Brief review on the three themes addressed in the book Yo soy Fidel
Miembro de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba. Doctor en Ciencias Económicas. Profesor Titular de Economía Política, Historia del Pensamiento Económico y Teoría Económica, Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García. Presidente de la Sociedad Científica de Pensamiento Económico de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, e-mail: emolina@isri.minrex.gob.cu
En este libro han participado como autores un grupo de economistas cubanos, miembros de la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), y también amigos de Cuba: Luciano Vasa- pollo, Rita Martufi, Valter Lorenzi, de la delegación de la Red de Comunistas enviada a Cuba para el saludo al Comandante Fidel.
Se identifican tres temáticas en el prólogo y los14 capítulos de este libro:
Fidel Castro Ruz como estadista.
La política de principios de la Revolución Cubana
La verdad como principio políticoestratégico con el pueblo, pero también con el enemigo
Argumentos que permitieron identificar estas tres temáticas.
Fidel Castro Ruz como estadista
Fidel Castro Ruz puede ser considerado una de las figuras más destacadas en la lucha a favor de los pueblos de África, Asia y América Latina, enfren- tándose al mayor de los imperios de todos los tiem- pos. Desde su juventud se consagró a combatir la desigualdad sembrada por cientos de años de colo- nialismo primero y de neocolonialismo después.
Fue el líder indiscutible de la Revolución que derrotó a un ejército regular organizado, entrenado y armado por los Estados Unidos, ganándose por mérito propio el grado de Comandante en Jefe.
Desde el inicio de la República cubana en 1902, ha sido el único Presidente ocupado por el bienes- tar de los campesinos, dándole la tierra a quien la trabaja, desarrollando el campo para disminuir la desigualdad con la ciudad, dándole acceso a las carreteras, hospitales, escuelas, al deporte y la cul- tura, en fin, a la vida moderna y civilizada.
Con Fidel, la obra educativa ha logrado un país donde uno de cada cinco habitantes de todas las edades está matriculado en el sistema de ense- ñanza nacional, y donde existe 1,8 científicos e ingenieros por cada mil habitantes.
La Revolución ha graduado a más de 600 000 estudiantes universitarios, desarrollándose el con- cepto de que la educación es un derecho gratuito del pueblo, llevando a los más altos niveles los conceptos martianos de que “ser cultos es la única forma de ser libres” y de que “hombres recogerá, el que siembra escuelas”.
La atención que le ha prestado a la salud del pueblo no tiene precedentes en América Latina. Se eliminaron totalmente enfermedades como la poliomielitis, la difteria, el sarampión, la rubeola, la parotiditis, la malaria. Los niños cubanos están inmunizados contra trece enfermedades. Hoy Cuba cuenta con más de 70 000 médicos graduados por la Revolución. El sistema integral de salud va desde el médico de la familia hasta los hospitales especia- lizados. Al igual que la educación, la salud es gra- tuita para todos.
Ha sido maestro de revolucionarios, de la talla de Ernesto Che Guevara, Camilo Cienfuegos y de otros cientos en América, Asia y África.
El aporte teórico de Fidel Castro a la teoría revo- lucionaria se identifica con el aporte de la Revolu- ción Cubana a la experiencia universal de todas las
revoluciones, pero en particular, para los movimien- tos revolucionarios del Tercer Mundo.
La política de principios de la Revolución Cubana
Cuando se aborda el pensamiento de un esta- dista como Fidel Castro, el tratamiento de las rela- ciones internacionales necesariamente ha de estudiarse en documentos oficiales de su política exterior. Es cierto que en estos documentos se expresa la voluntad política del Partido gobernante, pero también de un pueblo, porque en este caso, se trata de un pueblo en revolución.
Existen tres documentos que caracterizan la polí- tica de principios de la Revolución Cubana:
La Primera Declaración de la Habana.
La Segunda Declaración de la Habana.
La Declaración de Santiago de Cuba.
El imperialismo norteamericano intentó aislar a Cuba del resto de los países del continente y poder agredirla desde el principio de la Revolución.
Nicolás Maquiavelo, fundador de la Ciencia Polí- tica al servicio del capital, asumió como principio: “Divide y vencerás”. En José Martí y en Fidel el prin- cipio de la verdad fue: Unir para Vencer. Por eso, al enemigo y al pueblo se les dijo la verdad cada vez que fue necesario; y allí están esos tres documentos.
El 2 de septiembre de 1960, en la Plaza de la Revolución, en una multitudinaria manifestación, se acordó romper el acuerdo de ayuda militar entre Cuba y Estados Unidos y además establecer rela- ciones diplomáticas con la República Popular China. Se expresó que la ayuda soviética en caso de agresión extranjera debía tomarse como un acto de solidaridad que Cuba aceptaba y nunca como una intromisión. Defendía el derecho de los pue- blos de luchar por su plena independencia nacio- nal y señalaba lo inaceptable de las intervenciones norteamericanas en América Latina y condenaba la explotación del hombre por el hombre.
En la Segunda Declaración de La Habana es importante destacar la siguiente afirmación:
“Frente a la acusación de que Cuba quiere expor- tar su revolución respondemos: las revoluciones no se exportan, las hacen los pueblos. Lo que Cuba puede dar a los pueblos, y lo ha dado ya, es su ejemplo...”
El 3 de junio del 2009, luego de 47 años, la 39 Asamblea de la OEA derogó por unanimidad la exclusión de Cuba aprobada en 1962.
Pero Cuba jamás volverá a la OEA, y espera- mos que a Venezuela la sigan con su ejemplo otras naciones del continente, como ha sugerido el presi- dente Correa, durante su mandato..
En la Declaración de Santiago de Cuba se declara:
“Que el pueblo de Cuba advierte, además, que si no cesan los ataques piratas...así como el entre- namiento de mercenarios...el envío de agen- tes, armas y explosivos...el pueblo de Cuba se considerará con igual derecho a ayudar con los recursos a su alcance a los movimientos revolu- cionarios en todos aquellos países que practican semejante intromisión en los asuntos internos de nuestra Patria.”
Esta verdad que se dijo abiertamente al mundo, el pueblo cubano, no solo la ha cumplido en los hechos guerrilleros y militares solidarios contra el colonialismo, sino con la solidaridad de sus “guerri- lleros de bata blanca”.
En el decálogo que luego de una larga experien- cia revolucionaria le permite a Fidel definir al revo- lucionario, le concede a la verdad un papel central. Ello tiene relación con la política de principios que supo heredar Fidel de José Martí. En términos leni- nistas se relaciona con el rechazo al oportunismo:
¿Por qué la verdad como principio estratégico y táctico?
La verdad como principio político estratégico con el pueblo, pero también con el enemigo
La política de principios de decirle la verdad al pueblo, pero también al enemigo, de cierta manera, se refleja en cada capítulo de este libro. Pero solo se comentarán tres de ellos:
Autor: Lic. Ramón Labañino Salazar
A partir de las reflexiones de Fidel, nuestro autor,en este prólogo, explica como hoy se puede hablar de una soberanía monetaria artificial de los Estados Unidos: al abandonar el régimen de cam- bios fijos de Bretton Woods, Estados Unidos intro- dujo un régimen de cambios flotantes generalizados como “trampa salvadora” para aprovecharse de las
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reservas de ahorro del planeta y mantener un ele- vado nivel de gasto.
Gracias a su condición de potencia político-mi- litar y al dólar, única moneda de reserva mundial, este país ha salvaguardado una soberanía plena y completa en el terreno monetario: sus aliados no podían cuestionar la política americana sin deses- tabilizar el tejido institucional y las estructuras de seguridad de la Guerra Fría, de los que obtenían múltiples beneficios.
¿Quiénes financian la deuda pública de los Esta- dos Unidos? Durante decenios, Japón y Europa han financiado la deuda y el déficit norteamericano en constante aumento; y hoy es necesario añadir, entre otros, a países emergentes, como China, junto al resto del mundo.
Este es un problema global que daña las relacio- nes internacionales y que Fidel denuncia con argu- mentos sólidos y de manera sencilla y comprensible.
Autor: Luciano Vasapollo
Esta introducción de Luciano Vasapollo resulta especialmente importante para el lector no cubano, que recibe tanta información negativa sobre la Revolución Cubana; pero también para los hom- bres progresistas o revolucionarios de otras latitu- des. ¿Cómo es posible que el pueblo cubano haya resistido y avanzado durante casi seis décadas de hostigamiento de la potencia hegemónica mundial?
Ni en los momentos más difíciles se le dejó de decir la verdad al pueblo:
El efecto económico de la desaparición de la Unión Soviética y el Campo Socialista europeo sobre Cuba fue enorme. La crisis económica del período 1990-1993 desmanteló el comercio exte- rior de Cuba y redujo bruscamente la capacidad de importación del país. Los niveles de actividad eco- nómica en 1993 con respecto a 1989, según infor- maciones oficiales, supusieron una declinación del producto interno bruto de 34,8%
Y, no obstante, Cuba no asumió un tipo de ajuste neoliberal.
Autor principal: Ramón Pichs Madruga
En su introducción, el autor expresa como los
la hora de analizar distintos momentos de la crisis económica y social del mundo como un concepto estructural que va más allá del movimiento cíclico del capitalismo. En los últimos 10 años se destacan los análisis y reflexiones de Fidel acerca de estos temas y sus múltiples vínculos con otras dimensio- nes de la crisis global desatada en 2008 y aún no superada.
El estadista Fidel analiza profundamente los temas ecológicos y energéticos, con la virtud de hacerlos comprensibles al pueblo. Destaco solo los siguientes elementos:
El alza del precio de los productos agrícolas tuvo un impacto desigual en países desarrollados y subdesarrollados. Mientras las grandes empre- sas agroalimentarias incrementaron sus ganan- cias con el alza del precio de los productos agrí- colas y alimentarios, pocos fueron los países en desarrollo que se beneficiaron con la exportación de esos productos.
Diez corporaciones controlan más de dos terce- ras partes de las ventas de semillas en el mundo, incluyendo las transgénicas. Diez industrias de plaguicidas controlan casi el 90% de las ventas de agroquímicos. Diez industrias en biotecnolo- gía obtienen tres cuartas partes de las ganancias de esa industria en el mundo.
El caso de los biocombustibles demuestra que los intereses aferrados a los hidrocarburos y al inmenso capital fijo asociado a la industria del petróleo, no permite avanzar de manera sólida hacia un cambio tecnológico revolucionario en el campo energético.
En realidad, la conjunción de varias crisis (finan- ciera, energética, alimentaria y medio ambiental), que simultáneamente han acosado al sistema, nos confirma que estamos, al menos, frente a una crisis global del capitalismo; antesala de posibles cambios revolucionarios que conduz- can a una sociedad más justa, protectora de “una importante especie biológica…en riesgo de des- aparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre.”1
Conclusión: Cuando un sistema social explota indiscriminadamente la naturaleza y depreda su medio ambiente, esa civilización avanza inexora- blemente hacia la autodestrucción.
temas ecológicos y energéticos son dos ejes clave
del pensamiento de Fidel Castro sobre economía mundial y relaciones económicas internacionales, a
1 Ver el discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz en Río de Janeiro en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, el 12 de junio de 1992.