image

LENTE CIENTÍFICO ESTUDIANTIL

El marxismo como pilar esencial de la formación revolucionaria de Raúl Roa García. Una mirada a su pensamiento

y obra en las décadas previas a 1959


Marxism as an essential pillar of Raúl Roa García's revolutionary formation. A look at his thought and work in the decades prior to 1959.


Camila Pérez García.

image

Estudiante del 5to. año de la Licenciatura del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”, La Habana. camilaperezgarcía@yahoo.es image0000-0001-9669-5254


Guillermo Willian Paz Escuellar.

Estudiante del 5to. año de la Licenciatura del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”, La Habana. image gwillianpescuellar@gmail.com image 0000-0001-8926-1511


RECIBIDO: 12 DE MARZO DE 2021 APROBADO: 17 DE JUNIO DE 2021


RESUMEN En el pensamiento revolucionario de Raúl Roa García se evidencia la influencia indiscutible de la época que se abre en la década de 1920 y cuyo punto máximo de crisis sería el proceso revolucionario de los años treinta. En un contexto nacional marcado por las deformaciones económicas y las desigualdades sociales resultantes de políticas de gobiernos corruptos y entreguistas, el encuentro con las ideas del Marxismo y el Leninismo se produjo muy rápidamente en Roa, lo que indudablemente conllevaría a una consolidación y una radicalización de su ideología revolucionaria y antimperialista. En este sentido, la presente investi- gación se propone demostrar la influencia de la ideología marxista en el pensamiento del “Canciller de la Dignidad”, centrándose fundamentalmente en su etapa de lucha estudiantil, precisamente por la influen- cia que tuvo este período en su formación como revolucionario.


Palabras claves: Raúl Roa, marxismo, leninismo, pensamiento revolucionario


image


ABSTRACT In Roa’s revolutionary thought, the indisputable influence of the period that began in the 1920s is evi- dent, which maximum point of crisis would be the revolutionary process of the 1930s. In a national context marked by economic deformations and social inequalities resulting from the policies of corrupt and sub- missive governments, the encounter with the ideas of Marxism and Leninism occurred very quickly in Roa, which would undoubtedly lead to a consolidation and radicalization of its revolutionary and anti-imperi- alist ideology. In this sense, this research aims to demonstrate the influence of the Marxist ideology in the thought of the “Chancellor of Dignity”, focusing mainly on his stage of student struggle precisely because of the influence this period had on his training as a revolutionary.


Keywords: Raúl Roa, Marxism, Leninism, revolutionary thought


image


image

148 CC


image

Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International, que permite su uso, distribución y reproducción en cualquier medio, siempre que el trabajo original se cite de la manera adecuada.

INTRODUCCIÓN


No cabe duda de que en la vida y en la obra de Raúl Roa está presente una parte importante del acontecer cubano, sobre todo en lo referente a la pasada centuria. En el pensamiento del Canciller de la Dignidad se evidencia la influencia indiscutible de la época que se abre en la década de 1920 y cuyo punto máximo de crisis sería el proceso revolucio- nario de los años treinta.


Según el propio Roa, la Cuba de entonces estaría marcada por el caos económico, político y social, contexto en el cual la forma política republicana y su constitución liberal trataban, sin el menor éxito, de ocultar que la Isla seguía siendo una colonia:


Colonia, por su estructura económica, en la que el latifundio azucarero y el monocultivo son sus más firmes soportes; colonia, porque su economía, fun- dada sobre relaciones feudales de producción y de trabajo, está casi íntegramente en manos nor- teamericanas; colonia, porque era una plantación azucarera a merced de la preponderancia o no, en el Congreso yanqui, de los intereses remolacheros; colonia, porque su crédito se lo otorga o quita Wall Street; colonia, porque su miseria o sus “vacas gor- das” dependen, principalmente, de los aranceles estadounidenses; colonia, porque no puede emitir papel moneda de curso legal; colonia, en fin, porque todos sus gobiernos, desde Estrada Palma hasta Machado —al igual que todos los que le sucedieron hasta 1959— han calorizado todas las maniobras y planes (…) que tendían a desangrarnos y empobre- cernos, en beneficio exclusivo del capitalismo yan- qui y de la burguesía y terratenientes nativos (Roa, 1964).


Como todos los gobernantes de los países colo- niales, nuestros presidentes eran verdaderos laca- yos del imperialismo, que los protegía y apoyaba mientras eran una garantía y servían a sus inte- reses. Nos referimos a una Cuba en la que desde 1902, los dos polos de la vida política nacional habían sido la dictadura o el caos, o ambas cosas

a la vez (Roa,1964). Es en este contexto histórico en el que Roa perfila su pensamiento y lo nutre de fuentes marxistas-leninistas, lo que conllevó a que su ideología revolucionaria y antimperialista se consolidara.


El presente trabajo pretende demostrar la presen- cia de la ideología marxista en el pensamiento del Canciller de la Dignidad, centrándose en su etapa de lucha estudiantil precisamente por la influencia que tuvo este periodo en su formación como revo- lucionario.


DESARROLLO


El Marxismo como pilar esencial de su formación revolucionaria


El 18 de abril de 1907 nace Raúl Roa García, en una casa de la calle habanera de Carlos III, en una época en que la República había sido vendida al imperia- lismo yanqui y se habían traicionado los ideales de José Martí.


Viene al mundo en el seno de una familia humilde, en la que recibe mucha influencia de su abuelo pa- terno Ramón Roa, “hombre del 68”, poeta, escritor y soldado que dejó una marcada impronta en el nieto. Fue el abuelo mambí quien primero le incul- có el amor a la patria, por los héroes de la “Guerra Grande” y de la gesta del 95. Más tarde, halló en la biblioteca de su tío Jorge Roa y en la de Federico de Córdova las obras de Varela, Luz y Caballero, José Antonio Saco y José Martí que, junto a los clásicos de la lengua, en particular el Quijote de Cervantes, habrían de aguzar su apetito literario y acendrar su cubanía. Sin olvidar a Salgari y a Verne, que incen- diaron su imaginación y poblaron sus sueños de feroces dayakos, pérfidos colonialistas y visiones submarinas (Kourí, 2007).


Estudia bachillerato en la academia de Champag- nat, de los hermanos Maristas y en 1925 ingresa en la Universidad de La Habana, en la Escuela de Derecho, lo que coincide con el ascenso al poder

del general Gerardo Machado Morales. En su carac- terización de ese período, Carlos Rafael Rodríguez expresó:


En 1925, el año de la fundación del Partido Co- munista, ingresa Roa en la universidad, pode- mos decir que comienza con un signo ideoló- gico impreciso, pero marcado con un espíritu radical que no lo abandonaría jamás en toda su vida (Padrón, 2007).


En la década de 1920, Roa fue un discípulo eminen- te de Enrique José Varona y era ya un lector apasio- nado y culto de José Martí. En esos tiempos, Julio Antonio Mella organiza la Liga Antimperialista de Cuba y la Universidad Popular “José Martí”. Raúl Roa ingresa en ellas y se convierte en uno de sus más activos promotores. Había conocido ya a Ru- bén Martínez Villena, con quien entabló una entra- ñable amistad. Sobre esto, Roa escribió:


“Conocí a Rubén y al punto me reclutó” (García, 2007).


Sobre sus antecedentes revolucionarios, Raúl Roa comentó:


Descubrí que era revolucionario el día que me sentí disconforme con el mundo estante y an- helé uno más justo y bello: Mella contribuyó de- cisivamente y acaso también el sedimento in- consciente de mi progenie mambí. A la sombra iluminada de mi abuelo, Ramón Roa, hice yo mi primera vela de armas (García, 2007).


Era un estudioso de las hazañas independentistas y un indignado combatiente contra la frustración republicana; un investigador profundo de las cau- sas de la injerencia imperialista en Cuba. Influido fuertemente por la Revolución de Octubre, por las bregas heroicas y aleccionadoras de Sandino, en Nicaragua, y lector apasionado de Mariátegui, Le- nin y Marx, situó como la primera y más importante pasión de su vida la lucha por la revolución social y política en Cuba y Latinoamérica.

En una apretada síntesis de su juventud podría aco- tarse que, a comienzos de la década de los treinta, se aprecia su participación en el grupo clandestino que reorganizó el movimiento juvenil tras la disolu- ción del Directorio Estudiantil Universitario (DEU), la expulsión de numerosos educandos y la clausu- ra temporal de la Universidad de La Habana. Raúl Roa estuvo a la vanguardia de los jóvenes que fun- daron el DEU en 1930 y fue uno de los principales organizadores de la manifestación revolucionaria del 30 de septiembre de ese año. En este periodo de la vida del Canciller de la Dignidad se perfila su ideario político, que a la vez muestra elementos en formación y desarrollo en su conjunto. Respon- de a las contradicciones sociales que enfrentó y a su propuesta de solución. Una muestra de ello es el concepto de la necesidad del cambio radical en el orden social que se esboza desde sus primeros escritos y alegatos políticos, todo lo que adquiere sustantividad en su práctica política en las filas del DEU y del Ala Izquierda Estudiantil. Su participación en estos movimientos políticos le permite concep- tualizar la problemática social y buscar la posible salida que se imponía en aquellos momentos. Así Roa toma conciencia, en el análisis de tal situación y en el ejercicio práctico como revolucionario, de que el estudiantado no podía devenir portador material exclusivo de los cambios sociales, hecho de gran trascendencia teórica.


El propio Roa nos proporcionó una visión de este periodo de su formación. Así, para él, los males de la República neocolonial, agudizados en el gobier- no machadista, solo podían resolverse mediante la revolución. Este concepto aparece delineado en su pensamiento desde muy temprano, y en él se en- cuentra indiscutiblemente la huella de Carlos Marx, pues para él, aunque se exprese en términos políti- cos, la entraña de la revolución es siempre econó- mica:


“La revolución es la violencia organizada de las masas oprimidas para modificar radicalmente el régimen de relaciones sociales de producción a las cuales corresponden formas ideológicas,

jurídicas, políticas y de conciencia peculiares”. (Roa, 1964).


El encuentro con las ideas del Marxismo y el Leni- nismo se produjo muy rápidamente en Roa. Siendo un adolescente había leído de Lenin “El capitalismo de estado y el impuesto en especie.” Al entrar a la Universidad ya había releído el “Manifiesto comu- nista” y estudia la “Crítica a la economía política” de Marx, todo lo cual dice mucho de su temprana voca- ción por la ideología de la clase obrera. Otras obras que también estudió más tarde fueron: “El estado y la revolución”, “El imperialismo, etapa superior del capitalismo”, “El extremismo de izquierda, enferme- dad infantil del comunismo”, entre otros.


Acerca de la escasa bibliografía marxista existente entonces, Roa valoraba:

No hay que olvidarse de que en aquella época en Cuba la bibliografía marxista leninista era bas- tante pobre, era más rica la de Lenin que la de Marx. Por eso yo muchas veces he pensado que todos nosotros fuimos a Marx desde Lenin, y no fuimos a Lenin desde Marx, como suele ocurrir en la mayor parte del mundo (García, 2007).


Como resultado de discrepancias surgidas respec- to de las concepciones y tácticas del Directorio Estudiantil Universitario, creó con Pablo, Gabriel Barceló, Ladislao González Carbajal, Aureliano Sán- chez Arango, Manuel Guillot y otros compañeros, el Ala Izquierda Estudiantil que propugnaba, junto al derrocamiento de Machado, la erradicación de las causas que engendraron la República neocolonial, la dominación económica y política del imperialis- mo yanqui.


image


batistiana, formó parte de un grupo de jóvenes que desde el periódico BARAGUÁ, dirigido por José Antonio Portuondo, contrapuso a la consigna de Asamblea Constituyente Soberana, la tesis de la ac- ción armada.


Durante el periodo que se cierra con el golpe militar del 10 marzo de 1952, mantuvo una posición inde- pendiente, exponiendo en su cátedra universitaria, en revistas, periódicos y libros, sus puntos de vista antimperialistas y combatiendo a los desgobiernos de Batista, Grau San Martín y Prío, incluso durante el año que fue Director de Cultura en el gobierno de este último. Nunca se afilió a ningún partido de las clases dominantes.

A raíz del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, participó en actividades insurreccionales de diversa índole y procedencia hasta que tuvo que asilarse en diciembre de 1953. En México permaneció 2 años, fundó el periódico Patria, dirigió la Revista Huma- nismo y denunció en ambas publicaciones y en las universidades mexicanas la situación imperante en Cuba. Al volver a La Habana en 1955, colaboró hasta la victoria final con el Movimiento 26 de julio, ha- biendo sido conducido varias veces al Buró de In- vestigaciones, al BRAC y al SIM.


Después del triunfo de la Revolución en 1959 fue designado Embajador de Cuba en la OEA, donde permaneció hasta el mes de junio de ese mismo

año, en que fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno Revolucionario, cargo que asumió hasta el año 1976, en que fue elegido Vice- presidente de la Asamblea Nacional del Poder Po- pular. Desde 1979 hasta 1981 fue Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular por sustitu- ción reglamentaria. Sus actividades internacionales fueron muy intensas desde el triunfo de la Revolu- ción hasta su desaparición física en 1982. Sus prin- cipales discursos políticos son una muestra de su arraigado pensamiento revolucionario.


Martiano y marxista, consecuente durante toda su existencia, el que pasaría a la historia como el “Canciller de la Dignidad” de la Cuba revolucionaria, confirmaría con su vinculación al proceso revolucio- nario de 1959 sus ideas, proyectos y experiencias de los años treinta.


CONCLUSIONES


A través del Marxismo, que según sus propias pa- labras “es, en su contenido histórico, una interpre- tación dialéctica de los procesos sociales, una ver- dadera sociología, y, en su contenido filosófico, (…) una explicación materialista del mundo”, Roa supo denunciar “la mecánica homicida del imperialismo” y la “estructura capitalista moderna, en cuyas en- trañas bélicas se trituran, exprimen y acogotan a los trabajadores de todas las nacionalidades, colores y sexos hasta sacarle la última gota sanguinolenta de plusvalía” (Roa, 1964).


Fue la ideología marxista la que le permitió com- prender que la lucha que se estaba librando en Cuba por la liberación nacional y social de las masas explotadas y oprimidas, debía tener, para ser efecti- va, una base real, económica y política, un carácter democrático y un contenido antifeudal y antimpe- rialista. Además, afirmó que a esa emancipación revolucionaria del yugo colonial, sucedería, por la mecánica misma del proceso histórico en su fase ascendente, la socialización de Cuba.

Como todo buen revolucionario, Raúl Roa interpre- tó el pensamiento marxista y lo convirtió en una guía para la acción. Pudo ver claramente que para resolver el problema cubano, era necesario hacerlo con datos cubanos a partir nuestra propia realidad, de las propias necesidades cubanas.


El accionar y la ideología de Raúl Roa estuvieron fuertemente influenciados por la filosofía mar- xista-leninista, que, a su vez, le permitió ver más hondo y lejanamente que los demás, para inscri- birse en la historia como uno de los más grandes revolucionarios que ha parido la patria, al mismo tiempo que se perpetuara en el corazón de su pueblo como el inolvidable “Canciller de la Dig- nidad”.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


García, J. R. (2007). Raúl Roa García: De Martí a Marx y Lenin. Reflexiones en su centenario. (M. B. Armente- ros Toledo, Ed.) Revista de la Biblioteca Nacional José Martí (1-2), 89-101.


Kourí, R. R. (2007). Los cien años de Roa. (M. B. Armen- teros Toledo, Ed.) Revista de la Biblioteca Nacional José Martí (1-2), 9-15.


Capote, I. (abril de 2007). La Universidad de La Habana: escenario natural de Raúl Roa. La Jiri- billa. Recuperado de http://webcache.googleu- sercontent.com/search?q=cache:1TGhf2TIuhE- J:www.lajiribilla.co.cu/2007/n310_04/310_03. html+&cd=3&hl=es&ct=clnk&gl=cu&client=fire- fox-b-d


Roa, R. (2006). Bufa Subversiva. La Habana: La Memoria. Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau.


Roa, R. (1964). Retorno a la alborada. Villa Clara: Univer- sidad Central de Las Villas.

BIBLIOGRAFÍA


Allende Karam, I. (2014). Roa diplomático. (A. Cristóbal Pérez, Ed.) Política Internacional (XXI), 233-244.


Kourí, R. R., & Kourí, A. (2017). Síntesis biográfica del Dr. Raúl Roa García. (1907-1982). Cubaminrex. Institu- to Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García. Recuperado de http://atencionciudadana.cu- baminrex.cu/es/conocearaulroa

Oramas, O. (2017). Recuerdos de un creador y Canciller de la Dignidad: Raúl Roa García. Política Internacio- nal (XXVI), 132-134.


Otero, L. (2007). El pensamiento revolucionario de Raúl Roa. (M. B. Armenteros Toledo, Ed.) Revista de la Bi- blioteca Nacional José Martí (1-2), 63-73.


Roa, R. (1964). Retorno a la alborada. Villa Clara: Univer- sidad Central de Las Villas.