La solidaridad internacional, principio irrenunciable del pueblo cubano

International solidarity, the inalienable principle of the Cuban people

Dr. C Humberto Manuel Palacios Barrera.

Doctor en Ciencias Jurídicas. Profesor Titular. Universidad Tecnológica de La Habana. Ex Decano de la Facultad de Derecho. Universidad de Oriente. Cuba. palas1940@gmail.com 0000-0002-4738-0392

 

Lic. Eulalia Díaz Ibáñez.

Profesora Auxiliar. Universidad Tecnológica de La Habana. Instituto de Ciencias Básicas. Dpto. Historia-Marxismo ediaz@icb.cujae.edu.cu 0000-0002-5113-6106

 

Recibido: 6 de noviembre de 2021

Aprobado: 4 de diciembre de 2021

 

RESUMEN La consecuente actitud de la Revolución Cubana en la materialización del principio de la solidaridad internacional es objeto de análisis en el artículo, compartir lo que tenemos, no lo que nos sobra. Asimismo, destacar la posición de Cuba alineada siempre en el lugar de las causas justas, la defensa y práctica del humanismo. Pretendemos al mismo tiempo considerar el valor como teoría y práctica de la construcción del socialismo, argumentando que es la evidencia más concreta de que es el producto de la conjunción dialéctica de Fidel Castro Ruz y de su pueblo, que lo ha seguido convencido de la justeza de la obra que juntos han protagonizado. Partiendo de estos presupuestos reflexionamos acerca de momentos y hechos que ilustren a través de ejemplos y evidencias históricas la presencia cubana en defensa de la libertad, la independencia y autodeterminación de los pueblos, así como la ayuda incondicional en salud, educación y no menos trascendente en el terreno de la defensa, contribuyendo a elevar los índices de salud, educación, entre otros y de esta forma favorecer el mejoramiento de la calidad de vida de los mismos.

Palabras clave: solidaridad internacional, subversión, golpes de estado, crímenes, terrorismo de estado

ABSTRACT The consequent attitude of the Cuban Revolution in the materialization of the principle of International Solidarity is the object of analysis in the article, sharing what we have, not what we have in abundance. Also, highlight the position of Cuba always aligned with just causes, the defense and practice of humanism. At the same time, we intend to consider values as a theory and practice of the construction of socialism, arguing that it is the most concrete evidence of the product of the dialectical conjunction of Fidel Castro Ruz and his people, who has continued to follow him convinced of the rightness of the work they have starred together. Starting from these assumptions, we reflect on moments and events that illustrate through examples and historical evidence the Cuban presence in the defense of freedom, independence and self-determination of the peoples, as well as unconditional help in Health, Education and no less transcendent Defense fields. All of the above has favored the improvement of their quality of life.

Keywords: international solidarity, subversion, state cops, crimes, state terrorism

 

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene el propósito de analizar en una síntesis apretada la consecuente actitud de la Revolución cubana en la materialización del principio de la solidaridad internacional, destacando el papel desempeñado por nuestro Líder Histórico, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, como principal gestor de esta política desde los días luminosos del triunfo del primero de enero de 1959, compartiendo con los pueblos hermanos lo que tenemos. Asimismo, pretendemos destacar la posición de Cuba alineada siempre en el lugar de las causas justas y humanitarias del mundo.

Partiendo de estos presupuestos, reflexionamos a través de una selección de momentos, hechos y citamos, entre tantos, algunos ejemplos que sirvan de evidencias históricas de la presencia cubana en defensa de la libertad, la independencia y autodeterminación de los pueblos en distintas épocas históricas, resaltando como este rasgo se convierte en un principio rector de nuestra política exterior a partir del triunfo revolucionario de enero de 1959. Igualmente resaltamos la importancia conferida al mismo como elemento consustancial de la construcción del socialismo en Cuba.

La solidaridad internacional de Cuba ha estado presente en el pensamiento y la práctica de los principales próceres de las luchas por la independencia de América Latina, así como en los líderes de la última etapa de combate anticolonial y antimperialista. Suficientes pruebas de ello están asentadas en lo que conocemos del pensamiento y obras de José Martí y Antonio Maceo, entre otros. Ha sido una dedicación permanente en la vida y obra de Fidel Castro Ruz y de la dirección de la Revolución Cubana.

De Fidel aprendimos que la solidaridad internacional significa, hermandad ante la causa de otros. Implica sentir en el cuerpo propio el dolor ajeno (…) Amor al prójimo es solidaridad (Fidel, 1985).

Son muy importantes las observaciones que nos dejó en el plano teórico práctico, ya que algunos se empeñaron en contraponer a la solidaridad internacionalista otros conceptos intentando desvirtuar el valor y la importancia de la solidaridad internacional. Entonces Fidel enfatiza que:

Sin Internacionalismo, es decir, sin solidaridad entre los pueblos, no se puede predicar la solidaridad en el seno del pueblo, la solidaridad entre los individuos (Fidel, 1985).

La solidaridad internacional cubana ha tenido como principal dirección el Tercer Mundo, pero no significa esto una intención de exclusión, pues téngase presente que a las víctimas del huracán Katrina, que tuvo lugar en Nueva Orleans, Estados Unidos, la dirección del gobierno cubano decidió socorrerlas, con integrantes de la Brigada “Henry Reeve” sin condicionamientos de ninguna clase. Hoy, en el contexto internacional en que tiene lugar una pandemia que afecta a todo el planeta, Cuba ha extendido su solidaridad más allá de los países del llamado Tercer Mundo que así lo han solicitado.

Nos anima difundir cuestiones relevantes, pues son tantas las acciones que se desarrollan en este ámbito, muchas veces desconocidas, hasta para aquellos que conviven cercanamente a sus protagonistas.

Aspiramos a contribuir socializando aún más la práctica de la solidaridad internacional y rindiendo con ello tributo a los héroes que han protagonizado estas gloriosas páginas escritas día a día, sin esperar ningún tipo de recompensa más que la satisfacción que se deriva del deber cumplido, con enorme cuota de sacrificios, riesgos para la salud y la vida.

DESARROLLO

Algunos antecedentes de las raíces históricas de la solidaridad Internacionalista de los cubanos

Jorge Risquet Valdés, de amplia y rica trayectoria como cuadro y dirigente del Partido Comunista de Cuba, nos legó un magnífico ejemplo de revolucionario inclaudicable, sus servicios a la patria son invaluables, y poco conocidos, especialmente por la modestia que caracterizó su vida, pero además de su extraordinaria práctica revolucionaria, deja también una obra teórica, a modo de interpretación de una realidad histórica: el actuar de Cuba ante el internacionalismo en la lucha anticolonial en diversos escenarios. Una de las obras aludidas es el artículo: Las profundas raíces del internacionalismo de los cubanos, el que ha sido fuente insustituible y nos ha servido para divulgar parte de su pensamiento y su obra. El artículo citado tiene un extraordinario valor, a partir de sus estudios y experiencia personal, pues dedicó una parte importante de su vida a estudiar a África. Sus conocimientos de este continente son invaluables, de ahí que resulte muy difícil encontrar la información, desde la perspectiva partidista, que él nos ha proporcionado para emprender los fundamentos de la solidaridad internacional de los cubanos.

La selección hecha por los autores de las fuentes históricas que nos aporta Risquet, tiene que ver, en primer lugar, con el conocimiento de su vida y obra, lo que nos otorga un alto grado de fiabilidad de los datos obtenidos en esta publicación, por ello hemos considerado pertinente la cita textual y los comentarios respetando la certeza de su autenticidad.

(…) no pocos fueron los hombres nacidos en esta tierra los que pelearon como combatientes internacionalistas en las guerras de independencia de América. Decenas de cubanos se incorporaron al ejército libertador de Simón Bolívar en la larga y cruenta campaña bélica para expulsar de América Latina al colonialismo español.

Un solo nombre bastaría para aquilatar la pasión con que aquellos hijos de un país esclavo abrazaban la causa emancipadora de Nuestra América: el general José Cedeño Infante, mulato, bayamés caído en la batalla de Carabobo que dio la independencia a Venezuela.

Es el propio Bolívar, con el polvo ensangrentado del combate aún en su uniforme, quien escribe al día siguiente de la decisiva victoria: “…murió del modo heroico que merecía terminar la noble carrera el Bravo de los Bravos de Colombia”.

Tres grandes jefes comandaron las tropas del Libertador en la histórica batalla: los generales Páez y Cedeño y el coronel Plaza. Solo José Antonio Páez sobrevivió a la enconada contienda.

Poco antes de iniciarse en 1868 nuestra primera gesta independentista, las guerras justas atrajeron la audacia y la sed de libertad de valientes cubanos. Los hermanos Adolfo y Federico Fernández Cavada se destacaron en las fuerzas de Abraham Lincoln durante la Guerra de Secesión contra el sur esclavista. Adolfo alcanzó el grado de capitán. Federico se enroló en 1861 y por su bravura ascendió a capitán, luego a comandante, y finalmente a teniente coronel jefe del Regimiento de Pennsylvania. Hecho prisionero en la gran batalla de Gettysburg, liberado mediante canje, se reincorporó a la lucha hasta el final en abril de 1865.

La experiencia militar de ambos sería de gran utilidad en los campos de Cuba, donde encabezaron el alzamiento de la región suroccidental de Las Villas en febrero de 1869. El mayor general Federico Fernández Cavada fue hecho prisionero y fusilado por el mando español. Adolfo, que alcanzó igual grado militar, murió en la manigua de fiebre, ambos en 1872 (Risquet, 2007).

La información contenida en la publicación que nos aporta Risquet constituye una contribución inestimable para descubrir de dónde parte esta actitud, cuáles son las motivaciones presentes en los hombres que asumieron la decisión de participar en las contiendas bélicas en tierras hermanas. Sin lugar a dudas es un hecho inédito que permite asomarse a formas de pensar y actuar de hombres de convicciones muy superiores al simple sentido del clásico nacionalismo positivo. Son seres que en pleno siglo XIX muestran una visión de futuro en la lucha contra el colonialismo. En su publicación llega a conectar la lucha por la independencia de Cuba con los méritos y las experiencias en la lucha anticolonial de los cubanos en otras tierras que ahora se incorporan a las huestes mambisas para luchar por la independencia de su tierra.

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La guerra contra el colonialismo español, atrajo la atención de muchos cubanos radicados en otras tierras. Manuel de Quesada Loynaz es uno de esos Patricios que el Gobierno de Cuba en Armas le confiere el cargo de General en Jefe del Ejército Mambí, teniendo en cuenta la larga y heroica hoja de servicios prestada al hermano pueblo mexicano (Risquet, 2007).

Las guerras anticoloniales y por la independencia de los pueblos constituyó un foco de atracción en todas las latitudes, particularmente en aquellos países que habían alcanzado una cierta cultura, un determinado nivel de industrialización y particularmente acceso a la información a través de la prensa escrita. La guerra contra España que llevaban a cabo los mambises cubanos motivó la atención y movilizó a un número importante de extranjeros, los que solicitaron su ingreso de combatir en las tropas independentistas cubanas.

Esos también tienen la categoría de combatientes internacionalistas, se calculan unos tres mil, procedentes de once naciones. Por centenares se sumaron españoles amantes de la libertad radicados en la isla y chinos traídos a mediados de siglo como coolies[], entre los que nunca hubo un traidor. Acudieron voluntarios de más de una veintena de países. Otras cifras son elocuentes: 24 alcanzaron el grado de general y 14 el de coronel (…) de los internacionalistas que cayeron en la primera guerra, ninguno más joven, bravo, intrépido, audaz, abnegado, brillante y exitoso en el combate que el norteamericano Henry Reeve (Risquet, 2007).

Hay fenómenos históricos que no han sido suficientemente explicados y que asombran por su excepcionalidad, uno de esos casos es el “inglesito”. Su audacia y arrojo en las acciones combativas hizo posible un rápido ascenso. Desde la llegada a Cuba ya se tenía el antecedente del historial que como joven soldado exhibía en su país natal.

Incorporado a las huestes de Lincoln, aún adolescente, como tambor de un batallón de voluntarios de Nueva York, apenas había cumplido los 19 años cuando llega a Cuba en la expedición del "Perrit" en mayo de 1869. Al quinto día del desembarco se produce el primer encuentro con el enemigo. Reeve se destaca por su osadía y recibe balazos en un brazo y en el tórax. A fines de ese mismo mes, junto a un grupo de mambises prisioneros, es acribillado y dado por muerto. Reeve recibe cuatro balazos, pero no resultan fatales. Recobra el conocimiento, se escabulle dentro del montón de cadáveres. Vaga por campos que no conoce donde las personas hablan un idioma que no entiende. Al fin se encuentra con una patrulla mambisa y es llevado a un hospital de sangre. Luego es ascendido a sargento.

Se traslada a Camagüey, conoce a Ignacio Agramonte, a cuyas órdenes combate durante tres años hasta el día aciago del 11 de mayo de 1873 en que El Mayor cae en Jimaguayú. El Inglesito, como cariñosamente le llamaban los mambises, ascendió peldaño a peldaño hasta el grado de coronel. A las órdenes de Máximo Gómez, dirige la caballería en el combate victorioso de Santa Cruz del Sur donde es gravemente herido. Desde entonces, le quedó una pierna completamente inútil. No podía combatir de otra forma que amarrado a la montura de su caballo.

Solo una vez pelean juntos los brigadieres Antonio Maceo y Henry Reeve, a las órdenes del mayor general Máximo Gómez, el 4 de julio de 1874, aniversario 98 de la independencia de Estados Unidos: en Camujiro, cerca de la ciudad de Puerto Príncipe. La tropa colonialista es derrotada, deja sobre el campo 60 muertos. Reeve recibe dos heridas.

En enero de 1875 cruza con Gómez la trocha de Júcaro a Morón. En Yaguaramas, cercado por la fuerza contraria y muerto su caballo, usa la última bala de su revólver para no caer prisionero el 4 de agosto de 1876. El general jefe de la División de Occidente y Colón había participado en 400 acciones combativas.

Herido en diez combates, el único que acumuló más cicatrices de guerra que él fue el general Antonio Maceo.

Reeve fue el oficial mambí que llegó con sus fuerzas al punto más occidental en la Isla durante la Guerra de los Diez Años. Vanguardia de las tropas de Gómez en su campaña de Las Villas y en el empeño de realizar la invasión, su caballería cruza el Hanábana en noviembre de 1875 y permanece en la región de Colón hasta el mes de julio de 1876. Sus diarias acciones combativas siembran el pánico y el asombro del Gobernador español (Risquet, 2007).

El Generalísimo Máximo Gómez Báez es otro gigante del internacionalismo en Cuba, condujo a las huestes cubanas desde la primera carga al machete desde el 4 de noviembre de 1868, hasta el último día de la Guerra del 95, simboliza en el más alto grado la entrega plena e incondicional a la causa de la abolición de la esclavitud y la independencia de Cuba, a la que dio toda la energía de su carácter y su genio militar incomparable (Risquet, 2007).

Máximo Gómez Báez se ganó el respeto de las personas en su época a tal extremo de confiar en él la máxima jerarquía del ejército libertador. Se unió a la lucha contra el dominio español en Cuba el 14 de octubre de 1868, y entre sus méritos de guerra estuvo la primera carga al machete, arma que se convirtió en la más temida por las tropas de la metrópoli.

Otra de sus proezas militares resultó la invasión de Oriente a Occidente, que protagonizó junto al Titán de Bronce Antonio Maceo Grajales; participó en la Guerra de los 10 Años y en la Guerra Necesaria, organizada por José Martí iniciada el 24 de febrero de 1895.

El Héroe Nacional José Martí, cuando se dedicaba a organizar la Guerra Necesaria le escribe a Gómez una carta en la que le propone que acepte la Jefatura del Ejército Libertador cubano.

En esa misiva Martí le expresa: "El Partido Revolucionario Cubano viene hoy a rogar a usted que, repitiendo su sacrificio, ayude a la Revolución, como encargado supremo del ramo de la guerra, a organizar, dentro y fuera de la Isla, el Ejército Libertador (...) Yo ofrezco a usted, sin temor de negativa, este nuevo trabajo hoy que no tengo más remuneración que brindarle que el placer de su sacrificio y la ingratitud probable de los hombres (Risquet, 2007).

Jamás hubo discriminación o celo por parte de los mambises hacia estos hermanos que vinieron a dar su contribución voluntaria y desinteresada. El pueblo cubano en armas agradecía el gesto sublime de aquellos hombres que adquirían conciencia de la deuda contraída.

José Martí y Antonio Maceo abrazaban el mismo ideal internacionalista que el expresado por el Padre de la Patria. Martí lo definiría: "Patria es humanidad". Maceo compartía ese noble sentimiento: mi alma y mi corazón siempre han sido para Cuba y para bien de la humanidad.

El Apóstol, al constituir el Partido Revolucionario Cubano en 1892, define que se funda para liberar a Cuba y contribuir a la liberación de Puerto Rico. Fiel a este objetivo, Antonio Maceo Grajales, conocido por el “Titán de Bronce”, por sus hazañas épicas a través de toda la etapa de la guerra por la independencia, afirma: Cuando Cuba sea independiente solicitaré del gobierno que se constituya, permiso para hacer la libertad de Puerto Rico, pues no me gustaría entregar la espada dejando esclava esta porción de América.

Los pueblos hermanos del Tercer Mundo que se esfuerzan por transformar la herencia de siglos de dominación colonial saben que siempre contarán con la solidaridad y apoyo de Cuba y que continuaremos cumpliendo los compromisos de cooperación, sobre la base de compartir lo que tenemos, no lo que nos sobra.

Una confirmación de ello fue la participación heroica del personal médico cubano en la lucha contra el Ébola, que concitó reconocimiento universal.

Seguiremos priorizando el desarrollo multifacético de las relaciones con todos los amigos y socios que nos han acompañado durante estos años y mantendremos el intercambio de experiencias con los partidos y gobiernos de los países socialistas. Al mismo tiempo reiteramos la política de nuestro Partido de desarrollar relaciones con todas las fuerzas y movimientos políticos legítimos independientemente de su signo ideológico (Castro, 2016).

La solidaridad Internacional como principio irrenunciable del Socialismo en Cuba.

El yate "Granma" llega a las costas de la patria el 2 de diciembre de 1956. Entre los 82 expedicionarios encabezados por Fidel venían varios combatientes internacionalistas, uno de ellos los representaba a todos: el Dr. Ernesto Guevara de la Serna, más conocido por el Che.

Desde los primeros años de la década del sesenta Cuba dio al mundo un ejemplo de solidaridad internacional al brindar ayuda solidaria y desinteresada a varios países que la solicitaron. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), desde entonces, han cumplido numerosas misiones internacionalistas, algunas de ellas con el despliegue de tropas y otras formas de colaboración.

Las misiones médicas con la participación de decenas de miles de trabajadores de la salud, asistiendo a los pueblos hermanos, llevando un mensaje de hermandad y solidaridad, sin ánimo de lucro, mediante el esfuerzo, la abnegación y el sacrificio de esos colaboradores y por supuesto de la familia, constituye un ejemplo invaluable.

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Las Misiones Educativas desplegadas en América Latina y el Caribe y en numerosos pueblos de África constituyen monumentos vivos de lo que ha hecho y hace Cuba por contribuir al avance cultural de dichos pueblos hermanos, desde las campañas de alfabetización hasta la formación universitaria en un abanico que abarca numerosas especialidades, con énfasis en la Medicina.

El imperio norteamericano puso en juego inmediatamente todos sus recursos, desde la agresión militar hasta el bloqueo económico, para liquidar a la revolución. Durante aquellos años cruciales, la solidaridad multifacética del campo socialista europeo y muy especialmente de la Unión Soviética, así como de China y Corea del Norte en Asia, nos ayudó a hacer frente en todos los campos a la embestida imperialista, a resistir y a vencerla. Jamás olvidaremos aquella ayuda generosa y oportuna.

En el mismo año 1959, el tirano dominicano Rafael Leónidas Trujillo diseñó una conspiración contra nuestro país. Todo terminó en un vergonzoso fracaso para el dictador quisqueyano.

Mientras tanto, un grupo de revolucionarios dominicanos e internacionalistas cubanos se preparaban en nuestros campamentos para trasladarse a la Isla vecina e iniciar la lucha armada contra el régimen más sanguinario que había conocido Latinoamérica hasta entonces. El intento fracasó ya que el traidor Díaz Lanz informó a la CIA, de la cual era agente, y esta al General "Chapita", apodo por el que irónicamente se llamada a Leónidas Trujillo (Risquet, 2006).

Conocida es la identificación y la solidaridad de nuestro partido con los hermanos pueblos de Centroamérica y sus organizaciones revolucionarias, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua; el frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de El Salvador (FMLN) y la Unión Revolucionaria Nacional de Guatemala (URNG), durante las últimas cuatro décadas.

Los combatientes contra las sangrientas tiranías de Pinochet en Chile y de los gorilas de Argentina y de Uruguay, contaron siempre con la solidaridad de la Revolución Cubana.

Igualmente, Cuba brindó su más decidido apoyo a gobiernos progresistas como el de Omar Torrijos en Panamá y su lucha por el rescate del canal; al heroico presidente socialista de Chile, Salvador Allende, como lo hace o lo ha hecho con Daniel Ortega en Nicaragua, Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, Lula en Brasil, Chávez y Maduro en la República Bolivariana de Venezuela, por citar los casos más destacados.

Para culminar esta breve referencia histórica de la solidaridad con los pueblos de Nuestra América, es obligado referirse a la más alta, audaz y heroica expresión de internacionalismo de estos tiempos: la columna guerrillera del Che en Bolivia, bien conocida gracias a que Cuba, sin temor a revelar las relaciones de nuestra revolución con esta epopeya, publicó el Diario del Che en Bolivia, prologado por Fidel, con un insuperable análisis de lo ocurrido en los once meses exactos que recogen las incidencias del texto (Fidel, 1987).

Tal como Fidel vaticina en el prólogo, el Che y su ejemplo cobran extraordinaria fuerza cada vez mayor en el mundo, como su nombre y sus banderas de lucha contra la injusticia entre los oprimidos y explotados.

Guevara reclamaba en su mensaje a la Tricontinental: "…que se desarrolle un verdadero internacionalismo proletario (...) que la bandera bajo la cual se luche sea la causa sagrada de la redención de la humanidad (...) Cada gota de sangre derramada en un territorio bajo cuya bandera no se ha nacido, es experiencia que recoge quien sobrevive para aplicarla luego en la lucha por la liberación de su lugar de origen (Guevara, 2007).

Misiones Internacionalistas cumplidas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias

Algunas de las épicas historias y hazañas que nos han llegado de las misiones cumplidas por nuestras gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias aparecen expuestas en la publicación de un grupo de autores y coautores con la conducción del coronel Pedro Sautié Mohedano y otros en la publicación digital titulada: Misiones Militares cumplidas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba.

Las misiones internacionalistas cumplidas por las FAR con el despliegue de tropas fueron cinco: República Democrática y Popular de Argelia, República Árabe Siria, República Popular de Angola, República Popular del Congo y República de Etiopía.

La primera misión cumplida por las FAR, se desarrolló entre octubre de 1963 y abril de 1964 en Argelia, respondiendo a la solicitud de ayuda del máximo dirigente argelino, Ahmed Ben Bella, ante la agresión perpetrada por el Ejército marroquí al territorio argelino. El contingente cubano estuvo integrado por 686 efectivos, en composición de un batallón de tanques y unidades de artillería y de aseguramiento.

La misión en Siria comenzó en octubre de 1973. Cuba envió 746 combatientes, respondiendo a la solicitud de ayuda realizada por el Gobierno sirio con motivo del fracaso de la ofensiva desatada por Egipto y Siria, el 6 de octubre de 1973, para tratar de recuperar los territorios ocupados por Israel durante la Guerra de los seis días, en junio de 1967.

En la República Popular de Angola, Operación Carlota, fue la más importante cumplida por las Fuerzas Armadas Revolucionarias, pues abarcó desde agosto de 1975 -cuando partió hacia ese país el primer grupo de cubanos- hasta mayo de 1991, regreso del último grupo de combatientes. Tuvo lugar respondiendo a la solicitud de ayuda que formuló al Gobierno cubano, el líder histórico del Movimiento para la Liberación de Angola (MPLA) Agostinho Neto, ante la agresión perpetrada al territorio angolano por las fuerzas armadas de Sudáfrica y de Zaire, apoyadas por los fantoches del FNLA y la UNITA y mercenarios blancos, para impedir la independencia de Angola, derrotar al MPLA y ocupar el país. A lo largo de esos casi dieciséis años, los internacionalistas cubanos participaron, conjuntamente con los combatientes de las FAPLA y la SWAPO, en las más importantes acciones combativas libradas en Angola. Baste solo mencionar los nombres de Quifangondo, Ebo, Morros de Medunda, Cangamba, Sumbe y Cuito Cuanavale. En total, cumplieron misión en Angola 337 mil 033 militares y unos cincuenta mil colaboradores civiles.

Todo ello es resultado de un pueblo que ha tenido la virtud y la dicha de contar con una revolución que construye el socialismo con el liderazgo de Fidel, con su extraordinario talento, su capacidad de previsión de los fenómenos y procesos. Asimismo, su confianza absoluta en un pueblo revolucionario que lo ha seguido con valentía aun en las circunstancias más difíciles y complejas (Castro, 2020).

Solo en las condiciones del sistema socialista, basado en la justicia social, la unidad del pueblo en torno al Partido y el empeño mancomunado y solidario de defender al país, puede una nación subdesarrollada y relativamente pequeña como la nuestra, con escasas riquezas naturales, evitar el colapso e incluso avanzar en su desarrollo. Nuestra trayectoria solidaria no tiene equiparación en el mundo. Ese empeño solidario se mantendrá a pesar de las campañas. La Helms-Burton es una Ley que nuestro pueblo debe conocer bien y que no puede darse el lujo de olvidar, aun si algún día fuera derogada. Cualquier perspectiva de verdadera evolución positiva en la relación entre Estados Unidos y Cuba, para que sea sostenible, tendría que estar asociada a la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero y del andamiaje legislativo que lo sustenta (Castro, 2020)

Durante parte del tiempo cuando se cumplió la misión en Angola, un contingente militar cubano se desplegó en la región de Punta Negra, República del Congo, con la misión de actuar como apoyo de las tropas que defendían Cabinda (Angola), de ser necesario.

En enero de 1978. Operación Baragua, llegada a Etiopía de las primeras tropas cubanas, para enfrentar la pérfida agresión de las fuerzas armadas de Somalia, iniciada en julio de 1977. Primeramente, los cubanos se incorporaron a la defensa de la ciudad de Harare y posteriormente participaron en la contraofensiva etíope, que concluyó el 11 de marzo de ese año, días después de haber sido liberada la ciudad de Jijiga. La misión se prolongó hasta septiembre de 1989 y en ella participaron 41 mil 730 militares cubanos.

Además, las FAR cumplieron misiones de colaboración militar (asesoramiento) en más de diez países. En todas estas misiones participaron 385 mil 908 combatientes cubanos, y de ellos cayeron, cumpliendo con su deber internacionalista, un total de dos mil 398 combatientes.

El Che nos enseñó que: el ejercicio del internacionalismo no solo es un deber de los pueblos que luchan por asegurar un futuro mejor, sino además es una necesidad insoslayable, sentenciando que: no puede existir el socialismo si en la conciencia no se opera un cambio que provoque una nueva actitud fraternal frente a la humanidad, tanto de índole individual, en la sociedad en que se construye o está construido el socialismo (Ariet, 1988).

CONCLUSIONES

Cuba posee el mérito de haber aportado valerosos y aguerridos combatientes a las causas de la independencia y la libertad de varias naciones del continente americano, expulsando de sus territorios a las fuerzas coloniales, cuando incluso éramos una colonia de España; es el caso de la Gran Colombia de Bolívar, México de Juárez y hasta en la Guerra de Secesión de Estados Unidos.

Desde los primeros días del triunfo de la Revolución Cubana el primero de enero de 1959, la solidaridad internacional no se hizo esperar: República Dominicana, Argelia, Chile, diversos movimientos de liberación nacional de Asia, África y América Latina, pueblos africanos a los que las fuerzas imperialistas y sus lacayos pretendieron arrancarle su independencia lograda con grandes sacrificios, recibieron el apoyo logístico y defensivo de nuestros combatientes.

La solidaridad internacional en materia de salud ha sido, es y será una de las más grandes proezas protagonizadas por el pueblo de Cuba. Brindar colaboración durante más de 50 años, a más de 100 países, con decenas de miles de trabajadores de la salud, con médicos, enfermeras y otros trabajadores paramédicos, implementar un Programa Integral de Salud y la formación de médicos en Cuba, y en el exterior ha sido el resultado de tan desprendida actitud.

Cuba aportó el ejemplo más grandilocuente de internacionalismo, la guerrilla del Che en Bolivia. Ernesto Guevara de la Serna, quien contó con el apoyo logístico y moral de la dirección política de la Revolución Cubana, en la persona de Fidel, planeó organizar un ejército internacionalista de liberación de América Latina con el propósito de encender la llama de la revolución en el continente, partiendo de Bolivia como centro de Sudamérica.

Cuba ha desarrollado la solidaridad internacional y la colaboración con una elevada ética, manteniendo el principio de igualdad soberana de los estados, respeto a la soberanía y autodeterminación de las contrapartes, sin condicionamientos.

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