dar habitualmente la calificación para Cuba.
5 Con la injusta inclusión de Cuba por parte de la administración Trump, en la unilateral Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo o que no apoyan suficientemente la lucha contra este flagelo, en enero de 2020, condición mantenida injusta e increíblemente por la actual Administración, esta condición se ha agravado. Esta circunstancia dificulta considerablemente el proceso inversionista en Cuba, para cualquiera que resulte interesado en ello.
6 Se trata del VI Congreso del PCC realizado en 2011, el VII Congreso celebrado en 2016 y el último de ellos, el VIII Congreso, que data del año 2021, donde se trazaron las estrategias de desarrollo económico y social del país, con sus ejes principales, prioridades y se adoptaron un conjunto de importantes lineamientos que guían el proceso de construcción del socialismo en Cuba.
7 Esta cartera se renueva anualmente y se suele ajustar sobre la marcha en el transcurso de cada año.
8 Cuba sólo cubre con su producción nacional de crudo alrededor del 40 por ciento de sus necesidades energéticas y está obligada, por razones económicas y medioambientales, a transformar su matriz energética, a lo cual ayuda la inversión y cooperación chinas en materia de energía.
9 Se trata de un proyecto sumamente costoso, que requiere de algo o más de 30 000 millones de dólares para su ejecución. En este momento está sin suficiente cobertura inversionista y parcialmente paralizado.
10 Una de las razones de su virtual detenimiento en algunos proyectos se debe a las dificultades confrontadas por Cuba para poder cumplir sus compromisos financieros con la parte China.
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CONFLICTO DE INTERESES
El autor declara que no existen conflictos de intereses relacionado con el artículo.