Análisis de las relaciones internacionales: aproximación a sus fundamentos teóricos
Analysis of international relations: An approach to its theoretical fundamentals
MSc. Rafael González Morales
Máster en Relaciones Internacionales. Profesor e investigador del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana. Coordinador académico de la Red Cubana de Investigaciones sobre Relaciones Internacionales (RedInt), Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”, La Habana. rafael.gonzalez@cehseu.uh.cu. 0000-0001-6269-1095
Recibido: 26 de enero de 2022
Aprobado: 2 de marzo de 2022
RESUMEN El objetivo fundamental del trabajo es delimitar los fundamentos teóricos del análisis de las relaciones internacionales como área del conocimiento. En ese sentido, se abordan varios aspectos como el objeto de estudio y las escuelas de pensamiento, los objetivos y tipos de análisis, sus diferentes niveles, así como las variables determinantes.
Palabras claves: Análisis de las relaciones internacionales, objetivos del análisis, tipos de análisis, niveles de análisis, variables del análisis
ABSTRACT The main objective of the work is to delimitate the theoretical fundamentals of international relations analysis as a knowledge area. The article addresses different schools of thought, the types of analysis, the levels of analysis and the determining variables.
Keywords: Analysis of international relations, objectives of the analysis, types of analysis, levels of analysis, determining variables
INTRODUCCIÓN
El Análisis de las Relaciones Internacionales (ARI) tiene múltiples definiciones en dependencia del punto de partida teórico y práctico que se asuma como referente. Se está debatiendo si considerarlo una subdisciplina científica dentro de las Relaciones Internacionales (Hudson, 2020) o más bien entenderlo como una disciplina aplicada a la solución de problemas concretos del escenario global. Otros enfoques argumentan que debe considerarse como un proceso, una actividad especializada o un sistema de trabajo para el apoyo a la toma de decisiones (Johnston, 2005).
Aunque sobre estos aspectos no existe consenso como en mucho de los debates que se generan en las Ciencias Políticas, sí se coincide en que el ARI resulta imprescindible para comprender la compleja e incierta realidad internacional. Por lo tanto, estudiar los fundamentos teóricos del ARI contribuye a que dispongamos de herramientas que nos permitan explicar las principales tendencias de las relaciones internacionales, sus causas, consecuencias y proponer las posibles alternativas o soluciones a problemáticas globales.
DESARROLLO
El Análisis de las relaciones internacionales: ¿Cuál es su objeto de estudio?
El ARI puede ser enfocado desde dos perspectivas fundamentales: 1) como área del conocimiento o disciplina científica y 2) como proceso de trabajo orientado a resolver problemas de análisis que tienen su origen en el sistema internacional. La primera perspectiva posiciona al ARI dentro de las Ciencias Políticas y, en especial, lo ubica en la disciplina Relaciones Internacionales.
Como área del conocimiento, el ARI ha sido explicado predominantemente desde dos enfoques teóricos principales o también consideradas escuelas de pensamiento por diferentes autores: el denominado “Análisis de Política Exterior” o “Foreign Policy Analysis” (Alden, 2017) y el “Análisis de Inteligencia” (Heuer, 1999). Ambas son el resultado de la producción académica anglosajona que ha capitalizado históricamente la investigación y el conocimiento sobre los diferentes fenómenos que ocurren en el escenario internacional.
La escuela de pensamiento “Foreign Policy Analysis” tiene un amplio desarrollo en Estados Unidos y el Reino Unido. En los últimos 15 años, estos estudios han experimentado un creciente impacto a nivel global en términos de producción académica e impartición de cursos de pregrado y posgrado. Los programas docentes de esta subdisciplina se insertan en las carreras universitarias o estudios de maestría en Relaciones Internacionales. En términos generales, se plantea que su objeto de estudio comprende los siguientes elementos: los factores determinantes o fuentes de la política exterior; el proceso de conformación de la política exterior y los modelos analíticos.
Por lo tanto, la investigación científica en esta subdisciplina está enfocada en tres líneas fundamentales: 1) el abordaje teórico de cuáles son los factores domésticos e internacionales que determinan los principales rasgos de la política exterior de los estados 2) las diferentes perspectivas que analizan el complejo proceso de conformación de la política exterior (foreign policy making) con sus respectivas etapas o fases y 3) el desarrollo de modelos de análisis que permitan comprender cómo se formula la política y se toman las decisiones en esta esfera.
Estos estudios han tenido una evolución en el tiempo por más de 60 años y las peculiaridades del contexto interno e internacional han condicionado las prioridades y énfasis en esta área del conocimiento. Inicialmente, los teóricos se concentraron en desentrañar cómo se adoptaban las decisiones y cuáles eran sus resultados, lo que evidentemente inclinó la mayoría de las investigaciones a enfocarse en los individuos y en la burocracia gubernamental. En esta etapa, la unidad de análisis fundamental era el Estado-nación con una fuerte influencia del realismo político. Posteriormente, se produjo una mayor atención a los factores domésticos o internos que determinan la política exterior.
La escuela del “Foreign Policy Analysis” tiene como limitación fundamental que para cualquiera de sus estudios toman como punto de partida fundamental el Estado-nación. Si bien reconocen la importancia de considerar el sistema internacional como uno de los niveles de análisis, en la práctica defienden una concepción estado céntrica.
Aunque los estados constituyen uno de los actores claves en el sistema internacional, la complejidad del escenario mundial requiere un mayor desarrollo de investigaciones teóricas sobre los actores no gubernamentales y otros sujetos transnacionales que cuentan con una influencia significativa en la actualidad.
La comunidad científica perteneciente al “Foreign Policy Analysis” está integrada fundamentalmente por profesores e investigadores con una sólida formación académica, pero con limitada experiencia práctica en la producción de análisis para el proceso de toma de decisiones políticas.
En la actualidad, los principales exponentes y autores anglosajones son: Valerie Hudson, profesora de la Escuela de gobierno y servicio público de la Universidad de Texas y Chris Alden, profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres.
Por su parte, el otro enfoque teórico pero que está muy vinculado a la práctica política es el denominado “Intelligence Analysis” o “Análisis de Inteligencia” que tiene su origen en la década de los años 50 en Estados Unidos. El padre fundador de esta escuela de pensamiento fue Sherman Kent, quien era de formación historiador y desarrolló su carrera en el gobierno en las estructuras de análisis de la Comunidad de Inteligencia, en especial, en la CIA.
Varios autores argumentan que el “Análisis de Inteligencia” debe ser considerado como una disciplina aplicada dirigida a resolver problemas concretos del sistema internacional (Pherson, 2013). Los promotores de este enfoque plantean que su objeto de estudio comprende los siguientes elementos: el proceso de análisis, las herramientas de análisis, la psicología del análisis, el perfil de competencias de los analistas y los sistemas de análisis en las organizaciones dedicadas a esta actividad de manera especializada.
Esta perspectiva está orientada no solo a generar nuevos conocimientos como es el propósito fundamental del “Foreign Policy Analysis” sino que su finalidad es producir investigaciones sobre estos temas para contribuir a la toma de decisiones políticas en las estructuras gubernamentales. Su objetivo final es mejorar la calidad de los sistemas, procesos, mecanismos y desempeño de los especialistas que se dedican a la elaboración de productos analíticos. En ese sentido, los principales autores son ex analistas de la Comunidad de Inteligencia, las Fuerzas Armadas y de otras instituciones vinculadas a la seguridad nacional.
Sus exponentes más reconocidos en la actualidad son académicos estadounidenses como Richard Heuer, Randolph Pherson y Robert Johnston, que se dedicaron durante más de 30 años a la producción de análisis. Heuer ha realizado valiosos aportes en el área de la psicología del análisis al investigar el proceso de pensamiento de los analistas y sus principales fallas, lo cual está explicado en su libro Psychology of Intelligence Analysis publicado en el año 1999.
En el caso de Pherson, se ha enfocado en los aspectos prácticos del proceso de análisis desde una visión dirigida a mejorar el desempeño de los que se dedican a tiempo completo a la producción analítica en la esfera de las relaciones internacionales. Sus resultados de investigación más recientes están reflejados en el libro Critical Thinking for Strategic Intelligence de 2013. Con relación a Johnston, sus estudios sobre las variables que inciden en el análisis han constituido aportes relevantes en esta disciplina, lo que está reflejado en su texto Analytic Culture in the US Intelligence Community: An Ethnographic Study de 2005.
En resumen, estos dos enfoques sobre el ARI no son excluyentes y si bien cada uno desde el punto de vista teórico prioriza elementos diferentes, en su esencia comparten el mismo objeto de estudio debido a que ambas perspectivas pretenden explicar procesos vinculados a las relaciones internacionales. Por lo tanto, desde una visión integral que no esté atada a delimitaciones disciplinarias, se puede concluir que los dos enfoques se complementan y no es posible estudiar el escenario internacional sin disponer de las herramientas teóricas y metodológicas que nos ofrecen el “Foreign Policy Analysis” y el “Intelligence Analysis”.
Desde un enfoque práctico, el ARI también ha sido definido como un proceso complejo que comprende varias etapas que van desde la planeación y organización del análisis hasta la presentación del producto analítico. Otros autores han señalado que es una actividad especializada que requiere personas con las competencias adecuadas para realizarla. Por otra parte, la perspectiva cognitiva ha planteado que debe ser considerada como un proceso mental del analista.
El ARI por el contenido y alcance de su objeto de estudio, integra varios saberes, conocimientos y experiencias que comprenden la historia, la economía, la sociología política, la comunicación política, las perspectivas de defensa y seguridad, así como la psicología política.
El ARI como área del conocimiento debe ser considerada una disciplina aplicada que, a través del estudio científico, tiene como propósito fundamental explicar, estimar los posibles comportamientos y proponer soluciones a múltiples problemáticas y situaciones en la esfera de las relaciones internacionales. Para cumplir con esa finalidad, su objeto de estudio comprende:
La identificación e interrelación de los factores o fuentes que determinan el comportamiento del sistema internacional y la política exterior de los estados.
La conformación de la política exterior, sus diferentes etapas y las relaciones entre los factores y actores que inciden en este proceso.
Los modelos analíticos que explican la formulación y toma de decisiones políticas vinculada a los temas de política exterior.
Los fundamentos conceptuales de los objetivos y tipos de análisis.
El proceso de análisis y sus diferentes etapas.
Los métodos y técnicas que se emplean para la producción de análisis.
El modelo mental de los analistas, los sesgos cognitivos y el pensamiento crítico (psicología del análisis)
Las competencias, formación y desarrollo de los analistas.
Los sistemas de análisis en las organizaciones especializadas.
Finalidades, objetivos y tipos de análisis
Con relación a la finalidad y los objetivos del ARI, surgen dos preguntas claves: ¿para qué existe el Análisis de las Relaciones Internacionales? ¿Qué objetivos específicos nos proponemos cuando realizamos esta actividad? La respuesta más recurrente a la primera interrogante está orientada a que la finalidad del Análisis de las Relaciones Internacionales es contribuir al proceso de toma de decisiones de los funcionarios públicos, a diferentes niveles, en la esfera de las relaciones internacionales (Tomassinni, 1989). Este planteamiento circunscribe la existencia del ARI a las estructuras gubernamentales.
No obstante, existen organizaciones e instituciones que también realizan este tipo de análisis y no tienen necesariamente esa finalidad. Por lo tanto, habría que comenzar por delimitar cuáles son algunas de esas instancias. Por ejemplo, los medios de comunicación masiva que tienen áreas o segmentos dedicados a temas internacionales; los tanques pensantes; las firmas de consultorías estratégicas; centros de estudios o investigaciones; así como expertos que a título individual emiten sus opiniones.
En todos estos casos, se produce Análisis de las relaciones internacionales con diferentes finalidades. En el caso de los medios de comunicación, su propósito es influir en la opinión pública. Los tanques pensantes están orientados a incidir con sus análisis en el proceso de conformación de política representando los intereses de los sectores que financian sus investigaciones.
Los centros de estudios como norma se enfocan en aportar nuevos conocimientos desde la ciencia, aunque también contribuyen en ocasiones al proceso de toma de decisiones. Por su parte, las firmas de consultoría realizan sus análisis con la finalidad de satisfacer las necesidades planteadas por sus clientes.
Independientemente de las finalidades del ARI, sus objetivos específicos están dirigidos a tres procesos fundamentales: 1) apreciar una situación 2) estimar los posibles escenarios o 3) proponer cursos de acción. Cualquier análisis tiene como punto de partida un problema o interrogante (problema de análisis) y posteriormente se define cuál es su objetivo, lo que resulta clave para organizar todo el proceso de trabajo.
Cuando nos referimos al objetivo apreciar una situación, el resultado a alcanzar sería una apreciación que puede definirse como: aquel proceso dirigido a describir, caracterizar y explicar los factores determinantes, los actores principales y las tendencias claves de una situación en la esfera de las relaciones internacionales. Algunos autores también le llaman diagnosticar o evaluar. Aunque estos términos se emplean indistintamente, consideramos que apreciar recoge con mayor precisión la complejidad de lo que se quiere expresar.
La apreciación de una situación internacional puede tener varios niveles de complejidad que están en dependencia del problema de análisis. Por ejemplo, la política de Estados Unidos hacia Cuba es una situación analítica que puede generar la formulación de múltiples problemas de análisis como son los siguientes: ¿Cómo fue el comportamiento de la política del gobierno de Joseph Biden hacia Cuba durante el año 2021? ¿Qué factores determinaron la orientación de esa política? ¿Qué implicaciones tuvo para Cuba?
Cada uno ellos, aunque están vinculados con la misma situación de análisis constituyen problemas distintos y el resultado final sería apreciaciones diferentes. En el primer caso, es una apreciación que se circunscribe a describir los principales rasgos o manifestaciones de esa política. El segundo ejemplo, está orientado a explicar los factores y condiciones que determinaron el contenido de la política. El último problema, está enfocado en evaluar el impacto de la política para el país, lo que constituye un ejercicio de análisis que requiere establecer en qué medida se impidió, afectó u obstaculizó el cumplimiento de las metas estratégicas de la nación cubana.
El objetivo estimar los posibles escenarios, estaría orientado a identificar las diferentes evoluciones que podría manifestar una situación hacia el futuro y lo definimos como: aquel proceso dirigido a identificar los posibles escenarios o evolución a corto, mediano y largo plazos de las tendencias principales de una situación a partir de las diferentes hipótesis sobre los comportamientos de sus factores y actores determinantes.
Los análisis orientados a estimar comportamientos hacia el futuro, han recibido múltiples denominaciones. La más recurrentes son: análisis prospectivo, análisis de futuros alternativos, pronósticos y estimados. En el caso de los pronósticos, realmente constituye un proceso que tiene como finalidad identificar la evolución más probable de una situación. Dada la complejidad del contexto internacional y su alto nivel de incertidumbre, las tendencias modernas defienden la necesidad de producir análisis que comprendan diferentes escenarios con el empleo de las herramientas de la prospectiva.
Este objetivo del ARI tiene un mayor nivel de complejidad y está asociado a problemas de análisis como: ¿Cuáles son los posibles escenarios de la política del gobierno de Biden hacia Cuba? ¿Cuáles son las implicaciones para Cuba de un mayor deterioro de las relaciones bilaterales con Estados Unidos?
Por su parte, el objetivo proponer cursos de acción se concreta en diferentes tipos de propuestas y lo definimos como: aquel proceso dirigido a diseñar estrategias, políticas y planes de acción como resultado de una apreciación integral de la situación, la identificación de los posibles escenarios y una evaluación sobre las principales amenazas y oportunidades que podrían presentarse. Este objetivo del ARI necesariamente implica realizar previamente una apreciación y la identificación de los posibles escenarios.
Los tipos de análisis constituyen una categoría que explica los objetivos concretos que se pretenden alcanzar con las apreciaciones, estimaciones sobre los posibles escenarios y las propuestas de cursos de acción. Consideramos que la tipología más precisa refiere que los tipos de análisis pueden clasificarse en:
Análisis descriptivo. Están enfocados en describir los rasgos de una situación y responden a la pregunta: ¿Qué está sucediendo?
Análisis explicativo. Se centran en explicar el comportamiento e interrelación de los factores y actores claves que determinan los principales rasgos de una situación. La pregunta fundamental que tratan de responder es: ¿Por qué se manifiesta ese comportamiento?
Análisis estimativo. Tiene como objetivo identificar los posibles escenarios o evolución de una situación en el corto, mediano y largo plazo. Como parte de este tipo de análisis, se elaboran los estudios de escenarios empleando las herramientas metodológicas de la prospectiva y también se producen los denominados pronósticos.
Análisis prescriptivo. Está orientado a realizar propuestas de cursos de acción para incidir en la evolución de los acontecimientos. Se expresan en estrategias, políticas y planes de acción.
El objeto de análisis y sus niveles
El análisis de las relaciones internacionales como proceso siempre está asociado a un objeto de análisis específico que se expresa en diferentes niveles (Morin, 2018): sistémico (sistema internacional); estado–nación (política exterior y factores determinantes) e individual o actores (decisores políticos, estructuras gubernamentales e individuos).
El nivel sistémico se refiere a la interrelación entre los actores internacionales, las tendencias y procesos políticos, económicos, de seguridad, jurídicos, sociales, identitarios, tecnológicos, ideológicos y culturales que se manifiestan en el sistema internacional. Los vínculos, interacciones y manifestaciones que tienen lugar en este nivel constituyen una expresión de la política internacional. Es el más abarcador y general de todos los niveles y se expresa en las siguientes dimensiones: global, regional, subregional, multilateral y bilateral.
Como ejemplos de objetos de análisis a este nivel y sus dimensiones se encuentran: 1) las tendencias de la economía mundial (global); 2) el comportamiento del terrorismo en el Medio Oriente (regional); 3) La competencia estratégica de las principales potencias en América Latina (regional); 4) la relación triangular Estados Unidos-Rusia-China (multilateral) y 5) las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
El nivel estado–nación se refiere al contenido de la política exterior de los estados, los factores que la determinan y su proceso de conformación. La proyección internacional de los estados puede tener un alcance global, regional, subregional y bilateral.
El nivel individual o actores abarca el análisis del comportamiento integral de los decisores políticos, las estructuras gubernamentales, actores no gubernamentales con incidencia en la política exterior (grupos de interés, medios de prensa, tanques pensantes, élites del poder, etc.) e individuos que tienen la capacidad de influir en la toma de decisiones en materia de relaciones internacionales.
Variables determinantes en el ARI
A partir de los aspectos teóricos abordados anteriormente, el Análisis de las Relaciones Internacionales puede definirse como: el proceso de organización, recopilación y procesamiento de información orientado a producir apreciaciones, identificar posibles escenarios y realizar propuestas sobre hechos y situaciones en la esfera de las relaciones internacionales con diferentes finalidades como tomar decisiones políticas e implementarlas, generar un nuevo conocimiento, influir en la opinión pública o satisfacer intereses de determinados grupos.
Teniendo en cuenta esta definición desde una perspectiva de alcance amplio, el Análisis de las Relaciones Internacionales es generado por múltiples órganos, instituciones y analistas que realizan esta actividad en un entorno que involucra un grupo de variables que determinan el proceso de análisis.
Estas variables podrían clasificarse de la siguiente forma:
Variables organizacionales: están constituidas por aquellos factores que se expresan en el entorno organizacional como son la cultura de la organización; la estructura organizativa; los estilos de liderazgo y comunicación; las prácticas y rutinas administrativas y las características del sistema informativo–analítico.
Variables vinculadas al proceso de conformación de política: se refieren a las etapas por las que transita este proceso: identificación del problema de política; establecimiento de la agenda; formulación de política; toma de decisiones; implementación; evaluación y reajuste.
Variables personales y psicológicas: están vinculadas al analista y se relacionan con sus conocimientos; habilidades; motivación; personalidad y temperamento; capacitación y desarrollo, así como organización del trabajo.
Variables vinculadas al proceso de análisis: se refieren a la planeación y organización del análisis; selección, recopilación y procesamiento; empleo de métodos y técnicas, producción de análisis y presentación del producto analítico.
CONCLUSIONES
El abordaje del Análisis de las Relaciones Internacionales como área del conocimiento y desde sus fundamentos teóricos constituye un ejercicio académico fundamental por su capacidad para contribuir en el proceso de análisis orientado a la toma de decisiones en materia de política exterior.
La comprensión integral y el debate sobre los objetivos y tipos de análisis, así como de las variables determinantes resulta imprescindible para avanzar en la elaboración de productos analíticos con calidad que tributen a la solución de problemáticas que se presentan sistemáticamente en el escenario internacional.
Por lo tanto, el reto sería incrementar los estudios y producciones desde las ciencias que nos permitan gradualmente establecer la escuela cubana de Análisis de las Relaciones Internacionales, lo que constituiría una contribución desde una visión de izquierda y progresista muy necesaria en la actualidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Alden, C. (2017). Foreign Policy Analysis. New Approaches, Routledge, New York.
Hudson, V. (2020). Classic and Contemporary Theory. Foreign Policy Analysis. Rowman y Littlefield, United Kingdom.
Johnston, R. (2005). Cultura Analítica en la Comunidad de Inteligencia. Washington DC: Centro para el Estudio de la Inteligencia, Central Intelligent Agency (CIA).
Morin, J. (2018). A Toolbox. Foreign Policy Analysis. Palgrave Macmillan, Switzerland.
Pherson, R. (2013). Critical Thinking for Strategic Intelligence. Washington DC: CQ Press.
Tomassini, L. (1989). Teoría y Práctica de la política internacional. Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile.