RELACIONES INTERNACIONALES
Raúl Roa y las batallas en la OEA. Un análisis de su comportamiento político desde una Ciencia Política con enfoque Sur1
Raúl Roa and the Battles in the OAS. An Analysis of his Political Behavior from a Political Science with Southern approach perspective
Dra. C. Ileana Capote Padrón
Doctora en Ciencias Políticas. Exvicerrectora Docente y Profesora Titular del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” y de la Universidad de la Habana. Cuba. ileanacapote@gmail.com
0000-0003-0955-5961
Recibido: 2 de mayo de 2022
Aprobado: 22 de julio de 2022
RESUMEN Se examinan, a través de varias de las épicas batallas libradas en la OEA, las contribuciones de Raúl Roa García desde la perspectiva de la Ciencia Política. Roa, desde su juventud, fue un profesional de vasta cultura y sólidos conocimientos de la historia, la filosofía y las ciencias sociales en general. Su condición de destacado docente universitario valida el amplio dominio que poseía, desde el punto de vista teórico, sobre cada una de estas especialidades. Su desempeño como Ministro de Relaciones Exteriores, tras el triunfo revolucionario, le permitió realizar análisis desde la apoyatura de estas esferas en los foros internacionales en los que intervino, a nombre de su pueblo. Roa, marxista de altos quilates, desde la más acabada organicidad, le insufló a dicha práctica el espíritu creador, que se nutría con las riquezas de las naciones del Sur como la nuestra.
Palabras claves: liderazgo, polémica, marxismo creador, visión política integral, conocimiento histórico
ABSTRACT Through several of the epic battles waged in the OAS, the contributions of Raúl Roa are examined from the perspective of Political Science. From his youth, Roa was a professional with a vast culture and solid knowledge of history, philosophy and the social sciences in general. His status as an outstanding university professor validates the broad theoretical mastery that he had on each of these specialties. His performance as Minister of Foreign Affairs after the revolutionary triumph allowed him to carry out analyses based on these spheres in the international forums in which he intervened on behalf of his people. Roa, a Marxist of the highest caliber, endowed this practice the creative spirit that was nourished by the richness of the nations of the South, such as ours.
Keywords: leadership, controversy, creative Marxism, comprehensive political vision, historical knowledge
INTRODUCCIÓN
Evaluar desde la teoría marxista leninista el papel que ejercen las grandes personalidades en la marcha de la historia y en especial de nuestro proceso histórico libertario, nos ofrece la presencia de figuras eminentes que representaron en cada etapa histórica los más profundos ideales del pueblo cubano. Reconocer el papel decisorio de las masas populares en los cambios históricos no significa en modo alguno desconocer el que desempeñan individualidades que en su papel de liderazgo orientan y encabezan los movimientos populares. El filósofo ruso Plejanov consideraba que “El gran hombre lo es no porque sus particularidades individuales les imprimen una fisonomía individual a los grandes acontecimientos históricos, sino porque está dotado de particularidades que hacen al individuo más capaz de servir a las grandes necesidades sociales de su época, surgidas bajo la influencia de causas generales y particulares. El gran hombre es, precisamente, un iniciador, porque ve más lejos que otros, y desea más fuertemente que otros”.
En la historia de Cuba se observa la acción de individualidades sobresalientes que supieron situarse en forma positiva para realizar las aspiraciones del pueblo cubano, desde la lucha contra el coloniaje español, donde emerge la obra y el ideario de José Martí. También frente a la república neocolonial, o mediatizada que manipuló según sus intereses el gobierno de Estados Unidos, surgieron hombres excepcionales que combatieron los gobiernos corruptos, las tiranías de Machado y Batista, que abrieron el camino que siguieron después, de modo ascendente, los jóvenes del centenario martiano hasta culminar con la conquista de la verdadera independencia bajo la dirección del comandante Fidel Castro, personalidad histórica y estratega mundial.
Roa forma parte de la constelación de combatientes aguerridos y abnegados que se enfrentaron de forma resuelta al imperio estadounidense, tuvo la oportunidad extraordinaria de representar a la Revolución triunfante en la palestra internacional y llegó a merecer el honroso calificativo de Canciller de la Dignidad que le otorgó de manera merecida por sus batallas diplomáticas, el pueblo cubano.
DESARROLLO
La práctica revolucionaria de Raúl Roa García, así como su pensamiento político están recogidos en mi tesis doctoral, donde se valida la elaboración de una teoría política autóctona en sus definiciones del imperialismo-antimperialismo y la democracia social. En la investigación se constató que Roa desde sus primeros escenarios políticos se dio a conocer por sus actos y por sus dichos, así como por su audacia y tenacidad de su pensamiento revolucionario como representante de la jornada más joven de la llamada “generación del 30”.
Para poder comprender el comportamiento político de Raúl Roa en las Batallas Diplomáticas de la OEA se hace necesario:
a) entender la polémica, como recurso que lo acompaña y que le permite asumir una postura anti dogmática, en escenarios plurales, es por ello que a pesar de ser un diplomático peliagudo y astuto es posible discernir que a pesar de su quehacer internacional se identifican en sus discursos como es el caso de la V Reunión de Consultas de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, efectuada en Santiago de Chile entre el 12 y el 18 de agosto de 1959 con vistas a analizar las “tensiones políticas” existentes en el Caribe, elementos que nos lleven a una interpretación de los hechos desde la convicción de una filosofía política y de un pensamiento político propio. En este sentido, para él la Revolución cubana “es una transformación cualitativa de la estructura general de la vida de un pueblo” (Roa, 1986: 198).
b) El concepto de la democracia, entendida como resultado de una Revolución como fuente de poder, y por ende el orden político en Cuba a partir de 1959 es producto de una Revolución y no producto de unas elecciones. Este concepto lo expone en su intervención de la Sexta reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas: “En Cuba quien manda hoy es el pueblo, y porque el pueblo manda, y el poder es solo el órgano que interpreta sus aspiraciones y necesidades, el Gobierno Revolucionario goza de la investidura plausible que lo legitima y consagra como efectivo y auténtico representante de la soberanía popular…. a este le incumbe, exclusivamente en el uso del inalienable derecho de autodeterminación, modelar sus formas de expresión política, económica social y cultural” (Roa, 1977: 12).
Por su parte dejó sentado en esta Sexta Reunión que “Cuba no es satélite efectivo ni ideológico de nadie. Cuba es hoy, gracias a la Revolución popular que ha conquistado el pleno ejercicio de la soberanía, un diminuto planeta que recorre su órbita histórica con absoluta independencia en sus movimientos de rotación traslación. De quien Cuba dejó de ser satélite para siempre desde el 1 de enero de 1959, es del Gobierno de Estados Unidos de América” (Roa, 1977: 22).
Es Roa un hombre de su tiempo y lo es en la medida en que trasmite su filosofía política pero también al decir de la Dra. Fung “podríamos considerar que Roa poseía una precisión flexible, necesaria para una dialéctica de la ciencia política, una inconmovible valoración ética de los procesos, un análisis profundo de la historia local, nacional y hemisférica y un sentir revolucionario acendrado, cuasi genético” (Fung, 2008: 166).
De esta forma objetiva en la VII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas, evalúa la situación internacional de la época cargada de enormes peligros y tensiones entre las grandes potencias, y desmonta magistralmente por esa capacidad de precisión flexible que “la introducción artificial de la Guerra Fría en nuestra América es muy anterior a esta declaración, y su responsabilidad incumbe exclusivamente, al Gobierno de Estados Unidos, que al pretender coartar la autodeterminación nacional del pueblo de Cuba dentro del tenso cuadro de sus divergencias con la URSS trasciende el ámbito hemisférico y pone en peligro la paz y la seguridad internacionales” (Roa, 1977b: 26).
En la búsqueda de una concepción propia acierta Roa en la metodología marxista y martiana, y el método histórico y dialéctico materialista constituyen los ejes que le permiten establecer los puntos cardinales de su análisis. No resulta extraño el contenido ético de sus postulados teóricos, lo que le permite establecer un diálogo polémico con sus interlocutores a través de su verbo erudito. De esta forma puede dar respuesta a las imputaciones que en la VI Reunión le censuraban su discurso con “influencia soviética”. Y acto seguido contrarresta dicha acusación utilizando a Martí, Bolívar, Benito Juárez entre los que podemos citar: “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miserias en nombre la libertad”. Por si alguno de esos titulados expertos latinoamericanos se apresura achacarle a Carlos Marx la paternidad de ese dictum, me permito aclararle que fue estampado por Simón Bolívar... “El respeto al derecho ajeno es la Paz” fue Benito Juárez y no Carlos Marx., el autor de esta lúcida advertencia” (Roa, 1977b: 27).
Su dominio profundo de la Filosofía Política y de la Historia de las Doctrinas Sociales como profesor titular de la Universidad de La Habana, le permite a través de su discurso disertar acerca de la filosofía griega en especial la Política de Aristóteles para distinguir la diferencia según el filósofo griego entre la rebelión y la Revolución de manera de establecer que “la Revolución que trajo el pueblo, del brazo de Fidel Castro, es tan cubana como la Sierra Maestra, tan americana como los andes y tan universal como los cimeros valores humanos que enmarca. No brotó de los textos de Rousseau, Jefferson o de Marx: se gestó durante un siglo, en las entrañas mismas del pueblo cubano, y corona, a la altura del tiempo, la trunca empresa de José Martí. De ahí los entronques con Bolívar y Juárez, y de ahí su porosidad a las nuevas corrientes de ideas y aspiraciones que alimentan el cuerpo vivo de la historia” (Roa, 1977b: 34).
Si algún científico de la política en Cuba constituye un antecedente válido para una Ciencia Política desde el Sur ese es Raúl Roa García; basta estudiar con detenimiento la intervención de Raúl Roa en la VII Reunión de Cancilleres, al explicar en 11 puntos el examen de los factores determinantes del atraso económico de Cuba y de la política económica de desarrollo emprendida por el Gobierno Revolucionario y un balance histórico de las relaciones comerciales de Cuba con Estados Unidos (Roa, 1977b: 35-38).
En esa misma dirección explica la naturaleza de la estructura del poder establecida por la Revolución cubana, la cual había sido calificada por el gobierno norteamericano como totalitaria.
CONCLUSIONES
La brillante exposición realizada por Roa desde la Ciencia Política permitió demostrar el carácter democrático del régimen político del Gobierno Revolucionario, expresó que: “El poder revolucionario cubano, en efecto, ha prescindido de la tradicional división de poderes: ejecutivo y legislativo y se funden en el Consejo de Ministros.... No fue previamente discutida por el Departamento de Estado, ni lleva la enmienda alguna del Congreso norteamericano. Expresa la libre y soberana voluntad del pueblo de Cuba” (Roa, 1977b: 48).
Merece su atención el análisis de la pluralidad de partidos y el derecho a la expresión de todas las opiniones, para validar la idea que estas por sí mismas garanticen la libertad y la democracia. En tal sentido apela a George Washington el cual declaró que “hay la opinión de que los partidos en un país libre, son frenos útiles para la administración del gobierno y sirven para mantener vivo el espíritu de la libertad. Dentro de ciertos límites, esto es probablemente cierto, pues en gobiernos de índole monárquica el patriotismo no puede mirar con indulgencia, sino con favor, al espíritu de partido. Pero en los gobiernos de carácter popular, en aquellos puramente electivos ese es un espíritu que no debe ser estimulado” (Roa, 1977b: 49).
El gobierno revolucionario designó a Roa como Embajador en la OEA. Poco después es nombrado ministro de Estado el 11 de junio de 1959, el cual pasa a ser Ministerio de Relaciones Exteriores el 23 de diciembre de 1959. Su voz sería la voz de la Revolución. Su aguerrida oratoria rompe con la pretendida formalidad del mundo diplomático.
Nadie discutiría a Roa la condición de cientista político, ya que se inscribe en el privilegiar el comportamiento político en el análisis; pero a diferencia de la Ciencia Política Occidental, toma en cuenta la ética —en su caso, la de Martí— y la historia del problema en cuestión, por lo cual, se distancia del positivismo y neopositivismo epistemológicos diseminados y altamente evaluados desde el Círculo de Viena. Las batallas en la OEA es una de las validaciones de su condición de precursor de una Ciencia Política con enfoque Sur.
notas
1 Publicado en revista Política Internacional (2009). Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”, La Habana. Edición Semestral. No. XIII. Julio-Diciembre, pp. 53-57
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Fung, T. (2008). Roa y una ciencia política desde el sur. En Política Internacional, Revista Semestral. No 11. Julio-Diciembre.
Roa, R. (1986). Réplica al delegado de Estados Unidos. En Roa, R. Canciller de la Dignidad. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.
Roa, R. (1977). Intervenciones en la Sexta Reunión de Consultas de Ministro de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas. En Roa, R. Retorno a la alborada. Tomo II. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.
Roa, R. (1977b). Intervenciones en la Séptima Reunión de Consultas de Ministro de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas. En Roa, R. Retorno a la alborada. Tomo II. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.