Memorias de la Escuela del Servicio Exterior “Manuel Bisbé”

Memoirs of the Foreign Service School "Manuel Bisbé"

Lic. Eumelio Caballero Rodríguez.

Licenciado en Historia. Profesor en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”.
eumeliocaballero54@gmail.com 0000-0002-2408-1170

 

Recibido: 13 de julio de 2021

Aprobado: 17 de octubre de 2021

 

 

 

En ocasión del 60 Aniversario de la Escuela del Servicio Exterior “Manuel Bisbé”, que por indicaciones del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, fundó en 1961 el Dr. Raúl Roa García, en su calidad de Ministro de Relaciones Exteriores, escribí algunas memorias, con el deseo de compartirlas a los lectores de Política Internacional, en nombre de todos sus egresados, o sea, de los compañeros que al culminar los estudios ingresamos al Ministerio de Relaciones Exteriores y de aquellos otros egresados que fueron asignados como funcionarios del Comité Central del Partido y al Ministerio del Interior, donde emprendieron distintas tareas afines con la preparación que en aquella escuela recibimos.

Salvo honradas excepciones, la ineficiente y corrupta diplomacia que heredamos de la seudo República, coto reservado para los hijos de la burguesía y, por tanto, altamente comprometida con los intereses oligárquicos e imperiales, debía ser radicalmente transformada lo más pronto posible.

Esta realidad explica algunos hechos insoslayables: el carácter de urgencia con que hubo que organizar aquella primera escuela, la extracción clasista de su alumnado –140 jóvenes, la inmensa mayoría de origen muy humilde, todos con firmes convicciones revolucionarias--, la brevedad del curso --año y medio-- y la excelencia de su claustro universitario: los Doctores Julio Le Riverand, Pelegrín Torras, Miguel D’ Estefano, Carlos Maristany, entre otros. El propio Ministro Raúl Roa García y el Dr. Carlos Rafael Rodríguez nos ofrecieron conferencias magistrales.

Por ello, inmediatamente después que culminamos nuestros estudios se nos confiaron complejas y delicadas tareas en la permanente batalla que ha tenido que librar la Revolución desde que la inicial actitud hostil del Gobierno de Estados Unidos devino en la agresión directa con todos los medios a su alcance, incluyendo los más inescrupulosos, como el criminal bloqueo que nos ha venido acompañando desde entonces.

Así, aquellos pioneros de la diplomacia revolucionaria de cuyas filas salimos 14 embajadores y un viceministro, junto a compañeros de mayor experiencia y preparación, y algunos años después de los egresados del Instituto del Servicio Exteriores que en el 2021 conmemoró su 50 Aniversario y, posteriormente, del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, participamos activamente en todas las tareas del sistema de relaciones exteriores, tanto en el plano interno como internacional.

En este contexto, se destacan las batallas libradas en el seno de los organismos internacionales, principalmente del sistema de Naciones Unidas, el Movimiento de Países No Alineados, el Grupo de los 77, la Organización Mundial del Comercio, entre otros, no solo impulsando y defendiendo los intereses de la Cuba revolucionaria, sino los intereses de todos los desposeídos de la tierra, con énfasis en la lucha de los pueblos coloniales por su liberación, la derrota definitiva del oprobioso régimen de Apartheid y, en este contexto, hasta el día de hoy, en apoyo a las justas causas de los pueblos de Puerto Rico, Palestina y el Sahara Occidental.

Además de reforzar la representación de Cuba en un creciente número de países de América Latina y el Caribe, África, Asia y la propia Europa, como resultado de la ampliación incesante de las relaciones diplomáticas con otras naciones luego del triunfo revolucionario, contribuimos a desbrozar caminos y después acompañar a cientos de miles de colaboradores cubanos quienes durante todos estos años han honrado a nuestro país, aplicando los principios de la solidaridad y el internacionalismo inculcados por el Comandante en Jefe, mediante la asistencia a otros pueblos necesitados, en particular en el terreno de la salud.

Con muy escasos recursos y casi siempre en condiciones muy adversas, formamos parte de los esfuerzos de nuestro país para contrarrestar las más absurdas y maquiavélicas campañas del imperialismo contra la imagen de la Revolución Cubana, especialmente en el terreno de los derechos humanos, sin abandonar un solo instante la batalla priorizada contra el bloqueo y, en su momento, por la liberación de los Cinco.

Paralelamente, desde las filas del MINREX, del Partido y del MININT, egresados de la Escuela del Servicio Exterior tuvimos el privilegio de ocupar posiciones de avanzada frente a las acciones enemigas dirigidas contra la seguridad y la propia integridad física de compañeros nuestros en el exterior, incluyendo intentos de asesinatos, amenazas personales, chantajes o la conminación a la deserción utilizando para ello los conocidos cantos de sirena.

En el plano interno, nos sentimos orgullosos de haber participado intensamente en la labor que en un inicio hubo que llevar a cabo en el seno de la Cancillería para sanear el ambiente político e ideológico heredado del antiguo Ministerio de Estado.

Nuestros compañeros también se destacaron en el terreno de la defensa. Además de integrar y muchas veces dirigir determinadas estructuras de las milicias obreras y unidades de la reserva, algunos fueron seleccionados para el entrenamiento especial que exigía el manejo de las armas estratégicas asociadas a la Crisis de Octubre. Otros transitamos por cursos regulares de entrenamiento militar, mientras que algunos también asistimos a cursos del Colegio Nacional de Defensa

Tampoco nos han sido ajenas las tareas asociadas a los procesos de reestructuración y dotación al organismo de las correspondientes normas y procedimientos de trabajo, siempre en la búsqueda de un mejor desempeño en el cumplimiento de la misión encomendada por la dirección del país como organismo rector de todo el sistema de relaciones exteriores.

En el marco de las grandes tareas de la Revolución derivadas de los planes de desarrollo económico y social, desde las filas o como dirigentes de la UJC, el PCC o el Sindicato, siempre estuvimos presentes en las tareas de choque, tales como los trabajos voluntarios en las zafras azucareras, otras actividades agrícolas, la construcción mediante microbrigadas de cientos de viviendas para nuestros trabajadores, campañas de donación de sangre o los esfuerzos por la constante superación técnica y profesional, mediante las escuelas de cuadros organizadas por el organismo, cursos de nivelación, carreras universitarias, maestrías y cursos de post grado, idiomas, entre otros.

Aunque cada día son mayores y más difíciles los problemas que sigue enfrentando nuestro país en el ámbito de las relaciones internacionales debido a la persistencia de la hostilidad y las agresiones imperialistas, lo cual representa crecientes retos y desafíos en el proceso de formación de nuestros futuros diplomáticos, creo que al hacer un balance de los esfuerzos realizados durante estos 60 años podemos sentirnos contentos con los logros alcanzados.

Inspirados siempre en los ideales y las enseñanzas del Comandante en Jefe y el ejemplo del Canciller de la Dignidad, la diplomacia cubana es reconocida y admirada en el mundo entero por su valentía, combatividad, eficiencia, sacrificios, austeridad, espíritu de pertenencia, profundo amor a la Patria, siempre dispuesta a entregarlo todo por la Revolución y el Socialismo.

En su 60 Aniversario, los egresados de la primera Escuela del Servicio Exterior “Manuel Bisbé” nos sentimos orgullosos de haber contribuido, aunque modestamente a la consolidación de esa imagen de la diplomacia cubana, de la cual nuestro pueblo se siente orgulloso.