INTRODUCCIÓN
Canadá nunca ha abandonado a Cuba desde el triunfo de la Revolución en 1959, ni en los peores momentos en que nuestro país fue suspendido1 de la Organización de Estados Americanos (OEA), en los lejanos años 60 del pasado siglo. Siempre ha mantenido relaciones diplomáticas, consulares, políticas, económicas, comerciales y culturales con Cuba, prácticamente sin condicionamiento alguno. Esa posición tiene un valor histórico inapreciable, el que siempre ha sido tomado en consideración por el Partido, el gobierno y el Estado cubanos.
Partiendo de este postulado inicial, el trabajo aborda en primer lugar los asuntos propiamente diplomáticos de modo somero, para luego centrar la atención principalmente en los temas referidos a las relaciones económicas y comerciales, en campos tales como: turismo, minería, energía, entre otros, sobre todo a lo largo de los últimos 30 años, hasta llegar a la actualidad. Se excluyen, por tanto, los temas referidos a las relaciones políticas, que por su envergadura requerirían de tratamiento aparte.
Al final se hacen algunas reflexiones sobre el posible curso de las acciones en estos campos.
Se trata de un acercamiento preliminar, donde se incluyen algunos antecedentes necesarios a tener en cuenta, antes de entrar en los temas de actualidad. El trabajo constituye un resultado parcial individual del autor, como parte del Proyecto “Evolución de la economía mundial y su impacto para la economía cubana”, en proceso de ejecución en el CIEM.
DESARROLLO
La diplomacia y los intereses comunes de Cuba y Canadá
Los intercambios entre dos economías cualesquiera suelen establecerse sobre la base de los intereses comunes de diversa índole, tanto política como económica, entre otros, que son determinados bilateralmente, y de las complementariedades entre las mismas. En el caso que nos ocupa, cabe destacar que la relación entre Canadá y Cuba es de larga data y se ha mantenido con los altibajos propios de los intercambios bilaterales entre dos economías.
Las relaciones entre los dos países se remontan al siglo XVIII, cuando los buques de las provincias del Atlántico de Canadá intercambiaban bacalao y cerveza por ron y azúcar. Cuba fue el primer país del Caribe seleccionado por Canadá el país norteño para establecer una misión diplomática y en 1945 se instauraron vínculos de esta índole, cuando Emile Vaillancourt, un notable escritor e historiador, fue nombrado representante ese país en Cuba.
Canadá y México fueron los únicos dos países del hemisferio que decidieron no romper sus relaciones con Cuba en los años posteriores al triunfo de la Revolución Cubana en 1959 (Gobierno de Canadá 2018 y 2021), ni tampoco como se ha señalado cuando Cuba fue suspendida de la OEA.
Además, es uno de los pocos países, junto con México y España, que en su momento adoptaron la Ley de Medidas Extraterritoriales Extranjeras para proteger a sus compañías contra la aplicación de legislaciones como la Helms-Burton (1996) y otras que conforman el entramado legal que mantiene Estados Unidos contra la nación cubana.
De modo, que Cuba ha mantenido de forma permanente lazos diplomáticos con Canadá desde hace más de 75 años. En el período revolucionario, a partir de 1959, hubo buenas relaciones con el entonces Primer Ministro de Canadá, John Diefenbaker, que no aceptó la ruptura de las relaciones con Cuba; más tarde, en los 60 hubo relaciones normales con Lester Pearson; luego, durante la década de los 70, las relaciones bilaterales tuvieron su pico más alto durante el premierato de Pierre Trudeau, transitando a un perfil más discreto con Jean Chretien en los 80, hasta llegar a uno mucho más bajo con Justin Trudeau en la actualidad, sin que esto afectara sustantivamente el comercio ni los vínculos bilaterales entre Canadá y Cuba. En la actualidad (2020-2021) se determinan y amplían sistemáticamente los intereses entre ambas economías.
Según el embajador de la nación norteña en la isla, Perry John Calderwood, “los nexos entre Cuba y Canadá evolucionaron desde el otrora intercambio de ron o azúcar en el siglo XIX hasta convertirse hoy en un vínculo multifacético con 75 años de diplomacia ininterrumpida”, y además enfatizó que “Canadá estuvo entre los primeros en reconocer al gobierno revolucionario de 1959” (Prensa Latina, 2021).
En 1976 el primer ministro de Canadá en aquel momento, Pierre Trudeau, visitó Cuba y se convirtió en el primer líder occidental en venir a la Isla tras el comienzo de la Revolución. El intercambio propició una amistad permanente entre el titular y el líder histórico cubano Fidel Castro, quien viajó a Canadá en el año 2000 para el funeral de Estado del ex primer ministro.
De acuerdo con el actual embajador canadiense, las visitas políticas de alto nivel en las posteriores décadas contribuyeron a intensificar las relaciones, lográndose establecer vínculos en comercio, inversión, turismo, educación y cultura, entre otros.
Hay que destacar que Canadá destina anualmente alrededor de cinco millones de dólares canadienses para su programa de desarrollo de cooperación en Cuba, centrado básicamente en la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente.
“Según el embajador, desde 1974 el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo -radicado en el país norteamericano- financia actividades investigativas en la mayor de las Antillas con enfoques en salud, agricultura, gestión del agua y cambio climático” (Prensa Latina, 2021).
En el marco de la pandemia de COVID-19, Canadá ha protagonizado acciones de solidaridad con Cuba.
Es así que gracias al Gobierno de Canadá y al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Cuba recibió en el tercer trimestre de 2021 una donación de 1 200 050 tabletas y 400 000 ámpulas del medicamento Dexametasona.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) también ha contribuido con la Isla en la donación de jeringuillas para la vacunación; así como la distribución de equipos de protección personal para trabajadores de la salud, concentradores de oxígeno para uso pediátrico y sus accesorios (Redacción Digital de Granma, 2021).
A esto se añade un donativo con insumos médicos destinado a la lucha contra la COVID-19, que arribó en junio 2021 por el Aeropuerto Internacional Frank País, de la ciudad de Holguín, en vuelo procedente de Toronto, Canadá. El donativo, organizado y coordinado por la Asociación de Cubanos en Toronto Juan Gualberto Gómez, incluyó jeringuillas, agujas desechables, equipos de ventilación pulmonar, catéteres endotraqueales y endobronquiales para edades pediátricas. También se incluyen componentes de laboratorio, así como medios de protección para el personal médico que enfrenta la pandemia dentro de las zonas rojas, como batas, gorros y mascarillas desechables (Carreras, 2021).
Cabe destacar, también, que existen nueve Cátedras de Estudios Canadienses en seis diferentes universidades cubanas y otras dependencias, que promueven la colaboración académica.
Es notable que Canadá se constituye como el segundo mayor inversor extranjero en Cuba y tiene presencia de la cadena hotelera Blue Diamonds Resorts en 21 hoteles, así como 45 años de vínculos con el Banco Nacional de Canadá, constituyendo actualmente el cuarto socio comercial de Cuba, con diversas empresas del país norteño interesadas en desarrollar sus actividades en el archipiélago (ACN 2020–Cubaminrex–PL 2020 y 2021).
Es conocido que el mercado canadiense ha constituido durante lustros, a partir de los años 90 del siglo XX, el líder emisor de visitantes extranjeros hacia Cuba a nivel mundial, cifra que superó el millón de arribados en el año 2019, condición ratificada al menos hasta 2020, con un total de 413 409 visitantes al cierre de diciembre (ONEI, 2020) y que Cuba constituye el segundo mercado más grande de Canadá en Centroamérica y el Caribe.
A esto se añade el hecho de que existen otras 200 compañías, principalmente pequeñas y medianas empresas, radicadas y activas en Cuba, la mayoría continúa comprometida y confía en las oportunidades a largo plazo (Prensa Latina, 2021).
En este contexto, y como parte de las actividades realizadas por el aniversario 75 de los vínculos bilaterales, directivos de las cámaras de Comercio de los dos países abordaron de forma virtual nuevas oportunidades para las relaciones económico-comerciales ante la pandemia.
Durante un debate virtual, realizado a mediados del pasado año, entre Antonio Carricarte, presidente de la Cámara de Comercio de la República de Cuba, con su homóloga de Canadá, Nancy Lussier, quedó definido que “las áreas y sectores claves para las dos economías se pueden resumir en los siguientes: las inversiones y exportaciones en la agroindustria, energías renovables, turismo, industria farmacéutica y biotecnológica y tecnologías de la información” (ACN 2020, Cubaminrex–PL 2020), a lo que se podría añadir también la minería, en particular el caso del níquel y en menor medida el petróleo y el gas.
Canadá también apoya el proceso de modernización que está siendo llevado a cabo por el gobierno cubano, con grandes oportunidades para el desarrollo de las actividades económicas no estatales y las iniciativas privadas. Basados en las exitosas experiencias de cooperación en el desarrollo de políticas económicas y fortalecimiento institucional, Canadá aspira a apoyar al gobierno de Cuba en sus esfuerzos de implementar un proceso de modernización económica (Gobierno de Canadá, 2021).
Al cierre del pasado año, durante la II Reunión del Grupo de Trabajo Quebec-Cuba, que sesionó de manera virtual, se aprobó el nuevo plan de acción para el período 2021-2023, con prioridad en este caso, en sectores como la agricultura y la seguridad alimentaria, salud, cultura y economía, en concordancia con lo planteado perspectivamente por la Cepal, que “dado el panorama de escasez de divisas, en Cuba habrá que rediseñar el plan de importaciones y reorientarlo hacia industrias priorizadas; por ejemplo, las de alimentos, medicamentos, suministro de agua y construcción, entre otras” (Cepal, 2020:5).
En dicho encuentro, encabezado por la parte cubana por Ana Teresita González, viceministra primera del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, y Sylvie Barceló, viceministra de Relaciones Internacionales y La Francofonía de la provincia canadiense de Quebec, se calificaron de positivos los resultados del trabajo conjunto en el periodo 2018-20, según informó la propia vice titular cubana en Twitter (ACN, 2020a).
En esa ocasión, “…se reafirmó el interés de continuar ampliando la cooperación en áreas como el turismo, la energía, la agricultura y el cambio climático”.
EL DESENVOLVIMIENTO DE LAS RELACIONES BILATERALES EN 2020, BAJO LOS EFECTOS DE LA COVID-19, POR SECTORES PRIORIZADOS
Situación en el sector del turismo hasta 2020
Como antecedente, es importante destacar que los canadienses habían comenzado a vacacionar en Cuba en un volumen significativo a principios de la década del 90 del pasado siglo, cuando el país recurrió al turismo como locomotora de la economía, por su impacto en la captación de divisas y el efecto de arrastre producido sobre los demás sectores, después de la desintegración del campo socialista. Ya “…a finales de la década de 2010, alrededor de 1,1 millones de canadienses visitaban Cuba anualmente, lo que representaba más de una cuarta parte de todas las llegadas de turistas, y contribuía significativamente a la economía del país” (Sains, 2020).
La situación cambió, y ya comienzos de 2020 el contexto de la economía cubana era muy complejo debido al recrudecimiento de las sanciones de Estados Unidos, que ya en 2019 habían afectado críticamente, sobre todo el suministro de petróleo, la llegada de visitantes estadounidenses (y de otros destinos) y el envío de remesas. La reactivación del Título III de la Ley Helms-Burton obstaculizó aún más la inversión y las transacciones financieras con la isla caribeña. “La lista de entidades y empresas cubanas con las que se prohíbe realizar transacciones económicas, comerciales o financieras sigue aumentando: actualmente el listado contiene más de 230 y, entre ellas, hay hoteles, centros de esparcimiento y entidades financieras no bancarias”, lo cual afecta obviamente al sector del turismo (Cepal, 2020:1).
El recrudecimiento del bloqueo, con un total de 243 nuevas medidas aprobadas por la Administración de Donald Trump contra Cuba en solo cuatro años y que abarcan todos los sectores de la economía y la sociedad, en primer lugar, los que más aportan divisas al país, entre ellos el turismo, y las consecuencias de las medidas destinadas a enfrentar la pandemia provocada por la COVID 19 “…han tenido un efecto restrictivo en el acceso a las divisas en la economía cubana” (Cepal, 2020:3).
Según informe de la Cepal, en 2020 el sector externo cubano fue afectado por diversos canales, entre otros: el recrudecimiento del bloqueo, aún en las condiciones de emergencia humanitaria debidas a la COVID-19, persiste la crisis económica en la República Bolivariana de Venezuela, uno de los principales socios de la isla y el turismo internacional se ha desplomado como resultado de las restricciones impuestas ante la pandemia (Cepal, 2020:4).
Antes de la crisis actual, en el período comprendido entre 2010 y 2018 el turismo en el mundo se había incrementado “…casi un 50 %, una vez superada la crisis financiera mundial de 2008 y el alza del precio del petróleo” (UNTWO, 2014, 2016, 2019) (Figueras 2021:58).
En contraste, en 2020 “…se produjo una caída de mil millones de turistas internacionales que no viajaron, con la consiguiente reducción significativa de ingresos para los países receptores”, lo que no excluye a Cuba ni al turismo proveniente de Canadá, como se verá más adelante. A esto se añade, que el retroceso previsto para el turismo internacional en 2020 lo situaba a un nivel inferior al de 1997 (Figueras, 2021:58-59).
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), en mayo de 2020 se pronosticaba una caída de las llegadas de turistas entre un 58 % y un 78 % a nivel internacional, acorde con tres escenarios que preveían los meses en los cuales tendría lugar la apertura de los aeropuertos internacionales (UNWTO, 7 de mayo de 2020). Se ha corroborado más tarde que “el turismo mundial registró su peor año en 2020, con una caída de las llegadas internacionales del 74 %” (UNWTO, 2021) (Citado por Anaya 2021:17).
Por otro lado se pronostica que durante 2020 deberá aumentar la tasa de desempleo, sobre todo en el segmento del arrendamiento de viviendas, el transporte y los restaurantes, debido al cierre o la disminución considerable de las actividades productivas y de servicios, provocadas por la contracción del flujo de visitantes en un 75% al cierre del año vencido de 2020 (Cepal, 2020:6).
En el caso de Cuba, “el turismo internacional al cierre de diciembre de 2020 registró un decrecimiento del 74,6 por ciento, al arribar al país 1 085 920 visitantes, que significan 3 189 638 menos que en igual período del año anterior” (ONEI 2020).
De modo que el impacto del desplome del turismo sobre el Producto Bruto Global sumado de todos los países, fue de un dos por ciento, lo que totaliza alrededor de dos millones de millones de dólares (UNWTO, 2020) (Citado por Figueras 2021:59).
En el caso de Cuba, los arribos turísticos comenzaron débiles en el año 2020 ya que se recibieron solamente 981 938 visitantes hasta marzo del pasado año (MINTUR, 10 de marzo de 2020). “Las llegadas en 2020 fueron en su totalidad de 1.1 millón de turistas. Restando a esa cifra el casi millón de visitantes recibidos hasta marzo, se deduce que en los restantes nueve meses vinieron 100 000 personas” (ONEI, 2021) (Figueras 2021:59).
Cuando en marzo de 2020 la industria sin chimeneas se vio afectada por la aparición en Cuba de la COVID-19, con la suspensión de visitas de canadienses hacia el Caribe y, en particular, con destino Cuba, los lugares más frecuentados en la Isla eran Cayo Largo del Sur y Varadero, en el occidente; Cayo Santa María, al centro; Jardines del Rey, ubicado en el centro-norte, y Holguín, situado actualmente en la antigua provincia de Oriente (González, 2021).
Posteriormente, Cuba había anunciado que estaba lista para recibir turistas extranjeros desde principios del mes de julio, pero en la práctica la puesta en marcha comenzó progresivamente y no fue hasta el 4 de septiembre, que un vuelo de Air Canada procedente de Montreal aterrizó en el aeropuerto de Jardines del Rey, en Cayo Coco, con 104 canadienses a bordo (González, 2021).
Antes, ya Cuba, luego de cuatro meses de cierre, había reabierto el turismo extranjero proveniente de otros destinos el primero de julio de 2020, con un protocolo que incluía un conjunto de medidas, tales como el distanciamiento físico, el aislamiento de las instalaciones, la desinfección frecuente de manos y superficies, y la realización de pruebas de PCR a todos los visitantes, como parte de la implementación del programa Turismo+Higiénico y Seguro (T+HS), “…cuyo objetivo es preservar la salud de trabajadores y clientes” (Conde, 2021).
En estas condiciones críticas provocadas por los impactos de la COVID-19, “la primera burbuja turística de Cuba se estableció en Cayo Coco, […] frente a la costa norte de la provincia de Ciego de Ávila”. A este destino se añaden dos cayos vecinos: Cayo Guillermo y Cayo Cruz, que albergan 30 centros turísticos con la modalidad de todo incluido (Sains, 2020).
El nuevo protocolo en época de pandemia incluye los menús a la carta, que han reemplazado a los tradicionales bufets bajo la modalidad de “todo incluido” en los hoteles. Otro cambio consiste en que “…las excursiones terrestres y acuáticas siguen siendo ofertadas con normalidad, siempre que los grupos no abandonen los cayos. Los huéspedes también pueden alquilar bicicletas o escúteres para moverse por las islas y disfrutar de espectáculos musicales nocturnos, que se ofrecen en los complejos turísticos” (Sains, 2020).
Hasta ahora, la reapertura de Cayo Coco ha tenido gran éxito. Los vuelos operados por Air Canada llegan dos veces por semana desde Toronto y Montreal y, según la Oficina de Turismo de Cuba en Canadá, hasta el momento nadie ha dado positivo al coronavirus (Sains, 2020).
Las tradicionalmente buenas relaciones entre las dos naciones y el tiempo relativamente corto de vuelo (alrededor de tres horas desde Toronto hasta la Isla) han conllevado una rápida retomada de los lazos Cuba-Canadá luego de la pandemia, en comparación con otros países.
Así, la aerolínea nacional, Air Canada, reanudó los vuelos desde Ontario y Quebec en septiembre 2020, después de un impasse de seis meses. Estos vuelos se complementarán más tarde, “…con Westjet a principios de noviembre y con las aerolíneas de bajo costo Sunwing y Air Transat, a principios de diciembre. Según Sains, una nueva aerolínea canadiense, la llamada OWG (por las siglas en inglés, Off We Go) también deberá iniciar vuelos entre Canadá y Cuba durante el próximo invierno” (Sains, 2020).
Con proyectos alentadores para el turismo, que representa el 10 % del PIB de Cuba, las propuestas incluyen la reapertura de varios aeropuertos provinciales, así como la reanudación de las actividades de forma gradual en el resto del país (Sains, 2020), algo que comienza a concretarse en lo que resta de año, sobre todo con la reapertura ocurrida a partir del 15 de noviembre.
En este momento (2020) Cuba cuenta con 58 polos turísticos en diferentes fases de crecimiento; dispone de 75 771 habitaciones, distribuidas en 394 hoteles. A inicios del año 2020, se habían firmado 105 contratos de administración y comercialización hotelera con un total de 21 gerencias extranjeras, las cuales administran 132 hoteles en operación con 50 207 habitaciones. Además, a la fecha existían 14 hoteles de propiedad mixta, que operan de forma combinada un total de 5 105 habitaciones en la categoría de 4 y 5 estrellas. Al mismo tiempo se contabilizan 23 240 habitaciones en casas particulares con licencias de arrendamiento para el turismo (Figueras, 2021:61).
A pesar de disponer el país de esa infraestructura, el turismo internacional que llegó a Cuba al cierre de diciembre de 2020 registró un decrecimiento del 74,6 por ciento al arribar al solamente 1 085 920 visitantes, que significan 3 189 638 menos que en igual período del año anterior (ONEI, 2020).
En esas condiciones, al cierre de 2020 las cifras del arribo de visitantes internacionales para los cinco primeros emisores arrojan los siguientes datos, mostrando a Canadá como principal emisor con mucha diferencia con relación a los demás: 1. Canadá-413 409; 2. Comunidad Cubana en el Exterior-150 388; 3. Federación de Rusia-74 019; 4. Estados Unidos de América-58 147, y 5. Francia- 46 537 (ONEI, 2020).
En la siguiente tabla se muestra el comportamiento en los cinco principales emisores, comparando 2020 con 2019, en cantidad y el por ciento de diferencia entre los dos años de referencia, donde destaca la participación de Canadá como principal mercado emisor.
Situación en la minería, en particular el níquel hasta el 2020
Se debe partir en el análisis de que las principales reservas del níquel se encuentran situadas en los siguientes países: Indonesia con el 22% de las conocidas en el mundo, con 21 millones de tm; Australia que posee 20 millones de tm de alrededor del 21% de la cuota mundial (entre estos dos países suman más del 40% del total); Brasil que ocupa el tercer lugar, con 16 millones de tm; Rusia que tiene 6,9 millones de tm, 7% del total planetario); Cuba que aparece en el quinto lugar, con alrededor de 5,5 millones de tm, 6% de las existencias conocidas), y Filipinas con 4,8 millones de tm, según USGS (NS Media Group Limited 2021, citado por Bullón 2021).
Tabla 1. Llegada de visitantes internacionales por países. Enero–diciembre. Primeros cinco emisores.
Fuente: ONEI (2020). Llegada de visitantes. Diciembre 2020. Documento en PDF.
Los precios del níquel suelen oscilar según la dinámica de las principales economías, ya que este metal industrial se utiliza fundamentalmente para la producción de acero inoxidable, a lo que se destina aproximadamente el 70% del volumen que se comercializa. Los usos restantes corresponden a las aleaciones de acero y aleaciones no ferrosas, galvanizado, fundiciones, catalizadores, acuñación de monedas, químicos y baterías3.
Un importante elemento que ha influido en los movimientos del precio del níquel es la tendencia a la recuperación de la economía china a partir del segundo trimestre 2020. Se produce una tendencia alcista manifiesta, sobre todo, entre mayo y septiembre, cuando el precio trepa desde 12 179 USD la tonelada métrica, hasta 14 857 USD, al ser el gigante asiático el mayor consumidor de níquel a nivel mundial4 (Bullón, 2020:2).
“La COVID-19 ha desatado una crisis mundial sin precedentes, una crisis sanitaria mundial que, además de generar un enorme costo humano, está llevando a la recesión mundial más profunda desde la Segunda Guerra Mundial” (BM, 2020). En consecuencia, y debido a la contracción de la demanda, en el primer trimestre del pasado año, el precio del níquel descendió desde 13 506 USD en enero, hasta 11 846 USD en marzo (Bullón, 2021:1), para un decrecimiento de 11,4%.
Esta situación incide notablemente en el desempeño de la industria del níquel en Cuba y lastra la presencia de Canadá en el sector.
Al respecto y como antecedente, resalta que en 1994 se anunció en Toronto por la firma canadiense la formación de una empresa mixta entre la Compañía General de Níquel (cubana) y la Sherritt (canadiense), que dio lugar a una empresa conjunta para operaciones de minería en Cuba para la extracción y procesamiento de níquel y cobalto.
La empresa cubana produce concentrados de cobalto y níquel en Moa, mientras que, según comunicado de la empresa canadiense, la nueva firma incluye la extracción, la refinación y la comercialización del níquel y el cobalto a escala mundial. La firma canadiense anunció en 1994 que ya había comprado una parte sustancial de la producción de Moa, con la finalidad de aumentar las existencias de su refinería de Fort Saskatchewan, Canadá. Las fábricas de Bahía Moa y Fort Saskatchewan serán la base de la nueva empresa (Redacción El Tiempo, 1994).
Canadá ha estado presente en Cuba con su empresa líder Sherritt desde mediados de la década de los 90 del pasado siglo. En esa fecha, se conformó el importante consorcio con capital mixto canadiense-cubano, integrado por las tres grandes empresas mencionadas arriba: una de extracción, operacional en Cuba (socio con las quintas reservas mundiales del metal); una segunda de refinación, operativa en Fort Saskatchewan, ubicada en la provincia de Alberta, Canadá5, y una tercera empresa comercializadora, la Sherrit International S.A., que se encargaría de colocar en el mercado internacional el níquel y el cobalto producidos en cooperación.
Luego de una etapa inicial exitosa para ambas partes, la empresa Sherrit se ha expandido en el campo de la minería, para más tarde incursionar también en el campo de la energía, específicamente en el gas acompañante y las fuentes renovables de energía.
Volviendo al níquel y su comportamiento durante 2020, tenemos las siguientes cifras: Cuba, considerado el noveno país productor de níquel en el mundo, sobrepasó las 50 mil toneladas de extracción del metal pese a la pandemia de la COVID-19, y como se sabe la producción del níquel en Cuba depende fundamentalmente de la asociación de la industria del níquel cubano a la Sherritt canadiense.
“Tal nivel productivo se logra con las capacidades actuales de las fábricas productoras y a pesar del escenario pandémico que caracteriza el 2020”, aseveró en entrevista con Prensa Latina el director general de Minería del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Juan Ruiz.
Ejemplificó el directivo que “…la fábrica Comandante Pedro Sotto Alba-Moa Nickel s.a., empresa mixta con la firma canadiense Sherritt International-, sobrecumple sus planes de producción y a su vez compensa las limitaciones de la empresa estatal socialista Comandante Ernesto Che Guevara, actualmente en proceso de capitalización” (Prensa Latina, 2020).
Situación en el sector de la energía: petróleo, gas y fuentes renovables de energía hasta 2020
Sherritt se viene expandiendo a otros importantes sectores de la economía en Cuba, a partir de la ya mencionada presencia inicial en el níquel en los años 90 del pasado siglo.
El entonces presidente de Sherritt, David Pathe, expresó hace más de cinco años, que la corporación canadiense tenía “la intención de fortalecer las relaciones estratégicas con capital y financiación en uno de los bloques de la franja norte petrolera de la isla caribeña” a partir de 2017. “Cuba es un país excelente con el que mantenemos una relación mutuamente ventajosa”, dijo Pathe (Redacción de El Periódico de la Energía, 2017).
Según explicó el directivo, las operaciones económicas de Sherritt, tras un cuarto de siglo de presencia en Cuba, se concentraban en ese entonces en una empresa mixta para producción de níquel en la zona oriental de Moa, y en el sector del petróleo y el gas acompañante.
En ese sentido, el ejecutivo canadiense afirmó que Sherritt tiene en perspectiva continuar los trabajos de exploración y perforación en esa zona, además de mantener conversaciones con la empresa Cuba Petróleo (Cupet), que controla el sector energético de la Isla, sobre las nuevas oportunidades de negocios, habida cuenta del interés de Cuba en reducir, con la participación del capital extranjero, su dependencia energética del exterior de alrededor del 50 % del petróleo que consume.
Mientras que, con relación a las fuentes renovables de energía, Matthew Levin, a la sazón embajador de Canadá en Cuba, había señalado que el proyecto de colaboración efectuado en ese campo, con la finalidad de la confección del atlas eólico de la Isla, realizado en 2013, refuerza los lazos de amistad y cooperación entre ambas naciones.
En ese mismo año, durante un recorrido por las áreas expositivas de la XII Conferencia Mundial de Energía Eólica (2013), Levin afirmó que los resultados impulsarán los programas cubanos para implementar el uso de las fuentes renovables de energía, lo que se ha materializado en la construcción de los parques eólicos, con el propósito de contribuir al cambio de la matriz energética primaria para la producción de electricidad, en cooperación con las fuentes fotovoltaicas proporcionadas por los paneles solares, de modo que se cumpla uno de los objetivos del Plan de Desarrollo Económico y Social 2030, que contempla llegar a un 24% en el componente de la matriz proveniente de fuentes renovables de energía.
“Las pesquisas posibilitaron identificar con mayor exactitud las zonas idóneas para la construcción futura de nuevos parques eólicos, como el que se edifica en la playa de Herradura, en la provincia de Las Tunas” (torontohispano.com, 2013).
Otros de los intereses que motivan la presencia de Canadá en Cuba están referidos a energía y gas, y más recientemente en la incursión en el campo de las fuentes renovables de energía (Redacción de El Periódico de la Energía 2017).
Posteriormente, en mayo de 2019 se informaba oficialmente que Sherritt tiene además de en el níquel, “otras inversiones […], entre ellas dos plantas generadoras de electricidad a partir del gas natural que se obtiene de los yacimientos cubanos en el occidente de la isla” (AFP 2019).
Con relación al cobalto, solo en 2019 la producción global del metal fue de alrededor de 138 mil toneladas en total, de ellas, el 72 por ciento producido solo en la República Popular del Congo.
“Entre la escasez del mineral y su condición de ser elemento fundamental en los tres elementos –cobalto, níquel y manganeso- utilizados en la batería de litio, los precios del cobalto se dispararon a más de 90 mil dólares la tonelada en 2018, actualmente promedia 34 mil” (PL, 2020).
No obstante, las principales aplicaciones del cobalto se concentran en las súper aleaciones, de amplia aplicación en la industria aeroespacial por su resistencia a la corrosión y a las altas temperaturas, en carburo cementado que se utiliza en herramientas para la elaboración de los diamantes en bruto y en la fabricación de elementos de corte para tornería y fresado.
También se emplea en la producción de imanes y cintas magnéticas, en la industria de la cerámica y la pintura, en los electrodos de baterías eléctricas, y como fuente de radiación gamma en radioterapia (uso médico) (PL, 2020).
Con relación al níquel, durante 2020 “…importantes producciones avanzaron bien. Tal es el caso del níquel que, de un plan anual de 52 000 TM, produjo un 23% ya en el primer trimestre, luego de haber cumplido al 94% el pronóstico del 2020” (Rodríguez, 2021b:4-5).
Perspectivas para el 2021
En un reciente informe de la Cámara de Comercio de Cuba (CCC), dado a conocer a fines de 2020, se plantea que la Cámara ha continuado su contribución al proceso de actualización del Modelo de Desarrollo Económico y Social Cubano y en la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, por la vía de la promoción de las exportaciones de bienes y servicios, la sustitución de importaciones e incrementando las posibilidades de negocios con capital extranjero, “tarea asignada a la Cámara de Comercio por el Decreto no. 325, Reglamento de la Ley no. 118 de la Inversión Extranjera” (CCC, 2020:3).
En ese sentido, durante el pasado año, la Cámara de Comercio trabajó en el análisis y constitución de clústeres, que funcionan como subagrupaciones dentro de las secciones de negocios, con el fin de acompañar a los asociados para su internacionalización y el incremento de las exportaciones, habiéndose creado los siguientes: “…Agricultura, Sideromecánica, Educación, Industrias Culturales, TIC, Construcción y Salud, además de los grupos de trabajo Labiofam, Ganadero y Coralsa. Actualmente la membresía [de la Cámara, N.B.] asciende a 915 empresas, manteniéndose como uno de los objetivos principales del año la captación de nuevas entidades, tarea desarrollada de conjunto con los organismos y los gobiernos provinciales a partir de los resultados del reordenamiento llevado a cabo en el sistema empresarial cubano” (CCC, 2020:5).
Según se plantea en el documento, durante el año pasado “…el Grupo de Promoción de Inversiones (GPI) ha continuado promoviendo los proyectos de inversión en consonancia con los intereses planteados por los grupos negociadores (GN). En tal sentido, se realizó un levantamiento de los principales proyectos sin socios identificados y se direccionaron hacia puntuales mercados meta. La selección de estos se correspondió con las indicaciones de los GN e intereses de inversionistas atendidos por el GPI” (CCC, 2020:13).
Más adelante, se detallan […y se suman otras acciones…], tales como las siguientes, que involucran a Canadá como socio:
Proyectos de inversión del sector agroalimentario, con los siguientes mercados meta, que incluyen Argentina, México, Italia, Canadá, Holanda, Alemania y China. (CCC, 2020:13).
Se tramitó el interés de una empresa canadiense en proyectos de inversión extranjera del Ministerio de Comunicaciones (CCC, 2020:14).
Se realizó el estudio del Perfil del mercado canadiense para frutas y vegetales del Caribe (CCC, 2020:16).
Igualmente, se han atendido a empresarios provenientes de España, Italia y Canadá en busca de asesoría para la ejecución de inversiones en Cuba (CCC, 2020:24).
Es conocido que la situación internacional en la que se inserta Cuba en 2021, tiene una elevada incidencia en la evolución de la economía nacional, con una tasa de apertura de 34,9% al calcular el peso de las exportaciones más las importaciones sobre el PIB (Rodríguez, 2021b:1).
La situación en 2021 se ha tornado más compleja aún que durante el año 2020, lo que se evidencia en los siguientes datos: “de las importaciones que debían asegurar desde finales del 2020 la continuidad en el desempeño de la economía durante los primeros meses de este año, solo se recibió un 60% de lo planificado, debido a que los ingresos en divisas solo alcanzaron el 55% de lo previsto el pasado año”; mientras que “los impactos de la no recuperación del turismo internacional provocaron ya, en los dos primeros meses del 2021, una caída del 95.5%” en el arribo de visitantes si se compara con igual período del año pasado, “al registrarse solo unos 35 200 viajeros al cierre de febrero frente a 792 507 en el 2020” (Rodríguez, 2021b:3-4).
Sin embargo, con relación a la infraestructura para el turismo, actualmente la capacidad instalada existente es más que suficiente para asimilar la cantidad de turistas prevista para 2021, por lo cual “… no se requerirá destinar inversiones para ampliar capacidades. Cuba ha ganado prestigio a nivel mundial en cuanto al manejo de la pandemia y por la alta protección de su población, así como sus exitosas acciones de colaboración internacional en ayuda a otras naciones muy afectadas por la COVID-19” (Figueras, 2021:60).
En esta situación, hasta el mes de marzo de 2021, solo se habían recibido 48 163 visitantes, que representa el 4,9%, es decir 933 773 visitantes menos que en el mismo período del año anterior. Con relación a los arribos desde Canadá, los datos muestran lo siguiente: 2 217 visitantes internacionales canadienses en total, quedando desplazado como emisor, al cuarto lugar en este primer trimestre, con relación a la Federación de Rusia (21 467), Comunidad cubana en el exterior (7 313), Alemania (4 126) y solo por delante de España (2 058), que queda en quinto lugar (ONEI, 2021).
Ya para el mes de agosto se habían recibido 251 218 viajeros, que representa el 20,2 % respecto a igual periodo del 2020 lo que equivale a 989 472 viajeros menos. Se han recibido 163 764 visitantes hasta el mes de agosto, que representa el 16,6 %, es decir, 824 219 visitantes menos que en el mismo período del año anterior.
Algo que puede explicar en mucho la significativa contracción interanual, además de la pandemia, radica en algunas de las medidas tomadas por la Administración estadounidense: “El 5 de junio del 2019 se anunció el retiro de las operaciones de crucero, y en 24 horas los que venían con destino a La Habana y otros puertos del país no llegaron, y los que estaban anclados abandonaron los puertos cubanos. Las reservas afectadas en esta modalidad fueron aproximadamente de 800 000 pasajeros en ese año.
“Tras eso se tomaron otras medidas como la prohibición de los vuelos regulares al interior del país, dejando de volar 269 000 pasajeros en un año; la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, y la incorporación de instalaciones del turismo en el listado de entidades cubanas restringidas, lo que también tuvo un efecto negativo en el sector. Además, ha tenido consecuencias el recrudecimiento del cerco financiero impuesto, a través de medidas intimidatorias y disuasivas a bancos en el exterior” (Alonso Falcón, et al 2021).
En ese contexto, en la siguiente tabla se puede apreciar las diferencias interanuales entre 2020 y 2021 (hasta agosto, información disponible), donde Canadá acusa un descenso notable como mercado emisor, sobre todo en el año en curso.
Tabla 2. Arribo de viajeros. Visitantes internacionales por países seleccionados. Enero-agosto.
- Fuente: ONEI (2021). Llegada de visitantes. Agosto 2021. Documento en PDF.
Como se puede observar, en el caso de Canadá, otrora principal emisor, la caída es del 98,2%, si comparamos las llegadas de visitantes (403 628 en 2020 y solo 7 366 en 2021, lo que representa el 1,8% de los que llegaron al país en el año anterior). Otras caídas importantes se registran en Europa (Francia, Italia y Alemania) y en los visitantes provenientes de Estados Unidos, con cantidades en 2021 que representan solo el 4,7%, 8,2% y 13,6%, respectivamente en los países europeos con relación al año 2020, mientras que los provenientes de Estados Unidos solo computan el 3,7% con relación al año anterior, ocupando el segundo lugar en contracción del mercado, solo detrás de Canadá.
Esta situación se piensa revertir con un giro en el último trimestre, a partir de la apertura realizada el 15 de noviembre de 2021.
En Mesa Redonda de fecha septiembre 8 de 2021, el Ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda, afirmó, que: “Canadá, el primer emisor [tradicional] hacia Cuba, está ya al 74% de vacunados con alguna dosis; Francia, Reino Unido, Alemania y España también tienen altas cifras. Por su parte, Cuba ya tiene vacunada a su población con una dosis al 54.5 %; con dos dosis, 42.2%, y con las tres dosis, 37.2 %. En total, más de 15 millones de dosis han sido aplicadas”.
A ello se suma que más del 75% de las compras del sector son a industrias nacionales, resultado de la sustitución de importaciones desde casi el inicio del desarrollo del turismo. “Esto requiere que las industrias se preparen hacia noviembre, no solo para concertar contratos. Y eso, en 66 días, implica un gran esfuerzo”.
Por su parte, María del Pilar Macías Rutes, directora general de Operaciones y Calidad del Turismo constató, que: “Hasta la fecha se han otorgado 2 259 certificados de T+HS, 563 a instalaciones del sector no estatal”, precisó Macías Rutes y comentó que antes del 15 de noviembre se chequeará este proceso, que incluye a aquellos lugares que se han mantenido cerrado durante este tiempo de pandemia” (Alonso Falcón, et al 2021).
El ministro de turismo añadió que: “nuestras expectativas se han superado, porque los turoperadores de los destinos tradicionales de Cuba han pedido más solicitudes de las planificadas”.
Según el Ministro, “hay solicitudes de vuelos desde Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, y de otros países europeos, así como de México, Panamá, República Dominicana, indispensables para conectar a los mercados del Cono Sur y algunos clientes europeos que se encuentren en esos destinos”.
En cuanto a Rusia, el Ministro añadió que se planifican crecimientos para la temporada de invierno y adelantó que ya se ha autorizado volar desde diferentes ciudades de ese país hacia Cuba (Cubadebate, 2021).
Mientras que, con relación a la modalidad de Turismo de Salud, la Empresa Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos oferta 250 programas. La gama de modalidades es suficientemente amplia, abarcando tratamientos contra el cáncer, los problemas cardiovasculares o el vitiligo, además de servicios estomatológicos integrales, entre otros. Cuba debe aspirar a atraer a un volumen mayor de turistas que viajen buscando servicios para el cuidado y la atención de su salud. “Este es un segmento muy exigente, que requiere infraestructura de nivel mundial, junto a certificaciones aceptables por las aseguradoras. No obstante, debe ser considerado seriamente como una opción para diversificar las ofertas del destino Cuba y transitar hacia actividades de mayor valor agregado” (Figueras, 2021:62).
Con relación al 2021, se debe destacar que Cuba y Quebec, Canadá, firmaron el primero de junio de 2021 en La Habana tres acuerdos que permitirán impulsar el progreso de los vínculos económicos y comerciales bilaterales, en este caso en áreas como el turismo y también en biofarmacéutica (Calderón, 2021).
Los convenios fueron firmados en el transcurso de un foro empresarial, con la asistencia de Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex) de Cuba, y Philippe Couillard, primer ministro quebequense, de visita oficial en la Isla, quien vino acompañado de representantes de 40 compañías de diversos sectores.
Las partes suscribieron el documento Declaración Conjunta entre el Mincex y el Ministerio de Relaciones Internacionales y de la Francofonía de Quebec, enfocado en el desarrollo de la cooperación entre ambas economías (Calderón, 2021).
Además, se rubricó el acuerdo bilateral para la primera etapa del proyecto de colaboración entre el Instituto de Turismo y de Hotelería de esa provincia canadiense y el Ministerio de Turismo y el Sistema Nacional para el Turismo de Cuba.
El tercer pacto consiste en un proyecto de colaboración estratégica entre la oficina del Jefe Científico y la Organización Superior de Dirección Empresarial BioCubafarma, para la puesta en marcha de cartografía cerebral Quebec, Canadá, China y Cuba (Calderón, 2021).
En la cita, Malmierca resaltó la importancia de la visita de esta nutrida representación de prestigiosas compañías canadienses, misma que contribuirá al desarrollo de las relaciones en diversos sectores, tales como: investigación, innovación, educación, ciencia, cultura, energía, medio ambiente, agricultura y turismo (Calderón, 2021).
De acuerdo con Malmierca, Canadá ocupa el segundo lugar entre los países con mayor cantidad de negocios establecidos en la Isla con capital extranjero, en las ramas de la energía, producción petrolera, minería, industria y turismo.
Se conoció, así mismo, que actualmente están radicadas en La Habana 40 sucursales canadienses, y de ellas nueve son quebequenses (Calderón, 2021).
En 2021, “la compañía canadiense Sherrit International, con sede en Toronto mantiene hoy su apuesta por los negocios con Cuba y aspira a ampliarlos, según declaraciones de su actual presidente, Leon Binedell” (Redacción TCC, 2021).
En correspondencia, y de acuerdo con la Agencia Cubana de Noticias (ACN), se proyecta el incremento de las capacidades de producción en la planta Moa-Níquel S.A. Comandante Pedro Sotto Alba, ubicada en el oriente del territorio nacional.
Por su parte, el ministro de Energía y Minas de la nación caribeña, Liván Arronte, acompañó al empresario canadiense en su recorrido por la planta, que por casi tres décadas ha estado bajo administración conjunta con la parte cubana.
“De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Sherritt International mantiene excelentes relaciones con Cuba y apuesta por fortalecer y ampliar negocios en la minería, el petróleo y la energía” (Redacción TCC, 2021).
Con relación al níquel, hay que tomar en cuenta que las principales industrias de ese mineral cubano se encuentran ubicadas en Moa, en la oriental provincia de Holguín, donde predomina la presencia de Sherritt, con una concesión minera (parcela autorizada) que al ritmo actual les permite extraer y exportar níquel por 17 o 20 años, según consta en la Oficina Nacional de Recursos Minerales (ONRM) (PL, 2020).
Mientras que, en San Felipe, provincia de Camagüey, también existen otros depósitos con recursos estimados en 306 millones de toneladas del mineral laterítico, lo que posibilita que a futuro se puedan trasladar estos minerales de otras regiones de Cuba para las fábricas ubicadas en Moa o, si las posibilidades lo permiten realizar una nueva inversión, algo contemplado en la cartera de oportunidades de la industria del níquel (PL, 2020).
El director general de Minería del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Juan Ruiz, especificó que las fábricas productoras cubanas hoy solo extraen níquel y cobalto, pero desde los inicios de la producción niquelífera en Cuba, hace más de 70 años, se conservan las colas de la industria, las cuales contienen un 45 por ciento de hierro, otro importante mineral de amplio uso industrial.
“Cuba ocupa en el mundo el noveno lugar en cuanto a producción de níquel, pero lo más significativo es que según el Servicio Geológico de Estados Unidos y la última actualización Statista 2019, la isla constituye la quinta reserva global del metal y la tercera de cobalto, afirmó el director de minería del Minem” (PL, 2020).
En lo que respecta a las expectativas de participación de este mineral en el mercado para vehículos eléctricos, se explicó que la aplicación principal es y continuará siendo la producción de acero inoxidable y otros aceros especiales, que consumen entre un 75 y 80 por ciento de la producción mundial de níquel primario, obtenido de la minería, mientras el pujante mercado de las baterías solo consume por ahora entre cuatro y cinco por ciento del metal (PL, 2020), lo cual explica el interés de Canadá por el sector.
Mientras tanto, a inicios de 2021 “…el precio de los productos básicos presenta incrementos nuevamente en casi todos los renglones. Para Cuba resulta significativo que los precios del níquel aumentaran puntualmente entre enero 4 y marzo 1ro. un 7%; y el azúcar crudo mantuvo el precio en torno a 16 centavos. Sin embargo, el barril de petróleo WTI se incrementó hasta 61.95, para un crecimiento del 26.7%. En cuanto a los alimentos, según la FAO, los precios continuaron ascendiendo en los últimos 9 meses y los de febrero del 2021 fueron un 26.5% más altos que el mismo mes del año anterior” (Rodríguez, 2021a:2-3).
En este último sector, el de la agricultura, tan temprano como en febrero de este año en curso, se reunieron directivos de 23 compañías de Canadá, 16 de ellas de la provincia de Quebec, y representantes de empresas cubanas, para la realización de un Foro Agroalimentario virtual sobre oportunidades de negocios en Cuba.
El evento, organizado por la Cámara de Comercio e Industria Canadá-Cuba y la Cámara de Comercio de Cuba, contó con la presencia por la nación caribeña de los grupos empresariales Agrícola y Ganadero, y de las empresas Azcuba y Gecomex.
Mientras que, las empresas Frutas Selectas, Cítricos Caribe, Agroindustrial Ceballos, La Estancia y Maquimport, sostuvieron varios encuentros bilaterales de manera virtual con empresarios canadienses interesados en el mercado cubano de productos e insumos del sector agroalimentario.
En el foro participaron representantes del gobierno canadiense, así como de los ministerios de Relaciones Internacionales, de Alimentación y Pesca, y de Economía de Quebec. Por la parte cubana, asistieron funcionarios del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera y de ProCuba, entidad que promueve la participación de empresas extranjeras en negocios con la Isla.
Cabe señalar que Canadá constituye el segundo mayor inversor extranjero en la isla caribeña, donde la cadena canadiense Blue Diamonds Resorts gestiona 21 hoteles, y unas 200 empresas, principalmente pequeñas y medianas, las que están radicadas y activas en la isla. (PL 2021)
Finalmente, es de destacar que a inicios de este año en curso (concretamente en el mes de enero), la Embajada de Canadá en La Habana libró una convocatoria para el cargo de Oficial de Desarrollo de Negocios Internacionales. Según reza la convocatoria, “…esta posición se subordina al Comisionado Superior de Comercio”, que es responsable de varios sectores comerciales prioritarios y reactivos y contribuye a la ejecución del programa de Desarrollo de Negocios Internacionales de Canadá en la Embajada de Canadá en la República de Cuba.
En la relación de los sectores priorizados para Canadá se encuentran, entre otros, los siguientes: tecnologías limpias, agroalimentarias, petróleo y gas, y TIC) (Gobierno de Canadá, 2021), lo que confirma los intereses de Canadá en Cuba, sin importar el bloqueo de Estados Unidos contra la Isla, lo cual resulta alentador y está a tono con la política de esa gran economía con relación a la pequeña Isla del Caribe insular, a través de los tiempos.
CONCLUSIONES
En ese contexto complejo y adverso, Cuba lleva adelante la Tarea Ordenamiento con los ajustes necesarios y posibles en tiempo real y sobre la marcha acelerada; enfrenta el bloqueo recrudecido de Estados Unidos, recientemente rechazado en la ONU con la aprobación por 184 países de la Resolución presentada por Cuba en solicitud del cese inmediato e incondicional del bloqueo económico, comercial y financiero contra la Isla; combate exitosamente la COVID-19, con un protocolo singularmente efectivo y una vacunación casi universal, que concluyó con más del 80 por ciento de la población vacunable con el esquema completo aplicado de uno u otro inmunógeno, siendo estos de factura cubana.
Mientras tanto, resiste, avanza y se desarrolla en algunos campos, como son los casos de la industria médico farmacéutica y la biotecnología, aunque también en el turismo, la minería y la energía, en los que existen vínculos históricos o más recientes entre Cuba y Canadá.
En esta situación, las perspectivas apuntan a que Canadá seguirá siendo, previsiblemente, en el campo de las relaciones económico-comerciales un socio estratégico para Cuba en importantes sectores de la economía, que pueden contribuir notablemente a determinar el sostenimiento del país y el desarrollo perspectivo, con la visión 2030, en áreas clave: turismo (cuando se recupere el flujo), minería, energías fósiles y provenientes de fuentes renovables (estas últimas en ascenso), así como más recientemente en el campo de la biotecnología y la farmacéutica, estratégicos todos.
Son temas a los cuales, por su importancia cardinal, habrá que darle sistemático seguimiento durante 2021, a tenor con el Proyecto de investigación sobre Cuba, actualmente en ejecución por el del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), y en años venideros.
En el caso de las relaciones políticas, se reitera que en ningún momento han sido objeto de este trabajo y que por su envergadura ameritan ser tratadas aparte, por tanto se han excluido en los análisis realizados.
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